Las fracturas de húmero distal en ancianos asocian mala calidad ósea y gran conminución, lo que teóricamente dificultaría la síntesis de las mismas. Nuestro objetivo es evaluar los resultados radiológicos y funcionales del tratamiento mediante reducción abierta y fijación interna de estas fracturas.
Material y métodosEstudio retrospectivo entre los años 2005-2010 de 26 pacientes tratados mediante reducción abierta y fijación interna. Seguimiento medio de 42 meses. Al finalizar el mismo se realizó una valoración radiográfica (Knirk and Jupiter scale) y funcional mediante las escalas Mayo Elbow Performance Score y Quick-Disabilities of the Arm, Shoulder and Hand Score. La edad media fue de 76,8 años (65-89) siendo el 83% mujeres. Se encontraron 16 pacientes con fractura tipo C y 8 tipo A (según la AO). Todos fueron tratados mediante abordaje posterior.
ResultadosLa flexión media fue de 118,86° con un déficit de extensión medio de 25°. El 79,1% de los pacientes presentaban un grado 0-1 de artrosis. La media obtenida en las escalas funcionales fue: Quick-Disabilities of the Arm, Shoulder and Hand Score: 19,87; Mayo Elbow Performance Score: 85. Encontramos 2 casos de seudoartrosis: una de húmero distal y otra de la osteotomía del olécranon. Hallamos 2 casos de neuroapraxias cubitales y una radial que se recuperaron sin secuelas. Hubo 3 reintervenciones: 2 retiradas de material y un caso de nueva osteosíntesis.
DiscusiónEl tratamiento con reducción abierta y osteosíntesis con placa para las fracturas tipo A y C de húmero distal en ancianos proporciona unos resultados funcionales satisfactorios para las demandas de este tipo de paciente, lo que altera escasamente la calidad de vida percibida por los mismos.
Distal humerus fractures in the elderly frequently associated with poor bone quality and comminution, making it harder to achieve proper osteosynthesis. Our aim is to evaluate the radiological and functional results of open reduction and internal fixation of these fractures.
Material and methodsRetrospective study of 26 patients treated by open reduction and internal fixation between the years 2005-2010. Mean follow-up was 42 months. At final follow-up, a radiography evaluation (Knirk and Jupiter score) and clinical examination using Mayo Elbow Performance Score and Quick-Disabilities of the Arm, Shoulder and Hand Score was performed. Mean age of the group was 76.8 years (65-89), with 83% of the patients being female. Sixteen patients suffered type C fractures and 8 type A by AO classification. All underwent posterior surgical approach.
ResultsMean elbow flexion reached 118.86°, with a mean extension deficit of 25°. More than 3-quarters (79.1%) of the patients showed 0-1 grade degenerative changes on the X-ray films at final follow-up. Functional results reached an average 19.87 points on Quick-Disabilities of the Arm, Shoulder and Hand Score, and 85 points on Mayo Elbow Performance Score scores. Non-union occurred in 2 cases: distal humerus in one patient and olecranon osteotomy in another. Ulnar nerve neuropraxia was recorded in 2 cases, and radial nerve in one. All 3 recovered uneventfully. Revision surgery was required, with 2 patients needing hardware removal and one a new fixation.
DiscussionTreatment by open reduction and internal fixation with plating in elderly people for type A and C distal humerus fractures gives good functional results regarding this population, and thus scarcely disturbs their quality of life.
Las fracturas de húmero distal presentan una incidencia de un 5,7 por 100.000 personas/año distribuidas de forma bimodal (jóvenes como resultado de traumatismos de alta energía y un segundo pico en mujeres ancianas, con hueso osteoporótico, secundarias a traumatismos de baja energía). Los últimos datos epidemiológicos demuestran un incremento considerable de este tipo de fracturas en pacientes mayores de 65 años en la última década1.
Existe controversia sobre cuál es el tratamiento ideal a seguir en este tipo de fracturas en pacientes ancianos. A la mayor complejidad por conminución asociada de las mismas se une el problema de la fijación del material de osteosíntesis en un hueso con sus características biomecánicas y biológicas alteradas, lo que facilita el fallo del implante y altera el proceso de consolidación. Ello obliga en muchas ocasiones a un mayor período de inmovilización de la articulación tras la fijación de la fractura con las repercusiones funcionales que conlleva. Todo esto ha hecho que el tratamiento de estas fracturas sea objeto de debate en la literatura, encontrando actitudes terapéuticas enfrentadas que varían desde un tratamiento conservador a una reducción abierta o una artroplastia de codo2,3.
El objetivo de este estudio es analizar los resultados funcionales y radiográficos, y las complicaciones asociadas a la reducción abierta y osteosíntesis con placa de este tipo de fracturas en pacientes mayores de 65 años.
Material y métodosPoblación de estudioSe realizó un estudio retrospectivo de los pacientes que sufrieron fractura de húmero distal (supra, supraintercondílea de húmero) entre los años 2005-2010 en nuestro centro. Los criterios de inclusión en este estudio fueron: pacientes mayores de 65 años con este tipo de fractura tratados mediante fijación interna. Hubo 26 pacientes que cumplieron dichos criterios. Veinticuatro de los 26 pacientes fueron localizados telefónicamente y citados para realizar una evaluación radiográfica y funcional. Las 2 pérdidas de seguimiento fueron 2 fallecimientos por causas ajenas a la fractura. El seguimiento medio hasta esta última entrevista fue de 42 meses (de 15 meses a 7 años). La edad media de los pacientes fue de 76,8 años (65-89) y el 83% pertenecían al sexo femenino.
De los 24 pacientes incluidos en el estudio, encontramos 16 casos de fracturas intraarticulares (tipo 13 C1-C3) y 8 casos de fracturas extraarticulares (tipo 13 A1-A3 según la AO).
El mecanismo lesional fue caída de su propia altura en todos los casos. En 21 de los casos fueron fracturas de húmero aisladas, encontrando en 3 pacientes lesiones asociadas: fractura de cabeza de radio ipsilateral, fractura de coronoides ipsilateral y fractura de Galeazzi ipsilateral. Todos los casos fueron fracturas cerradas.
Técnica quirúrgicaEn todos los casos la cirugía se llevó a cabo mediante abordaje posterior, realizando osteotomía olecraneana en 14 de los pacientes (todos ellos con patrón de fractura tipo C) y mediante abordaje transtricipital en 10 (2 de los cuales con afectación intraarticular no desplazada comprobado mediante tomografía axial computarizada; los 8 casos restantes fueron tipo A). Se emplearon distintos tipos de implante: placas Mayo (Acumed®, Hillsboro, OR, EE. UU.) (17, empleándose en el 58,8% de los casos 2 placas paralelas, en el 23,5% en disposición ortogonal, y en los 17,6% restantes una única placa), placas tipo LCP (DePuy Synthes, West Chester, PA, EE. UU.) (5 casos, en disposición ortogonal) y de reconstrucción (DePuy Synthes, West Chester, PA, EE. UU.) (2 casos en disposición paralela). La osteotomía del olécranon fue fijada con tornillo transolecraneano en 3 casos y mediante cerclaje en obenque en 11.
El nervio cubital fue expuesto de forma rutinaria y se realizaron 2 transposiciones subcutáneas anteriores. No se utilizó injerto óseo en ningún paciente. Las heridas fueron cerradas tras lavado profuso sin dejar drenajes en ningún caso.
Se realizó profilaxis antibiótica en todos los casos con cefazolina prequirúrgicamente (2g iv) y posquirúrgicamente (2g iv en 2 dosis).
PostoperatorioLa estancia media hospitalaria fue de 3,5 días. Se inmovilizó con férula braquial durante 7-10 días, tras los cuales los pacientes comenzaron movilizaciones de codo bajo supervisión facultativa. Todos los pacientes, salvo 2 casos, recibieron terapia física rehabilitadora en el centro hospitalario tras la retirada de la inmovilización posquirúrgica.
Evaluación radiográfica y funcionalEvaluación radiográfica: se realizó una evaluación de las radiografías simples y/o tomografía axial computarizada prequirúrgica para el análisis del patrón de fractura y su clasificación de acuerdo a la clasificación de la AO4.
Asimismo en el postoperatorio, durante la entrevista con los pacientes, se llevó a cabo un estudio radiográfico de control mediante la realización de 2 proyecciones (anteroposterior y lateral de codo) en el que se evaluó la consolidación radiográfica, el estado del material de osteosíntesis (migración, roturas) y el grado de artrosis según la escala de Knirk y Jupiter5.
La evaluación funcional se realizó mediante la medición del arco de movilidad con goniómetro manual, la evaluación de la estabilidad del codo y el empleo de las escalas de valoración funcional Mayo Elbow Performance Score (MEPS)6 (que valora el arco de movilidad articular, la estabilidad y funcionalidad del codo y la presencia o no de dolor) y Disabilities of the Arm, Shoulder and Hand (DASH)7 que valora el grado de discapacidad.
ResultadosEvaluación funcionalLa media de balance articular fue de 118,86° de flexión (70°-140°) y de 25° de déficit de extensión (0°-40°). No se encontraron limitaciones finales en la pronosupinación ni siquiera en aquellos pacientes que presentaron fracturas asociadas de la cabeza radial, de la coronoides o del cúbito en su porción distal. No se objetivó inestabilidad del codo tras forzar el varo o valgo del mismo.
Al final del seguimiento la media de la escala DASH fue de 19,87 (rango de 0-63,63). La media de la escala MEPS fue de 85, encontrando 8 pacientes con un resultado excelente (90-100), 14 con resultado bueno (75-89) y 2 pacientes con resultado medio (60-74) (fig. 1).
Las puntuaciones obtenidas en los diferentes parámetros que miden las escalas empleadas se encuentran recogidas en las figuras 1 y 2.
Evaluación radiográficaEvaluando el grado de artrosis radiográfica al finalizar el seguimiento encontramos que un 79,1% de los pacientes presentaban un grado 0 o 1 (fig. 3).
Consolidaron todas las fracturas excepto una que permaneció como seudoartrosis indolora en una paciente con escasas demandas funcionales. En otro caso la osteotomía del olécranon tampoco consolidó. En ambos casos los pacientes no precisaron ser reintervenidos.
ComplicacionesRespecto a las complicaciones relacionadas directamente con el material de osteosíntesis, encontramos un caso en una fractura tipo A que requirió reosteosíntesis al mes de la cirugía por desplazamiento de la misma debido a una fijación inicial insuficiente (única placa posterior), se reintervino al mes retirando el primer implante y sintetizándose la fractura nuevamente con 2 placas Mayo paralelas. Se llevó a cabo también una extracción de un obenque de una de las osteotomías de olécranon y de un tornillo de una placa por migración. La osteotomía se encontraba consolidada y en el caso de la migración del tornillo no fue necesario retirar el resto del material de osteosíntesis.
En el postoperatorio inmediato se encontraron 2 casos de infecciones de herida quirúrgica que fueron tratadas con antibioterapia, evolucionando favorablemente.
Otras complicaciones fueron 2 neuroapraxias cubitales y una radial que se recuperaron completamente durante el seguimiento sin secuelas asociadas (véase un resumen en la tabla 1).
Resultados y complicaciones según el tipo de fractura
Tipo de fractura | Placa | Artrosis radiográfica | F/E | MEPS | DASH | Complicaciones | |||||
Mayo | LCP | Recons | 0 | 1 | 2 | 3 | |||||
A | 6 | 2 | - | 5 | 3 | - | - | 117°/25,5° | 88,12 | 17,7 | Una nueva osteosínteisUna retirada de materialUna neuroapraxia radial |
C | 11 | 3 | 2 | 5 | 6 | 5 | - | 119°/24,7° | 85,62 | 20,96 | Una retirada de materialDos neuroapraxias cubitalesUna seudoartrosis húmeroUna seudoartrosis olécranon |
El hueso osteoporótico se diferencia del hueso sano en que biológicamente presenta una menor densidad mineral (que afecta principalmente al hueso esponjoso) lo que le hace biomecánicamente inferior8 y le confiere una menor resistencia sobre todo a las fuerzas de compresión axial facilitando la presencia de patrones de fractura complejos que afectan con mayor frecuencia a zonas epifisometafisarias (fracturas tipo C). Ante la osteosíntesis este hecho se traduce en áreas vacías que facilitan el fallo del implante9. La definición de hueso osteoporótico la hemos realizado de acuerdo a la presencia o no de factores de riesgo10,11. Estas particularidades hacen que el tratamiento de estas fracturas en el anciano sea objeto de debate en la literatura, encontrando actitudes terapéuticas tan variadas como pueden ser un tratamiento conservador, una reducción abierta más osteosíntesis o una artroplastia de codo.
La aparición de nuevos implantes diseñados especialmente para el hueso osteoporótico ha supuesto una revolución en este sentido, disminuyendo el tiempo de inmovilización postoperatoria y evitando la aparición de importantes rigideces articulares. A pesar de esto, algunos autores defienden la realización de una artroplastia total de codo como tratamiento inicial en personas de edad avanzada. McKee et al.12 realizaron un estudio prospectivo aleatorizado de 42 pacientes mayores de 65 años con fracturas tipo C tratados mediante artroplastia u osteosíntesis con un seguimiento medio de 2 años. Demostraron mejoría significativa en el grupo de artroplastias en la escala MEPS tanto al inicio como a los 2 años de seguimiento, sin embargo, los resultados obtenidos en la escala DASH se igualaban en ambos grupos al año de la intervención. Aunque el rango de reintervención en el grupo de las osteosíntesis era superior (27 frente a 12%) las diferencias en este aspecto no resultaron estadísticamente significativas.
Así mismo, Frankle et al.3 comparan los resultados tanto funcionales como de movilidad en 2 grupos de pacientes mayores de 65 años tratados mediante fijación interna o artroplastia en fracturas tipo C. Recomiendan el uso de la artroplastia total de codo en aquellos pacientes mayores con gran conminución y aquellos con patología de base (artritis reumatoide, uso crónico de esteroides, etc.), mientras que conservan la fijación interna con placas para aquellos pacientes con buena reserva ósea.
Aunque en nuestra serie al igual que en otras13 las complicaciones directamente relacionadas con el fallo del material de osteosíntesis no son elevadas, existen series en las que se recogen cifras de hasta un 29,5%14. Son precisamente estas elevadas tasas de complicaciones con el material de osteosíntesis las que animan a algunos autores al empleo de la artroplastia como tratamiento inicial de estas fracturas. En nuestro estudio hemos encontrado 3 (12,5%) complicaciones derivadas propiamente de problemas con el material de osteosíntesis (rotura o migración). Dos de estas complicaciones fueron menores (una retirada de un obenque y una retirada de un tornillo) sin afectar al curso o evolución natural de la fractura, y la otra precisó una nueva síntesis por resultar la primera insuficiente.
Otro de los parámetros que proponen los defensores de la artroplastia como tratamiento inicial en estas fracturas es la presencia de menos dolor tras la implantación de la misma que tras la realización de una reducción abierta3–12. Sin embargo, los pacientes de nuestra serie presentan una media de 38,12, encontrándose en su totalidad entre los grupos de dolor leve o ausente según la escala MEPS, resultados que coinciden con los obtenidos por otros autores con medias de 41,715 y 41,8516.
Si bien los resultados funcionales inmediatos obtenidos tras la artroplastia son favorables en estos estudios, debemos interpretarlos con precaución y tener presente las complicaciones a largo plazo de las prótesis de codo, principalmente las relacionadas con la desimplantación de los componentes y fracturas periprotésicas17,18.
En el postoperatorio mantuvimos la inmovilización en todos los casos durante un tiempo siempre inferior a los 10 días y con una finalidad exclusivamente analgésica y antiinflamatoria. Al igual que en otros estudios1–19, consideramos este hecho esencial para una recuperación precoz de la función en la cirugía de codo del paciente anciano.
Las tasas de seudoartrosis tras el tratamiento quirúrgico de las fracturas de húmero distal se encuentran entre un 0-11%1. En nuestra serie, a pesar de ser el hueso osteoporótico un hueso con mayor riesgo de presentar alteraciones en la consolidación (retraso o seudoartrosis), todas las fracturas humerales excepto una consolidaron (4,16%).
Con relación a las tasas de infección, en la artroplastia de codo (complicación que resulta devastadora) se encuentran en torno a un 7-16%12–18 ligeramente superior a las recogidas para la osteosíntesis, que están en un 2-13%12–19. En nuestra serie encontramos 2 casos de infección superficial (8,3%) que se solucionaron con antibioterapia y ningún caso de infección profunda. Consideramos que un cierre adecuado con una buena cobertura del material de osteosíntesis y la profilaxis antibiótica prequirúrgica y posquirúrgica son esenciales para evitar este tipo de complicación. En nuestro centro empleamos cefazolina prequirúrgicamente (2g) y posquirúrgicamente (2g en 2 dosis) como protocolo.
La presencia de sintomatología relacionada con el nervio cubital es otro dato a tener en cuenta. La incidencia de neuropatía cubital grave postimplantación de prótesis se encuentra en torno al 5%17–20, aunque puede variar entre un 2 y un 26%18 (probablemente esta variabilidad se deba a la ausencia de mención en muchos de los estudios de los síntomas puramente sensitivos). En la osteosíntesis, el porcentaje de neuroapraxia cubital es considerablemente inferior, oscilando entre el 02 y el 6,25%15. En nuestro estudio se encontraron 2 casos de neuroapraxia cubital (8,3%), y en ambos casos el nervio se dejó in situ; su transposición sistemática es controvertida, describiéndose hasta 4 veces mayor posibilidad de neuritis21.
Aunque existe consenso en la literatura en que la edad avanzada no es una contraindicación per se para la realización de una síntesis, no son muchos los estudios que encontramos al respecto3,13,16,19,23,24. Nuestros resultados funcionales han resultado excelentes o buenos en el 92% de los pacientes en consonancia con los obtenidos por otros autores (tabla 2), algunos de los cuales llegan a obtener hasta un 100% de buenos y excelentes resultados en sus series15,16.
Comparación de series de pacientes ancianos con fracturas de húmero distal en tratamiento con osteosíntesis
Estudio | Tipo fractura AO | N | Edad | Flexión/extensión | Mayo Elbow Score(Media y porcentaje de excelentes y buenos) |
Serie presentada, 2012 | A, C | 24 | 76,8 (65-89) | 118,86°/25° | 85Excelente: 33%Bueno: 59% |
Huang et al., 200516 | C2, C3 | 19 | 71,9 | 128,4°/16,8° | 94,7Excelente: 79%Bueno: 21% |
Liu et al., 200915 | C | 32 | 68,7 (62-79) | 125°/22° | 93,58Excelente: 78%Bueno: 22% |
Frankle et al., 20033 | C2, C3 | 12 | 73,6 (65-86) | 110°/30° | 87,7Excelente: 33,3%Bueno: 33,3% |
Huang et al., 201113 | C | 14 | 78,1 (67-88) | 112°/20° | 83Excelente: 42,85%Bueno: 21,4% |
Proust et al., 200725 | C | 34 | 77,6 | 116°/38° | 73,3Excelente: 38,25%Bueno: 23,53%Medio: 14,7%Pobre: 29,4% |
Korner et al., 200519 | A, B, C | 45 | 74 (61-92) | 120°/20° | 83Excelente: 20%Bueno: 37,7% |
Pereles et al., 199723 | A, B, C | 12 | 71 (63-85) | 130°/18° | 89Excelente: 25%Bueno: 75% |
Imantani et al., 200524 | A, C | 17 | 77 (70-88) | 126,2°/20° |
Con relación al rango de movilidad obtenido tras la realización de la osteosíntesis observamos un descenso en el arco de movilidad que afecta principalmente a la flexoextensión (media de 118,86° de flexión y de 25° de déficit de extensión) con escasa incidencia en la pronosupinación. Este descenso en el arco de movilidad que ya se ha señalado en series previas3-24, como demuestran las escalas de evaluación, es suficiente para las demandas funcionales de este tipo de pacientes, alterando escasamente la calidad de vida percibida por los mismos.
Nuestro estudio presenta varias limitaciones, se trata de un estudio retrospectivo, se incluyen fracturas articulares y extraarticulares y el número de pacientes es relativamente pequeño. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, los resultados obtenidos demuestran que el tratamiento de las fracturas de húmero distal con una adecuada osteosíntesis en pacientes mayores de 65 años en los que se inicia una movilización precoz obtiene unos buenos resultados funcionales con escaso número de complicaciones y reintervenciones, por lo que recomendamos siempre que se pueda la realización de la misma y reservar la artroplastia total de codo únicamente para aquellos pacientes mayores con escasas demandas funcionales que presentan fracturas en las que no es posible realizar una reconstrucción.
Nivel de evidenciaNivel de evidencia iv.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.