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Gabriela Nava. Los tres rostros de la plaza pública en el Quijote. México: UNAM, 2013.
Cristina Múgica
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como el Carnaval mismo&#44; nos habla de nacimiento&#44; muerte y resurrecci&#243;n&#46;</p><p id="par0010" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En lo que sigue pretendo ante todo exponer algunos planteamientos tocantes al Carnaval y a la est&#233;tica carnavalesca que presenta el libro&#59; en segundo lugar&#44; traer a colaci&#243;n algunos episodios del <span class="elsevierStyleItalic">Quijote</span> tal como me fueron convocados por la lectura&#46; Por la manera clara&#44; precisa y profunda en que se presentan los elementos carnavalescos del <span class="elsevierStyleItalic">Quijote</span>&#44; <span class="elsevierStyleItalic">Los tres rostros de la plaza p&#250;blica en el</span> Quijote resulta muy importante para entender y pensar la literatura carnavalizada&#46;</p><p id="par0015" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El libro se organiza en cuatro apartados&#46; El primero presenta una caracterizaci&#243;n del Carnaval&#44; mientras los tres restantes despliegan un an&#225;lisis de sendos episodios en donde el Carnaval se hace presente&#46; En palabras de Nava&#44; la carnavalizac&#243;n de la literatura&#44; concepto distinto de la literatura creada para el Carnaval&#44; consiste en la trasposici&#243;n al texto de las pr&#225;cticas e im&#225;genes carnavalescas &#40;44&#41;&#46;</p><p id="par0020" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Ante todo&#44; asienta la autora&#44; el Carnaval se emparienta con el Caos creador&#44; con su violencia y capacidad de regeneraci&#243;n&#46; Para entender el Carnaval&#44; adem&#225;s de la can&#243;nica obra de Mija&#237;l Bajt&#237;n&#44; la estudiosa recurre a la teor&#237;a de Georges Balandier sobre el caos en las ciencias sociales&#44; a la noci&#243;n de lo sagrado del soci&#243;logo y cr&#237;tico literario Roger Caillois y al planteamiento de la violencia como fundadora del orden social del fil&#243;sofo Ren&#233; Girard&#46;</p><p id="par0025" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El Carnaval constituye&#44; a decir de Bajt&#237;n&#44; la victoria de la profusi&#243;n universal de los bienes materiales&#44; de la libertad&#44; la igualdad y el fortalecimiento de los v&#237;nculos comunitarios&#46; Este fen&#243;meno construye una r&#233;plica alternativa del sistema oficial establecido&#44; exterior a la Iglesia y al Estado&#44; y genera un proceso continuo de relativizaci&#243;n y desjerarquizaci&#243;n&#46; Por definici&#243;n&#44; el Carnaval ocurre en un tiempo discontinuo&#44; fuera del tiempo mismo&#44; en el espacio de la plaza p&#250;blica&#44; s&#237;mbolo de lo popular&#59; se trata por tanto de un espacio de contacto libre y desinhibido&#44; cuyo protagonista y a la vez espectador es la colectividad&#46; Se trata del Reino del Caos&#44; realidad alterna&#44; &#8220;mundo al rev&#233;s&#8221;&#46;</p><p id="par0030" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La fiesta desv&#237;a la vida de su curso habitual introduciendo el <span class="elsevierStyleItalic">pathos</span> de cambios y transformaciones&#59; de muerte y renovaci&#243;n&#46; Las im&#225;genes carnavalescas poseen una naturaleza ambivalente&#58; la muerte unida a la resurrecci&#243;n cobra forma en la fecundidad de lo bajo corporal y el contacto con la tierra&#44; s&#237;mil de la tumba y de lo f&#233;rtil&#46; El Carnaval implica la satisfacci&#243;n del deseo no-reglamentado&#59; el apetito fren&#233;tico de la boca y el sexo como goce de la colectividad&#46; Y si el banquete oficial es signo de diferenciaci&#243;n social&#44; el banquete carnavalesco simboliza la victoria del hombre sobre el mundo material&#44; ya que el Carnaval se asocia con el consumo en la medida en que implica el retorno a un mundo primigenio y prol&#237;fico&#58; la Edad de Oro&#46;</p><p id="par0035" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La din&#225;mica carnavalesca de muerte-renacimiento bascula entre lo alto y lo bajo&#44; las coronaciones y los destronamientos&#46; El rey bufo o el rey tonto constituyen la metamorfosis del rey y del dios&#46; Los coronamientos-destronamientos carnavalescos persiguen la muerte fecunda del rey&#44; arroj&#225;ndolo hacia la tierra ambivalente por medio de la violencia f&#237;sica y verbal&#46; Los golpes matan y dan nueva vida&#59; terminan con lo antiguo y comienzan con lo nuevo &#40;36&#41;&#46;</p><p id="par0040" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La ca&#237;da de las barreras verbales que resulta del desorden carnavalesco produce un lenguaje alterno&#46; Surge as&#237; la violencia verbal&#58; injurias&#44; apodos&#44; juramentos&#44; obscenidades&#44; maldiciones&#44; blasfemias y combinaciones ambivalentes de bendici&#243;n&#47;maldici&#243;n o de elogio&#47;injuria&#44; como hace Altisidora en los versos que entona ante la partida de don Quijote del palacio ducal &#40;<span class="elsevierStyleItalic">Don Quijote de la Mancha</span> II&#44; 62&#41;&#46;</p><p id="par0045" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El carnaval genera un contramundo&#44; metamorfosis l&#250;dica del mundo cotidiano&#46; Dentro de &#233;ste&#44; los contrarrituales desrealizan la realidad socializada&#44; disolviendo el simbolismo&#44; y ejercen la funci&#243;n de dobles destronadores de los ritos del mundo oficial &#40;Nava&#58; 39&#41;&#46; En otras palabras&#44; la escenificaci&#243;n del contrarritual supone la creaci&#243;n de dobles par&#243;dicos&#46;</p><p id="par0050" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En el desorden carnavalesco&#44; a la identidad individual se sobrepone una m&#225;scara o un disfraz&#59; de esta manera&#44; la identidad se desintegra para conformar una personalidad colectiva&#46; En t&#233;rminos freudianos&#44; el <span class="elsevierStyleItalic">ello</span> avasalla al <span class="elsevierStyleItalic">yo</span>&#44; liberando las bulliciosas pulsiones de vida&#46;</p><p id="par0055" class="elsevierStylePara elsevierViewall">As&#237;&#44; el Carnaval pone de manifiesto el desorden oculto bajo el aparente orden de cosas&#46; Ahora bien&#44; el Caos que genera no es un mero principio destructivo&#44; sino una fuerza positiva que permite al universo renovarse y fortalecerse &#40;23&#41;&#46; La fuerza ca&#243;tica opera donde la norma es incapaz de regenerar el mundo&#44; pues s&#243;lo el Caos puede engendrar al Cosmos&#44; tornando&#44; a partir de la magia y la violencia&#44; al principio de las cosas&#46;</p><p id="par0060" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El Carnaval permite as&#237; hacer una profunda reflexi&#243;n sobre la realidad&#46; Por ejemplo&#44; el ataque a las marionetas de Maese Pedro perpetrado por don Quijote &#40;<span class="elsevierStyleItalic">Don Quijote de la Mancha</span> II&#44; 26&#41;&#44; en tanto agente de la violencia carnavalesca parecer&#237;a un intento de restituci&#243;n o una forma de sancionar el enga&#241;o&#44; el dolo y la traici&#243;n del p&#237;caro Gin&#233;s de Pasamonte&#44; ah&#237; donde la norma hab&#237;a resultado insuficiente&#46;</p><p id="par0065" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Vayamos al espacio p&#250;blico de las ventas&#46; Si la locura quijotesca transfigura las ventas en castillos&#44; el caos se produce en cuanto el imaginario caballeresco entra en contacto con la realidad venteril&#46; Recordemos&#44; por ejemplo&#44; el di&#225;logo entre don Quijote y el ventero que lo arma caballero &#40;I&#44; 3&#41;&#44; en el que el discurso del &#250;ltimo&#44; dial&#243;gicamente orientado con respecto al del primero&#44; devuelve a don Quijote una imagen torcida de la caballer&#237;a andante&#46; La picaresca como rev&#233;s del c&#243;digo caballeresco&#46; As&#237;&#44; en los contrarrituales de la vela de las armas y la investidura&#44; los principios caballerescos se desubliman burlescamente&#46;</p><p id="par0070" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Ahora bien&#44; si la locura quijotesca &#8220;encanta&#8221; la realidad en la primera de las ventas&#44; la realidad terminar&#225; por encantar a don Quijote en la de Juan Palomeque&#44; hasta el punto de apresarlo para reconducirlo a su aldea&#46;</p><p id="par0075" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Siguiendo a Gabriela Nava&#44; en la segunda venta encontramos el disfraz&#44; el ocultamiento de las identidades de los personajes y el juego colectivo dentro del mundo ca&#243;tico e igualitario del Carnaval&#46; La locura de don Quijote es contagiosa&#59; difunde la fiebre carnavalesca que termina permeando al mundo en torno&#46; A la locura como agente de la violencia carnavalesca habr&#237;a que aunar la tonter&#237;a como reverso de la verdad oficial dominante&#46; Ser&#225; as&#237; Sancho Panza&#44; el tonto-listo&#44; quien en un acto l&#250;dico y creador renombre la realidad a partir de la polionomasia que tiene lugar en el Caos&#46; Surge as&#237; el <span class="elsevierStyleItalic">baciyelmo</span> &#40;I&#44; 44&#41;&#46;</p><p id="par0080" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La autora se refiere a la construcci&#243;n de la historia de Micomicona como improvisaci&#243;n y creaci&#243;n colectiva&#46; Se trata&#44; se&#241;ala Nava&#44; de una escenificaci&#243;n dentro de la cual se presenta un entrem&#233;s&#58; la batalla contra los cueros de vino&#46;</p><p id="par0085" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Vayamos ahora al Carnaval de los duques&#46; Aun cuando&#44; a decir de la estudiosa&#44; en la elaborada farsa que montan los se&#241;ores encontramos a la cultura popular carnavalesca adoptada y reinventada por la nobleza &#40;96&#41;&#44; habr&#237;a una diferencia cualitativa importante entre el carnaval ventril y el palaciego&#46; Si el primero se configura a partir de la locura quijotesca&#44; en el segundo&#44; la locura del duque consistir&#225; en divertirse a costa de &#233;sta&#46; As&#237;&#44; dice el eclesi&#225;stico al duque&#58; &#8220;Este don Quijote&#44; o don Tonto&#44; o como se llama&#44; imagino yo que no debe de ser tan mentecato como Vuestra Excelencia quiere que sea d&#225;ndole ocasiones a la mano para que lleve adelante sus sandeces y vaciedades&#8221; &#40;II&#44; 32&#41;&#46;</p><p id="par0090" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Con la llegada de don Quijote&#44; los vientos carnavalescos soplan en el palacio ducal propiciando el igualitarismo del Caos social&#44; que disfrutar&#225;n tanto los nobles como la servidumbre&#46; Sin embargo&#44; el soplo carnavalesco se pervierte en la medida en que el poder interviene la locura quijotesca para instrumentalizarla&#46; Ahora bien&#44; en el tercer &#225;mbito carnavalesco analizado en el libro&#44; el de la &#237;nsula Barataria&#44; la simpleza popular de Sancho desenmascara con la violencia de su c&#243;lera la corrupci&#243;n&#44; el dolo y la mentira de la sociedad regida por el duque&#44; burlando as&#237; a los burladores&#46; De manera similar&#44; dentro del Carnaval palaciego&#44; do&#241;a Rodr&#237;guez y su hija&#44; montadas en la ola carnavalesca&#44; logran trascender &#40;gracias a la escucha y la acci&#243;n de don Quijote&#41; su respectiva condici&#243;n de viuda menesterosa y de mujer abusada&#46;</p><p id="par0095" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Existe en efecto una cualidad diferente entre el improvisado carnaval popular y el maquinado Carnaval de los duques &#40;Nava&#58; 118&#41;&#46; Y resulta acaso parad&#243;jico hablar de un carnaval planeado&#46; En todo caso&#44; el castillo se convierte &#8220;en el tablado para el drama bufo que nuestro caballero y escudero representar&#225;n sin saberlo&#8221; &#40;Ramos citado por Nava&#58; 119&#41;&#46; El c&#225;lculo se dirige a provocar la diversi&#243;n de los duques y el quebranto de la pareja quijotesca&#46;</p><p id="par0100" class="elsevierStylePara elsevierViewall">De esta manera&#44; para la autora don Quijote aparece como rey bufo&#44; blanco de agresiones l&#250;dicas&#44; como el lavado y el manoseo de las barbas&#46; Por su parte&#44; Sancho Panza&#44; don Carnal&#44; resulta un disciplinante de sangre par&#243;dico condenado a 3&#44;300 azotes que cumplen la doble funci&#243;n de matar y dar la vida&#44; asociados tambi&#233;n con la abundancia&#44; la fertilidad y la regeneraci&#243;n &#40;107&#41;&#46;</p><p id="par0105" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Ahora bien&#44; quisiera apuntar que en el carnaval de los duques hay episodios que traslucen una violencia no ya carnavalesca sino oficial&#44; como ocurre con el episodio de la &#8220;muerte&#8221; de Altisidora &#40;<span class="elsevierStyleItalic">Don Quijote de la Mancha</span> II&#44; 69&#41;&#44; donde m&#225;s que la disoluci&#243;n del simbolismo del sambenito y la coroza encuentro una denegaci&#243;n de los mismos&#46; Considero tambi&#233;n que los azotes y pellizcos propinados a do&#241;a Rodr&#237;guez y a don Quijote &#40;II&#44; 48&#41; constituyen una forma de venganza del poder&#46; Por su parte&#44; Gabriela Nava se&#241;ala que el episodio de la &#8220;muerte&#8221; de Altisidora gira en torno a la violencia y la muerte como umbrales de la vida regenerada&#46; En cuanto a la agresi&#243;n contra do&#241;a Rodr&#237;guez&#44; se&#241;ala la autora la tendencia del Caos creador a descargar la violencia contra lo que se presenta fuera del Carnaval &#40;do&#241;a Rodr&#237;guez no aparece enmascarada&#41;&#46;</p><p id="par0110" class="elsevierStylePara elsevierViewall">De esta manera&#44; la peculiaridad del carnaval ducal consiste en la pretensi&#243;n de instrumentalizar la fiesta para fines particulares&#44; lo que resulta contradictorio y al cabo f&#250;til ante la naturaleza inasible del soplo carnavalesco&#46;</p><p id="par0115" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El desorden carnavalesco&#44; dice la estudiosa&#44; devela la injusticia y el mal ocultos bajo el orden aparente&#46; Y justo eso es lo que ocurre durante el gobierno de Sancho Panza&#44; gobernante bufo&#44; en la &#237;nsula Barataria&#46;</p><p id="par0120" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En los procesos judiciales festivos&#44; las ordenanzas del gobernador&#44; emulando la tendencia del Caos a instaurar la Edad de Oro&#44; aparecen orientadas al bien com&#250;n &#40;139&#41;&#46; Acaso por esto el duque advierte pronto a Sancho sobre el golpe de estado que &#233;l mismo est&#225; preparando&#46; En los atinados fallos de Sancho&#44; se&#241;ala la autora&#44; se pone de manifiesto&#44; bajo la ingenuidad y la bober&#237;a&#44; una locura parad&#243;jica que permite al gobernante descubrir la verdad en medio de los enga&#241;os&#46;</p><p id="par0125" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Durante el gobierno de Sancho se suceden episodios como el del banquete que reformula el Doctor Pedro Recio&#44; escamoteando el alimento al gobernante&#46; Ahora bien&#44; el lector&#44; que sabe lo que Sancho ignora&#44; se percata de que la broma del duque va dirigida a un campesino en quien el fantasma del hambre est&#225; siempre pronto a despertar&#46;</p><p id="par0130" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El final del gobierno implica el destronamiento del rey bufo&#44; su sacrificio y expulsi&#243;n cuando la fiebre se apodera de la gente de la villa y dirige la violencia contra la persona de Sancho&#46; El sacrificio del gobernante&#44; afirma la autora&#44; permite reequilibrar el orden social &#40;147&#41;&#46; No obstante&#44; ante el car&#225;cter controlado del Carnaval de la &#237;nsula Barataria&#44; habr&#237;a que preguntar si el gobierno de Sancho renueva efectivamente el orden y no se limita a afianzar el poder ducal&#46; Acaso la catarsis renovadora ocurre en quienes han atestiguado la violencia del gobernante campesino ante el dolo&#44; el enga&#241;o y la corrupci&#243;n&#44; y la restituci&#243;n de la armon&#237;a social durante su gobierno&#46;</p><p id="par0135" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Siguiendo a la autora&#44; el sacrificio de Sancho Panza como rey bufo culmina&#44; despu&#233;s de su expulsi&#243;n en la &#8220;boca abierta de la tierra&#8221;&#44; en donde experimenta el despedazamiento&#44; la muerte y la resurrecci&#243;n&#46;</p><p id="par0140" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Finalmente&#44; en la visi&#243;n de Gabriela Nava&#44; el Carnaval aparece como un &#8220;segundo&#8221; caballero que combate las arbitrariedades y sinrazones del sistema &#40;158&#41;&#44; porque el soplo o acaso el vendaval carnavalesco tiende a la restauraci&#243;n del &#8220;para&#237;so perdido&#8221;&#44; el mundo primigenio de armon&#237;a social al que don Quijote se refiere en su discurso de la Edad Dorada &#40;I&#44; 11&#41;&#46;</p></span>"
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Información del artículo
ISSN: 01853082
Idioma original: Español
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2024 Octubre 8 1 9
2024 Septiembre 17 2 19
2024 Agosto 14 2 16
2024 Julio 11 2 13
2024 Junio 20 2 22
2024 Mayo 17 4 21
2024 Abril 10 4 14
2024 Marzo 12 7 19
2024 Febrero 14 5 19
2024 Enero 17 7 24
2023 Diciembre 13 6 19
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2023 Septiembre 15 4 19
2023 Agosto 10 6 16
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2022 Diciembre 24 8 32
2022 Noviembre 10 5 15
2022 Octubre 19 6 25
2022 Septiembre 25 11 36
2022 Agosto 18 6 24
2022 Julio 16 8 24
2022 Junio 25 6 31
2022 Mayo 14 11 25
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2022 Febrero 16 5 21
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2021 Noviembre 16 7 23
2021 Octubre 13 10 23
2021 Septiembre 8 9 17
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2021 Junio 10 9 19
2021 Mayo 17 10 27
2021 Abril 33 13 46
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2019 Marzo 16 6 22
2019 Febrero 19 6 25
2019 Enero 18 5 23
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2018 Noviembre 12 7 19
2018 Octubre 10 19 29
2018 Septiembre 30 8 38
2018 Agosto 8 1 9
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