El objetivo global de este trabajo es el de determinar en un estudio prospectivo la utilidad del kit comercial IMMNUNOCYT‘ para el seguimiento de pacientes tratados de cáncer de vejiga y la evaluación de su utilidad como complemento de la citología urinaria y posible herramienta en la reducción del número de cistoscopias de revisión.
Material y MétodosEntre Septiembre/01 a Diciembre/02 se recogió la orina de un total de 136 pacientes (115 con antecedentes de neoplasia vesical o sospecha de la misma y 21 pacientes con otras patologías urológicas) para realizarles el test del InmunoCyt® (uCyt+) y la citología urinaria. La orina recogida era fijada con alcohol al 50% en un volumen igual. La citología urinaria y el InmunoCyt® fueron informados por un citopatólogo que desconocía tanto el resultado de su correspondiente citología como el informe de la biopsia vesical. Para el estadiaje y grado de las muestras se utilizaron la clasificación TNM de la UICC de 1997 y la de la WHO/ISUP de 1998. Se dispuso de confirmación histopatológica de las lesiones en 111 pacientes (81,6% de los pacientes).
ResultadosLa distribución por sexos fue del 89% para varones y del 11% mujeres. La edad media fue de 71,68 años [27-98]. La sensibilidad y especificidad globales fueron del 77,9% y 92,3% para el InmunoCyt® y del 47,9% y 100% para la citología urinaria respectivamente. Los valores predictivos positivos (VPP) y negativos (VPN) fueron del 96,4% y 61,7% respectivamente para el InmunoCyt® y del 100% y 36,7% para la citología. En los Ta y carcinomas de bajo grado la sensibilidad del InmunoCyt® fue del 70% (n=20) y 76,4% (n=34) respectivamente, mientras que para la citología urinaria fue del 25% (n=28) y 29,7% (n=37) respectivamente. Las diferencias observadas entre las sensibilidades del InmunoCyt® y de su citología fueron estadísticamente significativas (X2 p<0,05) tanto de forma global como en los Ta y en los ca. de bajo grado. La sensibilidad y especificidad conjunta de los dos test (ambos test combinados) fue del 86,8% y 96,2% respectivamente. La sensibilidad conjunta de los dos test para los Ta y bajo grado fue del 80% (n=20) y del 82,3% (n=34) respectivamente. Con el InmunoCyt® se diagnosticó de forma global un 36,2% de tumores.
ConclusionesA la vista de los resultados obtenidos decidimos cambiar nuestro protocolo de seguimiento reduciendo el número de cistoscopias en las revisiones al 32,2% durante los 5 primeros años de seguimiento tras la cirugía (sobre una cohorte de 140 pacientes intervenidos anualmente). Esto supondrá un beneficio para el paciente ya que disminuirán el número de infecciones urinarias y la iatrogenia ocasionadas por la realización de las cistoscopias de seguimiento. Además, esta reducción del 32,2% del número de cistoscopias en 5 años reportará un ahorro sanitario aproximado de 35.560 en 5 años.
The overall objective of this study was to carry out a prospective investigation of the usefulness of the IMMUNOCYTTM commercial kit in the follow-up of patients treated for bladder cancer and to evaluate its utility as a complement to urinary cytology and a possible tool for reducing the number of follow-up cystoscopies required.
Subjects and methodsFrom September 2001 to December 2002, the ImmunoCytTM test and urinary cytology were performed in urine simples from a total of 136 patients (115 with a history or suspicion of bladder cancer and 21 patients with other urological pathologies). Urine simples were fixed with an equal volume of 50% alcohol. Urinary cytology and the ImmunoCytTM test were interpreted by a cytopathologist unacquainted with the result of the corresponding cytology and bladder biopsy report. Samples were staged and graded using the 1997 TNM classification of the UICC and the 1998 WHO/ISUP classification. Histopathological confirmation of lesions was available for 111 patients (81.6%).
ResultsThe gender distribution was 89% men and 11% women. Mean age was 71.68 years (range 27 to 98 years). Overall sensitivity and specificity were 77.9% and 92.3% for the ImmunoCytTM test and 47.9% and 100% for urinary cytology, respectively. The positive (PPV) and negative predictive values (NPV) were 96.4% and 61.7%, respectively, for the ImmunoCytTM test and 100% and 36.7% for cytology. In Ta and low-grade carcinomas, the sensitivity of the ImmunoCytTM test was 70% (n=20) and 76.4% (n=34) respectively, whereas it was 25% (n=28) and 29.7% (n=37), respectively, for urinary cytology. The differences observed between the sensitivities of the ImmunoCytTM test and cytology were statistically significant (X2 p<0.05) overall and for Ta and low-grade carcinomas. The sensitivity and specificity of the combination of both tests were 86.8% and 96.2%, respectively. The sensitivity of the combination of both tests for Ta and low-grade carcinomas was 80% (n=20) and 82.3% (n=34), respectively. The ImmunoCytTM test was diagnostic in 36.2% of tumors overall.
ConclusionsIn view of the results obtained, we decided to change our follow-up protocol to reduce the number of follow-up cystoscopies by 32.2% in the first 5 years of postoperative follow-up (in a cohort of 140 patients who undergo surgery annually). This benefits patients by reducing the number of urinary infections and iatrogenesis originated by follow-up cystoscopy. In addition, this 32.2% reduction in the number of cystoscopies in 5 years will yield a savings of approximately 35,560 EUR to the health care system in 5 years.
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