Los injertos de mucosa oral constituyen un elemento esencial en el campo de la urología reconstructiva, especialmente para el tratamiento de defectos uretrales y genitales. Aunque se han producido avances en las técnicas de extracción y de implantación, el manejo perioperatorio sigue desempeñando un papel crucial en la obtención de resultados óptimos. Esta revisión sistemática explora las vías clínicas para el cuidado postoperatorio tras la extracción de un injerto de mucosa oral, con el fin de consolidar los conocimientos, identificar las mejores prácticas y arrojar luz sobre los vacíos de investigación.
ObjetivoEl objetivo de esta revisión es identificar las vías de atención óptimas, comparar diferentes enfoques para el cuidado oral y abordar los vacíos existentes en la investigación.
MétodosSe realizó una búsqueda bibliográfica sistemática en las bases de datos PubMed, Scopus y Web of Science sin limitaciones de tiempo. Los términos clave de búsqueda incluyeron «oral mucosal graft», «oral care pathways», «OMG post-operative care», «BMG», «LMG» y «OMG graft harvesting». La selección se realizó según las directrices PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses). Se incluyeron los estudios que abordaban el uso de injertos de mucosa oral en urología reconstructiva y las medidas de cuidado perioperatorio asociadas, y se excluyeron los artículos no redactados en inglés, los informes de casos y los editoriales.
ResultadosLa revisión pone de manifiesto la idoneidad del injerto procedente de mucosa oral gracias a sus propiedades de excelente vascularización e inmunogenicidad mínima. Las comparaciones entre las distintas zonas donantes de injertos desvelan diferencias en la calidad del tejido, la facilidad de extracción y la morbilidad de la zona donante. Aunque se cree que el cierre del lecho quirúrgico podría mejorar el control de la hemorragia y de las infecciones, las técnicas de cicatrización por segunda intención suelen producir menos dolor postoperatorio y una cicatrización más rápida. A pesar de las complicaciones habituales, como el trismo leve y la alteración de la eficacia masticatoria, la satisfacción de los pacientes sigue siendo alta.
ConclusionesEl abordaje eficaz de la extracción de injertos de mucosa oral destaca la necesidad de unos cuidados perioperatorios individualizados para minimizar las complicaciones y optimizar la recuperación. Los estudios futuros deben centrarse en la morbilidad oral a largo plazo, los protocolos de atención estandarizados y los resultados comunicados por los pacientes para mejorar las vías de atención y los resultados quirúrgicos.
Oral mucosal grafts are essential in reconstructive urology, particularly for urethral and genital defects. Advances in harvesting and implantation techniques have been made, yet perioperative care remains crucial for optimal outcomes. This systematic review explores postoperative care pathways following oral mucosal graft harvesting to consolidate knowledge, identify best practices, and highlight research gaps.
ObjectiveThe review aims to identify optimal care pathways, compare different oral care approaches, and address research gaps.
MethodsA systematic literature search was conducted using PubMed, Scopus, and Web of Science databases without time constraints. Key search terms included «oral mucosal graft», «oral care pathways», «OMG post-operative care», «BMG», «LMG», and «OMG graft harvesting». Selection followed PRISMA guidelines. Inclusion criteria focused on studies addressing oral mucosal grafts in reconstructive urology and associated perioperative care, excluding non-English articles, case reports, and editorials.
ResultsThe review underscores the suitability of oral mucosa for grafting due to properties like excellent vascularization and minimal immunogenicity. Comparisons among graft harvesting sites reveal differences in tissue quality, ease of harvest, and donor site morbidity. Non-closure techniques generally result in less postoperative pain and quicker healing, though closure might better control bleeding and infection. Despite common complications such as mild trismus and altered chewing efficiency, patient satisfaction remains high.
ConclusionsEffective management of oral mucosal grafts harvesting emphasizes tailored perioperative care to minimize complications and enhance recovery. Further research should focus on long-term oral morbidity, standardized care protocols, and patient-reported outcomes to improve care pathways and surgical results.
Los injertos de mucosa oral (IMO) han revolucionado el tratamiento de los defectos uretrales y genitales complejos, por lo que constituyen una herramienta esencial en el campo de la urología reconstructiva. Estos injertos, procedentes principalmente de la cavidad oral, ofrecen cualidades únicas que los convierten en la mejor opción para reparar o sustituir tejidos urológicos dañados. En la nomenclatura establecida de anatomía dental, el término «mucosa bucal» se define como la mucosa bucal que recubre la superficie interna de las mejillas dentro de la cavidad oral. Por el contrario, el término «mucosa labial» designa la mucosa que recubre la cara interna del labio inferior, en particular la cresta alveolar. Por «mucosa lingual» se entiende la capa mucosa que recubre la lengua. Estas regiones anatómicas se engloban colectivamente bajo el término «injertos de mucosa oral» cuando se hace referencia a ellas en el contexto de los procedimientos que incluyen la extracción de injertos.
La versatilidad de los IMO, unida a sus resultados favorables, ha incrementado su uso en procedimientos quirúrgicos destinados a restaurar tanto la forma como la función del tracto genitourinario. El concepto de este método se conoce desde hace aproximadamente ocho décadas, pues ya en 1941 Humby1 sugirió el uso de mucosa bucal en la reparación de hipospadias. Sin embargo, el uso de mucosa bucal en urología reconstructiva solo se generalizó tras los informes de Burger et al.2 y Dessanti et al.3. Si bien las técnicas quirúrgicas para la obtención e implantación de los IMO han evolucionado, los aspectos esenciales de las vías del cuidado postoperatorio merecen la misma atención. El éxito de los procedimientos de urología reconstructiva que emplean IMO no viene determinado únicamente por el procedimiento quirúrgico en sí, sino también por un manejo meticuloso durante la fase postoperatoria.
ObjetivoAunque existe una amplia bibliografía sobre las técnicas quirúrgicas y los resultados de la uretroplastia con IMO, existe un vacío evidente en las revisiones exhaustivas que se centran específicamente en las vías de atención del cuidado oral postoperatorio. Esta carencia es significativa, teniendo en cuenta el papel que desempeña un manejo perioperatorio integral en la recuperación del paciente y el éxito global del procedimiento quirúrgico. Esta revisión sistemática pretende consolidar los conocimientos y las prácticas actuales en relación con los cuidados de la salud oral tras la extracción de IMO. El objetivo es identificar las mejores prácticas, comparar los diferentes enfoques para el cuidado oral y destacar las áreas que requieren más investigación mediante el análisis de diversos estudios.
Adquisición de la evidenciaLa metodología de esta revisión sistemática se estructuró para adoptar un enfoque exhaustivo. La fase inicial implicó una búsqueda bibliográfica detallada sin límite de tiempo, utilizando las bases de datos PubMed, Scopus y Web of Science. Los términos introducidos en la búsqueda incluyeron «oral mucosal graft», «oral care pathways», «OMG post-operative care», «BMG», «LMG» y «OMG graft harvesting». Dos investigadores independientes (MF y LB) siguieron la declaración PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses). El proceso de selección de artículos se presenta en el diagrama de flujo PRISMA (fig. 1)4,5. Se definieron criterios de inclusión para seleccionar estudios que abordaran el IMO en urología reconstructiva, incluidos los cuidados perioperatorios y las complicaciones asociadas a la extracción del IMO. Tras aplicar los criterios de exclusión, se eliminaron los artículos no redactados en inglés, los informes de casos y los editoriales. Las discrepancias se resolvieron mediante discusión, con MW como mediador en caso necesario. La extracción de datos fue realizada sistemáticamente por MF y LB utilizando una planilla estandarizada para garantizar la coherencia y la exactitud.
Este proceso garantizó una descripción exhaustiva de la bibliografía actual, lo que facilitó una revisión sistemática que sintetizó los conocimientos existentes e identificó vacíos para investigaciones futuras.
Síntesis de la evidenciaCaracterísticas de la mucosa oralEn el campo de la urología reconstructiva, el uso de IMO se ha extendido a una amplia gama de patologías, como la estenosis uretral, la corrección de hipospadias y la reconstrucción genital tras traumatismos o malformaciones congénitas. Entre las ventajas que ofrece este tipo de injertos se encuentran la excelente vascularización, una inmunogenicidad mínima y unas características de la mucosa muy similares a las de los tejidos diana6. La mucosa está formada por un epitelio grueso, no queratinizado, escamoso estratificado y avascular, y una lámina propia subyacente ligeramente vascularizada. Como demuestran las tinciones inmunohistoquímicas, la angiogénesis y la revascularización del tejido tras el injerto se ven facilitadas por la infiltración de vasos sanguíneos y de fibras nerviosas de la submucosa en la lámina propia. Estas propiedades se diferencian de la mucosa de la vejiga y la piel del pene, cuyo epitelio es fino y la lámina propia gruesa7. Filipas et al.8 compararon las características histológicas de la cicatrización de IMO y de injertos de piel de grosor total tras su implantación en las vejigas de cerdos enanos. La inspección visual reveló que los injertos de piel de grosor total presentaban niveles mucho más altos de necrosis, ulceración del injerto e infiltración de células inflamatorias que los IMO. El infiltrado inflamatorio de los IMO es poco frecuente, a pesar de la presencia de flora polimicrobiana, predominantemente estreptococos, en el epitelio oral. Mediante el tejido linfoide asociado a mucosas (TLAM), un sistema inmunitario especializado y la exfoliación continua, las células epiteliales de la mucosa de la cavidad oral pueden evitar la colonización microbiana9.
Optimización de la extracción de injertos de mucosa oral para uretroplastiaA lo largo de los años han ido evolucionando las técnicas de extracción de IMO y de cuidado oral posterior, lo que ha resaltado la importancia de un cuidado bucal perioperatorio adecuado para favorecer la recuperación y reducir las complicaciones. Entre las opciones para la obtención de IMO para uretroplastia se incluyen el injerto de mucosa bucal (IMB), obtenido de la cara interna de la mejilla; el injerto de mucosa sublingual (IMSL), obtenido de la lengua, y el injerto de mucosa labial (IML), obtenido de la cara interna del labio. Todas estas opciones ofrecen ventajas e inconvenientes en cuanto a la calidad del tejido, la facilidad de extracción, la morbilidad de la zona donante y las características del injerto, que deben tenerse en cuenta según los factores individuales del paciente y las preferencias del cirujano6,10,11.
Aunque se desconoce el significado clínico de estos hallazgos, los IMB presentan una capa muscular más fina y una capa epitelial y capa submucosa más gruesas. Por lo general, los IMSL son más largos pero más estrechos que los IMB, de ahí que, como criterio convencional, los IMB se elijan para defectos extensos, normalmente aquellos con una longitud total de 6cm o inferior. En los casos de defectos más largos, como las estenosis panuretrales, se suele optar por IMSL10. Sin embargo, cabe señalar que, en lo que respecta a los resultados quirúrgicos, los resultados de los estudios disponibles indican una eficacia similar de las uretroplastias en el seguimiento a un año, independientemente del tipo de IMO utilizado12.
Consideraciones anatómicas de la mucosa oralInjerto de mucosa bucalDesde el punto de vista clínico, el IMB suele ser la opción preferida por su dureza y elasticidad, la facilidad de obtención y manipulación, y la ventaja —en términos cosméticos— de no dejar cicatrices visibles en la zona donante; estos factores son fundamentales en las intervenciones que incluyen el uso de injertos. La mucosa bucal posee una vascularización sólida, procedente de múltiples fuentes arteriales. Estas incluyen la arteria bucal, que es una rama de la arteria maxilar; la arteria alveolar superior anterior, procedente de la arteria infraorbitaria; la arteria alveolar superior media y posterior y vasos suplementarios de la arteria facial transversal, una rama de la arteria temporal superficial. Esta extensa irrigación vascular contribuye a la resistencia y la durabilidad de la mucosa bucal; sin embargo, también predispone la zona a hematomas postextracción provocados por la mayor probabilidad de lesión vascular, como se ilustra en la figura 2. La mucosa bucal recibe su inervación sensorial primaria del nervio bucal largo, que se complementa con el nervio alveolar superior anterior, medio y posterior, todos ellos ramas de la segunda rama del nervio trigémino. Además, existe una inervación sensorial menor aportada por el nervio facial, lo que sugiere un patrón de inervación complejo que sustenta las funciones sensoriales de esta región. Aunque apenas se ha notificado, la pérdida de sensibilidad es una complicación potencial causada por incisiones quirúrgicas que afectan a ramas de los nervios facial o trigémino. Muchos estudios que examinan las complicaciones asociadas al IMO destacan que estos problemas suelen correlacionarse con varios factores: el tamaño y la forma del injerto, la elección entre un sistema de vendaje abierto-húmedo o cerrado (oclusivo) para la herida del injerto y la zona donante del injerto13-16.
Injerto de mucosa sublingualLa mucosa lingual, similar en estructura a la mucosa de otras zonas de la cavidad oral, cubre la superficie lateral inferior de la lengua. Esta comparte características favorables con la mucosa bucal, lo que la convierte en una opción viable para la obtención de injertos en cirugía reconstructiva. Para injertos de hasta 7 u 8cm de longitud, la mucosa lingual puede ser un buen sustituto, sobre todo para pacientes que necesitan injertos de mayor tamaño o que tienen un acceso oral limitado debido al tamaño reducido de la boca o a dificultades para abrirla ampliamente. El procedimiento de extracción de la mucosa sublingual es sencillo, normalmente solo deja una cicatriz oculta, y suele provocar molestias orales mínimas tras la intervención. A pesar de estas ventajas, el IMSL no se utiliza con tanta frecuencia como el IMB, quizá debido a que los cirujanos tienen menos experiencia con ellos y a que poseen un grosor menor16.
Injerto de mucosa labialLa mucosa labial mandibular está delimitada por el bermellón del labio inferior y el pliegue vestibular superior e inferior, respectivamente, con bordes laterales que se extienden hasta las comisuras externas. Su inervación procede del nervio mentoniano, una rama del nervio alveolar inferior, que emerge del canal a través del foramen mentoniano entre el primer y segundo premolar. Para evitar posibles lesiones del nervio, las incisiones para la extracción de la mucosa labial deben realizarse en dirección medial a los caninos. La zona está vascularizada por la arteria labial inferior (procedente de la arteria facial), la arteria mental (procedente de la arteria alveolar inferior) y anastomosis de la arteria bucal. Aunque la mucosa labial se puede extraer fácilmente y no requiere sutura, a menudo se prefiere la mucosa bucal para injertos más grandes y robustos debido a su mayor anchura y calidad16.
Preparación del injertoLa preparación quirúrgica es similar para cualquier tipo de injerto. El campo quirúrgico se prepara de forma semejante al de la cirugía maxilofacial. Una vez determinado el tamaño del injerto necesario (ya sea mediante examen preoperatorio o medición intraoperatoria de la longitud del defecto), se marcan la forma y las dimensiones del injerto con un rotulador quirúrgico (figs. 3a y 4a). Debe tenerse en cuenta la posible retracción del injerto hasta de un 20%17. Se debe tener especial precaución alrededor del orificio del conducto de Stenon al extraer el IMB. A continuación, se administra una solución de lidocaína y epinefrina por vía submucosa, que eleva el tejido y tiene un efecto de hidrodisección. Se colocan suturas de anclaje en el borde del injerto para una mejor exposición. A continuación se incide en las zonas previamente marcadas de la mucosa y se corta el injerto por encima de la capa submucosa con tijera mediante disección (figs. 3b y. 4b). Puede utilizarse diatermia bipolar para la hemostasia. A continuación, el injerto creado se prepara en una mesa lateral. El cirujano retira cuidadosamente los restos de tejido muscular, glándulas salivales y tejido graso subcutáneo (figs. 5 y 6). Tras su preparación, el injerto se coloca en una solución de NaCl al 0,9% y se entrega para ser implantado.
a)Capa mucosa del IMB obtenido antes de retirar el tejido muscular y el tejido adiposo. b)Capa muscular del IMB obtenido antes de eliminar el tejido muscular y el tejido adiposo. c)Capa mucosa del IMB obtenido tras la extirpación del tejido muscular y adiposo. d)Capa muscular del IMB obtenido tras la extirpación del tejido muscular y adiposo.
a)Capa mucosa del IMSL obtenido antes de la extirpación del tejido muscular y el tejido adiposo. b)Capa muscular del IMSL obtenido antes de la extracción del tejido muscular y el tejido adiposo. c)Capa mucosa del IMSL obtenido después de la extracción del tejido muscular y el tejido adiposo. d)Capa muscular del IMSL obtenido después de la extracción del tejido muscular y el tejido adiposo.
Una cuestión importante actualmente controvertida es la irrigación del sitio donante18. El cierre primario ofrece ventajas potenciales, como un control más eficaz de la hemorragia y una cicatrización acelerada de la herida (fig. 7a). Por el contrario, se ha sugerido que la cicatrización por segunda intención, en la que la herida se deja abierta, es preferible para aliviar el dolor bucal y minimizar las dificultades en la apertura de la boca (fig. 7b)19. En la tabla 1 se resumen las posibles ventajas y desventajas de las técnicas de cierre del defecto frente a las técnicas de cicatrización abierta tras la extracción de un injerto de mucosa bucal. En una revisión sistemática publicada recientemente en la que se aborda la cuestión de la morbilidad oral postoperatoria, se incluyeron cinco ensayos controlados aleatorizados con 346 pacientes a los que se les realizó una extracción unilateral de IMB o IMSL para uretroplastia de aumento incluyendo datos sobre las técnicas empleadas para la cicatrización del lecho donante20. Los resultados de este estudio indican que la técnica de cicatrización abierta se caracteriza por un dolor postoperatorio menor, especialmente en el día1 del postoperatorio, sin diferencias significativas en cuanto a entumecimiento oral, defectos cosméticos o necesidad de procedimientos orales secundarios. No obstante, cabe señalar que la solidez de la evidencia se consideró baja o muy baja. Las complicaciones en la zona donante tras la extracción del IMO son poco frecuentes y afectan a aproximadamente el 2% de los pacientes sometidos a uretroplastia con IMO21. Sin embargo, la morbilidad oral, especialmente en las primeras horas del postoperatorio, es un factor importante que afecta a la calidad de vida de los pacientes y causa sensación de insatisfacción con el tratamiento en el 15,6% de los pacientes tras la extracción de IMB de una mejilla y en el 31,7% tras la extracción de IMB de ambas mejillas en el postoperatorio inmediato22.
Posibles beneficios e inconvenientes de las técnicas de cierre tras la extracción de injertos de mucosa bucal
Aspecto | Cierre de la zona donante de IMB | Zona donante de IMB abierta |
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Proceso de cicatrización | Posiblemente más controlado; proceso de cicatrización más predecible | Cicatrización inicial más rápida debido a la epitelización natural; menos intervención quirúrgica en la zona donante |
Dolor postoperatorio | Pueden producirse más molestias debido a la sutura y al cierre apretado de la herida | Normalmente, menos dolor postoperatorio, ya que se deja que la herida cicatrice de forma natural |
Riesgo de complicaciones | Puede reducir el riesgo de infección y mejorar los resultados estéticos | Mayor riesgo de infección secundaria, aunque en general es poco frecuente |
Complejidad quirúrgica | Más dificultades técnicas, que requieren tiempo adicional de sutura y operación | Más sencillo y rápido, ya que evita la necesidad de suturar la zona donante |
Comodidad del paciente | Inicialmente, puede provocar tirantez o dificultad para abrir la boca | Generalmente, mayor comodidad para el paciente y menor restricción de los movimientos bucales |
Tiempo de recuperación | La recuperación puede ser más larga debido a la necesidad de que cicatrice la zona suturada | Recuperación inicial más rápida, dado que hay menos manipulación de la herida |
Entre las complicaciones más comunes de la zona donante están la fibrosis y las contracturas que limitan la apertura bucal, parestesias en la zona donante, hematomas y sequedad18. Además, debido a su complejidad anatómica de la región bucal, que abarca las glándulas salivales y el orificio del conducto de Stenon, es susceptible de presentar lesiones durante la extracción del injerto. Estas lesiones pueden derivar en complicaciones importantes, como sialoadenitis o la formación de fístulas. La mayoría de estas complicaciones se resuelven espontáneamente en un periodo de hasta 6meses. Las complicaciones a largo plazo tras la extracción de IMSL son frecuentes. Doce meses después de la intervención, hasta un 13% sigue padeciendo entumecimiento, paragusia o dificultad para hablar, pero estos episodios afectan sobre todo a los pacientes en los que se extrajo el injerto de ambos lados de la región sublingual23. Los resultados de un metaanálisis en el que se evaluaron estudios que comparaban el IMSL y el IMB indican que los pacientes que se someten a la extracción de un IMSL tienen un mayor riesgo de presentar dificultades para hablar y protrusión lingual, mientras que los pacientes que se someten a la extracción de un IMB tienen más probabilidades de experimentar dificultades para abrir la boca e inflamación de la zona donante12.
Existen varias prácticas recomendadas para un cuidado oral óptimo tras la extracción del IMO: el cuidado de la herida es crucial; la disección debe mantenerse a una distancia mínima de 1cm de la abertura del conducto parotídeo, y, en caso de realizarse, la sutura debe realizarse con cautela. Se aconseja a los pacientes el uso de enjuagues bucales con clorhexidina dos veces al día para la higiene bucal, iniciando el día previo a la cirugía, junto con antibióticos profilácticos, de acuerdo con los protocolos locales. Se recomienda evitar los alimentos calientes y picantes en el postoperatorio. Algunos autores recomiendan aplicar gel de lidocaína a demanda antes de las comidas, y utilizar colutorios de clorhexidina y gárgaras de Betadine® después de las comidas durante una semana. Además, puede aplicarse una bolsa de hielo en la mejilla en las primeras horas del postoperatorio para aliviar el dolor y evitar la formación de hematomas. En general, los pacientes deben abstenerse de fumar para reducir el riesgo de cicatrización tardía de la herida y otras complicaciones24.
El tabaquismo tiene un impacto significativo en los resultados de la uretroplastia con IMB, especialmente en lo que respecta a la recurrencia de la estenosis. Los estudios indican que el tabaquismo actúa como factor de riesgo independiente para la recurrencia de la estenosis tras la uretroplastia. En concreto, la respuesta inflamatoria inducida por el tabaquismo puede exacerbar la formación de tejido fibroso e impedir la curación de la herida. Este aspecto es de gran importancia, ya que el éxito de la uretroplastia depende en gran medida de una cicatrización adecuada del tejido injertado. Para los pacientes que se someten a una uretroplastia con IMB, los efectos adversos del tabaquismo sobre la salud de la mucosa oral complican aún más el procedimiento. El tabaquismo crónico puede comprometer la integridad y la viabilidad de la mucosa bucal utilizada para el injerto, aumentando la probabilidad de complicaciones postoperatorias y de recurrencia de la estenosis. En consecuencia, se debe recomendar encarecidamente a los pacientes abstenerse de fumar antes y después de la uretroplastia para mejorar los resultados quirúrgicos y reducir el riesgo de recurrencia25. En la tabla 2 se resumen los hallazgos principales de los estudios seleccionados sobre el injerto de mucosa bucal (IMB) en la reconstrucción uretral; se incluyen los objetivos, el tamaño de la muestra, las recomendaciones de manejo postoperatorias, las complicaciones y los resultados significativos.
Resumen de los puntos clave de los estudios seleccionados
Autor/autores | Año | Objetivo | Tamaño de la muestra | Hallazgos relevantes | Recomendaciones de manejo postoperatorio | Complicaciones informadas | DOI |
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Burger et al. | 1992 | Informe preliminar sobre el injerto de mucosa bucal para la reconstrucción uretral | 6 | Un injerto debe ser al menos un 10% más largo y entre un 10 y un 20% más ancho que el tamaño real del defecto debido a la contracción y pérdida de anchura durante la tubularización | En caso de hemorragia postoperatoria, pueden ser útiles la compresión local y la aplicación externa de frío.Las molestias durante el postoperatorio pueden evitarse con una dieta de alimentos blandos y la limpieza diaria de la herida con solución de povidona iodada | La apertura bucal disminuye ligeramente durante el postoperatorio inmediato, pero recupera la normalidad incluso si se han producido complicaciones en la cicatrización de la herida | 10.1016/s0022-5347(17)37340-8 |
Dessanti et al. | 1992 | Informe preliminar sobre el injerto autólogo de mucosa bucal para la reparación de hipospadias | 8 | El IMO es eficaz para la reparación de hipospadias | Si se deja expuesto al aire, el injerto requiere lubricación crónica | De 8 pacientes que se sometieron a extracción de injerto de mucosa bucal, 1 presentó una fístula uretral que requirió cierre quirúrgico | 10.1016/s0022-5347(17)37478-5 |
Duckett et al. | 1995 | Cirugía uretral de sustitución con mucosa bucal | 18 | El epitelio del IMB es más grueso y la anchura es más flexible para un injerto uretral amplio (de 2,5 a 3cm).La viabilidad del injerto se inicia en las primeras 24 a 48horas por imbibición de suero.El resultado final de cualquier procedimiento con implante de injerto depende de la revascularización del injerto por la vascularización abundante de la zona receptora | Un injerto tomado de una zona donante muy vascularizada cicatriza mejor que un injerto tomado de una zona poco perfundida | 28% de incidencia de estenosis meatal, muy probablemente secundaria a la creación de un conducto inadecuado en el glande | PMID: 7715003 |
Akyuz et al. | 2014 | Complicaciones orales en el lecho donante del injerto de mucosa oral tomado de la mejilla | 21 | Veinte (95,3%) pacientes indicaron que volverían a someterse al mismo procedimiento, en caso de necesidad.El injerto de mucosa bucal es una fuente ideal de aloinjerto en términos de seguridad, facilidad de obtención y mayor tolerancia por parte del paciente | Todos los pacientes iniciaron el retorno a su dieta normal en los 3 primeros días postoperatorios | Se observó edema intraoral leve en 13 (61,9%) pacientes.En ninguno de los pacientes se detectó dificultad para hablar ni entumecimiento intraoral durante el periodo de seguimiento postoperatorio | 10.5152/tud.2014.46343 |
Xu et al. | 2011 | Complicaciones orales tras la extracción de un injerto de mucosa lingual para uretroplastia | 110 | Mayor riesgo de dificultad para hablar y protrusión lingual con IMSL | Se deben evitar los alimentos calientes y picantes y utilizar gel de lidocaína antes de las comidas | Entumecimiento, paragusia, dificultad al hablar | 10.1111/j.1464-410X.2010.09852.x |
Kamp et al. | 2005 | Morbilidad de la zona donante en la uretroplastia de mucosa bucal | 24 | La obtención a partir del labio inferior dio lugar a una morbilidad a largo plazo significativamente mayor, lo que se tradujo en una menor proporción de pacientes satisfechos | Todos los pacientes recibieron tratamiento analgésico con 75mg de diclofenaco dos veces al día y se lavaron la boca con infusión de manzanilla.La ingesta de alimentos se dejó a voluntad del paciente, sin restricciones, y no se administró ninguna dieta especial | Todos los pacientes manifestaron entumecimiento en la zona de los nervios mentoniano y bucal, y sensibilidad en la zona del injerto tras la intervención | 10.1111/j.1464-410X.2005.05695.x |
Barbagli et al. | 2014 | Predicción de complicaciones tempranas y tardías tras la extracción de injertos de mucosa oral | 553 | Las complicaciones tempranas incluyen la aparición de fibrosis y retracción; las complicaciones tardías son raras | Tras la intervención, el paciente sigue una dieta de líquidos claros el primer día del postoperatorio antes de pasar a una dieta normal al día siguiente.El paciente comienza a deambular el primer día postoperatorio y recibe el alta hospitalaria a los tres días de la intervención.Para la higiene bucal, el paciente utiliza un colutorio de clorhexidina durante los tres primeros días del postoperatorio y sigue tomando antibióticos por vía oral hasta la retirada del catéter | El 3,4% de los pacientes presentaron sangrado.El 53,2% de los pacientes no refirieron dolor y el 36,3% no refirieron hinchazón.El 95,5% de los pacientes declararon que el cierre quirúrgico de la herida no les causó dificultades para abrir la boca ni problemas para sonreír (98,2%) y/o sequedad bucal (95,8%) | 10.1016/j.juro.2013.09.006 |
Wang et al. | 2021 | Metaanálisis para comparar el injerto de mucosa lingual frente al bucal en la uretroplastia de aumento | 632 | El lecho donante abierto se asocia con menos dolor en el postoperatorio inmediato tanto en el uso de IMB e IML.Eficacia similar en las uretroplastias; diferentes perfiles de morbilidad | Cuidado bucal habitual, evitar fumar | Los pacientes que se someten a una uretroplastia con IML tienen más probabilidades de tener dificultad para hablar y protrusión lingual al mes de la intervención.El grupo de IMB tiene más probabilidades de experimentar inflamación temprana de la zona donante, dificultad para abrir la boca en los 30 días posteriores a la intervención y entumecimiento oral durante un máximo de 6 meses.Los pacientes con antecedentes de extracción previa de injertos pueden limitar la disponibilidad del IMB | 10.1007/s11255-020-02720-7 |
Hwang et al. | 2022 | Revisión sistemática del cierre/no cierre del lecho donante del IMB | 346 | La técnica «abierta» produce menos dolor postoperatorio | Aplicación de bolsa de hielo en el postoperatorio, evitar fumar | No hay diferencias significativas en el entumecimiento oral, defectos cosméticos | 10.5534/wjmh.200175 |
Kunz et al. | 2023 | Complicaciones postoperatorias tempranas de la uretroplastia de sustitución en una etapa con IMO | 530 | Solo la longitud de la estenosis resultó ser un factor de riesgo independiente y estadísticamente significativo para la aparición de complicaciones postoperatorias tempranas.Hubo una tendencia hacia una mayor tasa de complicaciones en pacientes con ASAIII en comparación con ASAI | Los autores realizan el cierre de la zona donante con suturas absorbibles de forma sistemática, dado que se ha observado una tasa de complicaciones muy baja | Las complicaciones son poco frecuentes en los casos en que la longitud del injerto no supera los 5cm | 10.1159/000534028 |
Morán et al. | 2018 | Análisis de la calidad de vida relacionada con la salud oral mediante la aplicación de un cuestionario validado (OIDP) a pacientes con estenosis uretral tratados con IMB | 41 | El aspecto más frecuentemente alterado al final del estudio fue la alimentación (48,1% de los pacientes) | Se recomendaron enjuagues de clorhexidina cada 8horas durante 7días.Se administró dieta líquida durante los 2 primeros días tras la intervención (sopas o caldos fríos).Se administraron analgésicos (paracetamol) y antiinflamatorios no esteroideos a todos los pacientes.Se prescribieron antibióticos (principalmente amoxicilina una vez al día) hasta la retirada de la sonda uretral a los 21días de la intervención | El IMB solo afecta en un 1% a la salud oral del paciente.La alimentación fue el área de la salud oral más alterada incluso después de este seguimiento prolongado | 10.1007/s00345-018-2381-9 |
En el contexto del manejo de las complicaciones a largo plazo tras la uretroplastia con IMO se debe considerar la posibilidad de que se produzca un deterioro de la calidad de vida en relación con la zona donante del injerto. Aunque no existen estudios aleatorizados amplios sobre este tema, la publicación de Morán et al.26 proporciona datos de buena calidad. Los autores revelan un deterioro mínimo, pero estadísticamente significativo, a lo largo de un periodo de seguimiento de tres años, lo que indica que, aunque persisten complicaciones comunes como el trismo leve y los cambios en la eficacia masticatoria, estas no repercuten significativamente en la calidad de vida global relacionada con la salud oral. La estrategia de manejo consiste principalmente en una higiene bucal rutinaria y modificaciones de la dieta durante el postoperatorio inmediato, complementadas con el control del dolor y la prevención de infecciones mediante analgésicos habituales y antibióticos. El cuidado oral proactivo, que incluye el uso de enjuagues de clorhexidina y un control minucioso de la dieta, desempeña un papel vital en la reducción de estas complicaciones. Morán et al.26 utilizaron un cuestionario validado Oral Impacts on Daily Performance (OIDP) para evaluar sistemáticamente el impacto de la salud bucal en las actividades diarias, destacando que la alimentación es el dominio más afectado. Este estudio fue el primero en evaluar la calidad de vida relacionada con la salud oral utilizando un cuestionario validado; lamentablemente, esto impidió la comparación de los resultados con la bibliografía anterior. A pesar de estas dificultades, los datos muestran que la satisfacción global de los pacientes sigue siendo alta, lo que subraya la importancia de un seguimiento personalizado para gestionar y minimizar eficazmente las complicaciones orales postoperatorias.
Indicaciones a futuroSe necesitan más investigaciones para mejorar las vías de atención para el cuidado oral en los pacientes sometidos a la extracción de IMO. Existe la necesidad imperiosa de estudiar la morbilidad oral a largo plazo. Aunque las estrategias de manejo durante el postoperatorio inmediato están bien documentadas, se requieren estudios con un seguimiento a largo plazo para conocer el impacto a largo plazo de la extracción de un IMO sobre las funciones orales como la sensibilidad, el gusto y la movilidad. Además, no existen protocolos de cuidado oral estandarizados y basados en la evidencia tras la extracción de IMO. Los estudios futuros deben tener como objetivo desarrollar y validar protocolos que minimicen las complicaciones y optimicen la recuperación. Estos protocolos deben centrarse en el manejo del dolor, la prevención de infecciones y la potenciación de la cicatrización adecuada de la mucosa. Los resultados comunicados por los pacientes también están infrarrepresentados en la investigación actual. Se necesitan más estudios que utilicen medidas de resultados comunicados por los pacientes (PROM) para conocer la percepción del paciente, incluida su satisfacción con el resultado quirúrgico y la repercusión en las actividades de la vida diaria, como comer y hablar. Además, se requieren estudios comparativos sobre la morbilidad y los resultados funcionales de las distintas zonas donantes de injertos (mucosa bucal, labial y lingual). Esto nos ayudará a saber qué zonas ofrecen el mejor equilibrio entre la calidad del injerto y la morbilidad de la zona donante. Por último, debe investigarse el papel de tecnologías emergentes como la ingeniería tisular, la medicina regenerativa y los factores de crecimiento para mejorar la obtención de injertos y minimizar la morbilidad de la zona donante. Esto podría suponer mejoras significativas en los resultados de los pacientes.
Limitaciones de los estudiosUna de las principales limitaciones de los estudios incluidos en el análisis es el periodo de seguimiento corto tras la extracción del injerto IMB. Por lo tanto, la revisión está limitada por la incapacidad de evaluar los resultados de las intervenciones a largo plazo. Además, los estudios incluidos en los resultados de la búsqueda estaban restringidos por el tamaño pequeño de las muestras, la diversidad metodológica y las inconsistencias en los resultados informados entre los estudios publicados. Otra limitación de los estudios incluidos en el análisis se debe a que la mayoría de ellos no tuvieron en cuenta ni ajustaron los resultados en función de la etiología de la estenosis uretral, lo que podría influir potencialmente en las tasas de éxito y las complicaciones de la uretroplastia con IMB. Por ejemplo, los pacientes con liquen escleroso (LE) suponen un desafío terapéutico importante debido al riesgo mayor de complicaciones y de fracaso del tratamiento quirúrgico. A pesar de que los pacientes con LE son un grupo poco frecuente de etiología de la estenosis uretral y representan menos del 4% de todos los pacientes, estas estenosis son más largas en promedio, y requieren del uso de IMO. Por lo tanto, se necesitan más estudios de alta calidad con tamaños de muestra adecuados y duraciones de seguimiento más largas para seguir evaluando, validando y mejorando la evidencia sobre la morbilidad de los sitios donantes de IMB en el dolor oral postoperatorio y otras morbilidades orales notificadas por los pacientes relacionadas con el cuidado de la zona donante de IMB27.
ConclusiónEn el contexto de la urología reconstructiva, el tratamiento eficaz abarca más allá de la propia intervención quirúrgica, lo que subraya la importancia de optimizar las técnicas de obtención de los injertos. La elección de la zona donante —mucosa bucal, labial o lingual— afecta a los resultados quirúrgicos y a la recuperación del paciente. Los injertos de mucosa bucal son los preferidos por su firmeza, mientras que los injertos sublinguales y labiales se eligen en función de las necesidades y la anatomía específicas del paciente. El tratamiento de la morbilidad del sitio donante incluye la elección de la técnica de cierre. La opción de dejar el lecho quirúrgico abierto suele reducir el dolor postoperatorio y acelerar la cicatrización, pero el enfoque debe adaptarse a las necesidades de cada paciente para minimizar riesgos como la infección o la cicatrización tardía. Las medidas de cuidado oral postoperatorio incluyen la higiene bucal, el manejo del dolor y cambios en la dieta para favorecer la cicatrización y reducir las molestias. El seguimiento a largo plazo indica que las complicaciones como el trismo leve y los cambios en la eficacia masticatoria son frecuentes, pero tienen una repercusión mínima en la calidad de vida global. Esto subraya la importancia del seguimiento continuo y la educación del paciente para gestionar y minimizar eficazmente las complicaciones postoperatorias. En conclusión, la adopción de un enfoque holístico y centrado en el paciente para el cuidado perioperatorio tras la extracción de IMO es esencial para la optimización de los resultados. La integración de las mejores prácticas actuales y la promoción de nuevas investigaciones permitirán mayores avances en este campo y mejorar la experiencia y los resultados de los pacientes tras estas intervenciones reconstructivas complejas. Los estudios comparativos de diferentes zonas donantes y la integración de los resultados comunicados por los pacientes enriquecerán nuestra comprensión y mejorarán las vías de atención de los pacientes sometidos a la extracción de IMO, lo que en última instancia optimizará los resultados quirúrgicos y mejorará la calidad de vida de estos pacientes.
Conflicto de interesesLos autores no han declarado ningún conflicto de intereses.