Hemos leído con atención los comentarios del Dr. Franch-Arcas y la Dra. González Sánchez publicados en la revista Cirugía Española1, sobre nuestro artículo «Estudio de coste-beneficio comparando la reparación de la hernia ventral abierta y laparoscópica»2.
Pasamos a realizar varias consideraciones a todos los puntos que señalan, tras agradecerles su interés y su lectura profunda y crítica.
Pedir disculpas, ya que en la tabla 4 donde consta el importe de las prótesis utilizadas, el tamaño de 15×18cm figuraba como «0», donde debería decir 2.916€ siendo el total 13.727 (tablas 4 y 7 corregidas).
En efecto, en la tabla 5, la suma de la segunda columna se ha realizado de modo incorrecto por desplazamiento de los números en «drenajes de aspiración» y debe ser 4.870€ (tabla 5 corregida).
También los autores ponen la atención en el total de días de estancia hospitalaria que figuran en el trabajo (131 y 439 días). Para el cálculo de las mismas se han tenido en cuenta, también, las estancias de los reingresos al considerarse más real para el cálculo de costes la incorporación de todo el proceso completo.
Para calcular la estancia media no se han considerado los reingresos, pero sí la suma de horas de estancias menores de 23h, que no comporta estancia a hora censal por no pernoctar (24h o 12 de la noche). Por ello, el resultado de la operación aritmética que los autores realizan es diferente (150 y 369) y no se corresponde con el análisis mostrado en nuestro estudio.
La única diferencia, por tanto, son 100€ de diferencia en la suma del coste de material quirúrgico fungible, modificando el coste total del procedimiento abierto a 288.687€ y el coste/procedimiento a 4.124€. Es decir 1€ menos por paciente que lo calculado (diferencia de 1.259€ vs. 1.260€).
Pedimos disculpas por los 2 errores detectados («Errar es humano»3) y lamentamos que se nos hayan pasado por alto a los autores y a los revisores de la revista, haciendo constar que la diferencia resultante de 1€ por paciente no modifica en absoluto ni la filosofía ni las conclusiones del trabajo.
Destacar con tristeza la visión de estos cirujanos, y nos gustaría enfatizar que ante dudas sobre datos de un trabajo, la actitud científica es preguntarse sobre la razón de dichas diferencias y solicitar aclaraciones, y no «sembrar dudas sobre la verosimilitud de los datos presentados», máxime cuando los autores son cirujanos que han demostrado su credibilidad y profesionalidad en múltiples campos a lo largo de más de 30 años, con publicaciones en revistas internacionales y artículos de reconocido prestigio en la revista Cirugía Española.