Introducción: Los aneurismas viscerales son una patología infrecuente, posiblemente infradiadiagnosticada dada su escasa sintomatología clínica. La complicación más importante es la rotura con hasta el 50% de mortalidad.

Métodos: Se analizan los resultados a largo plazo de 16 aneurismas viscerales tratados entre 2001 y 2012 en nuestro centro. 9 localizados en arteria esplénica, 2 en mesentérica superior, 3 en a. gastroduodenal y un caso en tronco celíaco y arteria ileocólica respectivamente. La forma de presentación fue la rotura en 5 casos, molestias epigástricas en un paciente, un sangrado digestivo y el resto se diagnosticó de forma incidental o en el estudio de una pancreatitis crónica. 6 casos recibieron tratamiento quirúrgico: 2 mediante ligadura arterial más esplenectomía y 4 aneurismectomías: 2 con reconstrucción termino-terminal directa de la arteria, un caso de interposición de injerto protésico (PTFE) y un caso de reimplante en aorta. En 12 pacientes se optó por el tratamiento endovascular, 8 de ellos mediante embolización con coils o microesferas y 3 con stent recubierto.

Resultados: De los tratados de forma percutánea, un paciente precisó cirugía de reparación por desgarro de arteria femoral y 2 casos de embolización resultaron fallidos y continúan en seguimiento en consultas externas. En el grupo del tratamiento quirúrgico se produjo un episodio de sangrado e infarto esplénico que requirió reintervención y un fallecimiento por shock hipovolémico en el postoperatorio inmediato. 3 pacientes mueren durante el seguimiento por causas no relacionadas (2 tratados endovascularmente y uno mediante cirugía abierta). El resto permanecen asintomáticos.

Conclusiones: Existen distintas opciones terapéuticas para los aneurismas viscerales dependiendo de la anatomía arterial y la estabilidad hemodinámica del paciente. Actualmente las técnicas endovasculares son de elección por su menor morbimortalidad y consiguiente disminución de la estancia hospitalaria.