Introducción: La estadificación del carcinoma localmente avanzado se realiza habitualmente mediante radiografía de tórax, gammagrafía ósea y ecografía hepática. Algunos estudios han propuesto que esta estadificación se puede optimizar mediante el uso del PET-TC, ya sea como prueba adicional o incluso como estudio único.

Métodos: Se han estudiado de forma prospectiva 165 pacientes candidatas a quimioterapia neoadyuvante. Se les practicó el estudio de extensión habitual previo al tratamiento (radiografía de tórax, ecografía hepática y gammagrafía ósea) y además un PET-TC. Se confirmaron los hallazgos mediante estudios histológicos. Tras un seguimiento de 6 meses se compararon los hallazgos obtenidos con las diferentes pruebas.

Resultados: El PET-TC mostró una captación significativa de FDG en 163 pacientes. Se encontraron adenopatías N3 en 19 casos que obligó a cambiar el campo de radioterapia. En 22 pacientes se encontraron metástasis óseas (6 de ellas con gammagrafía ósea negativa). Se diagnosticaron metástasis hepáticas en 7 casos (3 de ellos negativos en la ecografía), y metástasis pulmonares en 9, todos ellos no visibles por la radiografía simple de tórax. Además el PET-TC mostró adenopatías metastásicas a distancia en 12 casos. Debido a estos hallazgos el 17% de las pacientes cambiaron la estadificación.

Conclusiones: El PET-TC es una prueba de utilidad para la estadificación del carcinoma localmente avanzado de la mama. Se podría considerar su uso como prueba aislada sustituyendo la radiología de tórax, la ecografía hepática y la gammagrafía ósea.