Objetivos: Estudiar la relación entre la reacción de fase aguda y su implicación en el estado nutricional del paciente.

Métodos: Se realiza un estudio prospectivo no aleatorizado entre junio 2016 y julio 2018 de pacientes sometidos a colecistectomía electiva por vía abierta y laparoscópica. Se realiza analítica el día de la cirugía (A1), en el posoperatorio inmediato (a las 24 horas) (A2) y al mes de la cirugía (A3). Se utiliza IBM SPSS Statistics V25.0 para el análisis estadístico.

Resultados: Se incluyen 55 pacientes sometidos a colecistectomía, 8 abiertas (CA) (50% mujeres) y 47 laparoscópicas (CL) (68% mujeres). La edad media fue de 64 años (Q1 52, Q3 73), sin diferencias entre sexo ni tipo de intervención. Tampoco la hay en relación con el resto de datos demográficos. Tanto en cirugía abierta (CA) como en laparoscópica (CL) se observa un descenso de albúmina en A2 respecto a A1 [(A1: CA 3,95 ± 0,71, CL 4,28 ± 0,38) (A2: CA 3,42 ± 0,66, CL 3,79 ± 0,39) CA p < 0,01, CL p < 0,001] y en A2 respecto a A3 [(A3: CA 4,26 ± 0,22, CL 4,48 ± 0,31) CA p < 0,01, CL p < 0,001]. En A3 respecto a A1, solo en CL aumentan las concentraciones de albúmina de forma significativa [p < 0,001]. La PCR aumenta en A2 en los dos tipos de intervención al compararlas con A1 [(A1: CA 3,45, RIQ 43,97, CL 2,6, RIQ 8,7) (A2: CA 39,6, RIQ 45,98, CL 10,06, RIQ 21,03) CA p < 0,06, CL p 0,001] y A3 respecto a A2 [(A3: CA 2,90, RIQ 3,87, CL 2,3, RIQ 3,8) CA p0,01, CL p < 0,001]. El comportamiento de la IL-6 es similar a la PCR, aumentando en A2 respecto a A1 [(A1: CA 38,8, RIQ 7,47, CL 5,35, RIQ 2,85) (A2: 70,20, RIQ 47,7, CL 15,70, RIQ 30,25) CA p 0,02, CL p < 0,001] y disminuyendo en A3 respecto a A2 [(A3: CA 4,92, RIQ 5,24, CL 4,59, RIQ 2,56) CA p < 0,01, CL p 0,001]. No hay diferencias significativas entre A1 y A3, aunque sí se observa una tendencia en CL [p 0,06].

Conclusiones: Existe una correlación inversa entre la albúmina y reactantes de fase aguda (RFA) como la IL-6 y la PCR. En el posoperatorio inmediato se produce un aumento de RFA y una disminución de albúmina, mientras que ocurre lo contrario en la recuperación posquirúrgica a largo plazo. Esta relación pone de manifiesto la importancia de la nutrición pre y posquirúrgica y en situaciones en las que exista un estado inflamatorio subyacente, ya que también se observa una notable mejoría de la RFA en el posoperatorio tardío respecto al preoperatorio.