Introducción: La reconstrucción tridimensional (3D) de modelos personalizados ha adquirido un gran auge en el ámbito quirúrgico, y en especial de la cirugía hepatobiliopancreática (HBP) donde la complejidad de las relaciones anatómicas espaciales, así como de la técnica quirúrgica constituye una gran dificultad en la transmisión de información al paciente. Resulta de especial interés para aquellos pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos complejos, para los que la posibilidad de evaluar imágenes prequirúrgicamente desempeña un papel fundamental en la comprensión de su enfermedad y la subsiguiente toma de decisiones en el plan de tratamiento. Es una herramienta que se postula para mejorar la comunicación médico-paciente, podría determinar una mayor adhesión al tratamiento, una recuperación más efectiva y una mejor salud emocional tras el alta hospitalaria. Lo que a su vez puede tener un impacto en la reducción de la estancia hospitalaria, las complicaciones posquirúrgicas y por tanto el análisis de costos asociado a cada paciente.

Objetivos: El objetivo consiste en determinar si los modelos anatómicos 3d-específicos individualizados, analizados preoperatoriamente por cada paciente ayudan a mejorar la comprensión sobre la técnica oncológica que se va a realizar (mejor comprensión de la anatomía), sus riesgos, beneficios y alternativas disponibles. Así como evaluar la mejora en la satisfacción global del paciente y la relación con el facultativo responsable.

Métodos: Para ello se está llevando a cabo un ensayo clínico prospectivo aleatorizado unicéntrico con dos brazos, del que se presentan los resultados preliminares de 15 pacientes (7 del brazo control y 8 del brazo a estudio). Se incluyeron todos aquellos pacientes diagnosticados de patología hepatobiliopancreática (maligna o benigna) con indicación quirúrgica. Preoperatoriamente se realizaron las pruebas radiológicas rutinarias según establecido por los protocolos clínicos. Cada paciente se asignó de forma aleatoria para recibir planificación mediante radiología convencional únicamente (brazo control) o bien radiología convencional más realización de un modelo 3D específico (brazo estudio) visualizado en un monitor de ordenador 2D así como en un modelo físico impreso a escala real que el paciente puede ver y tocar. Se evaluó la compresión del procedimiento mediante un cuestionario rellenado por el paciente que corresponde a una escala numérica (escala Likert de 10 puntos). En el brazo control únicamente se entregó el cuestionario tras la presentación de las pruebas complementarias convencionales, mientras que en el brazo estudio se realizó antes y después de la presentación del modelo 3D.

Resultados y conclusiones: De forma preliminar, todos los pacientes incluidos en el brazo estudio presentaron un mejor entendimiento, sobre la enfermedad y la cirugía, refirieron que los modelos 3D ayudaron tanto en la comprensión del diagnóstico y riesgos, así como un mayor grado de confianza en la toma de decisiones. Como conclusión, la modelización 3D individualizada de cada paciente permite mejorar el entendimiento de la técnica quirúrgica a realizar así como de los riesgos asociados a la misma. Mejora la comunicación médico-paciente y el asesoramiento proporcionado por lo que aumenta el grado de satisfacción del paciente respecto de la atención proporcionada.