La formación laparoscópica experimental ha sido y será un pilar fundamental durante el período de residencia de los médicos de especialidades quirúrgicas. En los últimos años, sobre todo a raíz de la pandemia, han surgido cuestiones acerca de si es necesario continuar con la formación laparoscópica en animal de experimentación o, por el contrario, aprovechar el auge de las formaciones en línea y crear herramientas que prescindan de cursos experimentales con animales. En el Hospital Universitario de Burgos llevamos desde 2014 ofreciendo cursos experimentales a médicos en formación y a licenciados especialistas para la adquisición y el desarrollo de técnicas quirúrgicas básicas y avanzadas, y, aunque la mayoría de los asistentes han sido cirujanos generales, también hemos contado con alumnos de urología, ginecología y cirugía infantil. Las instalaciones se encuentran en el antiguo bloque quirúrgico del Hospital Divino Vallés de Burgos, que cuenta con varios quirófanos amplios, adaptados a la formación y con todo lo necesario para realizar experimentación animal. Además, en el último año podemos contar con personal veterinario con amplia experiencia y formación para dichas actividades. En dichos cursos no solo se realizan técnicas sobre modelo porcino, tanto básicas como avanzadas propias de la especialidad, sino que se dispone de modelos ‘endotrainer’ y virtuales para la adquisición de destreza sobre modelo inerte. Se han realizado cursos desde 2014 hasta nuestros días, incluso en 2020, peor año de la pandemia. En estos cursos se ha percibido, tanto de forma subjetiva con recogida de opiniones como de forma objetiva con la realización de encuestas, el alto nivel de satisfacción percibida por los alumnos, y llama la atención que, a partir de diciembre de 2020, se ha solicitado, en el 98% de las 120 encuestas recogidas, un mayor número de cursos de este tipo, decantándose en su mayoría por la formación en animal frente a las aplicaciones virtuales. ¿Y esto a qué puede deberse? En primer lugar, creemos que el modelo porcino sigue ofreciendo, aún en nuestros días, las mayores similitudes con la cirugía en paciente humano, y los médicos en formación desean realizar intervenciones en modelos lo más parecidos a la práctica clínica real, ya no solo desde el punto de vista anatómico, sino también fisiológico, quirúrgico y anestésico. En segundo lugar, dada la gran cantidad de formaciones en línea recibidas en los últimos años, se desea retomar la normalidad tan deseada, y formaciones clásicas como la descrita se solicitan y son bien acogidas. El 95,6% de las encuestas recogidas, a la pregunta sobre si se prefiere un modelo virtual o animal, se decantan por el modelo animal, y el 99% de los alumnos encuestados recomendaría a sus compañeros residentes realizar estos cursos antes de dar el salto al paciente ‘real’. Por lo tanto, consideramos que, pese a que los modelos creados artificialmente ofrecen cada vez más y mejores opciones para el alumno, una amplia mayoría desea seguir formándose en animal de experimentación.