La rotura del bazo es frecuente, tanto de forma inmediata como de forma tardía, tras un traumatismo abdominal cerrado, y este fenómeno está bien documentado en la literatura científica. Aunque menos común, los casos de rotura traumática esplénica en bazos patológicos están también ampliamente descritos en la literatura. Sin embargo, el fenómeno de rotura esplénica secundaria a traumatismo por ondas de choque de la litotricia extracorpórea (LEOC) es algo excepcional, encontrando en la bibliografía solo 11 casos, incluyendo el caso que presentamos en esta carta científica. A pesar de que la lesión esplénica es poco frecuente, se debe considerar en el diagnóstico diferencial de los pacientes con abdomen agudo tras LEOC.
La LEOC es una técnica muy utilizada para el tratamiento de las litiasis renales y ureterales, considerándose una técnica muy segura, pero no exenta de complicaciones, siendo la gran mayoría complicaciones menores. Las complicaciones mayores, que causan morbilidad o mortalidad, son poco frecuentes, afectando a menos del 1% de los pacientes sometidos a esta técnica1.
Presentamos el caso de una mujer de 62 años, con antecedentes personales de diabetes mellitus tipo II y litiasis renal izquierda de 10×10mm en polo superior del riñón izquierdo, la cual es sometida a LEOC por cólicos de repetición, es dada de alta sin incidencias. A las 24h, en domicilio, comienza con fuerte dolor en hipocondrio izquierdo asociado a episodios de desvanecimiento, sudoración, frialdad y palidez cutánea. Es traída al servicio de urgencias con tensión arterial media 60mmHg y 140lpm, y clínica compatible con shock hipovolémico.
Se realiza ecografía urgente en el box de críticos del servicio de urgencias ante la inestabilidad hemodinámica de la paciente, mostrando hígado globuloso y tamaño discretamente aumentado, y ecogenicidad aumentada en probable relación con esteatosis, sin lesiones focales. Vesícula distendida, con pared de grosor normal, sin litiasis. Porta permeable de calibre normal. Bazo totalmente desestructurado con múltiples imágenes/colecciones hipoecoicas lineales y alguna con cierta morfología nodular, lo que sugiere rotura esplénica con zonas de hematoma. Riñones de tamaño y ecogenicidad normal, con buena diferenciación cortico-medular, sin dilatación de vía excretora. Litiasis no obstructivas renales izquierdas. Vejiga sondada vacía. Líquido libre en todos los espacios en abundante cuantía, sugestivo de hemoperitoneo masivo (fig. 1).
La paciente, tras el diagnóstico, es informada y trasladada a quirófano, en 10min, con cifra de hemoglobina de 8,3g/dl. Es sometida a laparotomía exploradora urgente, encontrando hemoperitoneo y rotura esplénica grado IV de Moore, realizándose esplenectomía.
La paciente tiene un proceso postoperatorio satisfactorio, siendo dada de alta al 8.° día.
El estudio anatomopatológico mostró superficie capsular perdida, desgarrada, observándose múltiples zonas hemorrágicas, sin enfermedad subyacente.
Ruiz Marcellan e Ibarz Servio1, en el estudio de las complicaciones de la LEOC, sobre 4.000 pacientes, las clasifican en precoces y tardías. La tasa de complicaciones precoces es del 17,5%. Entre estas destacan el dolor cólico: 8,7%; síndrome neurovegetativo: 3,8%; fiebre: 2,4%; molestia renal: 2%; hematoma perirrenal: 0,3%: sepsis urinaria: 0,1%; dolor abdominal inespecífico: 0,1%; cefalea intensa: 0,06%; necesidad de transfusión: 0,005%, y pancreatitis: 0,005%1.
La lesión de bazo tras la litotricia es extraordinariamente infrecuente. Doran y Foley, en su artículo de revisión bibliográfica, realizado en 2008, tras un estudio realizado en Medline (incluyendo pre-Medline), Cochrane y Embase, describen solo 9 casos hallados en toda la revisión bibliográfica2–10. Posterior a este artículo, en PubMed solo hemos encontrado una publicación informando de un nuevo caso en el año 201510.
En todos los casos descritos en la bibliografía, como en el nuestro, se ha tratado con esplenectomía total. En ninguno de los enfermos se realizó un manejo conservador del trauma esplénico, ni una cirugía más conservadora, como actualmente se tiende a actuar en el traumatismo cerrado esplénico. Hecho que llama la atención dada la alta tasa de traumatismo esplénico tratado de forma conservadora, siendo razonable suponer que estos pacientes descritos reflejan el extremo más grave del espectro de la lesión esplénica.
En nuestra paciente, al igual que en los 10 casos descritos en la bibliografía, realizamos esplenectomía. Se rechazó el manejo conservador al encontrarnos ante una situación de shock hipovolémico secundario a hemoperitoneo masivo por rotura de bazo, e intraoperatoriamente se desestimó cirugía conservadora de bazo al tratarse de un bazo totalmente desestructurado (grado IV de Moore).