Hemos leído con interés la revisión de conjunto sobre la incontinencia fecal (IF) en el paciente anciano de los autores García Cabrera et al.1, publicado en marzo en Cirugía Española.
Comentan los autores que el tratamiento de la IF en estos pacientes debe integrar una combinación de modificación de hábitos, medidas higiénico-dietéticas, fármacos y en menor medida cirugía. No podemos estar más de acuerdo con este enunciado, pero conviene hacer hincapié que entre los factores predisponentes que mencionan, la polimedicación en la población geriátrica, se asocia con una elevada morbilidad secundaria a reacciones adversas e interacciones incluyendo la incontinencia fecal.
En EE.UU. el 21,6% de la población mayor de 65 años presenta diabetes mellitus2, asociando alteraciones gastrointestinales, incluida la IF3. Los últimos estudios anteponen en frecuencia los efectos secundarios a los antidiabéticos orales (ADO) a la propia enfermedad. La metformina se ha asociado con alteraciones del tránsito intestinal (25%) y diarrea4,5.
En una unidad de coloproctología se reciben pacientes diabéticos con incontinencia fecal secundarios al tratamiento farmacológico en los cuales simplemente retirando el fármaco se puede descartar una causa importante de IF o de su agravamiento. La metformina produce hipermotilidad intestinal, malabsorción e hipocontractilidad esfinteriana6. Según Dandona et al. en una revisión antigua7, existe una fuerte asociación entre episodios de despeños diarreicos y la disminución del tono esfinteriano, remitiendo la sintomatología tras su retirada. Otro fármaco implicado en la IF es olmesartán que se utiliza en la hipertensión arterial, con menos repercusión que la metformina, pero cursando con diarreas graves y pérdida de peso, habiéndose descrito como una enteropatía «sprue-like»8,9.
La «desprescripción» debe considerarse cuando existe polimedicación y reacciones adversas a medicamentos10. En los cuidados agudos del adulto, la primera causa de IF se ha asociado a medicamentos en un 49% por delante de las alteraciones neurológicas con un 40%11.
Por tanto, se debe recordar que algunos medicamentos como la metformina y el olmesartán pueden ser causantes o agravantes de una IF previa. A su vez, enfatizar y recordar la importancia de la historia clínica ante posibles efectos adversos farmacológicos y revisar sistemáticamente el tratamiento médico antes de realizar pruebas complementarias como la manometría, ecografía endorrectal u otras pruebas funcionales12.