La tenia saginata es un platelminto de la clase cestoda, cuyo ejemplar adulto se desarrolla en el intestino del ser humano, que actúa como huésped definitivo, y sus estadios larvarios o cisticercos, en los tejidos de animales vacunos1,2. El comportamiento humano resulta fundamental para su persistencia, ya que la contaminación con heces humanas de los terrenos posibilita la infección de los animales y el hábito de ingerir carne cruda o poco cocida cierra el ciclo, al permitir la infección humana1–3.
Generalmente parasita en forma solitaria, siendo la cabeza o escólex de la tenia la que, con sus órganos de fijación, 4 ventosas acetabulares prominentes, se adhiere a algún punto de la pared duodenoyeyunal, quedando el cuerpo o estróbila libre en la luz intestinal2.
Los principales mecanismos de daño de la tenia saginata son el toxialérgico, expoliatriz e irritativo2. La infestación es generalmente asintomática, pudiendo producir en algunos casos síntomas gastrointestinales menores1–3.
La perforación intestinal es una complicación excepcional en el curso de una infestación por tenia saginata1–3.
El objetivo de nuestro trabajo es comunicar un caso clínico de peritonitis aguda por perforación duodenal, en el cual planteamos como agente causal la infestación por tenia saginata.
Mujer de 60 años de edad, hipertensa, colecistectomizada, de mal medio socioeconómico, que consulta por cuadro de 24h de evolución centrado por dolor abdominal a nivel epigástrico, que en las últimas horas se hace muy intenso y se acompaña de síndrome neurovegetativo. Refiere vómito en el día de la consulta con expulsión de proglotides, así como presencia de las mismas en materias fecales los días previos a la consulta. Del examen físico se destaca la presencia de dolor y defensa a la palpación del hemiabdomen superior. La radiografía simple de abdomen muestra neumoperitoneo escaso. El ultrasonido evidencia lámina de líquido perihepático e interasas. Gasometría arterial con acidosis metabólica.
Agrava rápidamente su condición clínica, instalando un shock séptico, por lo que se inicia reanimación enérgica con apoyo inotrópico y asistencia respiratoria mecánica.
Con el planteo de sepsis abdominal por cuadro agudo de abdomen, se decide laparotomía mediana de urgencia. De la exploración se destaca la presencia de asas delgadas distendidas con líquido peritoneal claro, conteniendo abundantes proglotides libres en cavidad peritoneal. Se constata perforación de menos de 1cm de diámetro, en cuarta porción de duodeno, en la unión duodenoyeyunal, extrayéndose de su luz una tenia de aproximadamente 1,5 m de longitud (fig. 1 A y B). Se realiza cierre simple más aposición de epiplón, toilette peritoneal y cierre. En la evolución en centro de terapia intensiva persiste con disfunción multiorgánica, falleciendo a las 24h. El estudio parasitológico confirmó que se trataba de un ejemplar de tenia saginata.
Las complicaciones quirúrgicas abdominales relacionadas con tenia saginata son excepcionales1–7. De la revisión bibliográfica surge que existe un número muy limitado de casos donde se describa la perforación intestinal como complicación de esta teniasis5–7. En todos los casos, el diagnóstico surge como hallazgo en el curso de una laparotomía de urgencia por un cuadro de peritonitis aguda4–7. La perforación generalmente se produce a nivel del intestino delgado y, en particular, a nivel del yeyuno, existiendo un solo caso donde la misma asienta a nivel del íleon5–7. Hasta hoy no se ha comunicado ningún caso en el que la perforación ocurra a nivel duodenal.
Si bien en un caso se hallaron múltiples ejemplares de morfología atípica, en la mayoría la infestación fue por ejemplar único y de morfología normal4–7.
En los casos ya publicados, al igual que en el caso que presentamos, aunque es difícil establecer el mecanismo directo por el cual se produce la complicación, la vinculación etiológica es altamente probable5–7.