Hemos leído con interés el artículo de Prieto et al.1 acerca de la encuesta sobre el tratamiento de la apendicitis aguda durante la pandemia por COVID-19, al cual nos gustaría sumar la experiencia de nuestro centro.
Hemos tenido la percepción de que la afección quirúrgica urgente se había presentado durante este periodo en fases más evolucionadas, lo que se atribuía al estado de confinamiento y al miedo a un posible contagio por acudir a centros sanitarios1. Para intentar confirmar nuestra sospecha, hemos comparado el tiempo de evolución y los hallazgos intraoperatorios (entre otros datos), de los pacientes diagnosticados de apendicitis del 15 de marzo al 20 de junio de 2020, con los que fueron intervenidos durante ese mismo periodo del 2019.
La serie se compone de 94 pacientes, 44 intervenidos durante la pandemia (grupo 1) y 50 en 2019 (grupo 2). El grupo 1 estaba compuesto por 28 varones y 16 mujeres, con una edad media de 37,18 años; y el grupo 2, 30 varones y 20 mujeres, con una edad media de 37,88 años. Se siguieron las recomendaciones de la Asociación Española de Cirujanos2, determinando preoperatoriamente la posible infección por COVID-19 mediante radiografía de tórax, tomografía computarizada (TC) y/o reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (PCR-TR), sin tener ningún caso positivo pre ni postoperatoriamente. Al comparar los casos durante el confinamiento y el periodo equivalente del año previo, encontramos que, durante el confinamiento, fueron intervenidos 16 pacientes, mientras que, en 2019, fueron 31.
Al comparar la media de días de evolución de la clínica, en el grupo 1 fue de 2 días (±1,73 días), y en el grupo 2 de 2,27 días (±2,83 días); sin hallar diferencias estadísticamente significativas. En los hallazgos intraoperatorios, encontramos que en el grupo 1 se catalogaron de flemonosas 16 (36,4%) y 22 en el grupo 2 (44%); de purulentas, 11 en el grupo 1 (25%) y 15 en el grupo 2 (30%); sin diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos. En cuanto a las gangrenosas, se hallaron 17 en el grupo 1 (38,6%) frente a 12 en el grupo 2 (24%), aunque no alcanzó significación estadística. Por otro lado, encontramos que el abordaje laparoscópico fue más frecuente en el grupo 1 (100 vs. 84%; p=0,006). También fue más frecuente que el cirujano principal fuera un residente en el grupo 1 frente al 2, siendo estadísticamente significativo (81,82 vs. 58%; p=0,013).
En conclusión, no encontramos diferencias en el tiempo de evolución ni en la gravedad de las apendicitis durante la pandemia. Estos resultados los atribuimos a que en Murcia el impacto de la pandemia por el COVID-19 fue menor que en otras comunidades, con 1.638 casos durante el confinamiento3.