El seudotumor inflamatorio (PTI) es una lesión benigna rara; descrita por Brunn en 19391 en el pulmón, se define como una masa compuesta por una proliferación benigna de células inflamatorias con grado variable de fibrosis, que puede asemejar una neoplasia maligna.
La presentación clínica, los datos del laboratorio y los hallazgos radiológicos son variables, siendo el diagnóstico diferencial difícil. Su tratamiento es controvertido planteándose la opción médica o quirúrgica.
Este tumor tiene una apariencia de tumor maligno, pero en la histología su curso clínico es benigno. Presentamos el caso de un paciente con una lesión hepática sólida diagnosticado de seudotumor inflamatorio hepático, tratado con antibióticos de forma prolongada con resolución del cuadro. Se discutirá el manejo terapéutico de este tipo de lesiones y su diagnóstico diferencial.
Varón de 28 años, con antecedentes de episodio febril secundario a una neumonía extrahospitalaria un año antes, acude al servicio de urgencias por cuadro de dolor abdominal tipo cólico en hipocondrio derecho y fiebre de 38,5°C de 2 días de evolución. En la analítica destaca presencia de leucocitosis con hipertransaminasemia y bilirrubina total de 3,3mg/dl. La serología de la hidatidosis resultó negativa con marcadores tumorales dentro de la normalidad.
En la ecografía destaca la presencia de una lesión en lóbulo hepático derecho (LHD), hipoecoica de bordes mal definidos y con un fino realce periférico tras la administración de contraste (fig. 1). Se realiza una resonancia magnética con contraste objetivando una lesión focal de 8cm, en LHD segmentos VII y VIII, que plantea el diagnóstico diferencial entre quiste hidatídico o un absceso hepático en el contexto clínico (fig. 1).
A) La ecografía modo B (izquierda) muestra una lesión de bordes mal definidos con un fino realce periférico tras la administración de contraste (derecha). B-D) Lesión focal en LHD hipointensa en T1 (flecha en B) e hiperintensa en T2 (flecha en C). El estudio con contraste muestra (D) captación periférica con septos irregulares en su interior (flecha) en fase portal.
Dados los hallazgos, se instaura tratamiento antibiótico (amoxicilina-ácido clavulánico 875/125mg cada 12h) y antiinflamatorio (dexketoprofeno 25mg cada 8h), remitiéndose el paciente a nuestro hospital. La analítica de control muestra desaparición de la leucocitosis y normalización de las cifras de transaminasas y bilirrubina.
Ante la ausencia de un diagnóstico radiológico concluyente pese a la reducción de la lesión tras el tratamiento antibiótico, se realizó una biopsia hepática para descartar malignidad.
El estudio histológico muestra un tejido fibroinflamatorio denso con infiltración plasmacelular y eosinofílica sin presencia de necrosis o absceso, sugestivo de seudotumor inflamatorio.
Con el diagnóstico de seudotumor inflamatorio se continúa con el tratamiento conservador; el paciente ha sido estudiado en consultas, objetivándose una reducción progresiva del tamaño de la lesión (fig. 2) hasta su completa desaparición.
La localización más frecuente del seudotumor inflamatorio es el pulmón, habiéndose descrito en sistema nervioso central, glándulas salivares, mama, hígado, páncreas y bazo.
Afecta más frecuentemente a adultos jóvenes y varones, con una edad media de aparición de 30 años. Su etiopatogenia es desconocida, proponiéndose un origen autoinmunitario o infeccioso2, habiéndose comunicado casos con microorganismos implicados (E. coli y coco grampositivo)3.
Esta entidad tiene una forma clínica de presentación muy variable, pudiendo presentarse con alteración del estado general, dolor abdominal o fiebre, como comenzó nuestro paciente; en otras ocasiones pérdida de peso o diarrea. En la exploración física, el dolor a la palpación en hipocondrio derecho y cierta hepatomegalia pueden estar presentes, siendo raros los síntomas de colestasis o fallo hepático.
Los hallazgos de laboratorio, pueden estar dentro del rango de normalidad, o detectarse alteración de los parámetros de inflamación o de función hepática4, como en nuestro paciente. Los marcadores tumorales suelen ser normales5, habiéndose descrito elevación de CEA y CA 19.96.
Desde el punto de vista radiológico, la presencia de una tumoración hepática sólida, sin criterios específicos, puede orientar hacia una neoplasia. El seudotumor inflamatorio suele presentarse como una lesión bien delimitada7, pudiendo adoptar diferentes patrones radiológicos según el tiempo de evolución de la enfermedad, cantidad de estroma fibroso o componente inflamatorio8, dificultando el diagnóstico diferencial con otras lesiones como el colangiocarcinoma, hepatocarcinoma o las metástasis hepáticas9.
Dada la ausencia de uniformidad de características clínicas y pruebas complementarias, esta entidad continua siendo un reto diagnóstico en el momento actual, aunque hay que tenerla presente en el diagnóstico diferencial de las lesiones hepáticas.
En nuestro caso, la sospecha de esta afección, por la clínica, imagen radiológica del paciente, así como la respuesta al tratamiento médico prescrito, posibilitó el diagnóstico preoperatorio, evitando una intervención quirúrgica.
El tratamiento de elección del seudotumor inflamatorio es médico, con antibióticos, corticoides y antiinflamatorios. Se ha descrito la remisión espontánea en algunos pacientes6 tras una disminución progresiva del tamaño de la tumoración, en un periodo de tiempo variable, que oscila desde semanas hasta un año. Sin embargo, su baja incidencia unido a la dificultad diagnóstica, hace que la mayoría de los pacientes sean diagnosticados tras la exéresis quirúrgica de la lesión ante la imposibilidad de descartar una lesión maligna de forma preoperatoria.
En nuestro caso, dada la reducción del tamaño de la lesión en respuesta al tratamiento antibiótico, se planteó la posibilidad diagnóstica de seudotumor inflamatorio hepático; y ante la ausencia de un diagnóstico radiológico concluyente, se practicó una biopsia hepática para descartar malignidad confirmando así nuestra sospecha.
Dado que es una afección benigna, el pronóstico es excelente en la mayoría de los casos, siendo raro que infiltre estructuras vecinas.