Paciente de 66 años, sin antecedentes relevantes, que consultó por melenas. En la analítica destacaba hemoglobina de 3,8g/dl. Se practicó una endoscopia que identificó gran orificio en la cara anterior del antro, hacia la incisura, que conducía a una cavidad profunda y excavada, con amplio fondo de aspecto hemático. Las biopsias descartaron malignidad.
La tomografía computarizada abdominal reveló gran ulceración a nivel de la curvatura menor gástrica, que contactaba con el lóbulo hepático izquierdo, con pérdida de plano respecto a este y cambios inflamatorios de la grasa adyacente (fig. 1). Se instauró tratamiento médico con evolución favorable.