La primera cirugía hepática laparoscópica fue realizada en nuestro país en el año 20001. Poco tiempo después comenzamos a aplicar en nuestro Centro el abordaje laparoscópico en cirugía hepática con la fenestración de quistes simples. En el año 2004 realizamos nuestra primera segmentectomía lateral izquierda por MTS única de CCR. Desde entonces hemos ido ampliando indicaciones a lesiones localizadas en segmentos no favorables y, posteriormente, a hepatectomías mayores. En noviembre de 2012 mostramos en Cirugía Española nuestra experiencia de 71 resecciones de lesiones sólidas2. Al comparar con la cirugía abierta, nuestros resultados3, al igual que los de otros autores4,5, muestran cómo el abordaje laparoscópico aporta beneficios al paciente que van más allá de lo meramente estético o de estancias hospitalarias más cortas: menor sangrado, menor necesidad de transfusión y menor tasa y gravedad de complicaciones. Una década después y tras más de 100 resecciones hepáticas totalmente laparoscópicas, hemos aplicado las ventajas de este abordaje a la donación hepática para trasplante de adulto, caso comunicado recientemente6. El receptor era un paciente de 69 años con cirrosis criptogenética. Presentaba encefalopatía y ascitis refractaria con 2 episodios de peritonitis bacteriana espontánea, síndrome hepatorrenal tipo I y 3 HCC dentro de criterios de Milán. El score Child-Pugh era B-9 y MELD score 15. Su hijo, de 29 años y 74,4kg, se ofreció voluntariamente para la donación. La hepatectomía derecha del donante se realizó mediante un abordaje totalmente laparoscópico, extrayendo el injerto a través de una incisión suprapúbica. La duración fue de 480min, con pérdidas hemáticas inferiores a 100ml. La estancia postoperatoria fue de 4 días. Tras el alta no mostró necesidad de analgésicos y ha presentado una rápida y excelente recuperación, sin complicaciones a los 90 días del procedimiento. Se trata de un único caso, del que no se deben sacar conclusiones más allá de la factibilidad del procedimiento. Sin embargo, sí nos llama a reflexionar cómo en poco más de una década hemos asistido a la evolución de la cirugía hepática laparoscópica desde la fenestración de quistes simples a los procedimientos más complejos. Nos encontramos ante la mayoría de edad de un abordaje ya sólidamente asentado en múltiples centros en nuestro país7–9.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.