Implicaciones clínicas del uso del tamaño pupilar como indicador de actividad psicológica: una breve revisión

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Una buena parte del conocimiento acumulado sobre los trastornos mentales se centra casi exclusivamente en los signos y síntomas explícitos que los pacientes refieren o que son observables conductualmente. Sin embargo, a pesar de la investigación clínica acumulada durante décadas, se sabe relativamente poco acerca de procesos más básicos y menos explícitos asociados a dichos trastornos (Wenzel y Rubin, 2006; Yiend, 2004). En este interés por aunar indicadores clínicos y de rendimiento objetivo tiene un papel relevante la investigación con parámetros psicofisiológicos. A partir de la búsqueda de artículos en bases de datos (Psycinfo y Medline), en este artículo haremos una breve revisión descriptiva sobre la conexión entre un indicador psicofisiológico como son los cambios pupilares y variables psicológicas como el afecto, la atención y el procesamiento emocional de estímulos. Las reacciones pupilares, como veremos en esta revisión, aunque son un índice sólo valorable con técnicas de laboratorio, ofrecen una ventana privilegiada y relativamente sencilla para analizar algunos procesos con gran significado psicológico. El estudio científico de la pupila en el ámbito de la psicología emerge en la década de los 50 del pasado siglo, cuando aparecen las primeras metodologías capaces de registrar los cambios en el tamaño pupilar. Sin embargo, el interés por el tema ya era evidente a principios de siglo. Como señalaba Oswald Bumke (1911, citado en Hess, 1972, p. 492): "todo proceso intelectual, todo esfuerzo físico, todo proceso atencional, toda imagen mental, independientemente de su contenido y particularmente todo afecto provoca un agrandamiento de la pupila como ocurre con cualquier estímulo sensorial". La incorporación de la respuesta pupilar como uno de los índices de procesamiento emocional y cognitivo en tareas experimentales gozó de su máximo esplendor durante las décadas de los 60 y los 70, siendo prácticamente olvidada durante los años 80. Sin embargo, en estos últimos años, coincidiendo con las mejoras en los dispositivos destinados a la evaluación del sistema ocular, se han abierto nuevas líneas de investigación para evaluar el procesamiento emocional y cognitivo en diferentes condiciones psicológicas y psicopatológicas. El trabajo que aquí se presenta tiene como objetivo principal aportar al lector una visión general sobre el tema, haciendo un recorrido desde las investigaciones más clásicas, que utilizaron la reactividad pupilar como variable dependiente de sus estudios, hasta los trabajos más recientes centrados sobre todo en el campo de la depresión y la ansiedad. En la primera parte del artículo, y a modo de introducción, también se abordarán brevemente algunos aspectos más básicos como la fisiología y funcionalidad de dichos cambios pupilares. 1. El sistema pupilar Anatomía y fisiología La pupila, abertura situada en el centro de nuestro iris, es la encargada de regular la luz entrante del exterior a nuestro globo ocular, de la que dependen sus cambios de tamaño, generalmente comprendido entre 2 mm (condiciones de alta luminancia) y 8 mm (oscuridad). El iris, músculo y tejido pigmentado que rodea la pupila, es el responsable de los cambios en el tamaño pupilar a través de dos grupos de músculos (Beatty y Lucero-Wagoner, 2000). El primero de ellos, el dilatador pupilar, tiene forma radial y su contracción produce una retracción del iris que provoca un aumento del diámetro de la pupila. Está principalmente inervado por fibras del sistema nervioso simpático y la noradrenalina es el neurotransmisor implicado en las sinapsis entre las fibras simpáticas eferentes postglanglionares. El segundo músculo es elesfínter pupilar. Tiene sus fibras organizadas en forma de anillo y su contracción refleja una disminución de la pupila por la expansión del iris. En este caso, la inervación procede de las fibras parasimpáticas postglangionares y el neurotransmisor implicado es la acetilcolina. En general, se admite que la dilatación pupilar correlaciona de modo muy elevado con la actividad del locus coeruleus (LC), hasta el punto de considerarse como un indicador directo de la actividad de esta zona del tallo cerebral (Murphy, Robertson, Balsters y O'Connell, 2011). El LC es una región clave en el sistema noradrenérgico (Laeng, Sirois y Gredeback, 2012); es activada por situaciones de estrés y también tiene un papel importante en la consolidación y recuperación de recuerdos y en la implicación en una tarea. De modo que la dilatación pupilar es un indicador de enorme interés para la Psicología, pues en él confluyen tanto aspectos cognitivos (atención, memoria, carga cognitiva, interés, etc.) como emocionales (activación, sorpresa, etc.) con relevancia para diversas condiciones clínicas. Por todo ello se le considera como una ventana privilegiada a la actividad no consciente (Laeng et al., 2012). Funcionalidad de la respuesta pupilar Según Beatty (1986) y Beatty y Lucero-Wagoner (2000) los cambios en el tamaño de la pupila se deben a tres tipos de reflejos: el reflejo de luz, el reflejo de cercanía y el reflejo psicosensorial. El primero de ellos, el reflejo de luz, es el más conocido y se produce ante cambios de iluminación en el ambiente; cuando se produce un aumento en los niveles de luz la pupila experimenta una rápida contracción. Por su parte, el reflejo de cercanía o acomodaciónse caracteriza por una marcada contracción de la pupila a medida que un objeto se acerca a nuestros ojos y tiene como función mejorar el enfoque visual hacia el objeto. Finalmente, el reflejo psicosensorialconsiste en una dilatación pupilar asociada a una tarea o estímulo relevante presentado en cualquier modalidad sensorial. A diferencia de los dos reflejos anteriores, en este caso los cambios en el tamaño de la pupila son más sutiles, están mediados por el sistema nervioso simpático y no se deben a las propiedades físicas del estímulo sino a la implicación cognitiva y emocional del procesamiento. Clásicamente se ha considerado que este reflejo psicosensorial, caracterizado por un aumento en el diámetro pupilar y asociado al procesamiento de estímulos, constituye uno de los componentes fisiológicos de la respuesta de orientación (RO, Lynn, 1966; Sokolov, 1963). En cualquier caso y de forma general, en la respuesta pupilar intervienen componentes de inhibición parasimpática (que explican la primera fase de dilatación) y de activación simpática (que explican la fase de contracción posterior) (Kuipers y Thierry, 2013; Steinhauer, Siegle, Condray y Pless, 2004). Atendiendo a la funcionalidad de dichos cambios pupilares y también en relación a la RO, en la segunda mitad del siglo XX fueron varias las propuestas que intentaron encontrar un significado psicológico a esta respuesta fisiológica. Dos de las más conocidas son las formulaciones de Sokolov (1963) y Kahneman (1973). La primera de ellas, la teoría del Modelo Neuronal, considera la dilatación pupilar como un mecanismo para mejorar la receptividad sensorial visual de los estímulos, concretamente de aquellos que resultan novedosospor no poder encajarse en una representación mental o modelo neuronal previo. Para Kahneman (1973), sin embargo, la condición que provoca la RO y la dilatación pupilar tiene que ver no sólo con la novedad de estímulo sino con el significadoque ese estímulo (visual o no) tiene para el sujeto. En este caso, y de acuerdo al modelo atencional propuesto por este autor, el aumento del diámetro de la pupila puede considerarse un indicador del esfuerzo cognitivo requerido en el procesamiento de esa información de carácter significativo. De esta forma, y resumiendo ambas aportaciones, podemos concluir que nos encontramos ante un fenómeno muy relevante para la Psicología ya que los cambios pupilares son sensibles a procesos cognitivos y emocionales, lo que avala su creciente utilización en la investigación psicológica como se muestra en los siguientes apartados. 2. Procesamiento de estímulos emocionales: ¿dilatación o contracción pupilar? A mediados de los años 60, Hess (1972) acuña el término de "pupilometría" para describir un nuevo grupo de investigaciones en las que la reactividad pupilar resultante del procesamiento de estímulos es considerada como un índice fiable de actividad mental (Marshall, 2007). Basándose en estudios previos llevados a cabo por él mismo con imágenes, Hess formula la hipótesis de la "contracción-aversión", en la que se asume que el procesamiento de estímulos "agradables" o "interesantes" para el sujeto provoca aumentos en el tamaño pupilar, mientras que el procesamiento de estímulos "desagradables" estaría asociado a contracciones pupilares. Algunos de los resultados que apoyaban esta hipótesis revelaban que el diámetro pupilar de hombres y mujeres aumentaba al visualizar imágenes de personas del sexo opuesto, mientras que se observaba una reducción en el diámetro pupilar cuando en las fotografías aparecían personas del mismo sexo (Hess, 1965). El patrón contrario se observaba en varones homosexuales (Hess, Seltzer y Shlien, 1965). Otras fotografías emocionales negativas, como las de niños con heridas, provocaban contracciones pupilares en todos los sujetos expuestos (Hess, 1965). La gran repercusión y difusión que tuvieron estos primeros trabajos dio lugar a una nueva etapa en la investigación psicofisiológica. En los siguientes 20 años los estudios sobre el tema se multiplicaron centrando su interés en considerar la respuesta pupilar como un indicador de procesamiento afectivo. Sin embargo, pocos trabajos confirmaron la hipótesis de Hess (Barlow, 1969) y, por el contrario, muchos otros no pudieron hacerlo (Goldwater, 1972; Janisse, 1973). En efecto, en un intento por confirmar la hipótesis "contracciónaversión", Woodmansee (1965) expuso a un grupo de mujeres racistas y no racistas a la visualización de fotografías de personas negras. Según la teoría de Hess, las primeras deberían mostrar contracción pupilar mientras que las segundas deberían mostrar dilatación. Sin embargo, se observaron aumentos diametrales de la pupila para ambos grupos de mujeres. En un estudio posterior este mismo autor tampoco consiguió replicar los resultados de Hess (1965) al utilizar una serie de estímulos olfativos aversivos: no se observaron contracciones, sólo dilataciones (cit. en Janisse, 1973, p. 314). En la misma línea, Koff y Hawkes (1968) demostraron que no existían diferencias en el tamaño pupilar de una muestra de niños al observar imágenes de sus "amigos" y "enemigos". En cuanto a la utilización de otro tipo de estímulos como palabras presentadas de forma visual, Guinan (1967) encontró que para 27 de los 28 sujetos analizados las palabras emocionales como "vómito" o "beso" se acompañaban de mayores dilataciones pupilares en comparación con otras palabras neutras. Resultados similares se obtuvieron al pedir a una muestra de sujetos que imaginaran escenas positivas y negativas (Bernick y Oberlander, 1968). Para ambos tipos de estímulos se observaron aumentos pupilares. Tras una revisión pormenorizada de estos y otros estudios, el psicólogo canadiense Pierre Janisse (1973) concluyó que: 1) las dilataciones pupilares no dependían de la valencia del estímulo sino de la intensidadafectiva del mismo y 2) todos los estímulos que resultaban novedosospara el sujeto producían midriasis independientemente de otras características físicas. Utilizando estas premisas como base, Janisse propuso un modelo en el que la valencia del estímulo y el tamaño pupilar se relacionaban de acuerdo a una función con forma de U. Así, ante estímulos valorados como muy positivos o muy negativos, el tamaño pupilar debería ser mayor que para otros considerados como moderadamente negativos o moderadamente positivos. Un aspecto clave de la formulación de Janisse (1973), contraria a la teoría de Hess (1965), es la ausencia de procesos de contracción pupilar en su propuesta. Según su modelo los estímulos pueden producir dilataciones mayores o menores, incluso pueden no producirlas o ser casi imperceptibles, pero ningún estímulo a excepción de la luz provoca disminuciones en el diámetro de la pupila. Este tipo de estudios, abandonados durante las décadas de los 80 y 90, volvieron a retomarse recientemente de la mano de Partala y Surakka (2003), quienes reconocían el vacío creado: "a pesar de los avances que se han producido en las metodologías de escaneo visual (facilidad de uso y mayor precisión) apenas existen estudios recientes al respecto" (p. 187). En su estudio, los estímulos que utilizaron eran de carácter auditivo (sonidos positivos, negativos y neutros) con un alto arousalo intensidad afectiva. Tal y como esperaban, y confirmando la formulación de Janisse (1973), los tamaños pupilares fueron mayores para los sonidos emocionales, fueran positivos o negativos, en comparación con los sonidos neutros. Un estudio similar fue llevado a cabo por Bradley, Miccoli, Escrig y Lang (2008) al presentar imágenes de distinto valor emocional. En esta investigación, además de medirse los tamaños pupilares de los sujetos, también se evaluó la conductancia de la piel y la desaceleración cardiaca con el objetivo de desvelar una posible relación entre la midriasis y las ramas simpática y parasimpática del sistema nervioso autónomo. Los resultados mostraron que ante la visualización de las fotografías positivas y negativas, tanto la conductancia de la piel como el tamaño pupilar eran mayores que cuando se visualizaban las imágenes neutras. De hecho, ambas medidas fisiológicas correlacionaron, lo que parecía revelar la implicación de la rama simpática en la dilatación pupilar. A pesar de los resultados que se obtuvieron en los primeros trabajos de Hess, la posterior etapa investigadora (desde los años 60 hasta la actualidad) ha confirmado que la contracción pupilar como respuesta a estímulos aversivos no es una respuesta habitual en los seres humanos. De hecho, esta cautela fue apuntada por Irene Loewenfeld (1966) tan sólo cinco años después de la publicación de los estudios de Hess. Esta fisióloga alemana señaló que los resultados obtenidos por Hess se debían a deficiencias metodológicas como la falta de control de brillo y color de las imágenes presentadas, concluyendo que "todo estímulo psicológico y sensorial, a excepción de la luz, dilata la pupila y ninguno la contrae" (Loewenfeld, 1966, p. 294). 3. Dilatación pupilar y carga cognitiva Hess (1965) también exploró los cambios pupilares asociados con el esfuerzo cognitivo. Concretamente observó que el diámetro pupilar aumentaba a medida que el experimentador proponía multiplicaciones de mayor dificultad (Hess y Polt, 1964). Los mismos resultados se obtuvieron durante una tarea de deletreo de palabras: a mayor dificultad se apreciaba una mayor midriasis (Hess, 1965). Durante la década de los 60 y los 70 otros investigadores también llegaron a las mismas conclusiones a través de diferentes trabajos experimentales: tareas de recuerdo (Elshtain y Schaefer, 1968; Peavler, 1974), cálculo mental (Bradshaw, 1967; Payne, Parry y Harasymiw, 1968; Schaefer, Ferguson, Klein y Rawson, 1968) y tareas de procesamiento continuo (Bradshaw, 1968). Una revisión más extensa de estos trabajos y otros relacionados fue llevada a cabo por Goldwater (1972) y Beatty (1982). Sin embargo fueron los estudios de Kahneman (1973) sobre los cambios pupilares y la actividad cognitiva los que tuvieron mayor repercusión en el ámbito de la psicología por estar integrados dentro de su reconocida teoría atencional (Beatty y Kahneman, 1966; Kahneman y Beatty, 1967; Kahneman, Onuska y Wolman, 1968; Kahneman, Peavler y Onuska, 1968). En todos se confirmó una relación entre aumento pupilar y grado de procesamiento cognitivo, por lo que Kahneman (1973) defiende esta medida fisiológica como un indicador relevante de los recursos atencionales implicados en la tarea. Quizás por las dificultades metodológicas que implicaban este tipo de investigaciones, o quizás por un cambio en el foco de interés, durante la década de los años 80 apenas se encuentran publicaciones sobre el tema. Es en los años 90 cuando se retoma el interés y comienzan a aparecer nuevos trabajos que utilizan el tamaño pupilar como índice de esfuerzo mental (Backs y Walrath, 1992; Granholm, Asarnow, Sarkin y Dikes, 1996; Hyöna, Tommola y Alaja, 1995; Matthews, Middleton, Gilmartin y Bullimore, 1991). Más recientemente varios trabajos han confirmado la relación existente entre midriasis y carga mental (Iqbal, Zheng y Bailey, 2004; Porter, Troscianko y Gilchrist, 2007; Privitera, Renninger, Carney, Klein y Aguilar, 2010; Verney, Granholm y Marshall, 2004). En cuanto al control nervioso de estos procesos de dilatación pupilar asociados al esfuerzo cognitivo, a diferencia de las dilataciones asociadas al procesamiento de información emocional los resultados más recientes, señalan al sistema parasimpático como principal responsable. Concretamente, el mecanismo fisiológico que se ha observado es una inhibición cortical de las fibras parasimpáticas del núcleo oculomotor (Steinhauer et al., 2004). En conclusión, y a la luz de los datos recogidos en décadas de investigación, parece que el aumento en el diámetro de la pupila es un buen indicador del nivel de esfuerzo o carga mental en tareas cognitivas (Jones, Siegle, Muelly, Haggerty y Ghinassi, 2010; Piquado, Isaacowitz y Wingfield, 2010). Por otro lado, la investigación en el ámbito de los trastornos psicológicos, en la que normalmente se utiliza material emocional, ha confirmado que la dilatación es asimismo un indicador relevante de procesamiento afectivo (Bradley et al., 2008). 4. Diámetro pupilar, procesamiento emocional y trastornos psicológicos En la última década se ha abierto un nuevo campo de investigación en el terreno de la pupilometría consistente en estudiar la respuesta pupilar en relación con diferentes trastornos mentales. Aunque, como señalamos en la introducción, hay un uso creciente de este índice en numerosas patologías, nos centraremos en dos de los cuadros clínicos más frecuentes, la depresión y la ansiedad, en cuyo estudio normalmente se introducen materiales con una carga emocional. En el caso de la depresión, el primer estudio de esta línea fue desarrollado por Siegle, Granholm, Ingram y Matt (2001). Según estos autores, los sujetos depresivos deberían mostrar un mayor diámetro pupilar ante palabras de contenido negativo que ante palabras positivas en comparación con los sujetos sin depresión. Esta hipótesis se derivó del modelo computacional de redes neurales creado por Siegle (1999a, b) para el procesamiento de información emocional. En esta simulación computacional la depresión es operativizada como la exposición prolongada a información negativa lo que, según la regla de Hebb (1949), conlleva un fortalecimiento de las conexiones encargadas del procesamiento de esa información. De esta manera la aparición de cualquier estímulo negativo activaría la red produciéndose un rápido procesamiento (medido a través del diámetro pupilar) e identificación de la valencia estimular. Los resultados no confirmaron las hipótesis planteadas al no observarse mayores tamaños pupilares para la información negativa que para la información positiva en los sujetos depresivos en comparación con el grupo control. Sin embargo, los participantes con depresión presentaban mayores diámetros pupilares para cualquier tipo de información emocional, tanto positiva como negativa. En un estudio posterior Siegle, Steinhauer, Carter, Ramel y Thase (2003) intentaron confirmar las hipótesis anteriores. A diferencia del estudio anterior, en este caso sí se observó que los sujetos depresivos presentaron un mayor tamaño pupilar ante la información negativa que ante otro tipo de información en comparación con el grupo control. Sin embargo, el resultado más interesante fue la correlación positiva obtenida entre el diámetro pupilar asociado a la información negativa y diversas medidas de rumiación. Según estos investigadores esta relación es esperable si se considera el tamaño pupilar como un índice del grado de procesamiento emocional desplegado por el sujeto, de tal forma que un mayor diámetro pupilar estaría revelando mayores niveles de atención o procesamiento de esa información emocional. Por tanto, se puede argumentar que la rumiación, estrategia cognitiva que centra la atención del individuo en su estado emocional negativo (Nolen-Hoeksema, 1991), se relaciona con un mayor procesamiento emocional de la información negativa que aparece en el ambiente. Esta asociación también se ha observado en una muestra de estudiantes no clínica (Duque, Sánchez y Vázquez, 2013). Concretamente, un mayor nivel de rumiación se asoció significativamente a un mayor tamaño pupilar ante caras tristes. En este estudio también se demostró que esta relación entre rumiación y diámetro pupilar dependía del tiempo total que los participantes dedicaban a mirar las caras tristes. Este resultado apoya la idea de que el diámetro pupilar es un indicador de los recursos atencionales desplegados (Iqbal et al., 2004). Otros autores (p. ej., Franzen, Buysse, Dahl, Thompson y Siegle, 2009), han obtenido un patrón similar ante estímulos negativos en una muestra de sujetos sanos a los que se les deprivó de sueño durante una noche entera; el grado de midriasis resultó significativamente mayor para la visualización de las imágenes negativas que para las positivas o neutras. Según los autores, este resultado es útil para entender la naturaleza de las emociones negativas en trastornos psicológicos que se acompañan de problemas de sueño como es el caso de la depresión. Recientemente Steidtmann, Ingram y Siegle (2010) han encontrado que también existe un mayor procesamiento afectivo (v.gr., mayor diámetro pupilar) para la información de carácter negativo en una muestra de personas recuperadas de una depresión. Este resultado sugiere que el tamaño pupilar asociado al procesamiento de estímulos negativos no es consecuencia de un bajo estado de ánimo sino que más bien podría revelar un factor estable de riesgo para desarrollar un episodio depresivo futuro. Posteriormente, a estos mismos sujetos recuperados se les indujo un estado de ánimo negativo a través de la escucha de una melodía triste y se volvieron a evaluar sus respuestas pupilares ante los estímulos negativos. En contra de lo esperado, no se obtuvieron los mismos resultados que en la primera parte del experimento. En este caso los tamaños pupilares fueron menores en comparación con los sujetos nunca deprimidos del grupo control, es decir, que el procesamiento emocional de la información negativa fue menor por parte de los sujetos recuperados. Los autores consideraron que este resultado inesperado podría ser explicado por el embotamiento afectivo y cognitivo que presentan algunos pacientes vulnerables a la depresión. De forma similar, Silk et al. (2007) hallaron que los niños con depresión clínica también presentaban menores diámetros pupilares ante palabras negativas que los niños del grupo control. Por otro lado, a pesar de que la dilatación pupilar pudiera parecer una medida alejada de la realidad clínica, un trabajo reciente de Siegle, Steinhauer, Friedman, Thompson y Thase (2011) ha conseguido predecir la probabilidad de remisión de los síntomas depresivos tras 20 sesiones de terapia cognitiva en función del tamaño pupilar ante información negativa antes de empezar el tratamiento. En relación a los estudios llevados a cabo en el campo de los trastornos de ansiedad, y utilizando el tamaño pupilar como un indicador de procesamiento emocional, hay que señalar que la investigación es casi inexistente. Una excepción es el estudio de Oathes, Siegle y Ray (2011) quienes siguieron el mismo diseño y procedimiento utilizado en la investigación en depresión. A diferencia de los participantes con depresión, los sujetos con altas puntuaciones en preocupación excesiva (característica muy asociada al Trastorno de Ansiedad Generalizada, Ruscio y Borkover, 2004) presentaban pupilas más pequeñas que el grupo control tras el procesamiento visual de palabras negativas y autoreferentes. Además, se encontró que mayores niveles de preocupación excesiva se asociaban a menores tamaños pupilares durante el procesamiento de información emocional negativa. Estos resultados han sido interpretados, dentro la teoría de vigilancia-evitación de la ansiedad (Mogg, Mathews y Weinman, 1987), como un patrón de evitación emocional. Por los resultados expuestos hasta el momento parece plausible señalar que el diámetro pupilar podría ser un indicador útil del procesamiento emocional en trastornos psicológicos como la depresión y la ansiedad aunque, especialmente en relación con esta última, se requiere mucha más investigación para consolidar la utilidad clínica y conceptual de este indicador psicofisiológico. A pesar de la aparente simpleza que puede suponer para un psicólogo clínico el estudio de la pupila, su uso en el ámbito clínico ha tenido algunas aplicaciones relevantes. Un ejemplo de ello es el estudio de Martineau et al. (2011) en el que se midió el diámetro pupilar de un grupo de niños con autismo mientras veían diferentes imágenes. Sus pupilas se mostraron mucho más pequeñas que las de sus iguales sanos y través de este indicador se consiguió clasificar de forma correcta la pertenencia del 72% de los participantes a cada uno de los grupos. Es decir, un menor procesamiento de los estímulos mostrados fue una característica que consiguió discriminar entre niños con autismo y niños sin problemas. En otro estudio reciente en adolescentes con autismo (Wagner, Hirsch, Vogel-Farley, Redcay y Nelson, 2013) el diámetro pupilar fue utilizado como índice de procesamiento de caras emocionales. En este caso un mayor diámetro pupilar (y por lo tanto un mayor procesamiento afectivo) se asoció con un mayor tiempo de fijación en la zona de la boca, un patrón anómalo si lo comparamos con el de los niños normales. Esto coincide con algunas evidencias que sugieren que los niños con trastornos del espectro autista presentan patrones disfuncionales en la regulación del sistema autónomo lo que se expresa, por ejemplo, en incrementos anómalos en la dilatación pupilar ante caras emocionales (Anderson y Colombo, 2009; Bal et al., 2010). Otro de los usos de la medición del diámetro pupilar ha sido la evaluación continua y en tiempo real del grado de ansiedad o activación experimentado por los participantes sin la necesidad de recurrir a medidas de autoinforme. Esta aportación es de gran utilidad en estudios o contextos en los que la evaluación explícita resulta difícil o imposible, ya sea por las características de la tarea o por circunstancias específicas de la población a evaluar. Este es el caso, por ejemplo, de un estudio llevado a cabo con pilotos que eran sometidos a pruebas de simulación de vuelos (Tichon, Wallis, Riek y Mavin, 2013). Su estado de activación y ansiedad fue satisfactoriamente evaluado mediante el uso de esta metodología durante toda la tarea. De modo semejante, el uso de este tipo de indicadores puede ser muy adecuado cuando se trata de registrar la actividad mental (p. ej., interés o esfuerzo) en participantes que, como los bebés, no se comunican verbalmente (ver Sebastián-Gallés, 2013) o que sufren deterioro cognitivo como en la enfermedad de Alzheimer (Robertson, 2013). Puesto que en algunos estudios con tareas de reconocimiento se ha observado que la pupila se dilata ante la presentación de estímulos ya conocidos o procesados con anterioridad (Vo et al., 2008), este indicador psicofisiológico también se ha utilizado para la detección de la simulación en procesos de amnesia (Heaver y Hutton, 2010). En cualquier caso, la respuesta pupilar es un indicador relativamente sencillo que merece la atención que se le está dispensando desde la investigación de las neurociencias en las últimas décadas. Además, su vinculación con sistemas fisiológicos y estructuras neuroanatómicas conocidas dota a esta respuesta de un gran valor para la investigación de procesos cognitivos y condiciones clínicas muy diversas. Conclusión: tender puentes entre indicadores fisiológicos y clínicos Al margen de los avances tecnológicos y de investigación desarrollados en las últimas tres décadas, la integración de la Psicología Clínica Aplicada y la Psicología Clínica Básica no es tan vigorosa como sería deseable. El propósito de este artículo ha sido el de hacer un breve recorrido histórico sobre la forma en la que se ha utilizado un indicador psicofiosológico tan sencillo como los cambios pupilares en la investigación psicológica. Como se ha descrito, las primeras investigaciones se centraron casi exclusivamente en las características de los estímulos y no tanto en las características personales de los participantes. Con el paso de tiempo esa tendencia se ha invertido y en el momento actual prima conocer cómo se comporta ese indicador psicofisiológico en muestras con determinadas características clínicas. Sin embargo, el interés por las relaciones entre procesos cognitivos, emocionales y fisiológicos no es precisamente reciente. Prueba de ello son las teorías de James-Lange (1894, 1885) y Cannon-Bard (1927) sobre el origen de las emociones y su relación con los cambios corporales. El intento por dar un valor mesurable y tangible a procesos cognitivos ha estado presente en la investigación desde mediados del siglo XX. Los psicólogos no nos hemos conformado con saber qué variable se asocia causalmente con otra, sino que hemos dedicado parte de nuestros esfuerzos a desvelar qué otros procesos ocurrían dentro de la caja negra. La relación bidireccional entre los cambios fisiológicos y los procesos cognitivos ha tenido repercusión en distintos campos de la psicología. Por ejemplo, Damasio (1994, 1999) la utilizó para formular su "hipótesis del marcador somático" acerca de cómo las emociones y los estados somáticos influyen en nuestros procesos de razonamiento y toma de decisiones. Otro campo en el que el estudio de esta relación ha sido clave es la investigación sobre los correlatos neurológicos asociados a la experiencia emocional, tanto en población sana como en muestras con determinados trastornos psicológicos. El uso del diámetro pupilar en Psicología está permitiendo también, junto con otras medidas, el estudio de procesos básicos implicados en el origen y mantenimiento de determinadas condiciones psicológicas y psicopatológicas. Creemos que el avance de la ciencia psicológica es gradual y acumulativo y, en este sentido, la investigación clínica básica puede contribuir eficazmente a dotarnos de una visión más acabada de problemas que sin duda son complejos y para cuya comprensión se necesitan miradas múltiples y complementarias. En suma, esta breve revisión es también una llamada de atención acerca de la importancia de la integración de la investigación básica y psicofisiológica con la investigación clínica y aplicada. Al igual que la relación entre los cambios corporales y la cognición, su relación debería darse de forma bidireccional, de tal manera que los avances y hallazgos en una de ellas tuviesen repercusión y aplicaciones en la otra. De esta forma, el conocimiento sobre la conducta humana sería más completo y certero. <hr></hr>Conflicto de intereses Los autores de este artículo declaran que no tienen ningún conflicto de intereses. <hr></hr>Extended Summary An important shortage of Clinical Psychology is its frequent failure to integrate basic research with applied research. Much of the accumulated knowledge about mental disorders focuses almost exclusively on explicit signs and symptoms that patients report. However, little is known about basic processes associated with these disorders. The work presented here has as main objective to provide an overview of the connection between a psychophysiological indicator such as pupillary changes and psychological variables such as mood, attention, and emotional processing of stimuli. We will also explain in more detail our research regarding affective disorders, particularly depression. The pupil is responsible for allowing light to enter the eye. Generally, its size is between 2 mm (conditions of high luminance) and 8 mm (dark). The iris is responsible for controlling the size of the pupil through two sets of muscles (Beatty & Lucero-Wagoner, 2000): a circular group called the sphincter pupillae, and a radial group called the dilator pupillae. The dilator pupillae, innervated by sympathetic nerves, cause the pupil to dilate when they contract. The pupil constricts due to the parasympathetic action on the sphincter pupillae. According to Beatty (1986) and Beatty and Lucero-Wagoner (2000) changes in pupil size are due to three types of reflexes: light reflex, accommodation reflex, and psychosensory reflex. The light and accommodation reflexes are reflex actions of the eye in response to light and to focusing on a near object, respectively. Psychosensory reflex causes pupil dilation and occurs when a relevant stimulus is presented for any sensory modality. The psychosensory reflex, characterized by an increase in pupil diameter and associated with the processing of stimuli, has been considered one of the physiological components of the Orienting Response (OR Lynn, 1966; Sokolov, 1963). The Neuronal Model (Sokolov, 1963) considered pupil dilation a mechanism to increase visual acuity when a novel stimulus appears which does not fit a previous neuronal model. On the other hand, according to Kahneman (1973), enlargement of the pupil is caused by the significance of the stimulus (visual or not) rather than its novelty value. In the mid-'60s Hess (1972) coined the term "pupillometry" to describe a new research which used the pupil size as an index of mental activity. The hypothesis of these studies was that processing "interesting" stimuli produced pupil dilation even in environments with high illumination levels. Hess (1965) conducted several experiments using positive and negative stimuli (Hess & Polt, 1960; Hess, Seltzer, & Shlien, 1965). The great impact and spread of these early studies led to a new stage in the psychophysiological research. Over the next 10 years similar studies were conducted focusing their interest on the study of the pupillary response as an indicator of affective processing. Hess (1965) established a linear relationship between the size of the pupil and the valence of the stimuli, identifying mydriasis (i.e., pupillary dilation) with "interesting" stimuli and miosis (i.e., pupillary constriction) with "unpleasant" information. While few studies confirmed this relationship (Barlow, 1969), many others did not (Bernick & Oberlander, 1968; Guinan, 1967; Koff & Hawkes, 1968; Woodmansee, 1965). After a review of these and other studies, Canadian psychologist Pierre Janisse (1973) concluded that: 1) pupil dilations were not dependent on the valence of the stimulus but on its emotional intensity, and 2) all novel stimuli produced mydriasis. Using these assumptions, Janisse proposed a model in which both the valence of the stimulus and pupil size were related according to a U function, considering the affective valence as a continuum. Thus, a highly negative or a highly positive stimulus causes greater pupil dilation than a moderately negative or positive stimulus. In contrast to Hess' hypothesis, Janisse's formulation did not include pupillary constriction processes, but only considers light as a variable reducing pupil diameter. During the 80's and 90's, no similar studies on pupil reactivity were conducted. In the last decade, Partala and Surakka (2003) confirmed Janisse's formulation (1973) and found pupil sizes to increase with both positive and negative emotional sounds as compared to neutral sounds. A similar study was conducted by Bradley, Miccoli, Escrig, and Lang (2008), which found comparable results. In spite of the results obtained in Hess' studies, subsequent research (from the 1960s to the present) has shown that pupil constriction to aversive stimuli is not a common response in humans. Hess also studied pupil changes associated with cognitive effort. Specifically, he noted that pupil diameter increased when the experimenter proposed more difficult multiplications (Polt & Hess, 1964). During the 1960s and 1970s other researchers also observed similar pupil responses through different lab tasks: recall tasks (Elshtain & Schaefer, 1968; Peavler, 1974), mental arithmetic (Bradshaw, 1967; Payne, Parry, & Harasymiw, 1968; Schaefer, Ferguson, Klein, & Rawson, 1968) and continuous processing tasks (Bradshaw, 1968). Moreover, Kahneman's studies confirmed a relationship between pupil size and cognitive processing (Kahneman, 1973), which is why this author concluded pupil diameter to be a good physiological indicator of attentional resources. During the 80's this kind of research was abandoned because of methodological difficulties. However, in the 1990s new studies appeared using pupil size as an index of mental effort (Backs & Walrath, 1992; Granholm, Asarnow, Sarkin, & Dikes, 1996; Hyöna, Tommola, & Alaja, 1995; Matthews, Middleton, Gilmartin, & Bullimore, 1991). Recently, several studies have been published confirming the relationship between mental activity and pupil dilation (Iqbal, Zheng, & Bailey, 2004; Porter, Troscianko & Gilchrist, 2007; Privitera, Renninger, Carney, Klein, & Aguilar, 2010; Verney, Granholm, & Marshall, 2004). In the past decade a new field of research was opened to study pupil response, emotional processing, and different psychopathologies. In this article, we will focus on one of the most common psychological mood disorders, depression. The first study relating pupil reactivity and depression was carried out by Siegle, Granholm, Ingram, and Matt (2001). According to these authors, depressed participants would show greater pupil diameter to negative words than to positive words compared to non-depressed subjects in a series of cognitive tasks. Results did not confirm the hypothesis. Depressed participants' pupils did not dilate more to negative than to positive stimuli when compared to nondepressed participants. However, participants with depression showed greater pupil diameters for both, positive and negative words. In a subsequent study, Siegle, Steinhauer, Carter, Ramel, and Thase (2003) attempted to confirm the hypothesis above. In this case the authors found that depressed subjects showed an increase in pupil size to negative information as compared with a control group. However, the most interesting result was the positive correlation between pupil diameter increase related to negative information and measures of rumination. According to these authors, this relationship can be understood by considering pupil size as an index of the degree of processing, thus indicating larger pupil diameters to reveal higher levels of emotional processing. Therefore, it can be argued that rumination, a cognitive strategy that focuses the individual's attention on a negative emotional state (Nolen-Hoeksema, 1991), is associated with increased emotional processing of negative information. This association has also been observed in a sample of healthy participants (Duque, Sanchez, & Vazquez, 2013). Specifically, pupil size increments related to sad faces correlated with higher levels of brooding, a factor that has been identified as a maladaptive component of rumination (Treynor, Gonzalez, & Nolen-Hoeksema, 2003). Recently, Steidtmann, Ingram, and Siegle (2010) found that recovered-depressed participants showed greater affective processing (as indicated through pupil diameters) to negative information in comparison with never-depressed participants. This result suggests that pupil size increases associated with the processing of negative stimuli is not a consequence of low mood, but rather a stable factor of risk for a future depressive episode. In a later phase of their study, pupil responses to negative stimuli were re-evaluated after inducing a negative mood. Contrary to expectations, pupil sizes of recovered participants were lower compared with those of never depressed subjects. Steidtmann et al. (2010) argued that this unexpected result could be explained by the cognitive and affective blunting of depressed patients. Similarly, Silk et al. (2007) found that clinically depressed children also showed lower pupil diameters to negative words than children in the control group. On the other hand, this physiological measure has also been used as a clinical outcome. Siegle, Steinhauer, Friedman, Thompson, and Thase (2011) managed to predict the likelihood of remission of depressive symptoms after 20 sessions of cognitive therapy, based on increases or decreases in pupil size related to processing of negative information before the beginning of the treatment. In conclusion, the results of the majority of studies conducted in this field confirm the initial hypothesis of Siegle et al. (2001) that clinical depression is associated to larger pupil diameters to negative information. Despite advances in technology and research over the last three decades, the integration of Applied Clinical Psychology and Basic Clinical Psychology is still scarce. The purpose of this article was to provide a brief historical overview about the way pupil responses have been used in psychological research. As commented above, early research focused almost exclusively on the stimuli's characteristics and less on the personal characteristics of participants. Over time this trend has changed and today the main focus relies on knowing how to relate this psychophysiological indicator with emotional and cognitive processes in clinical samples. <hr></hr> INFORMACIÓN ARTÍCULO Manuscrito recibido: 11/02/2013 Revisión recibida: 11/05/2013 Aceptado: 22/05/2013 DOI: <a href="http://dx.doi.org/10.5093/cl2013a11" class="elsevierStyleCrossRefs">http://dx.doi.org/10.5093/cl2013a11</a> *La correspondencia sobre este artículo debe enviarse a Carmelo Vázquez. Facultad de Psicología. Universidad Complutense de Madrid. Campus de Somosaguas. 28223, Madrid. Email: <a href="mailto:cvazquez@psi.ucm.es" class="elsevierStyleCrossRefs">cvazquez@psi.ucm.es</a><hr></hr>Referencias Anderson, C. J. y Colombo, J. (2009). Larger tonic pupil size in young children with autism spectrum disorder. 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Clinical implications of the use of pupil size as an index of psychological activity: A brief review

Almudena Duquea, Carmelo Vázqueza

a Universidad Complutense de Madrid, España

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la atenci&#243;n y el procesamiento emocional de est&#237;mulos&#46; Las reacciones pupilares&#44; como veremos en esta revisi&#243;n&#44; aunque son un &#237;ndice s&#243;lo valorable con t&#233;cnicas de laboratorio&#44; ofrecen una ventana privilegiada y relativamente sencilla para analizar algunos procesos con gran significado psicol&#243;gico&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> El estudio cient&#237;fico de la pupila en el &#225;mbito de la psicolog&#237;a emerge en la d&#233;cada de los 50 del pasado siglo&#44; cuando aparecen las primeras metodolog&#237;as capaces de registrar los cambios en el tama&#241;o pupilar&#46; Sin embargo&#44; el inter&#233;s por el tema ya era evidente a principios de siglo&#46; Como se&#241;alaba Oswald Bumke &#40;1911&#44; citado en Hess&#44; 1972&#44; p&#46; 492&#41;&#58; &#34;todo proceso intelectual&#44; todo esfuerzo f&#237;sico&#44; todo proceso atencional&#44; toda imagen mental&#44; independientemente de su contenido y particularmente todo afecto provoca un agrandamiento de la pupila como ocurre con cualquier est&#237;mulo sensorial&#34;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> La incorporaci&#243;n de la respuesta pupilar como uno de los &#237;ndices de procesamiento emocional y cognitivo en tareas experimentales goz&#243; de su m&#225;ximo esplendor durante las d&#233;cadas de los 60 y los 70&#44; siendo pr&#225;cticamente olvidada durante los a&#241;os 80&#46; Sin embargo&#44; en estos &#250;ltimos a&#241;os&#44; coincidiendo con las mejoras en los dispositivos destinados a la evaluaci&#243;n del sistema ocular&#44; se han abierto nuevas l&#237;neas de investigaci&#243;n para evaluar el procesamiento emocional y cognitivo en diferentes condiciones psicol&#243;gicas y psicopatol&#243;gicas&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> El trabajo que aqu&#237; se presenta tiene como objetivo principal aportar al lector una visi&#243;n general sobre el tema&#44; haciendo un recorrido desde las investigaciones m&#225;s cl&#225;sicas&#44; que utilizaron la reactividad pupilar como variable dependiente de sus estudios&#44; hasta los trabajos m&#225;s recientes centrados sobre todo en el campo de la depresi&#243;n y la ansiedad&#46; En la primera parte del art&#237;culo&#44; y a modo de introducci&#243;n&#44; tambi&#233;n se abordar&#225;n brevemente algunos aspectos m&#225;s b&#225;sicos como la fisiolog&#237;a y funcionalidad de dichos cambios pupilares&#46; </p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">1&#46; El sistema pupilar </span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Anatom&#237;a y fisiolog&#237;a </span></p><p class="elsevierStylePara"> La pupila&#44; abertura situada en el centro de nuestro iris&#44; es la encargada de regular la luz entrante del exterior a nuestro globo ocular&#44; de la que dependen sus cambios de tama&#241;o&#44; generalmente comprendido entre 2 mm &#40;condiciones de alta luminancia&#41; y 8 mm &#40;oscuridad&#41;&#46; El iris&#44; m&#250;sculo y tejido pigmentado que rodea la pupila&#44; es el responsable de los cambios en el tama&#241;o pupilar a trav&#233;s de dos grupos de m&#250;sculos &#40;Beatty y Lucero-Wagoner&#44; 2000&#41;&#46; El primero de ellos&#44; el <span class="elsevierStyleItalic">dilatador pupilar</span>&#44; tiene forma radial y su contracci&#243;n produce una retracci&#243;n del iris que provoca un aumento del di&#225;metro de la pupila&#46; Est&#225; principalmente inervado por fibras del sistema nervioso simp&#225;tico y la noradrenalina es el neurotransmisor implicado en las sinapsis entre las fibras simp&#225;ticas eferentes postglanglionares&#46; El segundo m&#250;sculo es el<span class="elsevierStyleItalic">esf&#237;nter pupilar</span>&#46; Tiene sus fibras organizadas en forma de anillo y su contracci&#243;n refleja una disminuci&#243;n de la pupila por la expansi&#243;n del iris&#46; En este caso&#44; la inervaci&#243;n procede de las fibras parasimp&#225;ticas postglangionares y el neurotransmisor implicado es la acetilcolina&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> En general&#44; se admite que la dilataci&#243;n pupilar correlaciona de modo muy elevado con la actividad del locus coeruleus &#40;LC&#41;&#44; hasta el punto de considerarse como un indicador directo de la actividad de esta zona del tallo cerebral &#40;Murphy&#44; Robertson&#44; Balsters y O&#39;Connell&#44; 2011&#41;&#46; El LC es una regi&#243;n clave en el sistema noradren&#233;rgico &#40;Laeng&#44; Sirois y Gredeback&#44; 2012&#41;&#59; es activada por situaciones de estr&#233;s y tambi&#233;n tiene un papel importante en la consolidaci&#243;n y recuperaci&#243;n de recuerdos y en la implicaci&#243;n en una tarea&#46; De modo que la dilataci&#243;n pupilar es un indicador de enorme inter&#233;s para la Psicolog&#237;a&#44; pues en &#233;l confluyen tanto aspectos cognitivos &#40;atenci&#243;n&#44; memoria&#44; carga cognitiva&#44; inter&#233;s&#44; etc&#46;&#41; como emocionales &#40;activaci&#243;n&#44; sorpresa&#44; etc&#46;&#41; con relevancia para diversas condiciones cl&#237;nicas&#46; Por todo ello se le considera como una ventana privilegiada a la actividad no consciente &#40;Laeng et al&#46;&#44; 2012&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Funcionalidad de la respuesta pupilar </span></p><p class="elsevierStylePara"> Seg&#250;n Beatty &#40;1986&#41; y Beatty y Lucero-Wagoner &#40;2000&#41; los cambios en el tama&#241;o de la pupila se deben a tres tipos de reflejos&#58; el reflejo de luz&#44; el reflejo de cercan&#237;a y el reflejo psicosensorial&#46; El primero de ellos&#44; el <span class="elsevierStyleItalic">reflejo de luz</span>&#44; es el m&#225;s conocido y se produce ante cambios de iluminaci&#243;n en el ambiente&#59; cuando se produce un aumento en los niveles de luz la pupila experimenta una r&#225;pida contracci&#243;n&#46; Por su parte&#44; el <span class="elsevierStyleItalic">reflejo de cercan&#237;a o acomodaci&#243;n</span>se caracteriza por una marcada contracci&#243;n de la pupila a medida que un objeto se acerca a nuestros ojos y tiene como funci&#243;n mejorar el enfoque visual hacia el objeto&#46; Finalmente&#44; el <span class="elsevierStyleItalic">reflejo psicosensorial</span>consiste en una dilataci&#243;n pupilar asociada a una tarea o est&#237;mulo relevante presentado en cualquier modalidad sensorial&#46; A diferencia de los dos reflejos anteriores&#44; en este caso los cambios en el tama&#241;o de la pupila son m&#225;s sutiles&#44; est&#225;n mediados por el sistema nervioso simp&#225;tico y no se deben a las propiedades f&#237;sicas del est&#237;mulo sino a la implicaci&#243;n cognitiva y emocional del procesamiento&#46; Cl&#225;sicamente se ha considerado que este reflejo psicosensorial&#44; caracterizado por un aumento en el di&#225;metro pupilar y asociado al procesamiento de est&#237;mulos&#44; constituye uno de los componentes fisiol&#243;gicos de la respuesta de orientaci&#243;n &#40;RO&#44; Lynn&#44; 1966&#59; Sokolov&#44; 1963&#41;&#46; En cualquier caso y de forma general&#44; en la respuesta pupilar intervienen componentes de inhibici&#243;n parasimp&#225;tica &#40;que explican la primera fase de dilataci&#243;n&#41; y de activaci&#243;n simp&#225;tica &#40;que explican la fase de contracci&#243;n posterior&#41; &#40;Kuipers y Thierry&#44; 2013&#59; Steinhauer&#44; Siegle&#44; Condray y Pless&#44; 2004&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Atendiendo a la funcionalidad de dichos cambios pupilares y tambi&#233;n en relaci&#243;n a la RO&#44; en la segunda mitad del siglo XX fueron varias las propuestas que intentaron encontrar un significado psicol&#243;gico a esta respuesta fisiol&#243;gica&#46; Dos de las m&#225;s conocidas son las formulaciones de Sokolov &#40;1963&#41; y Kahneman &#40;1973&#41;&#46; La primera de ellas&#44; la teor&#237;a del Modelo Neuronal&#44; considera la dilataci&#243;n pupilar como un mecanismo para mejorar la receptividad sensorial visual de los est&#237;mulos&#44; concretamente de aquellos que resultan <span class="elsevierStyleItalic">novedosos</span>por no poder encajarse en una representaci&#243;n mental o modelo neuronal previo&#46; Para Kahneman &#40;1973&#41;&#44; sin embargo&#44; la condici&#243;n que provoca la RO y la dilataci&#243;n pupilar tiene que ver no s&#243;lo con la novedad de est&#237;mulo sino con el <span class="elsevierStyleItalic">significado</span>que ese est&#237;mulo &#40;visual o no&#41; tiene para el sujeto&#46; En este caso&#44; y de acuerdo al modelo atencional propuesto por este autor&#44; el aumento del di&#225;metro de la pupila puede considerarse un indicador del esfuerzo cognitivo requerido en el procesamiento de esa informaci&#243;n de car&#225;cter significativo&#46; De esta forma&#44; y resumiendo ambas aportaciones&#44; podemos concluir que nos encontramos ante un fen&#243;meno muy relevante para la Psicolog&#237;a ya que los cambios pupilares son sensibles a procesos cognitivos y emocionales&#44; lo que avala su creciente utilizaci&#243;n en la investigaci&#243;n psicol&#243;gica como se muestra en los siguientes apartados&#46; </p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">2&#46; Procesamiento de est&#237;mulos emocionales&#58; &#191;dilataci&#243;n o contracci&#243;n pupilar&#63; </span></p><p class="elsevierStylePara"> A mediados de los a&#241;os 60&#44; Hess &#40;1972&#41; acu&#241;a el t&#233;rmino de &#34;pupilometr&#237;a&#34; para describir un nuevo grupo de investigaciones en las que la reactividad pupilar resultante del procesamiento de est&#237;mulos es considerada como un &#237;ndice fiable de actividad mental &#40;Marshall&#44; 2007&#41;&#46; Bas&#225;ndose en estudios previos llevados a cabo por &#233;l mismo con im&#225;genes&#44; Hess formula la hip&#243;tesis de la &#34;contracci&#243;n-aversi&#243;n&#34;&#44; en la que se asume que el procesamiento de est&#237;mulos &#34;agradables&#34; o &#34;interesantes&#34; para el sujeto provoca aumentos en el tama&#241;o pupilar&#44; mientras que el procesamiento de est&#237;mulos &#34;desagradables&#34; estar&#237;a asociado a contracciones pupilares&#46; Algunos de los resultados que apoyaban esta hip&#243;tesis revelaban que el di&#225;metro pupilar de hombres y mujeres aumentaba al visualizar im&#225;genes de personas del sexo opuesto&#44; mientras que se observaba una reducci&#243;n en el di&#225;metro pupilar cuando en las fotograf&#237;as aparec&#237;an personas del mismo sexo &#40;Hess&#44; 1965&#41;&#46; El patr&#243;n contrario se observaba en varones homosexuales &#40;Hess&#44; Seltzer y Shlien&#44; 1965&#41;&#46; Otras fotograf&#237;as emocionales negativas&#44; como las de ni&#241;os con heridas&#44; provocaban contracciones pupilares en todos los sujetos expuestos &#40;Hess&#44; 1965&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> La gran repercusi&#243;n y difusi&#243;n que tuvieron estos primeros trabajos dio lugar a una nueva etapa en la investigaci&#243;n psicofisiol&#243;gica&#46; En los siguientes 20 a&#241;os los estudios sobre el tema se multiplicaron centrando su inter&#233;s en considerar la respuesta pupilar como un indicador de procesamiento afectivo&#46; Sin embargo&#44; pocos trabajos confirmaron la hip&#243;tesis de Hess &#40;Barlow&#44; 1969&#41; y&#44; por el contrario&#44; muchos otros no pudieron hacerlo &#40;Goldwater&#44; 1972&#59; Janisse&#44; 1973&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> En efecto&#44; en un intento por confirmar la hip&#243;tesis &#34;contracci&#243;naversi&#243;n&#34;&#44; Woodmansee &#40;1965&#41; expuso a un grupo de mujeres racistas y no racistas a la visualizaci&#243;n de fotograf&#237;as de personas negras&#46; Seg&#250;n la teor&#237;a de Hess&#44; las primeras deber&#237;an mostrar contracci&#243;n pupilar mientras que las segundas deber&#237;an mostrar dilataci&#243;n&#46; Sin embargo&#44; se observaron aumentos diametrales de la pupila para ambos grupos de mujeres&#46; En un estudio posterior este mismo autor tampoco consigui&#243; replicar los resultados de Hess &#40;1965&#41; al utilizar una serie de est&#237;mulos olfativos aversivos&#58; no se observaron contracciones&#44; s&#243;lo dilataciones &#40;cit&#46; en Janisse&#44; 1973&#44; p&#46; 314&#41;&#46; En la misma l&#237;nea&#44; Koff y Hawkes &#40;1968&#41; demostraron que no exist&#237;an diferencias en el tama&#241;o pupilar de una muestra de ni&#241;os al observar im&#225;genes de sus &#34;amigos&#34; y &#34;enemigos&#34;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> En cuanto a la utilizaci&#243;n de otro tipo de est&#237;mulos como palabras presentadas de forma visual&#44; Guinan &#40;1967&#41; encontr&#243; que para 27 de los 28 sujetos analizados las palabras emocionales como &#34;v&#243;mito&#34; o &#34;beso&#34; se acompa&#241;aban de mayores dilataciones pupilares en comparaci&#243;n con otras palabras neutras&#46; Resultados similares se obtuvieron al pedir a una muestra de sujetos que imaginaran escenas positivas y negativas &#40;Bernick y Oberlander&#44; 1968&#41;&#46; Para ambos tipos de est&#237;mulos se observaron aumentos pupilares&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Tras una revisi&#243;n pormenorizada de estos y otros estudios&#44; el psic&#243;logo canadiense Pierre Janisse &#40;1973&#41; concluy&#243; que&#58; 1&#41; las dilataciones pupilares no depend&#237;an de la valencia del est&#237;mulo sino de la <span class="elsevierStyleItalic">intensidad</span>afectiva del mismo y 2&#41; todos los est&#237;mulos que resultaban <span class="elsevierStyleItalic">novedosos</span>para el sujeto produc&#237;an midriasis independientemente de otras caracter&#237;sticas f&#237;sicas&#46; Utilizando estas premisas como base&#44; Janisse propuso un modelo en el que la valencia del est&#237;mulo y el tama&#241;o pupilar se relacionaban de acuerdo a una funci&#243;n con forma de U&#46; As&#237;&#44; ante est&#237;mulos valorados como muy positivos o muy negativos&#44; el tama&#241;o pupilar deber&#237;a ser mayor que para otros considerados como moderadamente negativos o moderadamente positivos&#46; Un aspecto clave de la formulaci&#243;n de Janisse &#40;1973&#41;&#44; contraria a la teor&#237;a de Hess &#40;1965&#41;&#44; es la ausencia de procesos de contracci&#243;n pupilar en su propuesta&#46; Seg&#250;n su modelo los est&#237;mulos pueden producir dilataciones mayores o menores&#44; incluso pueden no producirlas o ser casi imperceptibles&#44; pero ning&#250;n est&#237;mulo a excepci&#243;n de la luz provoca disminuciones en el di&#225;metro de la pupila&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Este tipo de estudios&#44; abandonados durante las d&#233;cadas de los 80 y 90&#44; volvieron a retomarse recientemente de la mano de Partala y Surakka &#40;2003&#41;&#44; quienes reconoc&#237;an el vac&#237;o creado&#58; &#34;a pesar de los avances que se han producido en las metodolog&#237;as de escaneo visual &#40;facilidad de uso y mayor precisi&#243;n&#41; apenas existen estudios recientes al respecto&#34; &#40;p&#46; 187&#41;&#46; En su estudio&#44; los est&#237;mulos que utilizaron eran de car&#225;cter auditivo &#40;sonidos positivos&#44; negativos y neutros&#41; con un alto <span class="elsevierStyleItalic">arousal</span>o intensidad afectiva&#46; Tal y como esperaban&#44; y confirmando la formulaci&#243;n de Janisse &#40;1973&#41;&#44; los tama&#241;os pupilares fueron mayores para los sonidos emocionales&#44; fueran positivos o negativos&#44; en comparaci&#243;n con los sonidos neutros&#46; Un estudio similar fue llevado a cabo por Bradley&#44; Miccoli&#44; Escrig y Lang &#40;2008&#41; al presentar im&#225;genes de distinto valor emocional&#46; En esta investigaci&#243;n&#44; adem&#225;s de medirse los tama&#241;os pupilares de los sujetos&#44; tambi&#233;n se evalu&#243; la conductancia de la piel y la desaceleraci&#243;n cardiaca con el objetivo de desvelar una posible relaci&#243;n entre la midriasis y las ramas simp&#225;tica y parasimp&#225;tica del sistema nervioso aut&#243;nomo&#46; Los resultados mostraron que ante la visualizaci&#243;n de las fotograf&#237;as positivas y negativas&#44; tanto la conductancia de la piel como el tama&#241;o pupilar eran mayores que cuando se visualizaban las im&#225;genes neutras&#46; De hecho&#44; ambas medidas fisiol&#243;gicas correlacionaron&#44; lo que parec&#237;a revelar la implicaci&#243;n de la rama simp&#225;tica en la dilataci&#243;n pupilar&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> A pesar de los resultados que se obtuvieron en los primeros trabajos de Hess&#44; la posterior etapa investigadora &#40;desde los a&#241;os 60 hasta la actualidad&#41; ha confirmado que la contracci&#243;n pupilar como respuesta a est&#237;mulos aversivos no es una respuesta habitual en los seres humanos&#46; De hecho&#44; esta cautela fue apuntada por Irene Loewenfeld &#40;1966&#41; tan s&#243;lo cinco a&#241;os despu&#233;s de la publicaci&#243;n de los estudios de Hess&#46; Esta fisi&#243;loga alemana se&#241;al&#243; que los resultados obtenidos por Hess se deb&#237;an a deficiencias metodol&#243;gicas como la falta de control de brillo y color de las im&#225;genes presentadas&#44; concluyendo que &#34;todo est&#237;mulo psicol&#243;gico y sensorial&#44; a excepci&#243;n de la luz&#44; dilata la pupila y ninguno la contrae&#34; &#40;Loewenfeld&#44; 1966&#44; p&#46; 294&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">3&#46; Dilataci&#243;n pupilar y carga cognitiva </span></p><p class="elsevierStylePara"> Hess &#40;1965&#41; tambi&#233;n explor&#243; los cambios pupilares asociados con el esfuerzo cognitivo&#46; Concretamente observ&#243; que el di&#225;metro pupilar aumentaba a medida que el experimentador propon&#237;a multiplicaciones de mayor dificultad &#40;Hess y Polt&#44; 1964&#41;&#46; Los mismos resultados se obtuvieron durante una tarea de deletreo de palabras&#58; a mayor dificultad se apreciaba una mayor midriasis &#40;Hess&#44; 1965&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Durante la d&#233;cada de los 60 y los 70 otros investigadores tambi&#233;n llegaron a las mismas conclusiones a trav&#233;s de diferentes trabajos experimentales&#58; tareas de recuerdo &#40;Elshtain y Schaefer&#44; 1968&#59; Peavler&#44; 1974&#41;&#44; c&#225;lculo mental &#40;Bradshaw&#44; 1967&#59; Payne&#44; Parry y Harasymiw&#44; 1968&#59; Schaefer&#44; Ferguson&#44; Klein y Rawson&#44; 1968&#41; y tareas de procesamiento continuo &#40;Bradshaw&#44; 1968&#41;&#46; Una revisi&#243;n m&#225;s extensa de estos trabajos y otros relacionados fue llevada a cabo por Goldwater &#40;1972&#41; y Beatty &#40;1982&#41;&#46; Sin embargo fueron los estudios de Kahneman &#40;1973&#41; sobre los cambios pupilares y la actividad cognitiva los que tuvieron mayor repercusi&#243;n en el &#225;mbito de la psicolog&#237;a por estar integrados dentro de su reconocida teor&#237;a atencional &#40;Beatty y Kahneman&#44; 1966&#59; Kahneman y Beatty&#44; 1967&#59; Kahneman&#44; Onuska y Wolman&#44; 1968&#59; Kahneman&#44; Peavler y Onuska&#44; 1968&#41;&#46; En todos se confirm&#243; una relaci&#243;n entre aumento pupilar y grado de procesamiento cognitivo&#44; por lo que Kahneman &#40;1973&#41; defiende esta medida fisiol&#243;gica como un indicador relevante de los recursos atencionales implicados en la tarea&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Quiz&#225;s por las dificultades metodol&#243;gicas que implicaban este tipo de investigaciones&#44; o quiz&#225;s por un cambio en el foco de inter&#233;s&#44; durante la d&#233;cada de los a&#241;os 80 apenas se encuentran publicaciones sobre el tema&#46; Es en los a&#241;os 90 cuando se retoma el inter&#233;s y comienzan a aparecer nuevos trabajos que utilizan el tama&#241;o pupilar como &#237;ndice de esfuerzo mental &#40;Backs y Walrath&#44; 1992&#59; Granholm&#44; Asarnow&#44; Sarkin y Dikes&#44; 1996&#59; Hy&#246;na&#44; Tommola y Alaja&#44; 1995&#59; Matthews&#44; Middleton&#44; Gilmartin y Bullimore&#44; 1991&#41;&#46; M&#225;s recientemente varios trabajos han confirmado la relaci&#243;n existente entre midriasis y carga mental &#40;Iqbal&#44; Zheng y Bailey&#44; 2004&#59; Porter&#44; Troscianko y Gilchrist&#44; 2007&#59; Privitera&#44; Renninger&#44; Carney&#44; Klein y Aguilar&#44; 2010&#59; Verney&#44; Granholm y Marshall&#44; 2004&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> En cuanto al control nervioso de estos procesos de dilataci&#243;n pupilar asociados al esfuerzo cognitivo&#44; a diferencia de las dilataciones asociadas al procesamiento de informaci&#243;n emocional los resultados m&#225;s recientes&#44; se&#241;alan al sistema parasimp&#225;tico como principal responsable&#46; Concretamente&#44; el mecanismo fisiol&#243;gico que se ha observado es una inhibici&#243;n cortical de las fibras parasimp&#225;ticas del n&#250;cleo oculomotor &#40;Steinhauer et al&#46;&#44; 2004&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> En conclusi&#243;n&#44; y a la luz de los datos recogidos en d&#233;cadas de investigaci&#243;n&#44; parece que el aumento en el di&#225;metro de la pupila es un buen indicador del nivel de esfuerzo o carga mental en tareas cognitivas &#40;Jones&#44; Siegle&#44; Muelly&#44; Haggerty y Ghinassi&#44; 2010&#59; Piquado&#44; Isaacowitz y Wingfield&#44; 2010&#41;&#46; Por otro lado&#44; la investigaci&#243;n en el &#225;mbito de los trastornos psicol&#243;gicos&#44; en la que normalmente se utiliza material emocional&#44; ha confirmado que la dilataci&#243;n es asimismo un indicador relevante de procesamiento afectivo &#40;Bradley et al&#46;&#44; 2008&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">4&#46; Di&#225;metro pupilar&#44; procesamiento emocional y trastornos psicol&#243;gicos </span></p><p class="elsevierStylePara"> En la &#250;ltima d&#233;cada se ha abierto un nuevo campo de investigaci&#243;n en el terreno de la pupilometr&#237;a consistente en estudiar la respuesta pupilar en relaci&#243;n con diferentes trastornos mentales&#46; Aunque&#44; como se&#241;alamos en la introducci&#243;n&#44; hay un uso creciente de este &#237;ndice en numerosas patolog&#237;as&#44; nos centraremos en dos de los cuadros cl&#237;nicos m&#225;s frecuentes&#44; la depresi&#243;n y la ansiedad&#44; en cuyo estudio normalmente se introducen materiales con una carga emocional&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> En el caso de la depresi&#243;n&#44; el primer estudio de esta l&#237;nea fue desarrollado por Siegle&#44; Granholm&#44; Ingram y Matt &#40;2001&#41;&#46; Seg&#250;n estos autores&#44; los sujetos depresivos deber&#237;an mostrar un mayor di&#225;metro pupilar ante palabras de contenido negativo que ante palabras positivas en comparaci&#243;n con los sujetos sin depresi&#243;n&#46; Esta hip&#243;tesis se deriv&#243; del modelo computacional de redes neurales creado por Siegle &#40;1999a&#44; b&#41; para el procesamiento de informaci&#243;n emocional&#46; En esta simulaci&#243;n computacional la depresi&#243;n es operativizada como la exposici&#243;n prolongada a informaci&#243;n negativa lo que&#44; seg&#250;n la regla de Hebb &#40;1949&#41;&#44; conlleva un fortalecimiento de las conexiones encargadas del procesamiento de esa informaci&#243;n&#46; De esta manera la aparici&#243;n de cualquier est&#237;mulo negativo activar&#237;a la red produci&#233;ndose un r&#225;pido procesamiento &#40;medido a trav&#233;s del di&#225;metro pupilar&#41; e identificaci&#243;n de la valencia estimular&#46; Los resultados no confirmaron las hip&#243;tesis planteadas al no observarse mayores tama&#241;os pupilares para la informaci&#243;n negativa que para la informaci&#243;n positiva en los sujetos depresivos en comparaci&#243;n con el grupo control&#46; Sin embargo&#44; los participantes con depresi&#243;n presentaban mayores di&#225;metros pupilares para cualquier tipo de informaci&#243;n emocional&#44; tanto positiva como negativa&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> En un estudio posterior Siegle&#44; Steinhauer&#44; Carter&#44; Ramel y Thase &#40;2003&#41; intentaron confirmar las hip&#243;tesis anteriores&#46; A diferencia del estudio anterior&#44; en este caso s&#237; se observ&#243; que los sujetos depresivos presentaron un mayor tama&#241;o pupilar ante la informaci&#243;n negativa que ante otro tipo de informaci&#243;n en comparaci&#243;n con el grupo control&#46; Sin embargo&#44; el resultado m&#225;s interesante fue la correlaci&#243;n positiva obtenida entre el di&#225;metro pupilar asociado a la informaci&#243;n negativa y diversas medidas de rumiaci&#243;n&#46; Seg&#250;n estos investigadores esta relaci&#243;n es esperable si se considera el tama&#241;o pupilar como un &#237;ndice del grado de procesamiento emocional desplegado por el sujeto&#44; de tal forma que un mayor di&#225;metro pupilar estar&#237;a revelando mayores niveles de atenci&#243;n o procesamiento de esa informaci&#243;n emocional&#46; Por tanto&#44; se puede argumentar que la rumiaci&#243;n&#44; estrategia cognitiva que centra la atenci&#243;n del individuo en su estado emocional negativo &#40;Nolen-Hoeksema&#44; 1991&#41;&#44; se relaciona con un mayor procesamiento emocional de la informaci&#243;n negativa que aparece en el ambiente&#46; Esta asociaci&#243;n tambi&#233;n se ha observado en una muestra de estudiantes no cl&#237;nica &#40;Duque&#44; S&#225;nchez y V&#225;zquez&#44; 2013&#41;&#46; Concretamente&#44; un mayor nivel de rumiaci&#243;n se asoci&#243; significativamente a un mayor tama&#241;o pupilar ante caras tristes&#46; En este estudio tambi&#233;n se demostr&#243; que esta relaci&#243;n entre rumiaci&#243;n y di&#225;metro pupilar depend&#237;a del tiempo total que los participantes dedicaban a mirar las caras tristes&#46; Este resultado apoya la idea de que el di&#225;metro pupilar es un indicador de los recursos atencionales desplegados &#40;Iqbal et al&#46;&#44; 2004&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Otros autores &#40;p&#46; ej&#46;&#44; Franzen&#44; Buysse&#44; Dahl&#44; Thompson y Siegle&#44; 2009&#41;&#44; han obtenido un patr&#243;n similar ante est&#237;mulos negativos en una muestra de sujetos sanos a los que se les depriv&#243; de sue&#241;o durante una noche entera&#59; el grado de midriasis result&#243; significativamente mayor para la visualizaci&#243;n de las im&#225;genes negativas que para las positivas o neutras&#46; Seg&#250;n los autores&#44; este resultado es &#250;til para entender la naturaleza de las emociones negativas en trastornos psicol&#243;gicos que se acompa&#241;an de problemas de sue&#241;o como es el caso de la depresi&#243;n&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Recientemente Steidtmann&#44; Ingram y Siegle &#40;2010&#41; han encontrado que tambi&#233;n existe un mayor procesamiento afectivo &#40;v&#46;gr&#46;&#44; mayor di&#225;metro pupilar&#41; para la informaci&#243;n de car&#225;cter negativo en una muestra de personas recuperadas de una depresi&#243;n&#46; Este resultado sugiere que el tama&#241;o pupilar asociado al procesamiento de est&#237;mulos negativos no es consecuencia de un bajo estado de &#225;nimo sino que m&#225;s bien podr&#237;a revelar un factor estable de riesgo para desarrollar un episodio depresivo futuro&#46; Posteriormente&#44; a estos mismos sujetos recuperados se les indujo un estado de &#225;nimo negativo a trav&#233;s de la escucha de una melod&#237;a triste y se volvieron a evaluar sus respuestas pupilares ante los est&#237;mulos negativos&#46; En contra de lo esperado&#44; no se obtuvieron los mismos resultados que en la primera parte del experimento&#46; En este caso los tama&#241;os pupilares fueron menores en comparaci&#243;n con los sujetos nunca deprimidos del grupo control&#44; es decir&#44; que el procesamiento emocional de la informaci&#243;n negativa fue menor por parte de los sujetos recuperados&#46; Los autores consideraron que este resultado inesperado podr&#237;a ser explicado por el embotamiento afectivo y cognitivo que presentan algunos pacientes vulnerables a la depresi&#243;n&#46; De forma similar&#44; Silk et al&#46; &#40;2007&#41; hallaron que los ni&#241;os con depresi&#243;n cl&#237;nica tambi&#233;n presentaban menores di&#225;metros pupilares ante palabras negativas que los ni&#241;os del grupo control&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Por otro lado&#44; a pesar de que la dilataci&#243;n pupilar pudiera parecer una medida alejada de la realidad cl&#237;nica&#44; un trabajo reciente de Siegle&#44; Steinhauer&#44; Friedman&#44; Thompson y Thase &#40;2011&#41; ha conseguido predecir la probabilidad de remisi&#243;n de los s&#237;ntomas depresivos tras 20 sesiones de terapia cognitiva en funci&#243;n del tama&#241;o pupilar ante informaci&#243;n negativa antes de empezar el tratamiento&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> En relaci&#243;n a los estudios llevados a cabo en el campo de los trastornos de ansiedad&#44; y utilizando el tama&#241;o pupilar como un indicador de procesamiento emocional&#44; hay que se&#241;alar que la investigaci&#243;n es casi inexistente&#46; Una excepci&#243;n es el estudio de Oathes&#44; Siegle y Ray &#40;2011&#41; quienes siguieron el mismo dise&#241;o y procedimiento utilizado en la investigaci&#243;n en depresi&#243;n&#46; A diferencia de los participantes con depresi&#243;n&#44; los sujetos con altas puntuaciones en preocupaci&#243;n excesiva &#40;caracter&#237;stica muy asociada al Trastorno de Ansiedad Generalizada&#44; Ruscio y Borkover&#44; 2004&#41; presentaban pupilas m&#225;s peque&#241;as que el grupo control tras el procesamiento visual de palabras negativas y autoreferentes&#46; Adem&#225;s&#44; se encontr&#243; que mayores niveles de preocupaci&#243;n excesiva se asociaban a menores tama&#241;os pupilares durante el procesamiento de informaci&#243;n emocional negativa&#46; Estos resultados han sido interpretados&#44; dentro la teor&#237;a de vigilancia-evitaci&#243;n de la ansiedad &#40;Mogg&#44; Mathews y Weinman&#44; 1987&#41;&#44; como un patr&#243;n de evitaci&#243;n emocional&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Por los resultados expuestos hasta el momento parece plausible se&#241;alar que el di&#225;metro pupilar podr&#237;a ser un indicador &#250;til del procesamiento emocional en trastornos psicol&#243;gicos como la depresi&#243;n y la ansiedad aunque&#44; especialmente en relaci&#243;n con esta &#250;ltima&#44; se requiere mucha m&#225;s investigaci&#243;n para consolidar la utilidad cl&#237;nica y conceptual de este indicador psicofisiol&#243;gico&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> A pesar de la aparente simpleza que puede suponer para un psic&#243;logo cl&#237;nico el estudio de la pupila&#44; su uso en el &#225;mbito cl&#237;nico ha tenido algunas aplicaciones relevantes&#46; Un ejemplo de ello es el estudio de Martineau et al&#46; &#40;2011&#41; en el que se midi&#243; el di&#225;metro pupilar de un grupo de ni&#241;os con autismo mientras ve&#237;an diferentes im&#225;genes&#46; Sus pupilas se mostraron mucho m&#225;s peque&#241;as que las de sus iguales sanos y trav&#233;s de este indicador se consigui&#243; clasificar de forma correcta la pertenencia del 72&#37; de los participantes a cada uno de los grupos&#46; Es decir&#44; un menor procesamiento de los est&#237;mulos mostrados fue una caracter&#237;stica que consigui&#243; discriminar entre ni&#241;os con autismo y ni&#241;os sin problemas&#46; En otro estudio reciente en adolescentes con autismo &#40;Wagner&#44; Hirsch&#44; Vogel-Farley&#44; Redcay y Nelson&#44; 2013&#41; el di&#225;metro pupilar fue utilizado como &#237;ndice de procesamiento de caras emocionales&#46; En este caso un mayor di&#225;metro pupilar &#40;y por lo tanto un mayor procesamiento afectivo&#41; se asoci&#243; con un mayor tiempo de fijaci&#243;n en la zona de la boca&#44; un patr&#243;n an&#243;malo si lo comparamos con el de los ni&#241;os normales&#46; Esto coincide con algunas evidencias que sugieren que los ni&#241;os con trastornos del espectro autista presentan patrones disfuncionales en la regulaci&#243;n del sistema aut&#243;nomo lo que se expresa&#44; por ejemplo&#44; en incrementos an&#243;malos en la dilataci&#243;n pupilar ante caras emocionales &#40;Anderson y Colombo&#44; 2009&#59; Bal et al&#46;&#44; 2010&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Otro de los usos de la medici&#243;n del di&#225;metro pupilar ha sido la evaluaci&#243;n continua y en tiempo real del grado de ansiedad o activaci&#243;n experimentado por los participantes sin la necesidad de recurrir a medidas de autoinforme&#46; Esta aportaci&#243;n es de gran utilidad en estudios o contextos en los que la evaluaci&#243;n expl&#237;cita resulta dif&#237;cil o imposible&#44; ya sea por las caracter&#237;sticas de la tarea o por circunstancias espec&#237;ficas de la poblaci&#243;n a evaluar&#46; Este es el caso&#44; por ejemplo&#44; de un estudio llevado a cabo con pilotos que eran sometidos a pruebas de simulaci&#243;n de vuelos &#40;Tichon&#44; Wallis&#44; Riek y Mavin&#44; 2013&#41;&#46; Su estado de activaci&#243;n y ansiedad fue satisfactoriamente evaluado mediante el uso de esta metodolog&#237;a durante toda la tarea&#46; De modo semejante&#44; el uso de este tipo de indicadores puede ser muy adecuado cuando se trata de registrar la actividad mental &#40;p&#46; ej&#46;&#44; inter&#233;s o esfuerzo&#41; en participantes que&#44; como los beb&#233;s&#44; no se comunican verbalmente &#40;ver Sebasti&#225;n-Gall&#233;s&#44; 2013&#41; o que sufren deterioro cognitivo como en la enfermedad de Alzheimer &#40;Robertson&#44; 2013&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Puesto que en algunos estudios con tareas de reconocimiento se ha observado que la pupila se dilata ante la presentaci&#243;n de est&#237;mulos ya conocidos o procesados con anterioridad &#40;Vo et al&#46;&#44; 2008&#41;&#44; este indicador psicofisiol&#243;gico tambi&#233;n se ha utilizado para la detecci&#243;n de la simulaci&#243;n en procesos de amnesia &#40;Heaver y Hutton&#44; 2010&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> En cualquier caso&#44; la respuesta pupilar es un indicador relativamente sencillo que merece la atenci&#243;n que se le est&#225; dispensando desde la investigaci&#243;n de las neurociencias en las &#250;ltimas d&#233;cadas&#46; Adem&#225;s&#44; su vinculaci&#243;n con sistemas fisiol&#243;gicos y estructuras neuroanat&#243;micas conocidas dota a esta respuesta de un gran valor para la investigaci&#243;n de procesos cognitivos y condiciones cl&#237;nicas muy diversas&#46; </p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Conclusi&#243;n&#58; tender puentes entre indicadores fisiol&#243;gicos y cl&#237;nicos </span></p><p class="elsevierStylePara"> Al margen de los avances tecnol&#243;gicos y de investigaci&#243;n desarrollados en las &#250;ltimas tres d&#233;cadas&#44; la integraci&#243;n de la Psicolog&#237;a Cl&#237;nica Aplicada y la Psicolog&#237;a Cl&#237;nica B&#225;sica no es tan vigorosa como ser&#237;a deseable&#46; El prop&#243;sito de este art&#237;culo ha sido el de hacer un breve recorrido hist&#243;rico sobre la forma en la que se ha utilizado un indicador psicofiosol&#243;gico tan sencillo como los cambios pupilares en la investigaci&#243;n psicol&#243;gica&#46; Como se ha descrito&#44; las primeras investigaciones se centraron casi exclusivamente en las caracter&#237;sticas de los est&#237;mulos y no tanto en las caracter&#237;sticas personales de los participantes&#46; Con el paso de tiempo esa tendencia se ha invertido y en el momento actual prima conocer c&#243;mo se comporta ese indicador psicofisiol&#243;gico en muestras con determinadas caracter&#237;sticas cl&#237;nicas&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Sin embargo&#44; el inter&#233;s por las relaciones entre procesos cognitivos&#44; emocionales y fisiol&#243;gicos no es precisamente reciente&#46; Prueba de ello son las teor&#237;as de James-Lange &#40;1894&#44; 1885&#41; y Cannon-Bard &#40;1927&#41; sobre el origen de las emociones y su relaci&#243;n con los cambios corporales&#46; El intento por dar un valor mesurable y tangible a procesos cognitivos ha estado presente en la investigaci&#243;n desde mediados del siglo XX&#46; Los psic&#243;logos no nos hemos conformado con saber qu&#233; variable se asocia causalmente con otra&#44; sino que hemos dedicado parte de nuestros esfuerzos a desvelar qu&#233; otros procesos ocurr&#237;an dentro de la caja negra&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> La relaci&#243;n bidireccional entre los cambios fisiol&#243;gicos y los procesos cognitivos ha tenido repercusi&#243;n en distintos campos de la psicolog&#237;a&#46; Por ejemplo&#44; Damasio &#40;1994&#44; 1999&#41; la utiliz&#243; para formular su &#34;hip&#243;tesis del marcador som&#225;tico&#34; acerca de c&#243;mo las emociones y los estados som&#225;ticos influyen en nuestros procesos de razonamiento y toma de decisiones&#46; Otro campo en el que el estudio de esta relaci&#243;n ha sido clave es la investigaci&#243;n sobre los correlatos neurol&#243;gicos asociados a la experiencia emocional&#44; tanto en poblaci&#243;n sana como en muestras con determinados trastornos psicol&#243;gicos&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> El uso del di&#225;metro pupilar en Psicolog&#237;a est&#225; permitiendo tambi&#233;n&#44; junto con otras medidas&#44; el estudio de procesos b&#225;sicos implicados en el origen y mantenimiento de determinadas condiciones psicol&#243;gicas y psicopatol&#243;gicas&#46; Creemos que el avance de la ciencia psicol&#243;gica es gradual y acumulativo y&#44; en este sentido&#44; la investigaci&#243;n cl&#237;nica b&#225;sica puede contribuir eficazmente a dotarnos de una visi&#243;n m&#225;s acabada de problemas que sin duda son complejos y para cuya comprensi&#243;n se necesitan miradas m&#250;ltiples y complementarias&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> En suma&#44; esta breve revisi&#243;n es tambi&#233;n una llamada de atenci&#243;n acerca de la importancia de la integraci&#243;n de la investigaci&#243;n b&#225;sica y psicofisiol&#243;gica con la investigaci&#243;n cl&#237;nica y aplicada&#46; Al igual que la relaci&#243;n entre los cambios corporales y la cognici&#243;n&#44; su relaci&#243;n deber&#237;a darse de forma bidireccional&#44; de tal manera que los avances y hallazgos en una de ellas tuviesen repercusi&#243;n y aplicaciones en la otra&#46; De esta forma&#44; el conocimiento sobre la conducta humana ser&#237;a m&#225;s completo y certero&#46; </p><hr></hr><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Conflicto de intereses </span></p><p class="elsevierStylePara"> Los autores de este art&#237;culo declaran que no tienen ning&#250;n conflicto de intereses&#46; </p><hr></hr><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Extended Summary </span></p><p class="elsevierStylePara"> An important shortage of Clinical Psychology is its frequent failure to integrate basic research with applied research&#46; Much of the accumulated knowledge about mental disorders focuses almost exclusively on explicit signs and symptoms that patients report&#46; However&#44; little is known about basic processes associated with these disorders&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> The work presented here has as main objective to provide an overview of the connection between a psychophysiological indicator such as pupillary changes and psychological variables such as mood&#44; attention&#44; and emotional processing of stimuli&#46; We will also explain in more detail our research regarding affective disorders&#44; particularly depression&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> The pupil is responsible for allowing light to enter the eye&#46; Generally&#44; its size is between 2 mm &#40;conditions of high luminance&#41; and 8 mm &#40;dark&#41;&#46; The iris is responsible for controlling the size of the pupil through two sets of muscles &#40;Beatty &#38; Lucero-Wagoner&#44; 2000&#41;&#58; a circular group called the sphincter pupillae&#44; and a radial group called the dilator pupillae&#46; The dilator pupillae&#44; innervated by sympathetic nerves&#44; cause the pupil to dilate when they contract&#46; The pupil constricts due to the parasympathetic action on the sphincter pupillae&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> According to Beatty &#40;1986&#41; and Beatty and Lucero-Wagoner &#40;2000&#41; changes in pupil size are due to three types of reflexes&#58; light reflex&#44; accommodation reflex&#44; and psychosensory reflex&#46; The light and accommodation reflexes are reflex actions of the eye in response to light and to focusing on a near object&#44; respectively&#46; Psychosensory reflex causes pupil dilation and occurs when a relevant stimulus is presented for any sensory modality&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> The psychosensory reflex&#44; characterized by an increase in pupil diameter and associated with the processing of stimuli&#44; has been considered one of the physiological components of the Orienting Response &#40;OR Lynn&#44; 1966&#59; Sokolov&#44; 1963&#41;&#46; The Neuronal Model &#40;Sokolov&#44; 1963&#41; considered pupil dilation a mechanism to increase visual acuity when a novel stimulus appears which does not fit a previous neuronal model&#46; On the other hand&#44; according to Kahneman &#40;1973&#41;&#44; enlargement of the pupil is caused by the significance of the stimulus &#40;visual or not&#41; rather than its novelty value&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> In the mid-&#39;60s Hess &#40;1972&#41; coined the term &#34;pupillometry&#34; to describe a new research which used the pupil size as an index of mental activity&#46; The hypothesis of these studies was that processing &#34;interesting&#34; stimuli produced pupil dilation even in environments with high illumination levels&#46; Hess &#40;1965&#41; conducted several experiments using positive and negative stimuli &#40;Hess &#38; Polt&#44; 1960&#59; Hess&#44; Seltzer&#44; &#38; Shlien&#44; 1965&#41;&#46; The great impact and spread of these early studies led to a new stage in the psychophysiological research&#46; Over the next 10 years similar studies were conducted focusing their interest on the study of the pupillary response as an indicator of affective processing&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Hess &#40;1965&#41; established a linear relationship between the size of the pupil and the valence of the stimuli&#44; identifying mydriasis &#40;i&#46;e&#46;&#44; pupillary dilation&#41; with &#34;interesting&#34; stimuli and miosis &#40;i&#46;e&#46;&#44; pupillary constriction&#41; with &#34;unpleasant&#34; information&#46; While few studies confirmed this relationship &#40;Barlow&#44; 1969&#41;&#44; many others did not &#40;Bernick &#38; Oberlander&#44; 1968&#59; Guinan&#44; 1967&#59; Koff &#38; Hawkes&#44; 1968&#59; Woodmansee&#44; 1965&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> After a review of these and other studies&#44; Canadian psychologist Pierre Janisse &#40;1973&#41; concluded that&#58; 1&#41; pupil dilations were not dependent on the valence of the stimulus but on its emotional intensity&#44; and 2&#41; all novel stimuli produced mydriasis&#46; Using these assumptions&#44; Janisse proposed a model in which both the valence of the stimulus and pupil size were related according to a U function&#44; considering the affective valence as a continuum&#46; Thus&#44; a highly negative or a highly positive stimulus causes greater pupil dilation than a moderately negative or positive stimulus&#46; In contrast to Hess&#39; hypothesis&#44; Janisse&#39;s formulation did not include pupillary constriction processes&#44; but only considers light as a variable reducing pupil diameter&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> During the 80&#39;s and 90&#39;s&#44; no similar studies on pupil reactivity were conducted&#46; In the last decade&#44; Partala and Surakka &#40;2003&#41; confirmed Janisse&#39;s formulation &#40;1973&#41; and found pupil sizes to increase with both positive and negative emotional sounds as compared to neutral sounds&#46; A similar study was conducted by Bradley&#44; Miccoli&#44; Escrig&#44; and Lang &#40;2008&#41;&#44; which found comparable results&#46; In spite of the results obtained in Hess&#39; studies&#44; subsequent research &#40;from the 1960s to the present&#41; has shown that pupil constriction to aversive stimuli is not a common response in humans&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Hess also studied pupil changes associated with cognitive effort&#46; Specifically&#44; he noted that pupil diameter increased when the experimenter proposed more difficult multiplications &#40;Polt &#38; Hess&#44; 1964&#41;&#46; During the 1960s and 1970s other researchers also observed similar pupil responses through different lab tasks&#58; recall tasks &#40;Elshtain &#38; Schaefer&#44; 1968&#59; Peavler&#44; 1974&#41;&#44; mental arithmetic &#40;Bradshaw&#44; 1967&#59; Payne&#44; Parry&#44; &#38; Harasymiw&#44; 1968&#59; Schaefer&#44; Ferguson&#44; Klein&#44; &#38; Rawson&#44; 1968&#41; and continuous processing tasks &#40;Bradshaw&#44; 1968&#41;&#46; Moreover&#44; Kahneman&#39;s studies confirmed a relationship between pupil size and cognitive processing &#40;Kahneman&#44; 1973&#41;&#44; which is why this author concluded pupil diameter to be a good physiological indicator of attentional resources&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> During the 80&#39;s this kind of research was abandoned because of methodological difficulties&#46; However&#44; in the 1990s new studies appeared using pupil size as an index of mental effort &#40;Backs &#38; Walrath&#44; 1992&#59; Granholm&#44; Asarnow&#44; Sarkin&#44; &#38; Dikes&#44; 1996&#59; Hy&#246;na&#44; Tommola&#44; &#38; Alaja&#44; 1995&#59; Matthews&#44; Middleton&#44; Gilmartin&#44; &#38; Bullimore&#44; 1991&#41;&#46; Recently&#44; several studies have been published confirming the relationship between mental activity and pupil dilation &#40;Iqbal&#44; Zheng&#44; &#38; Bailey&#44; 2004&#59; Porter&#44; Troscianko &#38; Gilchrist&#44; 2007&#59; Privitera&#44; Renninger&#44; Carney&#44; Klein&#44; &#38; Aguilar&#44; 2010&#59; Verney&#44; Granholm&#44; &#38; Marshall&#44; 2004&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> In the past decade a new field of research was opened to study pupil response&#44; emotional processing&#44; and different psychopathologies&#46; In this article&#44; we will focus on one of the most common psychological mood disorders&#44; depression&#46; The first study relating pupil reactivity and depression was carried out by Siegle&#44; Granholm&#44; Ingram&#44; and Matt &#40;2001&#41;&#46; According to these authors&#44; depressed participants would show greater pupil diameter to negative words than to positive words compared to non-depressed subjects in a series of cognitive tasks&#46; Results did not confirm the hypothesis&#46; Depressed participants&#39; pupils did not dilate more to negative than to positive stimuli when compared to nondepressed participants&#46; However&#44; participants with depression showed greater pupil diameters for both&#44; positive and negative words&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> In a subsequent study&#44; Siegle&#44; Steinhauer&#44; Carter&#44; Ramel&#44; and Thase &#40;2003&#41; attempted to confirm the hypothesis above&#46; In this case the authors found that depressed subjects showed an increase in pupil size to negative information as compared with a control group&#46; However&#44; the most interesting result was the positive correlation between pupil diameter increase related to negative information and measures of rumination&#46; According to these authors&#44; this relationship can be understood by considering pupil size as an index of the degree of processing&#44; thus indicating larger pupil diameters to reveal higher levels of emotional processing&#46; Therefore&#44; it can be argued that rumination&#44; a cognitive strategy that focuses the individual&#39;s attention on a negative emotional state &#40;Nolen-Hoeksema&#44; 1991&#41;&#44; is associated with increased emotional processing of negative information&#46; This association has also been observed in a sample of healthy participants &#40;Duque&#44; Sanchez&#44; &#38; Vazquez&#44; 2013&#41;&#46; Specifically&#44; pupil size increments related to sad faces correlated with higher levels of brooding&#44; a factor that has been identified as a maladaptive component of rumination &#40;Treynor&#44; Gonzalez&#44; &#38; Nolen-Hoeksema&#44; 2003&#41;&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Recently&#44; Steidtmann&#44; Ingram&#44; and Siegle &#40;2010&#41; found that recovered-depressed participants showed greater affective processing &#40;as indicated through pupil diameters&#41; to negative information in comparison with never-depressed participants&#46; This result suggests that pupil size increases associated with the processing of negative stimuli is not a consequence of low mood&#44; but rather a stable factor of risk for a future depressive episode&#46; In a later phase of their study&#44; pupil responses to negative stimuli were re-evaluated after inducing a negative mood&#46; Contrary to expectations&#44; pupil sizes of recovered participants were lower compared with those of never depressed subjects&#46; Steidtmann et al&#46; &#40;2010&#41; argued that this unexpected result could be explained by the cognitive and affective blunting of depressed patients&#46; Similarly&#44; Silk et al&#46; &#40;2007&#41; found that clinically depressed children also showed lower pupil diameters to negative words than children in the control group&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> On the other hand&#44; this physiological measure has also been used as a clinical outcome&#46; Siegle&#44; Steinhauer&#44; Friedman&#44; Thompson&#44; and Thase &#40;2011&#41; managed to predict the likelihood of remission of depressive symptoms after 20 sessions of cognitive therapy&#44; based on increases or decreases in pupil size related to processing of negative information before the beginning of the treatment&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> In conclusion&#44; the results of the majority of studies conducted in this field confirm the initial hypothesis of Siegle et al&#46; &#40;2001&#41; that clinical depression is associated to larger pupil diameters to negative information&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Despite advances in technology and research over the last three decades&#44; the integration of Applied Clinical Psychology and Basic Clinical Psychology is still scarce&#46; The purpose of this article was to provide a brief historical overview about the way pupil responses have been used in psychological research&#46; As commented above&#44; early research focused almost exclusively on the stimuli&#39;s characteristics and less on the personal characteristics of participants&#46; Over time this trend has changed and today the main focus relies on knowing how to relate this psychophysiological indicator with emotional and cognitive processes in clinical samples&#46; </p><hr></hr><p class="elsevierStylePara"> INFORMACI&#211;N ART&#205;CULO <br></br> Manuscrito recibido&#58; 11&#47;02&#47;2013 <br></br> Revisi&#243;n recibida&#58; 11&#47;05&#47;2013 <br></br> Aceptado&#58; 22&#47;05&#47;2013</p><p class="elsevierStylePara"> DOI&#58; <a href="http&#58;&#47;&#47;dx&#46;doi&#46;org&#47;10&#46;5093&#47;cl2013a11" class="elsevierStyleCrossRefs">http&#58;&#47;&#47;dx&#46;doi&#46;org&#47;10&#46;5093&#47;cl2013a11</a></p><p class="elsevierStylePara"> &#42;La correspondencia sobre este art&#237;culo debe enviarse a <br></br> Carmelo V&#225;zquez&#46; Facultad de Psicolog&#237;a&#46; Universidad Complutense de Madrid&#46; Campus de Somosaguas&#46; 28223&#44; Madrid&#46; <br></br> Email&#58; <a href="mailto&#58;cvazquez&#64;psi&#46;ucm&#46;es" class="elsevierStyleCrossRefs">cvazquez&#64;psi&#46;ucm&#46;es</a></p><hr></hr><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold">Referencias </span></p><p class="elsevierStylePara"> Anderson&#44; C&#46; J&#46; y Colombo&#44; J&#46; &#40;2009&#41;&#46; Larger tonic pupil size in young children with autism spectrum disorder&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Developmental Psychobiology&#44; 51&#44;</span>207-211&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Bal&#44; E&#46;&#44; Harden&#44; E&#46;&#44; Lamb&#44; D&#46;&#44; Van Hecke&#44; A&#46; V&#46;&#44; Denver&#44; J&#46; W&#46; y Porges&#44; S&#46; W&#46; &#40;2010&#41;&#46; Emotion recognition in children with autism spectrum disorders&#58; Relations to eye gaze and autonomic state&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Journal of Autism and Developmental Disorders&#44; 40&#44; </span>358-370&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Backs&#44; R&#46; W&#46; y Walrath&#44; L&#46; C&#46; &#40;1992&#41;&#46; Eye movement and pupillary response indices of mental workload during visual search of symbolic displays&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Applied Ergonomics&#44; 23&#44; </span>243-254&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Barlow&#44; J&#46; D&#46; &#40;1969&#41;&#46; Pupillary size as an index of preference in political candidates&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Perceptual and Motor Skills&#44; 28&#44;</span>927-932&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Beatty&#44; J&#46; &#40;1982&#41;&#46; Task-evoked pupillary responses&#44; processing load&#44; and the structure of processing resources&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Psychological Bulletin&#44; 91&#44;</span>276-292&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Beatty&#44; J&#46; &#40;1986&#41;&#46; The pupillary system&#46; En G&#46; H&#46; Coles&#44; E&#46; Donchin y S&#46; W&#46; Porges &#40;Eds&#46;&#41;&#44; <span class="elsevierStyleItalic">Psychophysiology&#58; Systems&#44; process&#44; and applications</span>&#40;pp&#46; 43-50&#41;&#46; New York&#58; Guilford Press&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Beatty&#44; J&#46; y Kahneman&#44; D&#46; &#40;1966&#41;&#46; Pupillary changes in two memory tasks&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Psychonomic Science&#44; 5&#44; </span>371-372&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Beatty&#44; J&#46; y Lucero-Wagoner&#44; B&#46; &#40;2000&#41;&#46; The pupillary system&#46; En J&#46; Caccioppo&#44; L&#46; G&#46; Tassinary y G&#46; Berntson &#40;Eds&#46;&#41;&#44; <span class="elsevierStyleItalic">The handbook of psychophysiology </span>&#40;pp&#46; 142-162&#41;&#46; Hillsdale&#44; NJ&#58; Cambridge University Press&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Bernick&#44; N&#46; y Oberlander&#44; M&#46; &#40;1968&#41;&#46; Effect of verbalization and two different modes of experiencing on pupil size&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Perception and Psychophysics&#44; 3&#44; </span>327-330&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Bradley&#44; M&#46; M&#46;&#44; Miccoli&#44; L&#46;&#44; Escrig&#44; M&#46; A&#46; y Lang&#44; P&#46; J&#46; &#40;2008&#41;&#46; The pupil as a measure of emotional arousal and autonomic activation&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Psychophysiology&#44; 45&#44;</span>602-607&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Bradshaw J&#46; &#40;1967&#41;&#46; Pupil size as a measure of arousal during information sing&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Nature&#44; 216&#44; </span>515-516&#46;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Bradshaw&#44; J&#46; &#40;1968&#41;&#46; Pupil size and problem solving&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Quarterly Journal of Experimental Psychology&#44; 20&#44;</span>116-122&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Cannon&#44; W&#46;B&#46; &#40;1927&#41;&#46; The James-Lange theory of emotions&#58; A critical examination and an alternative theory&#46; <span class="elsevierStyleItalic">American Journal of Psychology&#44; 39&#44;</span>106-124&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Damasio&#44; A&#46; R&#46; &#40;1994&#41; <span class="elsevierStyleItalic">Descartes&#39; error&#58; Emotion&#44; reason&#44; and the human brain&#46;</span>New York&#58; Grosset&#47;Putnam&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Damasio&#44; A&#46; R&#46; &#40;1999&#41;&#46; <span class="elsevierStyleItalic">The feeling of what happens&#58; Body and emotion in the making of consciousness</span>&#46; New York&#58; Harcourt Brace &#38; Co&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Duque&#44; A&#46;&#44; S&#225;nchez&#44; A&#46; y V&#225;zquez&#44; C &#40;2013&#41;&#46; Gaze-fixation and pupil dilation in processing of emotional faces&#58; The role of rumination<span class="elsevierStyleItalic">&#46; </span>Trabajo remitido para publicaci&#243;n&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Cognition and Emotion&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"> Elshtain&#44; L&#46; y Schaefer&#44; T&#46; &#40;1968&#41;&#46; Effects of storage load and word frequency on pupillary responses during short-term memory&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Psychonomic Science&#44; 12&#44;</span>143-144&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Franzen P&#46; L&#46;&#44; Buysse D&#46; J&#46;&#44; Dahl R&#46; E&#46;&#44; Thompson&#44; W&#46; y Siegle&#44; G&#46; J&#46; &#40;2009&#41;&#58; Sleep deprivation alters pupillary reactivity to emotional stimuli in healthy young adults&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Biological Psychology&#44; 80&#44; </span>300-305&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Goldwater&#44; B&#46; &#40;1972&#41;&#46; Psychological significance of pupillary movements&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Pyschological Bulletin&#44; 77&#44; </span>340-355&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Gotlib&#44; I&#46; H&#46; y Joormann&#44; J&#46; &#40;2010&#41;&#46; Cognition and Depression&#58; Current status and future directions&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Annual Review of Clinical Psychology&#44; 6&#44;</span>285-312&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Granholm&#44; E&#46;&#44; Asarnow&#44; R&#46; F&#46;&#44; Sarkin&#44; A&#46; J&#46; y Dykes&#44; K&#46; L&#46; &#40;1996&#41;&#46; Pupillary responses index cognitive resource limitations&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Psychophysiology&#44; 33&#44; </span>457-461&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Guinan&#44; J&#46; P&#46; &#40;1967&#41;&#46; An investigation of the relationship between pupil size and emotional words&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Dissertations Abstracts&#44; 27 &#40;</span>9-B<span class="elsevierStyleItalic">&#41;&#44;</span>3286-3287&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Heaver&#44; B&#46; y Hutton&#44; S&#46; B&#46; &#40;2010&#41;&#46; Keeping an eye on the truth&#58; Pupil-size&#44; recognition memory and malingering&#46; <span class="elsevierStyleItalic">International Journal of Psychophysiology&#44; 77&#44;</span>306&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Hebb&#44; D&#46; O&#46; &#40;1949&#41;&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Organizaci&#243;n de la Conducta&#46;</span>Madrid&#44; Espa&#241;a&#58; Debate&#44; 1985&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Hess&#44; E&#46; H&#46; &#40;1965&#41;&#46; Attitude and pupil size&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Scientific American&#44; 212&#44;</span>46-54&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Hess&#44; E&#46; H&#46; &#40;1972&#41;&#46; Pupilometrics&#46; En N&#46; Greenfield y R&#46; Sternbach &#40;Eds&#46;&#41;&#44; <span class="elsevierStyleItalic">Handbook of psychophysiology </span>&#40;pp&#46; 491-531&#41;&#46; New York&#58; Holt&#44; Rinehart y Winston&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Hess&#44; E&#46; H&#46;&#44; Seltzer&#44; A&#46; L&#46; y Shlien&#44; J&#46; M&#46; &#40;1965&#41;&#46; Pupil responses of hetero- and homosexual males to pictures of men and women&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Journal of Abnormal Psychology&#44; 70&#44; </span>165-168&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Hess&#44; E&#46; H&#46; y Polt&#44; J&#46; M&#46; &#40;1960&#41;&#46; Pupil size as related to interest value of visual stimuli&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Science&#44; 132&#44;</span>349-350&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Hess&#44; E&#46; H&#46; y Polt&#44; J&#46; M&#46; &#40;1964&#41;&#46; Pupil size in relation to mental activity during simple problem-solving&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Science&#44; 143&#44;</span>1190-1192&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Hy&#246;n&#228;&#44; J&#46;&#44; Tommola&#44; J&#46; y Alaja&#44; A&#46; &#40;1995&#41;&#46; Pupil dilation as a measure of processing load in simultaneous interpreting and other language tasks&#46; <span class="elsevierStyleItalic">The Quarterly Journal of Experimental Psychology&#44; 48&#44; </span>598-612&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Iqbal&#44; S&#46; T&#46;&#44; Zheng&#44; X&#46; S&#46; y Bailey&#44; B&#46; P&#46; &#40;2004&#41;&#46; Task evoked pupillary response to mental workload in human-computer interaction&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Proceedings of the ACM Conference on Human Factors in Computing Systems&#44;</span>1477-1480&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> James&#44; W&#46; &#40;1884&#47;1985&#41;&#46; What is an emotion&#63; <span class="elsevierStyleItalic">Estudios de Psicolog&#237;a&#44; 21&#44;</span>57-73&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Janisse&#44; M&#46; P&#46; &#40;1973&#41;&#46; Pupil size and affect&#58; A critical review of the literature since 1960&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Canadian Psychologist&#44; 14&#44;</span>311-329&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Jones&#44; N&#46; P&#46;&#44; Siegle&#44; G&#46; J&#46;&#44; Muelly&#44; E&#46; R&#46;&#44; Haggerty&#44; A&#46; y Ghinassi&#44; F&#46; &#40;2010&#41;&#46; Poor performance on cognitive tasks in depression&#58; Doing too much or not enough&#63; <span class="elsevierStyleItalic">Cognitive&#44; Affective&#44; and Behavioral Neuroscience&#44; 10</span>&#44; 129-140&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Kahneman&#44; D&#46; &#40;1973&#41;&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Attention and effort</span>&#46; Englewood Cliffs&#44; NJ&#58; Prentice-Hall&#46; Kahneman&#44; D&#46;&#44; Onuska&#44; L&#46; y Wolman&#44; R&#46; &#40;1968&#41;&#46; Effects of grouping on the pupillary response in a short-term memory task&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Quarterly Journal of Experimental Psychology&#44; 20</span>&#44; 309-311&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Kahneman&#44; D&#46;&#44; Peavler&#44; W&#46; S&#46; y Onuska&#44; L&#46; &#40;1968&#41;&#46; Effects of verbalization and incentive on the pupil response to mental activity&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Canadian Journal of Psychology&#44; 22&#44; </span>186-196&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Kahneman&#44; D&#46; y Beatty&#44; J&#46; &#40;1967&#41;&#46; Pupillary responses in a pitch-discrimination task&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Perception and Psychophysics&#44; 2&#44;</span>101-105&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Koff&#44; R&#46; H&#46; y Hawkes&#44; T&#46; H&#46; &#40;1968&#41;&#46; Sociometric choice&#58; A study in pupillary responses&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Perceptual and Motor Skills&#44; 27&#44; </span>395-402&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Kuipers&#44; J&#46; R&#46; y Thierry&#44; G&#46; &#40;2011&#41;&#46; N400 amplitude reduction correlates with an increase in pupil size&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Frontiers in Human Neuroscience&#44; 5&#44;</span>61&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Laeng&#44; B&#46;&#44; Sirois&#44; S&#46; y Gredeback&#44; G&#46; &#40;2012&#41;&#46; Pupillometry&#58; A Window to the Preconscious&#63; <span class="elsevierStyleItalic">Perspectives on Psychological Science</span>&#44; <span class="elsevierStyleItalic">7</span>&#44; 18-27&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Lange&#44; C&#46;G&#46; &#40;1885&#47;1922&#41;&#46; <span class="elsevierStyleItalic">The Emotions</span>&#46; Baltimore&#58; Williams and Wilkins&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Loewenfeld&#44; I&#46; &#40;1966&#41;&#46; Comment on Hess&#39; findings&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Survey of Ophthalmology&#44; 11&#44;</span>291-294&#46; </p><p class="elsevierStylePara"> Lynn&#44; R&#46; &#40;1966&#41;&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Attention&#44; arousal&#44; and the orientation reaction</span>&#46; Oxford&#58; Pergamon Press&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Marshall&#44; S&#46; P&#46; &#40;2007&#41;&#46; Identifying cognitive state from eye metrics<span class="elsevierStyleItalic">&#46; Aviation&#44; Space&#44; and Environmental Medicine</span>&#44; 78&#40;5 Suppl&#41;&#44; B165-75&#46; Disponible en&#58; http&#58;&#47;&#47;www&#46;ncbi&#46; nlm&#46;nih&#46;gov&#47;pubmed&#47;17547317 </p><p class="elsevierStylePara"> Martineau&#44; J&#46;&#44; Hernandez&#44; N&#46;&#44; Hiebel&#44; L&#46;&#44; Roch&#233;&#44; L&#46;&#44; Metzger&#44; A&#46; y Bonnet-Brilhaut&#44; F&#46; &#40;2011&#41;&#46; Can pupil size and pupil responses during visual scanning contribute to the diagnosis of austim spectrum disorder in children&#63;&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Journal of Psychiatric Research&#44; 45&#44; </span>1077-1082&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Mathews&#44; A&#46; y MacLeod&#44; C&#46; &#40;2005&#41;&#46; Cognitive vulnerability to emotional disorders&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Annual Review of Clinical Psychology&#44; 1&#44;</span>167-195&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Matthews&#44; G&#46;&#44; Middleton&#44; W&#46;&#44; Gilmartin&#44; B&#46; y Bullimore&#44; M&#46; A&#46; &#40;1991&#41;&#46; Pupillary diameter and cognitive and cognitive load&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Journal of Psychophysiology&#44; 5&#44;</span>265-271&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Mogg&#44; K&#46;&#44; Mathews&#44; A&#46; y Weinman&#44; J&#46; &#40;1987&#41;&#46; Memory bias in clinical anxiety&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Journal of Abnormal Psychology&#44; 96&#44;</span>94-98&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Murphy&#44; P&#46; R&#46;&#44; Robertson&#44; I&#46; H&#46;&#44; Balsters&#44; J&#46; H&#46; y O&#39;connell&#44; R&#46; G&#46; &#40;2011&#41;&#46; Pupillometry and P3 index the locus coeruleus-noradrenergic arousal function in humans&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Psychophysiology&#44; 48&#44;</span>1532-1543&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Nolen-Hoeksema&#44; S&#46; &#40;1991&#41;&#46; Responses to depression and their effects on the duration of depressive episodes&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Journal of Abnormal Psychology&#44; 100&#44;</span>569-582&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Oathes&#44; D&#46; J&#46;&#44; Siegle&#44; G&#46; J&#46; y Ray&#44; W&#46; J&#46; &#40;2011&#41;&#46; Chronic worry and the temporal dynamics of emotional processing&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Emotion&#44; 11&#44;</span>101-114&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Partala&#44; T&#46; y Surakka&#44; V&#46; &#40;2003&#41;&#46; Pupil size variation as an indication of affective processing&#46; <span class="elsevierStyleItalic">International Journal of Human-Computer Studies&#44; 59&#44;</span>185-198&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Payne&#44; D&#46; T&#46;&#44; Parry&#44; M&#46; E&#46; y Harasymiw&#44; S&#46; J&#46; &#40;1968&#41;&#46; Percentage of pupillary dilation as a measure of item difficulty&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Perception and Psychophysics 4&#44; </span>139-143&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Peavler&#44; W&#46; S&#46; &#40;1974&#41;&#46; Pupil size&#44; information overload&#44; and performance differences&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Psychophysiology&#44; 11&#44;</span>559-566&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Piquado&#44; T&#46;&#44; Isaacowitz&#44; D&#46; y Wingfield A&#46; &#40;2010&#41;&#46; Pupillometry as a measure of cognitive effort in younger and older adults&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Psychophysiology&#44; 47&#44;</span>1-10&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Porter&#44; G&#46;&#44; Troscianko&#44; T&#46; y Gilchrist&#44; I&#46; D&#46; &#40;2007&#41;&#46; Effort during visual search and counting&#58; insights from pupillometry&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Quarterly Journal of Experimental Psychology&#44; 60&#44;</span>211-229&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Privitera&#44; C&#46; M&#46;&#44; Renninger&#44; L&#46; W&#46;&#44; Carney&#44; T&#46;&#44; Klein&#44; S&#46; y Aguilar&#44; M&#46; &#40;2010&#41;&#46; Pupil dilation during visual target detection&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Journal of Vision&#44; 10&#44;</span>1-14&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Robertson&#44; I&#46; H&#46; &#40;2013&#41;&#46; A noradrenergic theory of cognitive reserve&#58; Implications for Alzheimer&#39;s disease&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Neurobiology of Aging&#44; 34&#44;</span>298-308&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Ruscio&#44; A&#46; M&#46; y Borkovec&#44; T&#46; D&#46; &#40;2004&#41;&#46; Experience and appraisal of worry among high worriers with and without generalized anxiety disorder&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Behaviour Research and Therapy&#44; 42&#44;</span>1469-1482&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Schaefer&#44; T&#46;&#44; Ferguson&#44; J&#46; B&#46;&#44; Klein&#44; J&#46; A&#46; y Rawson&#44; E&#46; B&#46; &#40;1968&#41;&#46; Pupillary responses during mental activities&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Psychonomic Science&#44; 12&#44;</span>137-138&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Sebasti&#225;n-Gall&#233;s&#44; N&#46; &#40;2013&#41;&#46; Eyes wide shut&#58; Linking brain and pupil in bilingual and monolingual toddlers&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Trends in Cognitive Sciences&#44; 17&#44;</span>197-198&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Siegle&#44; G&#46; J&#46; &#40;1999a&#41;&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Cognitive and physiological aspects of attention to personally relevant negative information in depression</span>&#40;tesis doctoral no publicada&#41;&#46; San Diego State University&#44; San Diego&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Siegle&#44; G&#46; J&#46; &#40;1999b&#41;&#58; A neural network model of attention biases in depression&#46; En J&#46; A&#46; Reggia&#44; E&#46; Ruppin&#44; y D&#46; L&#46; Glanzman &#40;Eds&#46;&#41;&#44; <span class="elsevierStyleItalic">Disorders of brain&#44; behavior&#44; and cognition&#58; The neurocomputational perspective </span>&#40;pp&#46; 415-441&#41;&#46; New York&#58; Elsevier&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Siegle&#44; G&#46; J&#46;&#44; Granholm&#44; E&#46;&#44; Ingram R&#46; E&#46; y Matt&#44; G&#46; E&#46; &#40;2001&#41;&#46; Pupillary response and reaction time measures of sustained processing of negative information in depression&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Biological Psychiatry&#44; 49&#44;</span>624-636&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Siegle&#44; G&#46; J&#46;&#44; Steinhauer&#44; S&#46; R&#46;&#44; Carter&#44; C&#46; S&#46;&#44; Ramel&#44; W&#46; y Thase&#44; M&#46; E&#46; &#40;2003&#41;&#46; Do the seconds turn into hours&#63; Relationships between sustained pupil dilation in response to emotional information and self-reported rumination&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Cognitive Therapy and Research&#44; 27&#44; </span>365-383&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Siegle&#44; G&#46; J&#46;&#44; Steinhauer&#44; S&#46; R&#46;&#44; Friedman&#44; E&#46; S&#46;&#44; Thompson&#44; W&#46; S&#46; y Thase&#44; M&#46; E&#46; &#40;2011&#41;&#46; Remission prognosis for cognitive therapy for recurrent depression using the pupil&#58; utility and neural correlates&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Biological Psychiatry&#44; 69&#44;</span>726-733&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Silk&#44; J&#46; S&#46;&#44; Dahl&#44; R&#46; E&#46;&#44; Ryan&#44; N&#46; D&#46;&#44; Forbes&#44; E&#46; E&#44; Axelson&#44; D&#46; A&#46;&#44; Birmaher&#44; B&#46; y Siegle&#44; G&#46; J&#46; &#40;2007&#41;&#46; Pupillary reactivity to emotional information in child and adolescent depression&#58; Links to clinical and ecological measures&#46; <span class="elsevierStyleItalic">American Journal of Psychiatry&#44; 164&#44; </span>1873-1880&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Sokolov&#44; E&#46; N&#46; &#40;1963&#41;&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Perception and the conditioned reflex&#46;</span>Oxford&#58; Pergamon Press&#46; Steidtmann&#44; D&#46;&#44; Ingram&#44; R&#46; E&#46; y Siegle&#44; G&#46; J&#46; &#40;2010&#41;&#46; Pupil response to negative emotional information in individuals at-risk for depression&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Cognition and Emotion&#44; 24&#44; </span>480-496&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Steinhauer&#44; S&#46; R&#46;&#44; Siegle&#44; G&#46; J&#46;&#44; Condray&#44; R&#46; y Pless&#44; M&#46; &#40;2004&#41;&#46; Sympathetic and parasympathetic innervation of pupillary dilation during sustained processing&#46; <span class="elsevierStyleItalic">International Journal of Psychophysiology&#44; 52&#44;</span>77-86&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Tichon&#44; J&#46; G&#46;&#44; Wallis&#44; G&#46;&#44; Riek&#44; S&#46; y Mavin&#44; T&#46; &#40;2013&#41;&#46; Physiological measurement of anxiety to evaluate performance in simulation training&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Cognition&#44; Technology and Work&#44; </span>1-8&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Treynor&#44; W&#46;&#44; Gonzalez&#44; R&#46; y Nolen-Hoeksema&#44; S&#46; &#40;2003&#41;&#46; Rumination reconsidered&#58; A psychometric analysis&#46; <span class="elsevierStyleItalic">Cognitive Therapy and Research&#44; 27&#44;</span>247-259&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Verney S&#46; 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Información del artículo

ISSN: 11305274
Idioma original: Español

DOI:10.5093/cl2013a11

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año/Mes	Html	Pdf	Total

2024 Octubre	22	2	24
2024 Septiembre	42	4	46
2024 Agosto	37	3	40
2024 Julio	22	5	27
2024 Junio	35	7	42
2024 Mayo	20	2	22
2024 Abril	25	3	28
2024 Marzo	22	2	24
2024 Febrero	23	8	31
2024 Enero	14	4	18
2023 Diciembre	11	7	18
2023 Noviembre	16	2	18
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2022 Diciembre	15	4	19
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2019 Marzo	117	16	133
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2019 Enero	125	15	140
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2018 Noviembre	122	4	126
2018 Octubre	131	2	133
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2018 Mayo	121	8	129
2018 Abril	218	8	226
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2015 Noviembre	201	13	214
2015 Octubre	220	23	243
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2015 Julio	314	9	323
2015 Junio	381	21	402
2015 Mayo	547	26	573
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2015 Marzo	709	29	738
2015 Febrero	468	27	495
2015 Enero	433	32	465
2014 Diciembre	421	23	444
2014 Noviembre	550	41	591
2014 Octubre	632	25	657
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2014 Febrero	333	24	357
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