La asistencia sanitaria de calidad es aquella que se basa en las prácticas clínicas que tienen el mayor cociente beneficio-riesgo según la evidencia científica disponible y a unos costes razonables. La sobreutilización de procedimientos diagnósticos o terapéuticos de eficacia no probada es común en nuestro medio y genera un incremento del gasto sanitario y, potencialmente, yatrogenia. Iniciativas previas de coste-efectividad han propuesto identificar medidas diagnósticas y terapéuticas que sea mejor «no hacer» en determinados contextos clínicos bajo el prisma de la evidencia científica disponible. En esta línea, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha recogido una serie de recomendaciones de no hacer emanadas de sus diferentes grupos de trabajo y áreas de conocimiento. Estas recomendaciones cubren varias situaciones clínicas comunes clasificadas por las siguientes áreas temáticas: diabetes, obesidad, nutrición, hipófisis, tumores neuroendocrinos, tiroides y terapia hormonal sustitutiva en la mujer postmenopáusica.
Quality healthcare should be grounded on clinical practice with the highest benefit-risk ratio and cost-effectiveness according to the available scientific evidence. The overuse of unproven diagnostic or therapeutic procedures is common in our setting and leads to increased healthcare spending and even iatrogenic harm. Previous cost-effectiveness initiatives have proposed identifying diagnostic and therapeutic measures that are better ‘not done’ in certain clinical contexts under the lens of the available scientific evidence. In this regard, the Spanish Society of Endocrinology and Nutrition (SEEN) has compiled a series of ‘not-to-do’ recommendations from its various working groups. These recommendations cover common clinical situations classified into the following thematic areas: diabetes, nutrition, pituitary gland, neuroendocrine tumors, thyroid, and hormone replacement therapy in postmenopausal women.
La sobreutilización de procedimientos diagnósticos o terapéuticos de eficacia no probada es común en nuestro medio y genera un incremento del gasto sanitario1. El sobrediagnóstico puede producirse por realizar pruebas de cribado en población sana sin evidencia científica que las respalde o bien por la solicitud, a pacientes ya diagnosticados de alguna dolencia, de pruebas diagnósticas que solo aumentan el riesgo, las molestias y el coste2. El sobretratamiento se genera cuando se emplean procedimientos terapéuticos innecesarios, perjudiciales o que no inducen ninguna mejora relevante y, por tanto, no generan valor añadido3.
La asistencia sanitaria de calidad es aquella que se basa en las prácticas clínicas que tienen el mayor cociente beneficio-riesgo según la evidencia científica disponible y a unos costes razonables4,5. Se han producido diversas iniciativas para identificar intervenciones de bajo valor y mejorar la adecuación6,7. En 2012, la fundación American Board of Internal Medicine (ABIM) lanzó la campaña Choosing Wisely8 con el establecimiento de recomendaciones de nueve sociedades que posteriormente se fueron ampliando hasta más de 500 en el momento actual. En España, el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad9 pretende documentar y proponer iniciativas tendentes a disminuir la variabilidad no justificada de la práctica clínica, así como impulsar la elaboración y el uso de Guías de Práctica Clínica vinculadas a las Estrategias de Salud. El proyecto GuíaSalud10 es responsable de la coordinación metodológica de la iniciativa. Por su parte, Essencial11 es una iniciativa de la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS) que identifica prácticas de poco valor y promueve recomendaciones con el objetivo de evitarlas. El portal Divulgación de Iniciativas para Analizar la Adecuación en Salud (DianaSalud) ha sido desarrollado por el Programa de Epidemiología Clínica del Centro de Investigación Biomédica en Red Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), coordinado desde el Servicio de Epidemiología y Salud Pública del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona12 y permite consultar iniciativas nacionales e internacionales para identificar intervenciones de bajo valor y mejorar la adecuación13. La iniciativa Mejora de la Adecuación de la Práctica Asistencial y Clínica (MAPAC), a través de una metodología definida, pretende analizar de manera sistemática la adecuación de las prestaciones clínicas y asistenciales y formular recomendaciones y acciones concretas para mejorarla.
En línea con las iniciativas antes comentadas, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) se propuso en 2023 redactar un documento que recogiera una serie de recomendaciones de «no hacer» emanadas de los diferentes grupos de trabajo (GT) y áreas de conocimiento (AC) que la constituyen, con la finalidad de identificar actitudes, prestaciones o procedimientos clínicos y sanitarios inadecuados o de escaso valor en el ámbito de nuestra especialidad.
MétodosEl presente proyecto recibió la aprobación de la junta directiva de la SEEN el 28 de septiembre de 2023. Se invitó a todas las AC y GT a participar y finalmente se obtuvo la aceptación de las cinco AC de la sociedad (diabetes, obesidad, nutrición, neuroendocrinología y tiroides) y el grupo de trabajo de gónadas, identidad y diferenciación sexual. Los coordinadores de cada AC y GT nombraron un responsable del proyecto que se encargó de realizar la selección del problema de salud y el procedimiento asistencial objeto de revisión, dentro de su área de interés, así como de la revisión de la literatura y formulación y redacción de las recomendaciones pertinentes.
En la selección del problema de salud y el procedimiento asistencial, los autores tuvieron en cuenta su relevancia clínica valorada por la prevalencia del problema de salud y la gravedad de los inconvenientes que el uso de la práctica inadecuada puede generar. Una vez seleccionado el problema de salud y el procedimiento, el responsable de cada GT y AC realizó una búsqueda de la literatura científica para identificar evidencia que permita apoyar la formulación de la recomendación. Se priorizaron documentos de síntesis de la literatura existente que hayan valorado las aportaciones relevantes para apoyar las recomendaciones. Específicamente se identificaron guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas, otros documentos de síntesis y ensayos clínicos aleatorizados. Una vez identificadas las fuentes bibliográficas se valoró si eran adecuadas para el problema o procedimiento seleccionado, es decir, si los pacientes y la intervención sobre la que se deseaba formular la recomendación estaban adecuadamente incluidos en las referencias seleccionadas.
Cada recomendación se desarrolló de forma estructurada en tres apartados: redacción, fuente de la evidencia y justificación. La redacción se realizó de forma clara, directa y específica, en un solo párrafo. Posteriormente, se incluyeron unos párrafos justificativos con breve exposición de los factores que determinaron la selección de esta recomendación, así como un resumen justificativo de la evidencia disponible. Se incluyeron las potenciales ventajas para los pacientes y para el sistema sanitario.
Tras la redacción de las recomendaciones por el responsable, todos los miembros de cada GT y AC realizaron una primera revisión donde aportaron sus sugerencias o comentarios. Cuando se consiguió la redacción final de las recomendaciones de cada responsable de cada GT y AC, los coordinadores de los GT de la junta directiva de la SEEN realizaron la compilación y ordenación de las recomendaciones, unificación de estilo y redacción final del documento. Tras la compilación, se devolvió el documento a todos los responsables de cada GT y AC participantes para una segunda revisión por su parte. Tras esta segunda revisión, los coordinadores reelaboraron la versión final con los comentarios y sugerencias recibidos. Posteriormente se sometió el documento final a una tercera revisión por parte de todos los miembros de la junta directiva de la SEEN.
RecomendacionesDiabetesRecomendación 1No usar metformina de forma generalizada para prevenir diabetes en personas con prediabetes.
Fuente de la evidenciaMetatanálisis, revisiones sistemáticas y ensayos clínicos aleatorizados14–26.
JustificaciónHay tres argumentos que justifican esta recomendación: (a) aproximadamente dos tercios de las personas con prediabetes no desarrollan diabetes, incluso después de muchos años; (b) aproximadamente un tercio de las personas con prediabetes vuelven a la regulación normal de la glucosa; y (c) las personas que cumplen los criterios de prediabetes presentan un riesgo muy bajo de sufrir complicaciones microvasculares de la diabetes por lo que el tratamiento con metformina impactará poco en este resultado.
Recomendación 2No se recomienda utilizar metformina para el tratamiento de la diabetes gestacional.
Fuente de la evidenciaMetatanálisis, revisiones sistemáticas y ensayos clínicos aleatorizados27–34.
JustificaciónSe recomienda insulina y no metformina como tratamiento de primera línea, a pesar de sus potenciales efectos beneficiosos, ya que esta última atraviesa la placenta, generando dudas sobre su seguridad. Asimismo, se recomienda suspender este fármaco al final del primer trimestre cuando se ha utilizado en el tratamiento del síndrome del ovario poliquístico. En revisiones sistemáticas, la metformina se asoció con un riesgo menor de hipoglucemia neonatal y un menor aumento de peso materno respecto a la insulina, sin embargo, la metformina atraviesa fácilmente la placenta, lo que da como resultado niveles de metformina en la sangre del cordón umbilical tan altos o superiores que los niveles maternos simultáneos. Varios ensayos clínicos controlados y metanálisis han mostrado datos sobre alteraciones del crecimiento en aquellos fetos expuestos a metformina, presentado tanto un peso más bajo al nacimiento como un índice de masa corporal (IMC) mayor durante el seguimiento posterior en la infancia y la adolescencia.
ObesidadRecomendación 1No utilizar medicamentos de prescripción o de venta libre que no hayan sido aprobados por las agencias gubernamentales para el control de peso.
Fuente de la evidenciaRecomendación de sociedades científicas35–43.
JustificaciónEl objetivo del tratamiento de la obesidad, como enfermedad crónica, no es únicamente conseguir una pérdida de peso, sino inducir cambios favorables en la composición corporal y mejorar las complicaciones y la calidad de vida en ausencia de efectos secundarios clínicamente relevantes. Las agencias reguladoras certifican que todos los medicamentos aprobados para el tratamiento de la obesidad tienen un perfil de eficacia y seguridad adecuado y siguen unos criterios previamente establecidos. Debido a experiencias previas con algunos medicamentos aprobados, en su momento, para el tratamiento de la obesidad, en los que fue necesario suspender la comercialización por efectos adversos graves, hoy en día las agencias reguladoras exigen un perfil de seguridad, especialmente cardiovascular, adecuado para las personas con obesidad y para el tratamiento a largo plazo.
Recomendación 2No prescribir ni mantener tratamientos farmacológicos para el tratamiento de la obesidad durante la gestación y la lactancia.
Fuente de la evidenciaRecomendaciones de sociedades científicas44–48.
JustificaciónEn el embarazo y en la lactancia se recomienda ofrecer a las mujeres intervenciones de cambios en el estilo de vida que les ayuden a alcanzar y mantener un peso saludable. Sin embargo, el tratamiento farmacológico con los medicamentos aprobados no está indicado en el embarazo, en la lactancia o en las mujeres que desean gestación, debido fundamentalmente a la falta de estudios sobre la seguridad en este periodo.
Recomendación 3No realizar cribado de hipercortisolismo en todos los pacientes con obesidad.
Fuente de la evidenciaRecomendaciones de sociedades científicas49–61.
JustificaciónLas guías actuales señalan que no está indicado realizar un cribado de hipercortisolismo en todos los pacientes con obesidad, en ausencia de sintomatología específica. La presencia de obesidad, por sí misma, tiene una probabilidad pretest muy baja para el diagnóstico de síndrome de Cushing. Por otro lado, las pruebas bioquímicas de cribado pueden ser falsamente anormales en pacientes con obesidad.
NutriciónRecomendación 1No considerar los valores de albúmina para la valoración del estado nutricional en el período postoperatorio agudo y en el paciente hospitalizado.
Fuente de la evidenciaRecomendación de sociedades científicas62,63.
JustificaciónLa evidencia científica indica que el valor de albúmina no refleja el estado nutricional del paciente, sino que está influenciado por otros factores como la inflamación, la hidratación, la función hepática y la síntesis proteica. La albúmina es una proteína de vida media larga, que no se modifica rápidamente por la intervención nutricional. Por lo tanto, su uso como parámetro nutricional en el paciente operado u hospitalizado no es adecuado ni eficiente, y puede generar sobretratamiento o infratratamiento nutricional, así como un incremento en los costes.
Recomendación 2No medir pliegues cutáneos en pacientes que disponen de estudio de bioimpedancia.
Fuente de la evidenciaRecomendación de consenso de expertos37,64,65.
JustificaciónLa valoración de la composición corporal por bioimpedancia es una técnica más precisa que la medición de pliegues cutáneos y proporciona información detallada sobre la grasa corporal, la masa muscular y el agua corporal. Para la evaluación y seguimiento de pacientes con desnutrición o con obesidad, la información que obtenemos con bioimpedancia es mayor y más precisa. Realizar estas dos técnicas en un mismo paciente no añade más información y precisa más tiempo y recursos materiales y profesionales.
Recomendación 3No prescribir dietas trituradas en pacientes hospitalizados que puedan tomar dieta de fácil masticación o de textura normal.
Fuente de la evidenciaRecomendación de sociedad científica66–68.
JustificaciónEn relación con las dietas para el paciente hospitalizado, las guías de la European Society for Clinical Nutrition and Metabolism (ESPEN) insisten en la consigna de alcanzar los requerimientos con las menores restricciones que puedan influir en que la ingesta sea suficiente. Las dietas trituradas pueden causar disfagia por atrofia de masetero por desuso y desnutrición por limitación en la ingesta y su prescripción se debe limitar a aquellos pacientes que no sean capaces de poder tomar otro modelo de dieta oral.
Enfermedad hipofisariaRecomendación 1No solicitar resonancia magnética (RM) hipofisaria en pacientes con hiperprolactinemia sin haber descartado causas fisiológicas, enfermedades sistémicas, fármacos y/o extracción inadecuada.
Fuente de la evidenciaGrading of Recommendations, Assessment, Development and Evaluation69–79.
JustificaciónLa hiperprolactinemia puede aparecer por interferencias analíticas, respuesta fisiológica al embarazo, lactancia o estrés o por causas patológicas. Dentro de estas últimas es frecuente el efecto de numerosos fármacos (antidepresivos, antipsicóticos, antieméticos, estrógenos) y, en último lugar, pueden encontrarse tumores selares, bien prolactinomas u otros tumores con compresión infundibular. Dado que un 16% de la población general tiene lesiones hipofisarias, mayoritariamente inertes clínicamente, es importante seguir una correcta secuencia de evaluación clínico-analítica antes de solicitar una RM.
Recomendación 2No solicitar determinación de hormona de crecimiento (GH) basal en estudios de talla baja (TB).
Fuente de la evidenciaGuías clínicas que han empleado la metodología GRADE80–83.
JustificaciónLa GH es una hormona pulsátil cuyas concentraciones basales no orientan el diagnóstico de deficiencia de GH. La evaluación de la TB debe incluir parámetros antropométricos, exploración clínica para descartar rasgos dismórficos y datar el desarrollo psicomotor. Si se confirma TB las pruebas más orientativas son la radiografía de la mano, hemograma, velocidad de sedimentación globular, creatinina, electrolitos, bicarbonato, calcio, fosfato, fosfatasa alcalina, albúmina, tirotropina (TSH), tiroxina libre, factor de crecimiento insulinoide tipo 1 (IGF-1), anticuerpos anti-transglutaminasa y un cariotipo.
Recomendación 3No realizar una prueba de estímulo para el diagnóstico de deficiencia de GH del adulto si se constata IGF-1 disminuida y al menos otras tres deficiencias hormonales hipofisarias.
Fuente de la evidenciaGuías clínicas que han empleado la metodología GRADE84–89.
JustificaciónEn pacientes con otros tres déficits hormonales hipofisarios (entre corticotropina, TSH, gonadotropinas y/u hormona antidiurética), existe una alta probabilidad preclínica de deficiencia de GH del adulto. Por ello, en esta situación los niveles disminuidos de IGF-1 permiten confirmar el diagnóstico y evitar una prueba de estímulo. Es importante considerar las causas circunscritas de falsos positivos y negativos al interpretar los niveles de IGF-1.
Tumores neuroendocrinosRecomendación 1No solicitar pruebas de imagen pancreática en personas sin diabetes mellitus, con síntomas de hipoglucemia, en las que no se ha confirmado tríada de Whipple ni hiperinsulinismo endógeno como causa.
Fuente de la evidenciaGuías clínicas que han empleado la metodología GRADE90.
JustificaciónLos síndromes hipoglucémicos son muy poco frecuentes en personas que no reciben insulina o sulfonilureas como tratamiento antidiabético. Es importante confirmar primeramente el síndrome hipoglucémico mediante la tríada de Whipple (síntomas neuroglucopénicos, coincidencia de los mismos con glucemia de laboratorio <45mg/dL y resolución sintomática al tratar la hipoglucemia), bien espontáneamente o durante una prueba de ayuno de hasta 72 horas. Debe también confirmarse que la hipoglucemia es secundaria a hiperinsulinismo endógeno (insulina y péptido C no suprimidos durante la hipoglucemia). Únicamente si se ha confirmado esta tríada con hiperinsulinismo endógeno debemos solicitar una RM pancreática para descartar un insulinoma.
Recomendación 2No determinar cromogranina A (CgA) si no se suspenden con antelación los inhibidores de la bomba de protones.
Fuente de la evidenciaGuías clínicas que han empleado la metodología GRADE91–98.
JustificaciónLa CgA es una proteína de secreción de las células neuroendocrinas y las neuronas que puede elevarse en sujetos con tumores o hiperplasia de numerosas estirpes celulares endocrinas e incluso de tumores epiteliales. La CgA tiene una alta sensibilidad y una baja especificidad para detectar tumores neuroendocrinos. El tratamiento con inhibidores de bomba de protones produce aclorhidria y secundariamente una hiperplasia de células enterocromafin-like gástricas, que aumentan los niveles de CgA. Por ello, particularmente cuando utilizamos este marcador para un primer diagnóstico de tumores neuroendocrinos, es importante suspender estos fármacos o sustituirlos por anti-H2 al menos dos semanas antes de determinar este marcador.
Enfermedad tiroideaRecomendación 1No utilizar tratamiento supresor con levotiroxina en pacientes con carcinoma diferenciado de tiroides de bajo riesgo con respuesta excelente.
Fuente de la evidenciaRecomendación de sociedades científicas99–106.
JustificaciónLas guías de práctica clínicas más recientes clasifican el nivel de TSH objetivo dependiendo del riesgo de recidiva inicial y la evolución de la respuesta clínica (estratificación dinámica de riesgo) tras el tratamiento inicial. Además, intentan determinar el equilibro entre el tratamiento supresor con levotiroxina, y el riesgo de efectos adversos que la tirotoxicosis yatrógena mantenida puede originar. Por ello, se recomienda explícitamente, en pacientes con una respuesta excelente al tratamiento, que el nivel de TSH sérica se debe mantener en el rango bajo de la normalidad (entre 0,3-2 mU/L).
Recomendación 2No realizar ningún tratamiento en nódulos tiroideos benignos asintomáticos con normofunción tiroidea.
Fuente de la evidenciaRecomendación de sociedades científicas107–113.
JustificaciónEl tratamiento del nódulo tiroideo benigno solo es necesario en aquellos con función tiroidea autónoma o con sintomatología compresiva o problemas cosméticos. Las guías clínicas recomiendan realizar un seguimiento clínico sin tratamiento para los nódulos citológicamente benignos asintomáticos y también para aquellos con un leve aumento de tamaño. Se considera que el tratamiento con hormona tiroidea no está indicado en pacientes eutiroideos con enfermedad nodular tiroidea
Terapia hormonal en la menopausiaRecomendación 1No denegar de forma sistemática la terapia hormonal y no hormonal de la menopausia a mujeres sintomáticas menores de 60 años y con menos de 10 años de duración de la misma.
Fuente de la evidenciaRecomendación de sociedades científicas y revisiones sistemáticas114–132.
JustificaciónEl posicionamiento de las sociedades científicas y organizaciones profesionales proporcionan excelentes recursos para los equipos multidisciplinares (incluyendo ginecólogos, médicos de atención primaria, endocrinólogos, enfermeras y otros) que atienden a mujeres de mediana edad y mayores. Es importante que los clínicos reconozcan los primeros signos y síntomas de la transición menopaúsica y estén preparados para ofrecer tratamiento para mitigar estos síntomas. Se han descrito terapias hormonales y no hormonales, y se ha sugerido que el inicio temprano de la terapia hormonal tiene un papel beneficioso sustancial en el control de los síntomas, pero también en la mejora de la calidad de vida y la disminución de la mortalidad.
Recomendación 2No usar pellets para la menopausia.
Fuente de la evidenciaRecomendación de sociedades científicas y revisiones sistemáticas133,134.
JustificaciónLos pellets son terapias no aprobadas por la Food and Drug Adminisration (FDA), dado que carecen de datos sobre farmacocinética, seguridad y eficacia y no disponen de una etiqueta en la que se detallen los riesgos. Además, la terapia proporciona a las mujeres una dosis hormonal suprafisiológica, lo que plantea problemas de seguridad. Para comprender realmente los beneficios y daños de la terapia hormonal bioidéntica en forma de pellets para la menopausia se necesitan ensayos aleatorizados con seguimiento a largo plazo que comparen los productos bioidénticos con las terapias hormonales aprobadas para la menopausia.
ConclusiónLa reflexión estratégica 2023-2027 de la SEEN135, en su línea estratégica 3, pretende mejorar la atención y los resultados en salud de las personas con enfermedades endocrinas y/o nutricionales a través de la calidad, seguridad y humanización. Para ello considera que se debe promover la mejora de la calidad asistencial de los servicios y unidades de endocrinología y nutrición elaborando estándares de unidades e indicadores de desempeño de los servicios y unidades que posibiliten el análisis comparativo (benchmarking) y la mejora por emulación entre servicios de salud.
El presente documento pretende dar unas recomendaciones claras a los profesionales de la endocrinología que tengan una aplicación directa e inmediata en su práctica clínica. Las recomendaciones han sido seleccionadas y redactadas por miembros designados por las diferentes AC y GT de la SEEN que han participado en el documento. Aunque, evidentemente, no pueden abarcar todo el amplio espectro clínico de nuestra especialidad, los temas tratados y las recomendaciones formuladas tienen una evidente utilidad para la práctica diaria de los endocrinólogos clínicos.
Todas las recomendaciones aquí enunciadas se apoyan en documentos previamente publicados, tales como guías de práctica cínica y revisiones sistemáticas y ensayos clínicos aleatorizados. Se ha evitado la formulación de recomendaciones basada en evidencias indirectas, es decir, en estudios en los que los pacientes son diferentes a aquellos sobre los que se pretende aplicar la recomendación, o bien aquellos en que el procedimiento no es el que interesa de forma específica a cada recomendación concreta.
La principal limitación del presente documento viene dada por la falta de recomendaciones en algunas áreas de la especialidad. Aunque se ha incluido una recomendación para pacientes pediátricos, la mayoría de las recomendaciones presentadas son de aplicación en pacientes adultos. No se ha utilizado una metodología común de búsqueda de la información bibliográfica y selección de documentos para la redacción de las recomendaciones por las diferentes áreas y grupos participantes. En este documento se optó por dar libertad a los expertos seleccionados para que, según su criterio clínico, recopilaran las áreas temáticas que les parecieran más adecuadas y útiles para mejorar la práctica clínica de los endocrinólogos. Además, seguimos un riguroso proceso de revisión tanto de las recomendaciones seleccionadas como de los textos justificativos, ya que se realizaron dos revisiones por los grupos y áreas de la SEEN y, finalmente, una revisión por la junta directiva de dicha sociedad que aprobó el documento.
A pesar de la relevancia de diferentes campañas divulgativas para evitar las prácticas inadecuadas, su conocimiento y puesta en marcha en el día a día clínico es más bien escaso8. Incluso algunos estudios han mostrado solo un impacto moderado de la implantación de las recomendaciones propuestas136. Los autores del presente documento pensamos que su publicación y divulgación a través de una sociedad científica como la SEEN, con más de 2.500 afiliados, la mayoría de los cuales realizan asistencia sanitaria como principal actividad profesional, es un procedimiento adecuado para alcanzar un gran número de endocrinólogos que puedan aplicar las recomendaciones en la práctica clínica real de nuestro país. El presente documento refleja, por tanto, el resultado de un trabajo conjunto y coordinado de diversas AC y GT de la SEEN en el que se formulan distintas recomendaciones para la práctica clínica de la especialidad de endocrinología y nutrición.
Responsabilidades éticasAl tratarse de un estudio de revisión bibliográfica y coordinación de GT no se consideró necesaria la aprobación por parte de un comité ético. Sin embargo, previamente a su redacción, el proyecto fue aprobado por la junta directiva de la SEEN.
Pueden acceder al texto completo del documento en: https://manual.seen.es/article?id=6763e8fe-aed0-43a3-a6ae-767b0aca0133137
FinanciaciónEl presente documento no ha recibido ningún apoyo financiero de agencias del sector público, sector comercial o entidades sin ánimo de lucro.
Los autores agradecen a los coordinadores de las AC de la SEEN de diabetes, obesidad, nutrición, neuroendocrinología y tiroides y del grupo de trabajo de gónadas, identidad y diferenciación sexual su colaboración en la selección de los autores y en la revisión de los textos de las recomendaciones, así como a los miembros de la junta directiva de la SEEN por su aprobación del proyecto y su revisión del manuscrito.
Presidente: Ignacio Bernabéu; Vicepresidente Primero: Juan José Díez; Vicepresidente Segundo: Gabriel Olveira; Tesorera: María Alba Galdón Sanz-Pastor; Secretario: Alberto Fernández Martínez; Vocales: Enma Anda Apiñaniz, Manuel Gahete Ortiz, Nuria Vilarrasa García, Julia Ocón Bretón, Juan José López Gómez, Beatriz Lardiés Sánchez, Francisco Pita Gutiérrez.