Introducción: Los antitiroideos son fármacos de utilización diaria en nuestras consultas. Todos conocemos el riesgo de agranulocitosis descrito con su uso, sin embargo, no es frecuente en la clínica. Describimos el caso de una paciente que se encontró entre ese 0,2-0,5% de pacientes que presentan agranulocitosis complicada con enteritis neutropénica.

Caso clínico: Mujer de 41 años con antecedente de dislipemia e hipertiroidismo por enfermedad de Graves en tratamiento con metimazol, que ingresa en la unidad de cuidados intensivos por un shock séptico en el contexto de una agranulocitosis. Como foco infeccioso presenta amigdalitis ulceronecrótica y colitis neutropénica. Se inicia tratamiento con dieta absoluta, nutrición parenteral y antibioterapia de amplio espectro. Durante el ingreso presenta una perforación intestinal a nivel del ciego, por lo que se realiza una hemicolectomía derecha con anastomosis ileocólica urgente. En los días sucesivos se diagnostica de dehiscencia de la anastomosis, que requiere reintervención con ileostomía de descarga. A su llegada, los niveles de hormonas periféricas (HHTT) están controlados con esteroides y betabloqueantes. Sin embargo, se objetiva una descompensación del hipertiroidismo con aumento progresivo de HHTT a medida que se resuelve la agranulocitosis. Ante la imposibilidad de controlarlo con tratamiento médico se decide realizar tiroidectomía total. Previamente recibe tres sesiones de aféresis. Durante el postoperatorio no presenta complicaciones cervicales ni del metabolismo fosfocálcico, pudiendo ser dada de alta en el día 45 del ingreso con levotiroxina.

Discusión: La agranulocitosis inducida por los antitiroideos es un efecto adverso raro pero conocido. Es importante informar al paciente de los riesgos que conlleva su uso y de la necesidad de acudir a urgencias si presenta fiebre para evitar complicaciones graves. En casos de hipertiroidismo grave se dispone de la posibilidad de aféresis.