El objetivo principal del estudio es analizar si los alumnos de la enseñanza secundaria obligatoria (ESO) de la ciudad de Badajoz conocen los alimentos que forman parte de un desayuno saludable. Además se pretende ver la relación que tiene este conocimiento con los hábitos de estilo de vida y el rendimiento académico.
Material y métodoA una muestra representativa formada por 1.197 alumnos de ESO de la ciudad de Badajoz, 50,1% de mujeres, se les calculó el índice de masa corporal (IMC) y contestaron un cuestionario previamente validado en un estudio piloto que incluía variables sociodemográficas y otras relacionadas con los hábitos de estilo de vida. Además se les pidió que seleccionaran entre una serie de alimentos aquellos que formaban parte de un desayuno saludable.
ResultadosUn 49,12% de los adolescentes conoce los alimentos que forman parte de un desayuno saludable. Se obtienen correlaciones muy bajas entre todas las variables analizadas y el conocimiento de los alimentos que conforman un desayuno saludable. A pesar de ello, dentro de algunas variables se observan diferencias significativas (p<0,05) entre los subgrupos, como es el caso de alumnos con familias de nivel cultural bajo, de centros concertados, repetidores, sin hábito de lectura, que pasan mucho tiempo con los amigos, que han hecho dieta, hacen menos de 3 comidas diarias y dedican menos de 10min al desayuno y desconocen la cantidad de fruta que deben consumir diariamente.
ConclusionesLos hábitos de estilo de vida de los adolescentes no tienen correlación con el conocimiento sobre los alimentos que conforman un desayuno saludable.
The main objective of the study is to analyze whether students of Compulsory Secondary Education (ESO) of Badajoz city known foods that are part of a healthy breakfast. It also intends to see the relationship of this knowledge with lifestyle habits and academic performance.
Materials and methodA representative sample of 1197 secondary students in the city of Badajoz (Spain) (50.1% female) was calculated their Body Mass Index (BMI) and were asked to fill in a questionnaire, previously validated in a pilot study, which included sociodemographic items as well as others related with life style habits. They were also asked to choose among a series of food, which of them were a part of a healthy breakfast.
Results49.2% of adolescents know foods which are a part of a healthy breakfast. Very low correlations were obtained between all the variables analyzed and knowledge of foods that make up a healthy breakfast.
However, within a few variables are significant differences (P<.05) between subgroups, such as families of students with low cultural level of aided schools, repeaters, without reading habit, passing lot of time with friends, who have been on a diet, make less than 3 meals a day and spend less than 10minutes for breakfast and know the amount of fruit that should be consumed daily.
ConclusionsLife style habits of adolescents are not related to the knowledge about the foods that are part of a healthy breakfast
El desayuno está considerado como una de las ingestas alimentarias más importantes del día, puede aportar efectos positivos en la salud1 y ha mostrado ser un importante indicador de un estilo de vida saludable2. Debe permitir a los jóvenes estudiantes mantener una actividad física y, especialmente, intelectual a lo largo de toda la mañana3. Es más frecuente entre los adolescentes la omisión del desayuno o su realización de forma inadecuada o insuficiente, pudiendo ser factores determinantes en el condicionamiento de una dieta inadecuada y un estado de malnutrición4–6. A pesar de la relevancia nutricional del desayuno, los nuevos estilos de vida, con su falta de tiempo, están induciendo a consumir desayunos a contra-reloj y, en consecuencia, de baja calidad nutricional, lo que justificaría, por tanto, la estimación del consumo de alimentos en el desayuno de los adolescentes7.
El desayuno debería aportar un 20-30% de las necesidades diarias de energía8 y su calidad nutricional está condicionada por la inclusión de la tríada compuesta por lácteos, cereales y frutas o zumos de fruta fresca, que se pueden complementar con otros alimentos9. En nuestro entorno geográfico y/o cultural cuando se habla de desayuno conviene diferenciar entre el primer desayuno, o desayuno propiamente dicho, y el segundo desayuno, o almuerzo, que complementaría la ingesta matutina, tomándose en el centro escolar7.
Los escolares que acuden a los centros escolares tras un desayuno muy ligero, incompleto o nulo, tienen menor capacidad de atención y concentración y menor rendimiento físico matinal que quienes han tomado un desayuno suficiente, debido a que este puede incrementar la función cognitiva relativa a la memoria10. Así, un desayuno bien equilibrado permite evitar los efectos que describen los profesores como la disminución de la atención, cansancio, cefalea y somnolencia, con lo que disminuye el rendimiento intelectual9, siendo este efecto más pronunciado en niños con riesgo nutricional11. Pero los efectos del desayuno en el rendimiento escolar van a depender de la interacción de varios factores, entre ellos: el programa, las características del alumno (malnutrición) y la organización escolar12.
Cuando no se desayuna correctamente es muy difícil alcanzar las recomendaciones dietéticas diarias, especialmente de minerales y vitaminas, lo que ha forzado en algunos países a institucionalizar campañas estimulando el desayuno13,14.
El objetivo principal del trabajo es analizar si los adolescentes conocen los alimentos que forman parte de un desayuno saludable. Además se comparará este conocimiento con la ingesta real de otros estudios, tanto a nivel nacional como internacional, en sujetos adolescentes. Por último, pretendemos establecer el perfil de los adolescentes que desconocen los alimentos que forman parte de un desayuno saludable, teniendo en cuenta una serie de variables sociodemográficas y otras relacionadas con diferentes hábitos de estilo de vida. Finalmente analizaremos la relación existente entre este conocimiento y el rendimiento académico, tanto global como en la asignatura de educación física.
Material y métodoSelección de la muestraSe encuestó a 1.197 alumnos de los 4 cursos de la ESO de la ciudad de Badajoz, con edades comprendidas entre 12 y 18 años, con 14 años de media, siendo un 50,1% de sexo femenino. Dicha muestra fue aleatoria utilizando un muestreo por conglomerados.
La metodología utilizada fue cuantitativa, siendo el estudio transversal. Se definió un nivel de confianza que fue de ±2,5%, siendo el intervalo de confianza del 95,4%.
Recogida de la informaciónEl cuestionario estaba compuesto por 24 preguntas cerradas, cada una de ellas correspondía a una variable dependiente. La distribución de estas variables fue la siguiente: 5 de factores sociodemográficos, 5 relacionadas con el estudio, 3 sobre consumo de tóxicos, 5 de tiempo libre y de ocio, 3 sobre el descanso, 3 de composición corporal y 5 relacionadas con la alimentación.
Además, como variable independiente se les incluyó una pregunta en la que debían seleccionar, entre una serie de alimentos, aquellos que formaban parte de un desayuno saludable.
El contenido del cuestionario fue validado previamente a través de una comisión de expertos y en una muestra formada por 295 alumnos de la ESO.
Para clasificar el tipo de desayuno se tomó la decisión de adoptar los mismos criterios que en el estudio enKid15 y en el de Herrero y Fillat16, que los clasifican según la calidad: buena calidad (contiene, al menos, un alimento de cada uno de los 3 grupos: lácteos, cereales y fruta); mejorable calidad (falta uno de los grupos); insuficiente calidad: (faltan dos); mala calidad (faltan los tres).
Como no se trataba de analizar la calidad de la ingesta en el desayuno, sino de valorar si conocían los alimentos que formaban parte de un desayuno saludable, se tomó la siguiente clasificación: muy saludable (buena calidad); saludable (mejorable calidad); poco saludable (insuficiente calidad); nada saludable (mala calidad).
Aparte se calcularon las medias de las calificaciones finales del curso de todos los participantes, hallándose la nota media global de la asignatura de educación física (EF).
ProcedimientoPara la recogida y análisis estadístico de los datos se adquirió un dominio propio en Internet, y en él se instaló un software en lenguaje PHP y Java Script, unido a una base de datos diseñada en Mysql, específicamente para el estudio.
Todo el trabajo de campo fue dirigido por un único investigador, el cual les explicó el consentimiento informado antes de comenzar a contestar el cuestionario de forma individual y anónima en los ordenadores que tenían en sus propias aulas, o en las aulas de informática de los centros escolares, y les orientaba sobre la forma de contestar.
Mientras unos contestaban el cuestionario otros fueron tallados y pesados en una báscula analógica MB 201 Plus, que fue calibrada constantemente.
El tiempo medio de cumplimentación del cuestionario y de la medición antropométrica fue de fue de aproximadamente 12min.
Análisis estadístico de los datosPara el estudio del comportamiento de cada uno de los ítems del cuestionario se realizó un análisis descriptivo con porcentajes y medias y se calculó la desviación estándar; todo ello nos ofreció la información necesaria en relación con la opinión dada por los alumnos encuestados. Para establecer la relación entre las variables se utilizó el estadístico Chi-cuadrado de Pearson.
Para observar si existían diferencias estadísticamente significativas entre los ítems de una misma variable dependiente en relación con la variable independiente se utilizó la «t» de Student para muestras independientes y Anova de un factor, con intervalo de confianza del 95% (IC95%). Para establecer las diferencias entre grupos en cada una de las variables que mostraban diferencias estadísticamente significativas se realizaron pruebas post hoc utilizando el método Bonferroni.
Finalmente, para ver la correlación existente entre las variables se utilizó el método de Pearson.
ResultadosLa tabla 1 nos muestra cómo aproximadamente el 50% de los sujetos de estudio conocen los alimentos que forman parte de un desayuno «muy saludable», mientras un 2% desconocen totalmente los alimentos que lo forman.
Descripción de la muestra sobre el conocimiento de la calidad del desayuno
Nada saludable | Poco saludable | Saludable | Muy saludable | N | Mediaa | DT | |
Conocimiento sobre calidad del desayuno | |||||||
N | 25 | 158 | 425 | 588 | 1.197 | 2,32 | 0,782 |
% | 2,17% | 13,20% | 35,51% | 49,12% |
DT: desviación típica o estándar.
En la tabla 2, que muestra las variables sociodemográficas, solamente se observa una relación entre el nivel cultural de la familia, mostrando diferencias estadísticamente significativas (p<0,05), sin embargo la correlación es muy baja (r=0,08). Así mismo, se observan diferencias significativas entre las familias de nivel cultural bajo y las de nivel cultural alto.
Relación: conocimiento de la calidad del desayuno/variables sociodemográficas
N | Nada saludable | Poco saludable | Saludable | Muy saludable | Mediaa | DT | X2 | Contraste hipótesis | Correl. Pearson | |
Conocimiento sobre calidad del desayuno | ||||||||||
Sexo | ||||||||||
Hombre | 597 | 2,0% | 12,2% | 34,3% | 51,4% | 2,35 | 0,5 | 0,434 | T Student p>0,05 | –0,04 p>0,05 |
Mujer | 600 | 2,3% | 14,2% | 36,7% | 46,8% | 2,28 | ||||
Edad | ||||||||||
12 | 223 | 3,1% | 13,9% | 35,4% | 47,5% | 2,27 | 1,45 | 0,584 | Anova 1 factor p>0,05 | 0,03 p>0,05 |
13 | 291 | 2,7% | 12,4% | 38,8% | 46,0% | 2,28 | ||||
14 | 286 | 1,7% | 15,7% | 31,8% | 50,7% | 2,31 | ||||
15 | 222 | 1,4% | 8,1% | 36,0% | 54,5% | 2,44 | ||||
16 | 111 | 1,8% | 18,0% | 35,1% | 45,0% | 2,23 | ||||
17 | 49 | 2,0% | 12,2% | 38,8% | 46,9% | 2,31 | ||||
18 | 15 | 13,3% | 26,7% | 60,0% | 2,47 | |||||
Tipo de familia | ||||||||||
Monoparental | 79 | 3,8% | 11,4% | 32,9% | 51,9% | 2,33 | 0,61 | 0,326 | Anova 1 factor p>0,05 | 0,01 p>0,05 |
Nuclear | 253 | 1,6% | 15,4% | 36,4% | 46,6% | 2,28 | ||||
Ampliada | 852 | 2,1% | 12,8% | 35,9% | 49,2% | 2,32 | ||||
Desestructurada | 13 | 7,7% | 7,7% | 7,7% | 76,9% | 2,54 | ||||
Nivel económico familiar | ||||||||||
Bajo | 178 | 2,2% | 11,8% | 37,6% | 48,3% | 2,32 | 0,65 | 0,800 | Anova 1 factor p>0,05 | 0,01 p>0,05 |
Medio | 740 | 2,2% | 14,5% | 34,6% | 48,8% | 2,30 | ||||
Alto | 279 | 2,2% | 10,8% | 36,6% | 50,5% | 2,35 | ||||
Nivel cultural familiar | ||||||||||
Bajob | 110 | 5,5% | 20,0% | 26,4% | 48,2% | 2,17 | 0,53 | 0,04 | Anova 1 factor p<0,05 | 0,08 p>0,01* |
Medio | 495 | 2,4% | 12,9% | 39,0% | 45,7% | 2,30 | ||||
Altoc | 592 | 1,4% | 12,2% | 34,3% | 52,2% | 2,35 |
DT: Desviación típica o estándar.
En la tabla 3 es de destacar cómo todas las variables muestran una correlación r<0,10 con la variable independiente, algunas de ellas significativas. En la variable tipo de centro se observan diferencias estadísticamente significativas entre los que estudian en centros concertados y los que lo hacen en centros públicos; también los repetidores muestran diferencias significativas con los «no repetidores». En cuanto al tiempo de lectura existen diferencias significativas entre los que «no leen nada o casi nada» con los que lo hacen «entre 30 y 60min» y los que lo hacen «de una a 2h al día».
Relación: conocimiento de la calidad del desayuno/variables relacionadas con el estudio
N | Nada saludable | Poco saludable | Saludable | Muy saludable | Mediaa | DT | X2 | Estadístico | Correl.Pearson | |
Conocimiento sobre calidad del desayuno | ||||||||||
Tipo de centro | ||||||||||
Públicob | 696 | 2,2% | 10,8% | 35,2% | 51,9% | 2,37 | 0,53 | 0,03 | Anova 1 factor p<0,05 | −0,07 p>0,01* |
Concertadoc | 477 | 2,3% | 17,0% | 35,4% | 45,3% | 2,24 | ||||
Privado | 24 | 8,3% | 45,8% | 45,8% | 2,37 | |||||
Es repetidor | ||||||||||
No | 863 | 1,6% | 12,1% | 35,3% | 51,0% | 2,36 | 0,44 | 0,022 | «t» Student p<0,05 | −0,08* p>0,01 |
Sí | 334 | 3,6% | 16,2% | 35,9% | 44,3% | 2,21 | ||||
Tiempo de estudio diario | ||||||||||
Nada | 63 | 4,8% | 19,0% | 38,1% | 38,1% | 2,10 | 0,96 | 0,190 | Anova Un factor p>0,05 | 0,03 p>0,01 |
Menos de 1h | 294 | 3,4% | 9,9% | 36,7% | 50,0% | 2,33 | ||||
Entre 1 y 2h | 534 | 1,7% | 13,5% | 35,4% | 49,4% | 2,33 | ||||
Entre 2 y 3h | 221 | 1,8% | 15,8% | 31,2% | 51,1% | 2,32 | ||||
Más de 3h | 85 | 11,8% | 41,2% | 47,1% | 2,35 | |||||
Tiempo de lectura diaria | ||||||||||
Nada o casi nadab | 388 | 2,8% | 17,8% | 35,8% | 43,6% | 2,20 | 1,19 | 0,04 | Anova 1 factor p<0,05 | 0,10 p>0,01* |
Menos de 30min al día | 319 | 1,9% | 13,5% | 35,1% | 49,5% | 2,32 | ||||
Más de 30 y menos de 60min al díac | 287 | 2,1% | 10,8% | 34,5% | 52,6% | 2,38 | ||||
De 1 a 2h diariasc | 134 | ,7% | 7,5% | 39,6% | 52,2% | 2,43 | ||||
Más de 2h diarias | 69 | 2,9% | 7,2% | 31,9% | 58,0% | 2,45 | ||||
N.° de faltas mensuales al centro un día completo | ||||||||||
Ninguno/a | 828 | 2,1% | 12,2% | 36,2% | 49,5% | 2,33 | 1,05 | 0,314 | Anova Un factor p>0,05 | −0,04 p>0,01 |
2 | 304 | 1,6% | 15,8% | 32,9% | 49,7% | 2,31 | ||||
4 | 53 | 5,7% | 15,1% | 35,8% | 43,4% | 2,17 | ||||
6 | 12 | 8,3% | 8,3% | 50,0% | 33,3% | 2,08 |
DT: desviación típica o estándar.
El anexo i nos muestra cómo existe una tendencia indirecta entre el conocimiento sobre la calidad del desayuno y el consumo de tabaco, sin embargo esta tendencia no se observa con el consumo de alcohol ni de drogas ilegales. Los valores de correlación de todas las variables son inferiores a 0,09 y no muestran significación.
Describiendo los datos obtenidos en el anexo ii (tiempo libre y ocio), podemos observar de nuevo que aunque existe relación con algunas variables la correlación no es significativa en ninguna de ellas.
Existen diferencias estadísticamente significativas entre «el tiempo de práctica de actividad física semanal», el «tiempo dedicado a actividades culturales semanal» y el «tiempo dedicado a estar con los amigos diariamente». En esta última los que pasan «más de 3h» muestran menor conocimiento sobre el desayuno saludable.
Al hacer el estudio pormenorizado de los datos del anexo iii (descanso), podemos observar cómo ninguna de las variables analizadas muestra una correlación significativa con la variable dependiente.
Al analizar las variables relacionadas con la composición corporal (anexo iv) se observa de nuevo unos valores de r<0,06 entre estas y la variable dependiente. El percentil del IMC muestra diferencias estadísticamente significativas; es de destacar que los que tienen un mayor conocimiento del desayuno saludable son los del percentil más bajo (bajo peso). Una variable que muestra diferencias estadísticamente significativas es el hecho de que los alumnos hayan seguido alguna dieta para perder peso, teniendo mayores conocimientos los que no han seguido nunca una dieta.
Al estudiar los resultados del anexo v se aprecia cómo todas las variables relacionadas con la alimentación muestran relación con el conocimiento de un desayuno de calidad, y 3 de ellas además muestran diferencias estadísticamente significativas. Sin embargo, al igual que en el resto de las variables independientes analizadas en el estudio, la correlación no es significativa y los valores de r son cercanos al 0,1.
Al hacer las pruebas post hoc se observan diferencias significativas en 3 variables: entre los alumnos que hacen «4 o 5 comidas al día» y aquellos que hacen «solo 2 o menos» comidas diarias; entre los que dedican «entre 10-20min» a desayunar y los que dedican «menos tiempo o no desayunan a diario», siendo estos últimos los que peor conocimiento tienen; por último, también existen diferencias estadísticas entre los que creen que deben comer «entre 1-3 piezas de fruta a la semana» y los que creen que deben comer «2 o más piezas de fruta al día».
El conocimiento sobre el desayuno saludable muestra una tendencia a incrementarse con un mejor rendimiento académico global y el de EF, tal y como se puede observar en la figura 1. Esta variable influye de manera altamente significativa (p≤0,001) en el rendimiento académico global y en el de la EF. Sin embargo, la correlación es menor a 0,2 y no significativa en ambas variables.
A nivel global se pueden establecer 2 comparaciones entre subgrupos distintos con diferencias estadísticamente significativas: el primero, en el que se obtienen los peores resultados, está formado por los alumnos que tienen un conocimiento nada o poco saludable del desayuno, y el segundo grupo es el que está formado por los alumnos que tienen un conocimiento saludable o muy saludable, siendo estos últimos los que obtienen un mayor rendimiento académico.
En EF las diferencias significativas se dan entre los alumnos que conocen cómo es el desayuno muy saludable por un lado, y los demás por otro, obteniendo los primeros un mayor rendimiento académico.
DiscusiónAntes de comenzar con la discusión de los datos es necesario puntualizar una serie de limitaciones a la hora de realizar el estudio:
Al no disponer del consumo real del desayuno de la muestra, y no haber encontrado estudios que analicen el conocimiento del desayuno saludable, la discusión se ve limitada a la comparación de estudios de consumo real con los del conocimiento del desayuno saludable; debido a esto debemos ser cautos a la hora de realizar afirmaciones. La diversidad de metodología de los estudios analizados hace que resulte complicado poder comparar unos estudios con otros.
Por otro lado, al pasar el cuestionario en los propios centros a través de un software y no un papel, observamos que en algunas variables, principalmente consumo de tóxicos, los resultados son muy diferentes de los estudios realizados tanto en la ciudad17,18 como en el ámbito nacional19, lo cual hace pensar que no han sido completamente sinceros, achacando esto a la desconfianza que mostraron algunos sobre el hecho de que las respuestas pudieran ser filtradas a sus padres o al centro.
Vamos a centrar la discusión en los resultados, teniendo como referencia los consumos reales de la población adolescente en aquellas variables en las que hemos encontrado diferencias significativas, para finalmente analizar el rendimiento académico.
La omisión ocasional del desayuno es muy frecuente, tanto en Europa como en Estados Unidos (30-10% respectivamente)10; el porcentaje de aquellos que no tienen el hábito de desayunar a diario es de un 5-10% (rango 2-15%)2,8,9,20–24. Aun así los estudios nacionales25 y europeos26,27 reflejan una tendencia hacia el incremento en la calidad del desayuno y en los adolescentes que desayunan a diario5,28,29. Sin embargo, tan solo entre el 5-10% de los niños y jóvenes que desayunan habitualmente lo hacen de forma óptima15,30. Observamos que un 50% de nuestros alumnos conocen los alimentos que forman parte de un desayuno saludable, por lo que un 40-45% de ellos, a pesar de saber lo que deberían desayunar no lo harían.
Se calcula que sobre un 60% de los adolescentes toman un desayuno insuficiente31. En este sentido la diferencia de los que no conocen los alimentos que forman un desayuno completamente saludable (50%) y los que no lo consumen en la realidad (60%) se reduce, por lo que existe cierta concordancia. Sin embargo, es de destacar el 15% de los que no conocen ninguno o solo uno de los alimentos que conforman un desayuno saludable; en este caso sería lógico pensar que estos tienen una mayor tendencia a realizar desayunos poco saludables por desconocimiento.
Variables sociodemográficasLos varones suelen desayunar más que las chicas2,9, relacionándose de manera significativa la pertenencia al sexo femenino con la omisión del desayuno20,32,25. Según el conocimiento sobre el desayuno saludable no podemos afirmar que el género tenga relación alguna con el mismo.
La bibliografía nos muestra una relación inversa entre el consumo diario del desayuno y la edad23,33; lo cual no concuerda con el conocimiento del mismo observado en nuestro estudio, ya que no se observa relación entre las variables. Sin embargo, estos datos nos aportan una información que refuerza la idea de que los programas educativos no son eficaces, ya que los alumnos de mayor edad, y por tanto con mayor probabilidad de haber recibido información en los centros escolares sobre el desayuno saludable, no muestran un mayor conocimiento en relación con los más jóvenes.
Los adolescentes que viven en familias ampliadas tienen una tendencia a incrementar la frecuencia del desayuno y los de familias monoparentales menor2,27,34–36; sin embargo, esto parece no afectar al conocimiento de la calidad del mismo. Sorprendentemente son los alumnos de familias desestructuradas los que muestran mayor conocimiento, aunque la muestra es muy baja (n=13), por ello debemos ser prudentes al extraer cualquier conclusión al respecto.
La frecuencia de consumo del desayuno está inversamente relacionada con el nivel socioeconómico,37,38 estando la omisión del desayuno asociada a un bajo nivel32,39. Respecto a esta variable no hemos observado relación con el conocimiento del desayuno saludable.
Los adolescentes cuyos padres tienen un alto nivel académico muestran una relación positiva con el consumo del desayuno2. En este sentido, nuestros resultados muestran una tendencia similar al consumo real.
Variables relacionadas con el estudioEl tipo de centro en el que se estudia es una variable que muestra diferencias significativas entre los alumnos que estudian en centros públicos y los que lo hacen en centros concertados, siendo mayor el conocimiento del desayuno saludable en los centros públicos. Sería necesario un estudio en profundidad para aclarar la causa, que sería enormemente complicado, además podría ser una variable que fluctuara en función de la muestra, la localidad u otro tipo de variables, por lo tanto se considera prudente no establecer ninguna causalidad.
El hecho de ser repetidor hace que los conocimientos sobre el desayuno saludable sean significativamente menores que en los que no han repetido; esto coincide con los datos de consumo real que indican que mostrar un bajo nivel educativo en la adolescencia es un factor estadísticamente significativo asociado a la omisión del desayuno32.
En relación con el tiempo de lectura diario, según los datos estadísticos, los adolescentes que no dedican nada o casi nada de tiempo a leer cada día tienen menos conocimientos sobre el desayuno saludable.
Variables relacionadas con el consumo de tóxicosLa frecuencia de consumo del desayuno tiene una relación inversa con el consumo de alcohol y tabaco20,37, afectando significativamente ambas variables a la omisión del mismo32. Nuestros datos muestran que no existe relación en ninguna de las variables relacionadas con el consumo de tóxicos, aunque se observa que la distribución de la muestra está muy por debajo de los consumos reales en adolescentes, por lo que no serían demasiado fiables.
Variables relacionadas con el tiempo libre y de ocioLa frecuencia de consumo del desayuno está directamente relacionada con la práctica de actividad física20,37, así una práctica poco frecuente se asocia significativamente a un incremento de la omisión del mismo32. En relación con esta variable no se pueden establecer coincidencias con el conocimiento del desayuno saludable.
Sin embargo, donde sí se observan diferencias es en el tiempo que se pasa diariamente con los amigos, siendo los que pasan más de 3h diarias los que muestran un menor conocimiento sobre el desayuno saludable. En este sentido resulta difícil poder argumentar el por qué sin un estudio en profundidad.
Variables relacionadas con el descansoEn la actualidad, la principal razón para justificar la omisión del desayuno es la falta de tiempo y de hábito de desayunar40. El hecho de ir con demasiadas prisas por la mañana se asocia con un desayuno menos saludable y una menor frecuencia de consumo41. Sin embargo, no existe relación entre el conocimiento sobre el desayuno saludable y ninguna de las variables relacionadas con el tiempo de descanso.
Variables relacionadas con la composición corporalEl consumo regular del desayuno se asocia con la ausencia de trastornos del comportamiento alimentario42. La frecuencia de consumo del desayuno tiene una relación inversa con la dieta y con los medios de control de peso37. Los resultados obtenidos al hacer la cuantificación real tienen similitud con los hallados en nuestro estudio sobre el conocimiento del desayuno saludable.
Un desayuno adecuado se considera uno de los factores determinantes para la prevención de la obesidad infantil y juvenil43. Los estudios demuestran que la prevalencia de sobrepeso y obesidad disminuye en aquellos adolescentes que tienen un desayuno más saludable, de mayor calidad, mostrando relaciones estadísticamente significativas inversas entre la ingesta de energía en el desayuno y la frecuencia del desayuno con el incremento del IMC32,44–46. Además, un consumo regular durante años favorece el control del mismo en niveles adecuados, evitando el sobrepeso durante la adolescencia39,47, aunque no todos los estudios asocian la omisión del desayuno con el sobrepeso10,48. Sin embargo, en este estudio no se observa la concordancia entre el conocimiento y el consumo real.
Variables relacionadas con la alimentación y la nutriciónEl horario escolar influye significativamente en la calidad del desayuno, demostrando que aquellos que tienen más tiempo para desayunar lo suelen hacer con mayor calidad; sin embargo, parece no afectar a la omisión o no del mismo49. Los resultados obtenidos en nuestra investigación siguen una línea similar en relación con el conocimiento del desayuno saludable, es decir, aquellos que dedican entre 10-20min a desayunar tienen un mayor conocimiento.
Habitualmente los desayunos realizados por alumnos de la etapa de secundaria proporcionan una cobertura energética adecuada, lo que no indica que esta sea saludable, pues suele haber un consumo excesivo de azúcares refinados y deficiente en cereales y frutas7. Un consumo irregular del desayuno se asocia de manera significativa con el bajo consumo de fruta y vegetales en adolescentes, especialmente en las mujeres50. En nuestro caso se relaciona únicamente con el conocimiento de la cantidad de fruta que deberían comer diariamente, puesto que aquellos que indican que deben consumir más de 2 piezas diarias de fruta tienen un conocimiento significativamente superior.
Rendimiento académicoLos niños que no desayunan tienen carencias en su estado nutricional y muestran deficiencias importantes en su procesamiento secuencial, simultáneo y compuesto de la información, afectando también a la función cognitiva en niños sanos51,52, lo que conlleva un descenso en el rendimiento académico en ambos sexos53. Todo ello enfatiza la importancia que la calidad del desayuno y el estilo de vida tienen sobre el rendimiento escolar54, siendo la calidad del desayuno un componente importante en la interacción entre los factores de estilo de vida y la salud mental en la adolescencia30.
Está demostrado que la calificación media aumenta significativamente conforme se avanza en la calidad del desayuno, mostrando una relación directa entre ambas variables16; pero esta relación no es tan clara cuando se consideran las asignaturas individualmente. Con la EF existen estudios que curiosamente demuestran que los alumnos obtienen mejores calificaciones cuanto peor es la calidad del desayuno3, lo cual no concuerda con estudios que demuestran que la omisión del desayuno afecta significativamente a las respuestas fisiológicas del organismo al ejercicio55. Al analizar nuestros resultados encontramos que aquellos alumnos que conocen los alimentos que forman un desayuno muy saludable son los que obtienen un mayor rendimiento académico global y en EF, mostrando diferencias significativas con el resto.
ConclusionesTras analizar los datos extraídos podemos afirmar que las variables analizadas en relación con los hábitos de estilo de vida no tienen relación con el conocimiento de los alimentos que forman parte de un desayuno saludable en los alumnos de la ESO de Badajoz.
No podemos afirmar que el desconocimiento de los alimentos que forman parte de un desayuno saludable sea una de las causas que hacen que los adolescentes disminuyan tanto la calidad como la frecuencia de consumo del desayuno.
A pesar de todo ello se hacen necesarios más estudios sobre el conocimiento del desayuno para poder establecer relación con el consumo real.
Algunas de las variables analizadas muestran concordancia con los resultados obtenidos en estudios en los que se cuantifica el consumo real del desayuno o la omisión del mismo, entre ellas: el nivel académico familiar, ser repetidor, haber hecho dieta, el tiempo dedicado al desayuno y el conocimiento de la cantidad de fruta que se debe consumir.
Prácticamente la mitad de los alumnos desconocen la tríada básica (frutas, lácteos y cereales) que forman parte del desayuno saludable. Debido a ello se hace necesaria la intervención de las administraciones públicas para la puesta en marcha de programas de educación nutricional que destaquen la importancia del desayuno en esta etapa de la vida. Estos programas, además de ser coordinados por profesionales de la nutrición, deben orientarse principalmente a una población específica de alumnos que desconocen los alimentos que forman parte de un desayuno saludable; este perfil se define a través de los hábitos analizados en este estudio y sería el siguiente:
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Pertenece a una familia de nivel cultural bajo, estudia en un centro concertado, es repetidor, no tiene ningún hábito de lectura diario, dedica más de 3h diarias a estar con los amigos, ha hecho dieta alguna vez en la vida, hace menos de 3 comidas al día, no desayuna o dedica al desayuno menos de 10min al día y no conoce la cantidad diaria de fruta que debe tomar.
En relación con el rendimiento académico aquellos que tienen un mayor rendimiento académico, tanto global como en la asignatura de EF, conocen mejor los alimentos que forman un desayuno saludable.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.