La infección del tracto urinario es la infección bacteriana más frecuente observada en el ámbito ambulatorio: 1 de cada 3 mujeres desarrollará una infección urinaria que requerirá tratamiento con antibióticos antes de los 24 años y, al menos, el 50% una infección del tracto urinario durante su vida. Además, las infecciones del tracto urinario representan el 40% de las infecciones nosocomiales, usualmente asociadas a sondajes urinarios. Aunque el cultivo de orina no estaría indicado en todos los casos, estas muestras son las más abundantes en los laboratorios de microbiología clínica, y la carga de trabajo que conllevan tiene una repercusión importante en el funcionamiento del laboratorio. Se trata fundamentalmente de orinas ambulatorias ”dección media”, de las cuales el 60-70% son cultivo negativo. En la actualidad existen sistemas comerciales disponibles con objeto de automatizar y simplificar su procesamiento. Clásicamente se han considerado positivas orinas con recuento ≥ 105 UFC/ml, aunque se valoran recuentos más bajos en determinadas situaciones clínicas. Factores relacionados con este recuento, como el modo de obtención de la orina, su conservación y el uso de conservantes químicos, así como el significado de estos bajos recuentos son puntos críticos que se analizarán detalladamente. El desarrollo de resistencias antimicrobianas afecta, lógicamente, a los uropatógenos, fundamentalmente Escherichia coli, que sigue siendo el más frecuentemente aislado. El objetivo de este texto es hacer una revisión de los aspectos más relevantes que influyen en el diagnóstico microbiológico de las infecciones del tracto urinario.
Urinary tract infections (UTI) are the most common infectious diseases observed in primary care; up to one-third of women will have at least one symptomatic UTI by age 24, and more than one-half of women will be affected by the end of life. In addition, UTIs represent 40% of nosocomial infections, and being usually associated with urinary catheters. Although urine cultures would not be indicated in all cases, these samples are the most abundant in the laboratories of clinical microbiology. Thus, the working protocols applied to these samples have an important impact in the performance of the laboratory. The samples are collected by mid stream urine, and 60-70% of them are negative culture. At present, several commercial systems have been introduced in order to simplify and automate this process. A urine culture with ≥ 105 CFU/ml has classically been considered as positive, although lower counts are valued in certain clinical settings. Factors related to this count e.g. methods to obtain urine, conservation of the sample or use of chemical preservatives as well as low counts are critical points to be discussed in detail. The development of antimicrobial resistance logically affects uropathogens, mainly Escherichia coli, which remains the most frequently isolated in urine cultures. The aim of this paper is to review the most innovating aspects influencing the microbiological diagnosis of UTI.