En España, todavía no se reconoce oficialmente la especialidad de enfermedades infecciosas, pese a que ésta ha sido reconocida en la mayoría de los países desarrollados y a que existen unidades asistenciales de enfermedades infecciosas en las 17 comunidades autónomas, con estructura de servicios, secciones o unidades. La organización de un sistema formativo de posgrado en enfermedades infecciosas requiere el reconocimiento previo de la especialidad y el establecimiento oficial de un sistema formativo para futuros especialistas mediante el sistema de médicos internos residentes. Como consecuencia de la ausencia de reconocimiento oficial de la especialidad, no existe un programa específico de formación posgrado en enfermedades infecciosas. Esta situación impide la formación completa, íntegra, de calidad y evaluable, de los médicos que se dedicarán al cuidado de los pacientes con enfermedades infecciosas. Este cambio debe producirse lo antes posible para garantizar, como ocurre con el resto de especialidades médicas, la formación de nuevos especialistas que posibilite el mantenimiento de una atención de calidad y eficiente a los pacientes con enfermedades infecciosas pese al relevo generacional. Proponemos un modelo para la formación de especialistas en enfermedades infecciosas en el que definimos las competencias que el futuro especialista debe adquirir, el programa de formación que permita alcanzar dichas competencias y las características que deben poseer los centros donde los futuros especialistas deben formarse.
The Infectious Diseases specialty is not currently recognised in Spain, despite it existing in most developed countries and there being clinical Infectious Diseases units in the 17 Autonomous Communities, as Departments, Sections or Units. Before organising a post-graduate teaching system in Infectious Diseases, it has to be officially recognised as a specialty and an official training programme established for future specialists through the Medical Residents system. As the specialty is officially recognised there is no specific post-graduate programme in his field. This situation prevents the complete, qualified and evaluable training of the physicians who are going to be dedicated to the care of patients with infectious diseases. This change must take place as soon as possible to ensure, as in the rest of the medical specialties, the training of new specialists to be able to maintain quality and effective care of patients with infectious diseases despite the generational changeover. We propose a model for the training of specialists in Infectious Diseases, in which we define the competences that the future specialist must acquire, a training programme which will enable these competences to be achieved and the characteristics health centres must have for training future specialists.