Pacientes y métodos: Se han estudiado, de forma prospectiva, a los pacientes HIV positivos que presentaban fiebre de larga duración, con búsqueda activa de las lesiones ecográficas específicas. La estadística descriptiva se realizó mediante el análisis de la varianza. La rentabilidad diagnóstica de la ecografía se valoró mediante el cálculo de la sensibilidad, la especificidad, el valor predictivo positivo (VPP) y el valor predictivo negativo (VPN).
Resultados: Ciento dieciséis pacientes cumplieron los criterios de fiebre prolongada. Treinta y cinco (30,2%) presentaron alteraciones específicas en la ecografía: 12tenían lesiones hipoecoicas esplénicas (LHEE) múltiples (34,3%); 11 adenopatías abdominales (31,4%); 9 lesiones esplénicas y adenopatías (25,7%), y 3 tenían afectación hepatosplénica (AHE) y adenopatías (8,6%). Los diagnósticos finales de estos pacientes fueron: un caso de toxoplasmosis, 2 de infección por Mycobacterium avium-intracellulare (MAI), 7 sin diagnóstico definitivo y 25(71,4%) de TBC.
La media de linfocitos CD4 fue de 46,6 * 106/l células en los pacientes con alteraciones ecográficas y TBC y de 154,4 * 106/l en los pacientes con TBC sin hallazgos ecográficos, diferencia estadísticamente significativa con una p < 0,05.
La aparición de alguna de las alteraciones ecográficas tuvo una sensibilidad global del 37,3%, una especificidad del 79,6%, un VPP de 0,65 y un VPN de 0,51. El hallazgo aislado de LHEE tuvo una sensibilidad del 19,23%, una especificidad del 95,12%, un VPP de 0,83 y un VPN de0,47.
Conclusiones: La presencia de LHEE múltiples tuvo una elevada especificidad, superior al 95%, lo que convierte a este hallazgo, aunque infrecuente, en el de mayor rentabilidad diagnóstica en el estudio ecográfico de la TBC. Consideramos, por tanto, que la ecografía abdominal es de gran utilidad en la evaluación de los pacientes con infección por el HIV y fiebre prolongada, ya que la presencia de estas lesiones, en los individuos más gravemente inmunodeprimidos, puede indicar, con bastante seguridad, el diagnóstico de TBC extrapulmonar.
Patients and methods: HIV positive patients presenting fever of long duration were prospectively studied with an active search for specific echographic lesions. Descriptive statistics were performed by variance analysis. The diagnostic profitability of echography was evaluated by the calculation of sensitivity, specificity, positive predictive values (PPV) and negative predictive value (NPV).
Results: Criteria of prolonged fever was fulfilled by 116patients. Thirty-five (30.2%) presented specific echographic alterations: 12 had multiple hyoechoic splenic lesions (34.3%), 11 abdominal adenopathies (31.4%), 9splenic lesions and adenopathies (25.7%) and 3 showed hepato-splenic involvement and adenopathies (8.6%). The final diagnoses of these patients were: one case of toxoplasmosis, 2 MAI infection, 7 with no definitive diagnosis, and 25 (71.4%) tuberculosis.
The mean CD4 lymphocyte count was 46.6 * 106/L in patients with tuberculosis with no echographic findings, with a statistically significant difference of p < 0.05.
The appearance of some echographic alterations had a global sensitivity of 37.3%, a specificity of 79.6% a PPV of 0.65 and a NPV of 0.51. The isolated findings of hypoechoic splenic lesions showed a sensitivity of 19.23%, a specificity of 95.12%, a PPV of 0.83 and a NPV of 0.47.
Conclusions.: The presence of multiple hypoechoic splenic lesions showed an elevated specificity, being greater than 95%, making this finding, although infrequent, that of greatest diagnostic profitability in the echographic study of tuberculosis. We therefore consider abdominal echography to be of great usefulness in the evaluation of patients with HIV infection and prolonged fever since the presence of these lesions, in the most severely immunosuppressed patients, may strongly suggest the diagnosis of extrapulmonary tuberculosis.