Con relación a la carta científica publicada recientemente en la revista Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica por Capilla-Miranda et al.1, en la que se describe la opción de tratamiento con anfotericina B liposomal de una cistitis por Meyerozyma guilliermondii resistente a fluconazol, quisiéramos actualizar la información sobre la disponibilidad en España de la especialidad de anfotericina B desoxicolato.
Tal como informan los autores de la carta, es cierto que, en España, desde la retirada hace ya algunos años de la única presentación que existía de anfotericina B desoxicolato (Fungizona®), solo se comercializan 2 presentaciones lipídicas de este antifúngico (Abelcet® y Ambisome®)2, que se han consolidado como opción preferente cuando es necesario plantear un tratamiento por vía sistémica. A pesar de ello, no son poco habituales otras situaciones clínicas que precisan de la administración tópica de anfotericina B. Por sus características físico-químicas (hidrosolubilidad), facilidad de manipulación (libre de partículas lipídicas) y menor coste, clásicamente se ha utilizado la presentación desoxicolato para preparar diferentes formulaciones dirigidas a la administración por diferentes vías. Entre otras, la administración intravesical, como la planteada por Capilla-Miranda et al.1,3, la profilaxis o el tratamiento de la aspergilosis pulmonar por vía nebulizada4,5, la inyección intraocular en casos de infección fúngica de este espacio anatómico6 u otras situaciones que han requerido de la administración local de anfotericina B7.
A pesar de la ausencia de comercialización en España de una especialidad de anfotericina B desoxicolato para poder formular correctamente este antifúngico en los servicios de farmacia, creemos oportuno matizar la afirmación de los autores de la carta científica en cuanto a las dificultades para poder disponer de esta presentación del antifúngico, y quisiéramos compartir algunas opciones para obtener fácilmente anfotericina B desoxicolato. La primera, mediante formulación magistral, práctica regulada en cada comunidad autónoma a través de oficinas de farmacia legalmente establecidas para la producción de este tipo de medicamentos8, y la segunda, a través del programa de Acceso a Medicamentos en Situaciones Especiales habilitado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios9, que facilita la importación de viales de anfotericina B desoxicolato comercializados en otros países europeos. Ésta ha sido con toda probabilidad la vía de adquisición del medicamento en los casos publicados recientemente en esta misma revista3. Actualmente es posible la importación de la especialidad Amphotericin B® 50mg (Pharma International, SA).
Creemos que es interesante actualizar la información de la disponibilidad de anfotericina B desoxicolato en España, para facilitar la posibilidad de plantear una serie de tratamientos con esta presentación del antifúngico, mediante una formulación más sencilla en diferentes escenarios clínicos, con mayor experiencia clínica en numerosas indicaciones y con una evidente reducción del coste.
FinanciaciónLos autores declaran no haber recibido ningún tipo de financiación para la redacción de este texto.