La otitis media crónica simple (OMCS) es una enfermedad caracterizada por inflamación crónica de la mucosa del oído medio y mastoides, perforación de la membrana timpánica y otorrea. A diferencia de la otitis media aguda no se acompaña de otalgia ni fiebre. Es una afección de salud poco frecuente en países desarrollados y es causa de pérdida de audición infantil en poblaciones socialmente desfavorecidas.
Presentamos el caso de un varón de 15 años de edad, con historia de perforación timpánica bilateral desde los 16 meses de vida, hipoacusia de transmisión leve e hipotiroidismo subclínico. Contaba con antecedente reciente de estancia vacacional en la isla de Menorca donde realizó baños en el mar. Tres semanas posteriores a su regreso acudió a su médico de Atención Primaria por cuadro de aproximadamente un mes de evolución de otorrea bilateral, sin fiebre acompañante. En la exploración física se apreciaron ambos conductos auditivos externos con otorrea mucoide sin aparente sobreinfección fúngica. Se inició tratamiento antibiótico tópico con ciprofloxacino 1mg/0,5mL (1 gota cada 8h durante 6 días) no obteniéndose mejoría clínica y persistiendo la secreción por ambos oídos, por lo que se procedió a recoger una muestra de exudado ótico para cultivo aerobio y de hongos. La muestra se envió al laboratorio de Microbiología de este hospital para su procesamiento.
A las 24h de incubación crecieron en cultivo puro numerosas colonias de aspecto mucoso y brillantes, de color parduzco y con discreto efecto swarming (fig. 1) en agar sangre y agar chocolate (Becton Dickinson®, España) incubados en atmósfera enriquecida con CO2. Los medios de cultivo no contenían suplementos nutricionales adicionales. La prueba de oxidasa fue positiva y en la tinción de Gram se observaron bacilos gramnegativos pleomorfos, apreciándose formas bacilares, cocobacilares y cocoides (fig. 1). Se identificó al microorganismo como Vibrio alginolyticus por espectrometría de masas (MALDI-TOF, Bruker®, Beckman Coulter®) con score de 2,11. El microorganismo era sensible a amoxicilina/ácido clavulánico (≤2/1mg/L), gentamicina (≤2mg/L), tobramicina (≤2mg/L), ciprofloxacino (≤0,25mg/L), levofloxacino (≤0,12mg/L) y trimetoprima/sulfametoxazol (≤2/38mg/L) (Microscan® WalkAway System, panel EN51, Beckman Coulter), siguiendo los criterios del European Committee on Antimicrobial Susceptibility Testing (EUCAST) de 2021 para Enterobacterales. El cultivo para hongos fue negativo tras 48h de incubación.
Con este resultado microbiológico el paciente fue valorado por un otorrinolaringólogo quien le inició tratamiento antibiótico con amoxicilina/ácido clavulánico 500/125mg (1 comprimido cada 8h por vía oral durante 7 días) y con ciprofloxacino/acetónido de fluocinolona 3/0,25mg/mL en gotas óticas (6-8 gotas/día durante 5 días). La otorrea remitió en ambos oídos.
La OMCS en la infancia es una afección potencialmente grave, por lo que es necesario realizar un diagnóstico etiológico preciso para iniciar un tratamiento antibiótico dirigido y precoz. En el caso que presentamos, la relación existente entre el agente infeccioso etiológico y la exposición a agua de mar con alto contenido en sal está documentada en la literatura, así como la necesidad de la existencia de una patología ótica subyacente que facilite la infección1–5.
V. alginolyticus es la especie más halotolerante del género, requiriendo para su crecimiento óptimo una concentración mínima de NaCl del 1%. Este microorganismo no forma parte de la microbiota saprófita habitual de las vías respiratorias superiores, por lo que su adquisición es por contacto directo con agua marina o con sus derivados, como en el caso de nuestro paciente. El período de incubación de la infección ótica desde la inmersión acuática hasta la aparición de sintomatología es muy variable, habiéndose descrito algún caso con una latencia entre exposición y enfermedad de hasta 7 meses3. Las manifestaciones clínicas son muy similares a las de las otitis ocasionadas por otros microorganismos más prevalentes como Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus o E. coli. La presentación en niños y la etiología monomicrobiana por V. alginolyticus es extremadamente infrecuente en nuestro medio, habiéndose descrito hasta la fecha muy pocos casos en España. Se han documentado casos de otitis media donde este microorganismo ha sido aislado junto con otros como estafilococos coagulasa negativa, difteroides y Moraxella catarrhalis2–3, no variando la sintomatología clínica ni la duración del proceso infeccioso entre un tipo de infección u otro.
En cuanto a la sensibilidad antibiótica, este microorganismo presenta de manera constante sensibilidad frente a quinolonas, macrólidos, cefalosporinas de tercera generación, trimetoprima/sulfametoxazol, así como aminopenicilinas con inhibidores de beta-lactamasas1–4, por lo que una vez iniciado el tratamiento antibiótico dirigido, la evolución clínica es siempre satisfactoria.
Encontramos en este trabajo la limitación de no contar con una identificación del microorganismo mediante un método molecular, aunque el grado de precisión obtenido mediante MALDI-TOF fue adecuado para el género y la especie, con un alto score (>2,0).
Como conclusión, es necesario considerar en el diagnóstico microbiológico de las infecciones óticas a V. alginolyticus en aquellos pacientes que cuenten con el antecedente de exposición al agua de mar y patología ótica subyacente.