El artículo presenta una investigación cuyo objetivo fue explorar el funcionamiento psicosocial de los niños holandeses que tienen un padre o una madre en tratamiento por cáncer y las variables que pueden estar relacionadas positiva y negativamente con el desarrollo de problemas emocionales y conductuales.
MetodologíaAplicaron un diseño descriptivo retrospectivo, triangulando métodos cuantitativos (cuestionarios estandarizados) y cualitativos (entrevistas en profundidad).
La muestra estuvo compuesta por 14 padres (13 mujeres y 1 varón) con cáncer (tratados en el Departamento de Medicina Oncológica del Hospital Universitario de Groningen, Países Bajos), 12 parejas y 15 niños. Los pacientes habían completado su quimioterapia entre 2 y 52 meses antes del estudio de valoración. Para evaluar el funcionamiento conductual y emocional del niño se utilizó el Child Behavior Checklist (CBCL), que se pasó a los padres y el Youth Self-Report (YSR) que es la versión adaptada para niños mayores de 11 años. El funcionamiento familiar fue evaluado con 2 escalas de dimensión familiar (Gezins Dimensie Schalen [GDS]: cohesión y adaptabilidad).
Para obtener información en profundidad se realizaron entrevistas semiestructuradas a los padres y niños. Los médicos oncólogos y las enfermeras oncológicas se encargaron de introducir el estudio. Tras obtener el consentimiento informado, se enviaron por correo los cuestionarios y se concertó una entrevista a domicilio. En el análisis de datos, las puntuaciones de los padres y de los niños en los cuestionarios (CBCL, YSR y GDS) fueron comparadas con las puntuaciones normativas de los niños holandeses. Asimismo, se realizaron análisis correlacionales entre la adaptación/cohesión familiar expresada por padres e hijos y la prevalencia de problemas emocionales y conductuales en los niños. Las entrevistas se trataron mediante un análisis de contenido multifásico.
ResultadosLos resultados acerca del funcionamiento de los hijos (tanto por parte de los padres como de los niños) no difieren de la muestra normativa holandesa. Algunos niños puntuaron con valores clínicos o borderline en alguna de las escalas del YSR o del CBL. En las entrevistas, los padres de 11 de los 15 niños observaron cambios en el funcionamiento conductual y emocional de sus hijos después del diagnóstico. El problema con mayor prevalencia fue la ansiedad (n = 7) que se prolongó en forma de miedo a que sus padres pudieran morir. Los padres informaron de más problemas que los hijos. En relación con el funcionamiento familiar, los niños manifestaron una mejor funcionalidad familiar (57,1%) que sus padres (16,7%). Así mismo, los niños de familias con un funcionamiento familiar pobre mostraron ser más vulnerables. Las entrevistas aportaron 2 factores relevantes adicionales relacionados con los problemas conductuales y emocionales de los niños: la forma en que los padres transmitieron la información acerca de su enfermedad a los hijos y la capacidad para mantener la continuación de la vida cotidiana de la forma más normal posible.
DiscusiónLas conclusiones que se puedan extraer están limitadas, porque la muestra es muy pequeña. Sin embargo, los resultados indican que el funcionamiento familiar está relacionado significativamente con los problemas emocionales y de conducta de los niños cuyos padres tienen cáncer. Es necesario un mejor conocimiento de los factores que contribuyen al estrés psicológico de estos niños para desarrollar intervenciones acertadas. Los profesionales de la salud tienen un papel relevante en ello.
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