La aplicación de Guías de Buenas Prácticas es efectiva en la mejora de la práctica clínica y en la disminución de la variabilidad clínica. En España se implantan desde 2012 las Guías de Buenas Prácticas de la Asociación de Enfermeras de Ontario a través del Programa de Centros Comprometidos con la Excelencia en Cuidados®, siguiendo los principios del programa canadiense Best Practice Spotlight Organizations® (BPSO®). La Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud (Investén-isciii) coordina dicho programa en España, tras ser nombrada BPSO Host por la Asociación de Enfermeras de Ontario.
Se han seguido 4 estrategias: traducción de las Guías de Buenas Prácticas, difusión de las mismas y del programa, implantación de las GuÍas de Buenas Prácticas y evaluación de los resultados en centros seleccionados de forma competitiva, y, finalmente, desarrollo de mecanismos de sostenibilidad.
La implantación se apoya en el modelo teórico Knowledge to Action, que establece un ciclo de 6 fases: identificación del problema y formación a Centros Comprometidos con la Excelencia en Cuidados® seleccionados; adaptación al contexto local; evaluación de los facilitadores y barreras; adaptación e implantación de las intervenciones; monitorización y evaluación de resultados, y sostenibilidad. En cada una de estas fases se incorporan aquellos elementos basados en la evidencia que favorecen la efectividad de la implantación, como son la concurrencia competitiva para ser seleccionado candidato a participar en el programa, la selección por la institución de las guías a implantar, el liderazgo por enfermeras con un enfoque multiprofesional, la planificación del proceso a partir de estructuras de trabajo no verticales, pero con apoyo de la institución, el uso de múltiples estrategias de forma simultánea, la evaluación continuada y la retroalimentación de resultados, todo ello tutorizado y apoyado desde el BPSO Host.
Actualmente en España hay 27 instituciones de diferentes características que implantan en total 20 guías clínicas. Recientemente se ha ampliado el alcance y estructura del programa con centros coordinadores BPSO Host regionales, lo que ha ampliado el número de instituciones a 36 y el número de guías clínicas implantadas a 22.
El programa ha tenido un impacto positivo a nivel de las organizaciones y el sistema, en los procesos de cuidados y en la salud de los pacientes. Se observa en el enriquecimiento de la práctica profesional basada en la evidencia, el fomento del trabajo colaborativo en red, así como en la mejora en los resultados de salud de los pacientes y en la calidad de los cuidados prestados.
The implementation of Best practice guidelines is effective in improving clinical practice and reducing clinical variability. The Best Practice Guidelines of the Ontario Nurses Association have been implemented in Spain since 2012 following the principles of the Canadian programme of the Best Practice Spotlight Organisations® (BPSO®). The Nursing and Healthcare Research Unit (Investén-isciii) coordinates this programme in Spain, having been nominated BPSO Host by the Ontario Nurses Association.
Four strategies were followed: translation of the Best Practice Guidelines, dissemination of same and of the programme, implementation of the Best Practice Guidelines and assessment of the results in competitively selected centres, and, finally, the development of sustainability mechanisms.
Implementation is based on the theoretical Knowledge to Action model, which establishes a cycle of 6 phases: identification of the problem and training of selected BPSO®; adaptation to the local context; assessment of facilitators and barriers; adaptation and implementation of interventions; monitoring and evaluation of results, and sustainability. Each of these phases incorporate evidence-based elements that promote the effectiveness of implementation, such as the competitive selection of candidates to participate in the programme, selection by the institution of the guidelines to be implemented, leadership by nurses with a multi-professional approach, planning of the process from work structures that are non-vertical but with the support of the institution, the simultaneous use of multiple strategies, ongoing assessment and feedback of results. All of which is mentored and supported by the BPSO Host.
There are currently 27 institutions in Spain of different characteristics that implement a total of 20 clinical guidelines. The scope and structure of the programme has recently been extended with regional BPSO Host coordinating centres, which has brought the number of institutions to 36 and the number of implemented clinical guidelines to 22.
The programme has had a positive impact on organisations and the system, on care processes and on patient health. This is evidenced by enriched evidence-based professional practice, the promotion of collaborative networking and by improved patient health outcomes and the quality of care provided.
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