El tratamiento con rivastigmina, inhibidor de colinestarasa utilizado en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, presenta efectos adversos frecuentes (el 60%1 al menos uno), especialmente insomnio, náuseas y vómitos. No obstante, se han descrito efectos adversos gastrointestinales severos como la hemorragia digestiva alta secundaria a úlceras gástricas2.
Presentamos el caso de una mujer de 89 años con hipertensión arterial y diagnóstico reciente de enfermedad de Alzheimer en tratamiento con rivastigmina. Posteriormente valorada en Digestivo por vómitos postprandiales, astenia, hiporexia y pérdida de peso. El control analítico resultó anodino y se realizó gastroscopia (fig. 1). Ante la sospecha de posible etiología maligna se realizó toma de biopsias múltiples y tomografía computarizada (TC) toracoabdominal, sin hallazgos radiológicos ni histológicos relevantes.
(A)(B) Imágenes de gastroscopia donde se observa, mediante maniobra de retroversión, extensa ulceración y edematización afectando a curvadura menor gástrica e incisura (flechas negaras) con extensión hacia antro. (C)(D) Estudio radiológico de extensión mediante TC con contraste sin alteraciones destacables.
Ante sospecha de que pueda ser secundario a la rivastigmina, se suspendió de acuerdo con Neurología. Dos semanas después la paciente presentaba desaparición de la clínica y recuperación ponderal. Dado el contexto clínico de la paciente y la resolución del cuadro tras la suspensión de la rivastigmina, se desestimó la realización de otra gastroscopia para confirmar la regresión de las úlceras. La paciente ha permanecido asintomática durante el seguimiento.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.