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En 1947 se transformó en la población latinoamericana más numerosa y desde el 2001 se consolidó como la primera<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0005"><span class="elsevierStyleSup">1</span></a> población sobre el total de extranjeros. Los motivos de la migración estuvieron y están relacionados con la situación socioeconómica<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0010"><span class="elsevierStyleSup">2</span></a> que vive, hace décadas, la República de Paraguay. En la provincia de Río Negro, de la cual forma parte la ciudad de San Carlos de Bariloche, la migración paraguaya si bien tuvo sus primeros ingresos a fines del siglo xx, es recién después de la crisis del 2001<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0015"><span class="elsevierStyleSup">3</span></a> que presenta su crecimiento más significativo.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0020"><span class="elsevierStyleSup">4</span></a> Similar comportamiento tuvo este flujo migratorio en la ciudad de San carlos de Bariloche, donde sus primeros ingresos se registraron a fines de la década de 1970 y se profundizaron en los años posteriores a la crisis del 2001. Durante los años ochenta los migrantes paraguayos de la ciudad iniciaron sus primeras asociaciones colectivas: en 1982 fundaron la Asociación de Residentes Paraguayos (<span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span>), que fue la encargada, entre otras cosas, de trasladar la devoción a la Virgen de Caacupé; y en el año <a name="p207"></a>2010, producto de conflictos internos, un grupo de mujeres y jóvenes migrantes conformaron la Asociación Nativa Guaraní (<span class="elsevierStyleSmallCaps">angu</span>-<span class="elsevierStyleSmallCaps">A</span>).</p><p id="par0010" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La imagen de la Virgen de Caacupé junto con sus celebraciones religiosas y su devoción llegó a la ciudad en 1993 en forma de obsequio de una compatriota paraguaya a la agrupación <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span>. A partir de entonces, la colectividad incorporó la práctica religiosa devocional no sólo como uno de los actos más importantes de la agrupación sino también como un “dispositivo sagrado” que se resignificó cultualmente<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0025"><span class="elsevierStyleSup">5</span></a> y que, por tanto, construyó y construye pertenencia e identidad paraguaya desde la alteridad social barilochense.</p><p id="par0015" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Abordamos la devoción mariana no sólo como práctica de piedad,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0030"><span class="elsevierStyleSup">6</span></a> manifiesta en la oración y contemplación de sus fieles, sino también como expresión colectiva que trasciende lo religioso y se presenta con una dinámica de transformación histórica. Práctica cultual que tiene en cuenta a la liturgia católica y a los festejos de la colectividad, los cuales fortalecen vínculos interpersonales y que por su extensión, masificación y traslado, generan fuentes de identidades marianas.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0035"><span class="elsevierStyleSup">7</span></a> En este caso, siguiendo la idea de Eloísa Martín,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0040"><span class="elsevierStyleSup">8</span></a> sobre la Virgen de Luján, la Virgen de Caacupé, a través de su patronazgo, logra generar y sintetizar “simbólicamente” una identidad paraguaya o una paraguayidad propia en el destino.</p><p id="par0020" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En el presente trabajo buscamos indagar y profundizar sobre esas construcciones identitarias locales que el proceso de traslado y refundación de la devoción a la Virgen de Caacupé habilita y genera en San Carlos de Bariloche. Por ello, nos proponemos analizar el traslado y refundación de la devoción a la <a name="p208"></a>Virgen de Caacupé en San Carlos de Bariloche y profundizar la práctica religiosa desde su resignificación cultual y desde la alteridad barilochense en los procesos identitarios del grupo migrante. La resignificación y los procesos identitarios los abordamos desde diferentes planos o espacios: como práctica religiosa en sí misma (novena, peregrinación, misa y festejos), como la adopción y apropiación de un espacio público típicamente barilochense como es la Gruta de la Virgen de las Nieves, y desde los festejos patrios como fueron los del Bicentenario de la Independencia de Paraguay. En función de ello, organizamos el presente artículo en dos partes: una primera, dedicada a las características de la migración paraguaya en la ciudad y al origen y traslado de la advocación mariana a San Carlos de Bariloche para, finalmente, en la segunda parte, abordar la resignificación cultual y los procesos de identificación que generó la práctica devocional una vez en el destino.</p><p id="par0025" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La metodología que utilizamos, debido a la escasa presencia de registro escrito,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0045"><span class="elsevierStyleSup">9</span></a> es el método etnográfico a través de entrevistas orales (realizadas a representantes de instituciones estatales religiosas, referentes paraguayos en la ciudad y a paraguayos devotos de la Virgen de Caacupé y no devotos), de la observación participante del culto y especialmente de la figura del relato de vida,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0050"><span class="elsevierStyleSup">10</span></a> entendida como aquel fragmento del texto oral que da cuenta de aquellos temas que resulta relevante estudiar, al ser estos últimos los que condicionan el carácter de las entrevistas.</p></span><span id="sec0010" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle" id="sect0030">La migración paraguaya en San Carlos de Bariloche y la Virgen de Caacupé</span><span id="sec0015" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleLabel">a)</span><span class="elsevierStyleSectionTitle" id="sect0035">Etapas migratorias y agrupaciones paraguayas en la ciudad</span><p id="par0030" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p209"></a>Abordamos el proceso migratorio en la ciudad desde una perspectiva transnacional, que entiende la migración como forma de vida, en la que los migrantes forjan y sostienen relaciones sociales, económicas, políticas y religiosas que vinculan su lugar de origen con su lugar de destino generando nuevas territorialidades que atraviesan las propias fronteras nacionales.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0055"><span class="elsevierStyleSup">11</span></a> Perspectiva a la que le incorporamos la noción de “campo social” no sólo desde la mirada bourdiana<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0060"><span class="elsevierStyleSup">12</span></a> sino también desde el concepto de Peggy Levitt y Nina Glick Schiller.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0065"><span class="elsevierStyleSup">13</span></a> Entendido como “un conjunto de múltiples redes entrelazadas de relaciones sociales, a través de las cuales se intercambian de manera desigual, se organizan y se transforman las ideas, las prácticas y los recursos”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0070"><span class="elsevierStyleSup">14</span></a> Estos campos presentan múltiples dimensiones, con fronteras que no son necesariamente contiguas con las fronteras nacionales y una variedad potencial de redes, relaciones y formas de comunicación entre quienes se trasladan y los que se quedan. Las “redes sociales” entendidas como las cadenas de información son espacios donde las familias, los grupos de amigos y de vecinos se valen para decidir cuándo, cómo, con quiénes y a dónde migrar. Es decir, se trata de un bagaje de información ofrecida por las personas más conocidas y confiables que ya han migrado y que pueden proporcionar no sólo datos sino también apoyo en el traslado y subsistencia en el lugar.</p><p id="par0035" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p210"></a>San Carlos de Bariloche, ciudad rionegrina ubicada al noroeste de la Patagonia argentina y a escasos kilómetros de la frontera chilena, desde sus orígenes a fines del siglo <span class="elsevierStyleSmallCaps">xix</span> se destacó por ser receptora de una pléyade de corrientes migratorias, cuya presencia chilena es en especial importante.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0075"><span class="elsevierStyleSup">15</span></a> Durante las primeras décadas del siglo xx se incorporó a la migración fronteriza la llegada de sirios, libaneses, españoles, suizos, alemanes, italianos, etc. Así para 1920, según el Censo General de los Territorios Nacionales, la composición de la población en el departamento de Bariloche mostraba que 47.8% de los habitantes había nacido en el extranjero.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0080"><span class="elsevierStyleSup">16</span></a> Durante los años 1947 y 1960 la población se duplicó pasando de 6 562 habitantes a 15 995. La procedencia de estas migraciones, durante esos años, no era sólo extranjera, sino también proveniente de las áreas rurales del mismo departamento de Bariloche, de otras zonas de Río Negro<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0085"><span class="elsevierStyleSup">17</span></a> y migrantes urbanos provenientes de otras ciudades del país.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0090"><span class="elsevierStyleSup">18</span></a> Durante las últimas décadas del siglo xx y la primera del siglo xxi, con un crecimiento poblacional sostenido de la ciudad,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0095"><span class="elsevierStyleSup">19</span></a> advertimos la incorporación de nuevos flujos migratorios provenientes de países limítrofes como bolivianos, paraguayos, peruanos, <a name="p211"></a>entre otros, que se fueron ubicando en la periferia de la ciudad. Estos flujos migratorios, a lo largo de la última década, no sólo incrementaron el porcentaje de migrantes latinoamericanos en San Carlos de Bariloche sino que también generaron un cambio significativo en los patrones migratorios de la ciudad.</p><p id="par0040" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La migración paraguaya en este lugar respondió, al igual que en otros momentos y en otras zonas de Argentina, a la situación que vive hace décadas Paraguay y a las ofertas laborales que presentó la ciudad en el rubro de la construcción. En este sentido, identificamos dos etapas de arribo migratorio a San Carlos de Bariloche: la primera durante las décadas de 1970-1990 y la segunda por la crisis económica del 2001.</p><p id="par0045" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Los flujos migratorios, durante la primera etapa (1970-1990), se caracterizaron por ser acotados e inestables. La mayoría de paraguayos que llegaron a la ciudad en esa época se debió a las obras de las represas hidroeléctricas<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0100"><span class="elsevierStyleSup">20</span></a> sobre los ríos Limay y Neuquén. Así lo menciona Juan de Dios, uno de los primeros migrantes paraguayos en San Carlos de Bariloche: “la finalización de las obras coincidió con un crecimiento de Bariloche que tentó a muchos de ellos para quedarse a disfrutar de este hermoso lugar y otros estuvieron un tiempo y luego se fueron”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0105"><span class="elsevierStyleSup">21</span></a> Durante el primer tiempo el traslado era sólo de varones y luego, con la seguridad laboral, se incorporó el resto de la familia y se inició el asentamiento en la ciudad. Este proceso se realizó de forma dispersa en diferentes espacios barriales de la época. Así, por ejemplo, afirma Juan de Dios: “los primeros que vinimos no nos ubicamos en ningún asentamiento. Estábamos en distintos lugares, dispersos. por eso es que empezamos a unirnos y nos empezamos a juntar como colectividad”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0110"><span class="elsevierStyleSup">22</span></a></p><p id="par0050" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p212"></a>Durante la segunda etapa migratoria, luego de la crisis económica que atravesó el país en el 2001, la migración paraguaya presentó un nuevo impulso. Esto se debió a que durante esos años la modificación cambiaria benefició directamente al turismo y en consecuencia reactivó la actividad de la construcción, generando nuevamente la atracción de migrantes. Según los datos ofrecidos por la Delegación Nacional de Migraciones de San Carlos de Bariloche (<span class="elsevierStyleSmallCaps">dnm</span>), del total de trámites realizados por extranjeros, la comunidad paraguaya creció en forma exponencial durante los últimos años.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0115"><span class="elsevierStyleSup">23</span></a> Actualmente, se ubica como la segunda nacionalidad que más trámites realiza en la ciudad después de chile. En cuanto al lugar de recepción de la migración siguió predominando Buenos Aires, donde se incorporó, desde hace algunos años, una migración directa desde Paraguay con importante presencia de jóvenes migrantes entre 20 y 30 años de edad. Este cambio se puede vincular con la puesta en funcionamiento de las “redes transnacionales”, que se fueron construyendo entre familiares y amigos y con las agrupaciones de migrantes. Sobre este tema Juan de Dios nos comentaba que: “En esta nueva oleada de migrantes cuando se remodeló el Hotel Llao Llao<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0120"><span class="elsevierStyleSup">24</span></a> trajeron más de 100 paraguayos donde quedaron la mitad y ese 50% empezó a traer mucha más gente y nosotros los acompañamos”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0125"><span class="elsevierStyleSup">25</span></a> Este flujo continuo de población se ubicó y se ubica, en la actualidad, en la periferia de la ciudad en situaciones de extrema precariedad.</p><p id="par0055" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Este proceso de asentamiento también estuvo acompañado por la conformación de las asociaciones de migrantes en la ciudad que brindaron ayuda al recién llegado. La primera agrupación paraguaya se fundó en 1982 con el nombre Asociación de Residentes Paraguayos (<span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span>),<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0130"><span class="elsevierStyleSup">26</span></a> cuyo objetivo es “formar a la <a name="p213"></a>colectividad”,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0135"><span class="elsevierStyleSup">27</span></a> “unirse, recordar y difundir los aspectos de la cultura paraguaya”<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0140"><span class="elsevierStyleSup">28</span></a> y “bregar por la efectiva unión y fraternal convivencia de la familia paraguaya y ser hogar y amparo común de todos los paraguayos residentes y transeúntes en la ciudad”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0145"><span class="elsevierStyleSup">29</span></a> El primer y único presidente de <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> fue, el ya mencionado, Juan de Dios. Este migrante oriundo de Asunción llegó a Bariloche a fines de 1970, en 1982 organizó a la colectividad y a partir de ese momento pasó a ser el principal referente de la comunidad paraguaya de la ciudad. Liderazgo que se reforzó en el ámbito laboral, por las relaciones personales que se establecieron entre los migrantes y Juan de Dios debido a su conocido desempeño como contratista de obra, rubro de importante desarrollo en la ciudad, en el que trabajan la mayoría de los migrantes paraguayos. Es decir, este hombre se constituyó como referente de la comunidad migrante con base en relaciones que generaron y generan gratitudes y lealtades que le dan prestigio dentro de la comunidad y, en consecuencia, profundizan ese liderazgo personal. Así por ejemplo nos comentaba: “la mayoría que viene se dedica a la construcción. Yo de mi parte si le puedo dar trabajo se lo doy, yo soy contratista de obra, le doy trabajo o lo asesoramos, o le recomendamos a otro y así nos ayudamos mutuamente”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0150"><span class="elsevierStyleSup">30</span></a> Sin embargo, este liderazgo fue cuestionado a fines de 2010, cuando un grupo de mujeres se autoconvocaron y organizaron una asociación paralela a <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> con el nombre Asociación Nativa Guaraní (<span class="elsevierStyleSmallCaps">angu</span>-<span class="elsevierStyleSmallCaps">A</span>),<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0155"><span class="elsevierStyleSup">31</span></a> la cual contó con la adhesión de un importante número de jóvenes migrantes, recientemente llegados a la ciudad.</p><p id="par0060" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p214"></a><span class="elsevierStyleSmallCaps">angu-a</span> se autodefine como “transparente”, pues se ocupa de las problemáticas particulares de los paraguayos (documentos, vivienda, trabajo) y “horizontal”, pues todos tienen voz y voto.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0160"><span class="elsevierStyleSup">32</span></a> Esta nueva asociación en sus dos años de vida realizó varios eventos en la ciudad, como juntar fondos para la agrupación y ayudar a compatriotas con problemas de salud y dificultades económicas, además de otros que se realizaron de forma paralela a la agrupación <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> como los festejos patrios y religiosos. Estos últimos provocaron no sólo la materialización de la división de la colectividad paraguaya sino que también instalaron el “conflicto permanente” entre ambas asociaciones.</p></span><span id="sec0020" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleLabel">b)</span><span class="elsevierStyleSectionTitle" id="sect0040">La Virgen de Caacupé: origen y traslado de la advocación</span><p id="par0065" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Abordamos a la Virgen de Caacupé como una Virgen mestiza debido a que, según los relatos, su origen se relaciona con una intervención milagrosa de protección al pueblo guaraní, su iconografía consagrada con una serie de atributos (corona y joyas) y símbolos (la corona de doce estrellas, el mundo, la luna, el manto azul y la serpiente debajo de sus pies) nos remite a una Virgen Inmaculada de tradición hispánica.</p><p id="par0070" class="elsevierStylePara elsevierViewall">El origen de la Virgen de Caacupé, también llamada Virgen de los Milagros de caacupé, se entrecruzó con leyendas y relatos populares que fueron transmitidos de boca en boca en Asunción, ciudad capital de Paraguay. A diferencia de otras advocaciones marianas, la Virgen de Caacupé no fue producto de una aparición, sino que surgió en el siglo <span class="elsevierStyleSmallCaps">xvii</span> como imagen de una Inmaculada tallada en madera por un artista nativo guaraní, quien la realizó después de haber presenciado un “milagro”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0165"><span class="elsevierStyleSup">33</span></a> Este acontecimiento le confirió a la advocación una <a name="p215"></a>identidad local propia debido a que “particularizada por una fuente, un árbol o un determinado castillo con una vista panorámica (se diferencia) de cualquier otra Virgen”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0170"><span class="elsevierStyleSup">34</span></a> De esta manera, la advocación pasó a reconocerse con el nombre de Caacupé que significa en guaraní “detrás del monte” en alusión al lugar en el que se construyó el primer oratorio en honor a la Virgen.</p><p id="par0075" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La práctica religiosa a la Virgen de Caacupé en Paraguay la reconstruimos a partir de los relatos de nuestros entrevistados que fueron los que trasladaron la devoción y el culto a San Carlos de Bariloche. En este sentido, hemos podido distinguir que, en la actualidad, en Asunción, el culto a la Virgen de Caacupé se organiza en cuatro momentos: novena, peregrinación, misa y fiesta familiar. El primero, consiste en una reunión familiar en la que durante nueve días antes de la fecha, en algunos hogares se congregan amigos y familiares para rezar a la Virgen en señal de recogimiento y preparación espiritual. En relación a este momento, los entrevistados agregan que actualmente este evento no convoca a tanta gente como sí lo hace la peregrinación, el segundo momento devocional. Esta última, se inicia todos los 8 de diciembre en la madrugada, se vive como uno de los sucesos más esperados por los devotos, donde las familias se trasladan cantando y rezando en procesión al santuario, con imágenes personales, banderas, <a name="p216"></a>flores y cantos.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0175"><span class="elsevierStyleSup">35</span></a> A este momento le sigue, por un lado, la celebración de una misa en honor a la Virgen, en la que se obsequian ofrendas, pedidos y promesas para el año próximo y, por el otro, una feria de artesanías junto al santuario, que se organiza al finalizar la ceremonia religiosa. Luego, los devotos se retiran a sus hogares donde continúa el festejo con familiares y amigos.</p><p id="par0080" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En San Carlos de Bariloche, como en otros lugares del país, la devoción se trasladó junto con la imagen de bulto, la novena, la peregrinación, la misa y los festejos. La primera imagen de la advocación mariana llegó a Bariloche en 1993 como obsequio a la agrupación <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> por parte de una mujer paraguaya que estaba de visita por la ciudad. Esta primera imagen, de aproximadamente 30<span class="elsevierStyleHsp" style=""></span>cm, se entronizó en un altar de madera de similar tamaño al que la agrupación decoró con flores, velas y cintas de la bandera paraguaya y desde esa fecha hasta la actualidad se ha dado culto a la práctica religiosa en la ciudad. Los primeros festejos eran exclusivamente religiosos y poco concurridos. Se realizaba una novena como preparación espiritual donde se reunían algunas familias nueve días antes del 8 de diciembre, fecha en que se hacía la peregrinación hasta la Gruta de la Virgen de las Nieves<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0180"><span class="elsevierStyleSup">36</span></a> (a 10 km del centro de la ciudad) donde llevaban ofrendas y realizaban sus pedidos y promesas. Así lo comentaba un compatriota paraguayo: “Nosotros empezamos hace 17 años con esto y ahí teníamos una réplica chiquita […] Al principio íbamos y rezábamos unas oraciones entre dos o tres familias ahí a los pies de la Virgen de las Nieves. Después hacíamos un almuerzo a la canasta [.] y bueno así fue creciendo y hoy hace más de 10 años consecutivos que venimos haciéndolo con misa, fiesta y baile”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0185"><span class="elsevierStyleSup">37</span></a></p><p id="par0085" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p217"></a>Con el paso del tiempo, Caacupé se convirtió en una celebración muy importante para la comunidad migrante paraguaya de San Carlos de Bariloche. Se transformó en un espacio que hoy posibilita el encuentro de la colectividad, la unión de sus integrantes y el reconocimiento de la cultura paraguaya. La peregrinación en honor a Caacupé, hacia la Gruta de la Virgen de las Nieves, se hizo más concurrida, más difundida en la ciudad y más valorada por sus compatriotas. Se incorporó una misa al aire libre y un almuerzo comunitario con comidas típicas y música a la vera del río Gutiérrez. Sin embargo, a fines del año 2010, producto de los conflictos dentro de la asociación, esta primera imagen de bulto de la Virgen entró en disputa y quedó bajo la nueva agrupación <span class="elsevierStyleSmallCaps">angu-a</span>. Situación que generó que la agrupación <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> fuera a buscar a Paraguay una nueva imagen. Esta segunda imagen de bulto, mucho más grande (un metro) se exhibió por primera vez durante los festejos del 2010 en el altar al aire libre profundizando aún más los conflictos entre las agrupaciones.</p></span></span><span id="sec0025" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle" id="sect0045">Resignificacion cultual y procesos identitarios en el destino</span><p id="par0090" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Abordamos el concepto de identidad con el planteamiento de Stuart Hall,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0190"><span class="elsevierStyleSup">38</span></a> quien lo analiza desde el concepto de “identificación” en tanto proceso de construcción sociohistórica, atrapado en la contingencia y alejado de toda noción esencialista. Proceso en el que también se destacan discursos, prácticas y posiciones a menudo intersectadas y antagónicas que son construidas desde la diferencia, desde la relación con el “otro”, con lo que uno no es o con lo que precisamente nos falta, debido a que cada identidad designa como necesario a un “otro”, incluso uno silenciado e indecible. Es decir, la “identidad” se encuentra atravesada por los discursos y las prácticas que nos interpelan, por los <a name="p218"></a>procesos o prácticas discursivas que intervienen en la construcción de nuestra subjetividad y por las “posiciones” o “lugares” que tenemos o que se nos asignan en un contexto determinado. En función de ello, en este segundo apartado, abordaremos cómo el culto a la Virgen de Caacupé, desde sus inicios en 1993 hasta la fecha, se resignificó en la ciudad de San Carlos de Bariloche como “dispositivo identitario” y construyó pertenencia desde diferentes planos de análisis: la práctica religiosa, el espacio sagrado y los festejos patrios paraguayos. Para ello utilizaremos los resultados del trabajo de campo realizado durante el periodo 2010-2012.</p><span id="sec0030" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle" id="sect0050">Desde la práctica religiosa</span><p id="par0095" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La práctica religiosa en torno a la devoción de la Virgen de Caacupé, al igual que en su lugar de origen, se organiza en diferentes momentos (novena, peregrinación, misa y almuerzo comunitario) desde los cuales se pone en funcionamiento un proceso de “identificación” o, a decir de Brow,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0195"><span class="elsevierStyleSup">39</span></a> un proceso de “comunalización”<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0200"><span class="elsevierStyleSup">40</span></a> en el que los migrantes construyen pautas de pertenencia, actualizan la paraguayidad<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0205"><span class="elsevierStyleSup">41</span></a> y consolidan una “comunidad”<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0210"><span class="elsevierStyleSup">42</span></a> en el destino. Este proceso de identificación lo analizamos desde una instancia individual y desde otra colectiva. La primera, caracterizada por un movimiento que va de “adentro” hacia “afuera” donde “un actor social hace de sí mismo como idéntico (similar, semejante) a otro y, consecuentemente, provee cohesión a un grupo social al que le confiere sentido, y le brinda una estructura significativa que le permite asumirse como unidad”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0215"><span class="elsevierStyleSup">43</span></a> Mientras la segunda se analiza a partir de un doble movimiento, uno <a name="p219"></a>que va de “afuera” hacia “adentro”, que apunta a todo aquello que el “otro” piensa de “nosotros” (y que) contribuye en mayor o menor medida a definir a ese “nosotros” para luego, dar paso a la construcción de algún tipo de sentimiento de colectividad que puede definir “un nosotros diferenciado de un ellos”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0220"><span class="elsevierStyleSup">44</span></a></p><p id="par0100" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En cuanto al primer aspecto que corresponde a la novena, lo hemos observado como un momento de recogimiento y preparación espiritual de carácter individual. En este espacio se comparten charlas en las que se comentan experiencias personales que tienen que ver, algunas, con el proceso mismo de migración (dificultades económicas, problemas en el trabajo y vinculaciones personales) y, otras, que apuntan a la relación con la advocación y con la “comunidad” paraguaya en Bariloche (relatos milagrosos, experiencias en Paraguay y en Bariloche, recuerdos de anteriores festejos, agradecimientos, pedidos y promesas a Caacupé). En otras palabras, la novena se presenta como ese primer momento de reconocimiento individual o como dice Caggiano<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0225"><span class="elsevierStyleSup">45</span></a> de un movimiento propio del funcionamiento identitario que va de “adentro” hacia “afuera” donde el migrante se abre, resignifica prácticas y actualiza una identidad “nacional” que le confiere entidad y sentido de pertenencia. Este proceso de identificación lo vemos íntimamente relacionado con la representación que tiene la imagen de la Virgen de Caacupé para el migrante paraguayo. Es decir, la Virgen en tanto “símbolo”, a decir de Laclau y Mouffe,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0230"><span class="elsevierStyleSup">46</span></a> condensa un “significado” que desborda al “significante” y nos ofrece la posibilidad de entender la elección de la misma como un “dispositivo identitario”.</p><p id="par0105" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La peregrinación, en tanto segundo momento, la hemos percibido como un suceso especial y muy esperado por los devotos migrantes. La analizamos desde el concepto de Rosendahl<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0235"><span class="elsevierStyleSup">47</span></a> como manifestación simbólico-espacial, como un <a name="p220"></a>“desplazamiento por itinerarios pre-establecidos, con el fin de alcanzar lugares sagrados o realizar rituales en torno de puntos considerados significativos en términos étnico-religiosos”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0240"><span class="elsevierStyleSup">48</span></a> La peregrinación se vive desde la “fe en caminar (que) implica la obtención de trascendencia […], el peregrino poseedor de esta fuerza que se expresa en la vivencia espiritual, en el lugar ritualmente apropiado para tal manifestación, necesita trasladarse al lugar sagrado”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0245"><span class="elsevierStyleSup">49</span></a> En nuestro caso particular, la caminata no sólo representa un contacto religioso individual y colectivo donde se reza y se cantan canciones a la Virgen, sino que también se trata de un momento de “identificación” mutua, en el que los integrantes de la comunidad paraguaya se conocen, intercambian experiencias, toman tereré<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0250"><span class="elsevierStyleSup">50</span></a> y fundamentalmente hablan guaraní, generando ligas muy especiales y posibilitando un ambiente de familiaridad muy particular (véanse <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0005">imágenes 1</a> y <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0010">2</a>). Es decir, estas experiencias religiosas trascienden lo meramente espiritual y transforman a la Virgen de Caacupé en un “dispositivo identitario” que actualiza la paraguayidad, ésta condensa no sólo ciertos elementos propios de la cultura paraguaya como la lengua, las comidas y la música; sino que también incluye las experiencias cotidianas que viven y vivieron los migrantes paraguayos en el origen y en el destino. Así lo comentaba una migrante devota de la Virgen de Caacupé: “[…] ¡Encontrarnos por la Virgencita es una fiesta! Es algo muy fuerte, te levanta el espíritu te llena de ‘paraguayidad’. Hay algo muy fuerte entre nosotros, es una pasión. Es una comunicación muy importante porque tenemos una espiritualidad muy grande [...]”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0255"><span class="elsevierStyleSup">51</span></a> Es lo que Levitt y Schiler<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0260"><span class="elsevierStyleSup">52</span></a> mencionan como prácticas concretas y visibles que señalan pertenencia, que posibilitan el proceso de “identificación” que Caggiano<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0265"><span class="elsevierStyleSup">53</span></a> menciona como otro movimiento que propicia la construcción de un sentimiento de <a name="p221"></a>pertenencia colectiva que habilita vínculos interpersonales de confianza y solidaridad. Así lo comentaba una integrante de la agrupación <span class="elsevierStyleSmallCaps">angu</span>-<span class="elsevierStyleSmallCaps">A</span>: “[…] nos juntamos para hacer fiestas o eventos justamente para hacer contención con nuestra gente y estar hermanados permanentemente. Lo que sentimos es tan especial. Yo cuando voy a la casa de un paraguayo es ir a ‘mi casa’. Es algo mucho más allá de lo que es simplemente una amistad. Es usar lo de ella como lo mío y viceversa […]”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0270"><span class="elsevierStyleSup">54</span></a></p><elsevierMultimedia ident="fig0005"></elsevierMultimedia><elsevierMultimedia ident="fig0010"></elsevierMultimedia><p id="par0110" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p222"></a>Otro momento de análisis en la celebración mariana lo constituye la misa. Esta última se realiza al aire libre en la base de la Gruta de la Virgen de las Nieves, una vez que culmina la peregrinación. para dicho evento se prepara un altar decorado con flores, imágenes personales, velas, banderines, cintas de colores y una bandera<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0275"><span class="elsevierStyleSup">55</span></a> paraguaya de importante porte, que desde el 2010 un integrante de la comunidad confecciona con un tema particular para la ocasión (véanse <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0015">imágenes 3</a> y <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0020">4</a>). Desde sus inicios en 1993 hasta la fecha, la misa la preside Juvenal currulef, un sacerdote local de la parroquia Virgen Misionera,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0280"><span class="elsevierStyleSup">56</span></a> cuya <a name="p223"></a>historia personal estuvo muy vinculada con los “sectores populares”<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0285"><span class="elsevierStyleSup">57</span></a> de la ciudad. En 2001 se incorpora a la ceremonia el obispo de la diócesis de Bariloche quien ofrece la bendición final. También se encuentra presente, todos los años, una banda de músicos que acompaña a la colectividad, no sólo en la celebración religiosa sino también en el almuerzo comunitario.</p><elsevierMultimedia ident="fig0015"></elsevierMultimedia><elsevierMultimedia ident="fig0020"></elsevierMultimedia><p id="par0115" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Durante la celebración religiosa se observan dos ambientes muy significativos: uno que podríamos definir como “festivo devocional” y otro de “reivindicación colectiva” (véase <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0025">imagen 5</a>). El primero caracterizado por aquellos momentos que tienen que ver con una relación más personal con la devoción como la bendición de las réplicas personales, los rezos, los bautismos y casamientos que se celebran en nombre de Caacupé. Mientras, el segundo, se encuentra atravesado por todas aquellas manifestaciones (discursivas y visuales) de “reivindicación colectiva”, hacia el lugar de origen y destino desde donde se denuncia la exclusión social, el abuso laboral, la discriminación y se pide por la unión de la comunidad paraguaya en Bariloche a favor de una organización de los sectores populares. Es decir, en las celebraciones a la Virgen de Caacupé se ponen en juego otras expresiones, en las que “la celebración no es tan sólo lo que la superficie de su texto aparentemente expresa, sino también un escenario de disputa política y de reivindicación colectiva hacia ambos lados de la frontera”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0290"><span class="elsevierStyleSup">58</span></a> En el caso de Bariloche estas reivindicaciones se evidencian en las palabras de los sacerdotes, donde se menciona la exclusión y la lucha de los migrantes; las plegarias de los fieles, en las que se pide por la unidad de la colectividad y el reconocimiento del trabajo paraguayo en la ciudad; en las banderas enarboladas por los devotos paraguayos, en las que aparecen lemas como “Fuerza Paraguay” o figuras emblemáticas de lucha social como la imagen del “Che” <a name="p224"></a>y, por último, en la necesidad que se observa por parte de la comunidad paraguaya de exteriorizar la devoción para lograr visibilidad en la sociedad barilochense.</p><elsevierMultimedia ident="fig0025"></elsevierMultimedia><p id="par0120" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Todas esas acciones también pueden encuadrarse en conductas contrahegemónicas. <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0295"><span class="elsevierStyleSup">59</span></a> Estas nacen en condiciones de existencia diferenciales que administran las “jerarquizaciones socioculturales”<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0300"><span class="elsevierStyleSup">60</span></a> de los migrantes paraguayos en relación a los “otros” migrantes que se encuentran en la ciudad o lo que Caggiano<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0305"><span class="elsevierStyleSup">61</span></a> señala como el segundo movimiento que apunta a todo aquello que el “otro” piensa sobre un “nosotros”. Esta situación la observamos en una ciudad como Bariloche, donde se reconoce y se reivindica principalmente a la migración centro-europea en detrimento de las migraciones latinoamericanas.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0310"><span class="elsevierStyleSup">62</span></a> En este contexto urbano moldeado por los imaginarios de “la Suiza argentina” y la “tierra de pioneros europeos”, la irrupción en la vida pública barilochense de la Virgen de caacupé viene a develar la profundidad de una fragmentación social en constante crecimiento.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0315"><span class="elsevierStyleSup">63</span></a></p><p id="par0125" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p225"></a><a name="p226"></a>Para finalizar con los festejos se da paso a un almuerzo comunitario, en el que cada agrupación, desde el 2010, se ubica en diferentes lugares a la vera del río Gutiérrez, espacio aledaño a la Gruta de la Virgen de las Nieves (véase <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0030">imagen 6</a>). La jornada se inicia con un brindis a la Virgen realizado por Juan de Dios y por unas palabras del sacerdote Currulef. Se agradece la presencia de los devotos y se le pide a la Virgencita de Caacupé por la unidad de la comunidad migrante. Durante los tres registros realizados (2010, 2011 y 2012) es notable como se reitera el pedido de la unidad de la colectividad. Los festejos continúan con un asado y comidas típicas como sopa paraguaya y chipá. Durante el almuerzo, observamos un ambiente festivo que se percibe a través del intercambio de anécdotas, cantos en guaraní y bailes típicos que se prolongan durante varias horas de la tarde.</p><elsevierMultimedia ident="fig0030"></elsevierMultimedia><p id="par0130" class="elsevierStylePara elsevierViewall">De esta manera, la práctica religiosa devocional, en sus diferentes momentos, aparece para el migrante como un espacio de “hermandad paraguaya” a la que todos sienten pertenecer y en la que se canaliza una identidad comunitaria o una paraguayidad que interpela y reivindica a los sectores populares<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0320"><span class="elsevierStyleSup">64</span></a> de los cuales forma parte. Sectores sociales que no sólo transitan su existencia material en las márgenes de una ciudad fragmentada<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0325"><span class="elsevierStyleSup">65</span></a> en condiciones de pobreza, vulnerabilidad y desigualdad social, sino que también logran transformar dicha situación en emergentes de “identidades colectivas novedosas que enriquecen y pluralizan el <a name="p227"></a>tejido social”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0330"><span class="elsevierStyleSup">66</span></a> Emergentes que, como ya señalamos, se contraponen a la imagen de “la Bariloche postal”, como ciudad de la alegría permanente (o) la “Suiza argentina”, de las bellezas del paisaje al alcance de todos”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0335"><span class="elsevierStyleSup">67</span></a></p></span><span id="sec0035" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle" id="sect0055">Desde la apropiación del espacio</span><p id="par0135" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Las prácticas religiosas además de generar o actualizar vínculos identitarios también se proyectan en el espacio de destino y construyen nuevas territorialidades. Abordamos la noción de “territorio” y “espacio sagrado” desde la geografía de la religión a través de las propuestas de Carballo<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0340"><span class="elsevierStyleSup">68</span></a> y Rosendahl.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0345"><span class="elsevierStyleSup">69</span></a> En este sentido <a name="p228"></a>entendemos la noción de “territorio” como “un espacio apropiado, ocupado o dominado por un grupo social para asegurar su reproducción y satisfacer sus necesidades vitales, que pueden ser tanto materiales como simbólicas”, que en el caso de las prácticas religiosas estaría dado por las simbólico-culturales. De esta manera el “territorio” sería aquella síntesis entre la “producción pasada y presente”, que organiza su disposición y paisaje, mientras que “lugar sagrado” es el que tiene un pasado histórico o mítico, y se le considera como símbolo común e identitario.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0350"><span class="elsevierStyleSup">70</span></a> Siguiendo la misma línea de análisis, incorporamos la noción de “espacio sagrado” de Rosendahl<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0355"><span class="elsevierStyleSup">71</span></a> como aquel campo de fuerzas y valores religiosos que “eleva al hombre religioso más allá de sí mismo, que lo transporta a un medio distinto de aquel en el que transcurre su existencia”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0360"><span class="elsevierStyleSup">72</span></a></p><p id="par0140" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En nuestro caso de estudio los migrantes paraguayos eligen, adoptan, resignifican y sacralizan un espacio público como es la Gruta de la Virgen de las Nieves. Así lo comentaba el presidente de <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span>:<span class="elsevierStyleDisplayedQuote" id="dsq0005"><p id="spar0070" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall">[…]como se hacía la fiesta de la Virgen de las Nieves y como nosotros cada día somos más y somos muy devotos de la Virgen y muy católicos los paraguayos y como un día una señora nos trajo de Paraguay la imagen de la Virgen de Caacupé. […] Charlando en la colectividad pensamos en por qué no organizar una peregrinación y una misa ahí en Virgen de las Nieves y compartir un almuerzo en comunidad ahí a la canasta.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0365"><span class="elsevierStyleSup">73</span></a></p></span></p><p id="par0145" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Elección que se encuentra íntimamente relacionada, por un lado, con la dificultad de poder conseguir un terreno propio para construir una ermita, y por el otro, con las características que presentan los festejos de dicha advocación en la ciudad. En relación a esto último, resulta significativo hacer una breve mención a la advocación local para poder entender la apropiación del espacio por parte de los migrantes paraguayos.</p><p id="par0150" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p229"></a>La devoción a la Virgen de las Nieves inició en San Carlos de Bariloche a través de la Escuela Militar de Montaña, cuando Napoleón Irusta en 1944, un teniente coronel de esa Escuela, se salvó milagrosamente de un accidente el 5 de agosto, día de la Virgen de las Nieves. Luego de este episodio, el militar trajo una réplica de esa Virgen desde Buenos Aires y la colocó en una gruta natural a diez kilómetros de San Carlos de Bariloche, que se transformó en centro de peregrinación y devoción local y regional.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0370"><span class="elsevierStyleSup">74</span></a> Es por ello que en el año 1993 se la nombró Patrona de la diócesis de San Carlos de Bariloche y se institucionalizaron los festejos patronales con peregrinación, misa, almuerzo y feria al aire libre. En la actualidad, la Virgen de las Nieves es la devoción que más adhesión presenta en la ciudad (véanse <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0035">imágenes 7</a> y <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0040">8</a>). Todos los años peregrinan cerca de 10 000 personas especialmente de los sectores más humildes de Bariloche que se sienten convocados y asisten en diferentes columnas que se van uniendo en distintos momentos de la caminata. Resulta pertinente mencionar, que la colectividad paraguaya no sólo participa en la peregrinación colaborando en la organización del evento, sino que también se muestra activa portando la imagen de la Virgen de Caacupé (véanse <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0045">imágenes 9</a> y <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0045">10</a>). Estas características de la devoción a la Virgen de las Nieves se encuentran estrechamente vinculadas a los deseos que manifiestan los migrantes paraguayos para la celebración de Caacupé: “yo especialmente y los viejos que hemos iniciado esto queremos dejarla perpetuada […] nuestro sueño es tener una ermita y habíamos elegido un terreno en Nahuel Hue porque ahí tenemos varios compatriotas [...] y bueno la Virgen de las Nieves se encuentra muy cerca”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0375"><span class="elsevierStyleSup">75</span></a></p><elsevierMultimedia ident="fig0035"></elsevierMultimedia><elsevierMultimedia ident="fig0040"></elsevierMultimedia><elsevierMultimedia ident="fig0045"></elsevierMultimedia><p id="par0155" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Sin embargo, la imposibilidad de concretar la construcción de un “lugar sagrado” propio, fue lo que determinó la búsqueda de espacios alternativos de pertenencia que operaron como verdaderos “circuitos sagrados”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0380"><span class="elsevierStyleSup">76</span></a> Es decir, los migrantes paraguayos no sólo se apropiaron del espacio de la Virgen de las Nieves de forma simbólica-expresiva sino que interiorizaron al territorio su <a name="p230"></a>sistema cultural, a través del ritual y los festejos, así pues superaron la visión del territorio como objeto, y construyeron una realidad social interna que “pasó a convertirse en un territorio ‘invisible’ resultante de los procesos de interiorización del sujeto”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0385"><span class="elsevierStyleSup">77</span></a> Es por ello que, todos los 8 de diciembre, los cantos y charlas en guaraní, las banderas paraguayas, la imagen de Caacupé, la música y los rezos, se proyectan en este “espacio sagrado”, como “parte” del mismo y generan la posibilidad de que los migrantes en el destino construyan un nuevo relato identitario que se presenta fuertemente vinculado no sólo, con sus trayectorias migratorias sino también, con los “sectores populares” de la ciudad tomando como símbolo de pertenencia la devoción mariana de la Virgen de Caacupé.</p></span><span id="sec0040" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle" id="sect0060">Desde los festejos patrios paraguayos en San Carlos de Bariloche</span><p id="par0160" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En este apartado utilizamos la noción de símbolo, abordada, por un lado, mediante la propuesta de Geertz<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0390"><span class="elsevierStyleSup">78</span></a> como un “símbolo sagrado” que tiene como función “sintetizar el ethos de un pueblo —el tono, el carácter y la calidad de su vida, su estilo moral y estético— y su cosmovisión, el cuadro que ese pueblo se forja de cómo son las cosas en la realidad”<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0395"><span class="elsevierStyleSup">79</span></a> y, por otro lado, como un “símbolo de paraguayidad” que representa a un colectivo nacional particular, como aquel medio por el cual una “comunidad designa su propia identidad elaborando una representación de sí misma”,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0400"><span class="elsevierStyleSup">80</span></a> reconstruyendo un pasado y proyectando un futuro en común.</p><p id="par0165" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Los festejos por la Independencia de Paraguay en San Carlos de Bariloche se realizan desde los inicios de la agrupación <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span>. Estos eventos consisten en que <a name="p231"></a><a name="p232"></a>todos los 15 de mayo los migrantes se reúnen y festejan con un almuerzo comunitario no sólo la fiesta patria sino también el Día de la Madre. Durante estas celebraciones, los migrantes mencionan la presencia de la imagen de la Virgen de Caacupé, que identifican como la “Patrona y madre de todos los paraguayos”. Esta relación de Caacupé con dichos eventos se profundizó en el 2011, en el marco de los festejos por el Bicentenario<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0405"><span class="elsevierStyleSup">81</span></a> paraguayo, en donde la Virgen fue considerada “símbolo nacional”.</p><p id="par0170" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Los festejos por el Bicentenario en la ciudad, debido a los conflictos entre las dos asociaciones paraguayas, se realizaron por separado. La agrupación <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> los organizó los días 14 y 15 de mayo, en tanto <span class="elsevierStyleSmallCaps">angu-a</span> sólo el día 15.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0410"><span class="elsevierStyleSup">82</span></a> En este apartado nos interesa analizar el papel que cada agrupación le asignó en los festejos a la Virgen de Caacupé. Para ello, resulta pertinente abordar los festejos del Bicentenario desde la idea de Martín,<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0415"><span class="elsevierStyleSup">83</span></a> la cual nos permite analizar a la Virgen de Caacupé como símbolo de paraguayidad al construir pertenencia en el destino. En este sentido, aunque la imagen de esta Virgen estuvo presente en ambos festejos, éstos se efectuaron de diferente manera. Es decir, <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> centralizó la imagen en una misa especial, por el Bicentenario, mientras que <span class="elsevierStyleSmallCaps">angu-a</span>, la incorporó en el escenario principal donde se desarrollaron los momentos más importantes del almuerzo comunitario. A continuación abordaremos cada uno de los eventos con el fin de analizar el proceso de identificación de la advocación mariana.</p><p id="par0175" class="elsevierStylePara elsevierViewall">La celebración religiosa solicitada por <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> se realizó el domingo por la mañana en la catedral de la ciudad. Los migrantes paraguayos no sólo fueron los destinatarios de la misa sino que también participaron activamente en la locución, dirección del culto, ofrendas y cantos en guaraní. La Virgen de Caacupé, <a name="p233"></a>en tanto “símbolo”, ocupó el centro durante toda la ceremonia, pues se ubicó a los pies del Altar, y en cuanto al discurso, se vinculó directamente con los orígenes del pueblo paraguayo. Uno de los momentos que condensó el sentido y el significado del evento fue el inicio de la ceremonia religiosa. La misma comenzó con el ingreso de la imagen de la Virgen de Caacupé, por la puerta principal del templo, llevada en andas por un grupo de hombres y mujeres con trajes típicos paraguayos, escoltada por el sacerdote Juvenal Currulef y acompañada por monaguillos y las banderas de Paraguay y de Argentina (véanse <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0050">imágenes 11</a> y <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0050">12</a>). Lo interesante de este ingreso no fue sólo el protagonismo de la Virgen de Caacupé sino también las palabras introductorias que realizó la comunidad paraguaya para recibirla. Este discurso si bien inició con el motivo del encuentro de “festejar junto con los paraguayos y todo el paraguay el Bicentenario de la Independencia”, se centró en dos puntos claves: en primer lugar se hizo mención a que las “raíces de la cultura del Paraguay” se encuentran integradas por los “antepasados, los pueblos indígenas que originaron al Paraguay y que querían una tierra sin males”, la “tierra fertilizada por la paz y la justicia” y “la Virgencita de Caacupé madre de todo el pueblo paraguayo”.<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0420"><span class="elsevierStyleSup">84</span></a> Luego, se hizo una crítica al estado paraguayo por los “doscientos años de una independencia inconclusa, independencia por hacer, doscientos años de lucha, de muertes, de sacrificios, amargura y tristeza”<a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fn0425"><span class="elsevierStyleSup">85</span></a> y se realizó un pedido a Dios y a la Virgen por el pueblo paraguayo y por la unidad latinoamericana. Se evidenció, de esta manera, que Caacupé opera no sólo como un símbolo sagrado que intercede en las necesidades de los hombres, sino como un “símbolo de pa- raguayidad” a través del cual se recuerda, se construye y se reivindica un pasado común y se proyecta, en presencia del “otro” (en tanto “otro” migrante y en tanto “otro” por ubicarse en las márgenes sociales de la ciudad), un presente y un futuro de lucha y de reclamos sociales y políticos.</p><elsevierMultimedia ident="fig0050"></elsevierMultimedia><p id="par0180" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p234"></a>Los festejos de <span class="elsevierStyleSmallCaps">angu-a</span>, a diferencia de <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span>, no incluyeron ninguna ceremonia religiosa en honor a la Virgen. Sin embargo, esto no implicó que la Virgen de caacupé no haya sido protagonista de los festejos. Esto se observó tanto por el lugar (espacial y simbólico) que ocupó la imagen de la Virgen en el evento como por la ornamentación que se le incorporó para el mismo (véanse <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0055">imágenes 13</a> y <a class="elsevierStyleCrossRef" href="#fig0055">14</a>). en relación al primero, a la Virgen de caacupé se le asignó un lugar especial y visible en la fiesta, a un costado del escenario principal, espacio en el que transcurrieron todos los actos alusivos y hacia donde se dirigieron todas las miradas. en diferentes momentos del evento se procuró que la Virgen apareciera de fondo en todas las fotos, por ejemplo durante el himno nacional, los bailes típicos, las canciones en guaraní, el brindis y la partida de pastel; dejando traslucir la importancia de la imagen en tanto símbolo que condensa una identidad nacional. en este mismo sentido se ornamentó la imagen, incorporando cintas y velas de los colores de la bandera paraguaya y un cartel del Bicentenario que enalteció y visibilizó el patronazgo de esta advocación mariana.</p><elsevierMultimedia ident="fig0055"></elsevierMultimedia><p id="par0185" class="elsevierStylePara elsevierViewall"><a name="p235"></a>De esta manera, en ambos eventos la Virgen de caacupé no sólo representó y representa para la comunidad migrante un “símbolo sagrado” de devoción, sino que también se transformó en un símbolo nacional, un símbolo de paraguayidad a través del cual se recuerda a aquella “comunidad trascendente” que construye y reivindica un pasado común y que proyecta un presente y un futuro compartido.</p></span></span><span id="sec0045" class="elsevierStyleSection elsevierViewall"><span class="elsevierStyleSectionTitle" id="sect0065">Reflexiones finales</span><p id="par0190" class="elsevierStylePara elsevierViewall">En el presente artículo hemos analizado a la Virgen de caacupé como proceso de construcción social identitaria. para ello hemos abordado el traslado y refundación de la devoción por parte de los migrantes paraguayos a la ciudad de San carlos de Bariloche. este proceso en tanto estrategia simbólica históricamente construida, en clave de alteridad, nos ofreció la posibilidad de articular representaciones del pasado con prácticas del presente. en este sentido abordamos a la devoción mariana desde diferentes planos de análisis: la práctica religiosa, <a name="p236"></a>el espacio sagrado de proyección devocional y los festejos patrios paraguayos realizados en la ciudad.</p><p id="par0195" class="elsevierStylePara elsevierViewall">Desde la práctica religiosa devocional, en sus diferentes momentos, advertimos que los rituales y los festejos colectivos de los migrantes paraguayos, en el lugar de destino, se transformaron en eventos concretos y visibles que construyeron pertenencia o paraguayidad, posibilitaron el proceso de identificación y habilitaron vínculos interpersonales de confianza y solidaridad dentro de la comunidad migrante. Este proceso de identificación también lo hemos analizado desde su proyección espacial, la cual consistió en la apropiación simbólica de la Gruta de la Virgen de las Nieves, consolidando un “circuito sagrado” fuertemente vinculado con los sectores más pobres, vulnerables e invisibilizados de la ciudad. Esta reactualización identitaria quedó plasmada de forma más clara o evidente en los festejos por el Bicentenario paraguayo donde la Virgen de caacupé fue presentada por la comunidad migrante no sólo como un “símbolo sagrado” de devoción sino también como el “símbolo” paraguayo por excelencia.</p><p id="par0200" class="elsevierStylePara elsevierViewall">De esta manera, la devoción mariana una vez en el destino resignificó su culto y canalizó una identidad paraguaya o una paraguayidad que construye pertenencia en la actualidad e interpela y reivindica a los sectores populares de los cuales forma parte.</p></span></span>" "textoCompletoSecciones" => array:1 [ "secciones" => array:8 [ 0 => array:2 [ "identificador" => "xres400424" "titulo" => "Resumen" ] 1 => array:2 [ "identificador" => "xpalclavsec378035" "titulo" => "Palabras clave" ] 2 => array:2 [ "identificador" => "xres400423" "titulo" => "Abstract" ] 3 => array:2 [ "identificador" => "xpalclavsec378036" "titulo" => "Key Words" ] 4 => array:2 [ "identificador" => "sec0005" "titulo" => "Introducción" ] 5 => array:3 [ "identificador" => "sec0010" "titulo" => "La migración paraguaya en San Carlos de Bariloche y la Virgen de Caacupé" "secciones" => array:2 [ 0 => array:2 [ "identificador" => "sec0015" "titulo" => "Etapas migratorias y agrupaciones paraguayas en la ciudad" ] 1 => array:2 [ "identificador" => "sec0020" "titulo" => "La Virgen de Caacupé: origen y traslado de la advocación" ] ] ] 6 => array:3 [ "identificador" => "sec0025" "titulo" => "Resignificacion cultual y procesos identitarios en el destino" "secciones" => array:3 [ 0 => array:2 [ "identificador" => "sec0030" "titulo" => "Desde la práctica religiosa" ] 1 => array:2 [ "identificador" => "sec0035" "titulo" => "Desde la apropiación del espacio" ] 2 => array:2 [ "identificador" => "sec0040" "titulo" => "Desde los festejos patrios paraguayos en San Carlos de Bariloche" ] ] ] 7 => array:2 [ "identificador" => "sec0045" "titulo" => "Reflexiones finales" ] ] ] "pdfFichero" => "main.pdf" "tienePdf" => true "fechaRecibido" => "2013-06-12" "fechaAceptado" => "2014-02-06" "PalabrasClave" => array:2 [ "es" => array:1 [ 0 => array:4 [ "clase" => "keyword" "titulo" => "Palabras clave" "identificador" => "xpalclavsec378035" "palabras" => array:5 [ 0 => "Caacupé" 1 => "Paraguayidad" 2 => "Bariloche" 3 => "Devoción" 4 => "Identidad" ] ] ] "en" => array:1 [ 0 => array:4 [ "clase" => "keyword" "titulo" => "Key Words" "identificador" => "xpalclavsec378036" "palabras" => array:5 [ 0 => "Caacupé" 1 => "Paraguayan" 2 => "Bariloche" 3 => "Devotion" 4 => "Identity" ] ] ] ] "tieneResumen" => true "resumen" => array:2 [ "es" => array:2 [ "titulo" => "Resumen" "resumen" => "<p id="spar0060" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall">El presente trabajo busca indagar sobre las construcciones identitarias en torno a la Virgen de caacupé de los migrantes paraguayos en san carlos de Bariloche, ciudad rionegrina ubicada al noroeste de Patagonia, de los migrantes paraguayos. En función de ello, se analiza el traslado y refundación de la devoción mariana, y se hace hincapié en cómo la práctica religiosa se resignificó en el lugar de destino y cómo la devoción operó, desde la alteridad barilochense, en los procesos identitarios del grupo migrante.</p>" ] "en" => array:2 [ "titulo" => "Abstract" "resumen" => "<p id="spar0065" class="elsevierStyleSimplePara elsevierViewall">This paper seeks to investigate the constructions of identity around the Virgin of caacupé of the Paraguayan migrants in san carlos de Bariloche, Río Negro city located to the northwest of Patagonia, of the Paraguayan migrants. Accordingly, the transfer and refounding of Marian devotion, with an emphasis on how religious practice is redefined in the place of destination and how devotion is operated, from the barilochense otherness, in the identity of the migrant group processes.</p>" ] ] "NotaPie" => array:85 [ 0 => array:3 [ "etiqueta" => "1" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0005">La población nacida en Paraguay que vive en Argentina pasa de 240 450 con 14.9% del total de la población extranjera, en 1991 a 325 046 que equivale a 21.2% en el Censo 2001 y a 550 713 con 30.5% en el Censo 2010. Instituto Nacional de Estadística y Censos (<span class="elsevierStyleSmallCaps">indec</span>), <span class="elsevierStyleItalic">Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001, Resultados definitivos</span>, Buenos Aires. En <a class="elsevierStyleInterRef" id="intr0005" href="http://www.indec.gov.ar/webcenso/provincias_2/provincias.asp">http://www.indec.gov.ar/webcenso/provincias_2/provincias.asp</a>. <span class="elsevierStyleSmallCaps">indec</span>, <span class="elsevierStyleItalic">Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010: Año del Bicentenario</span>. En <a class="elsevierStyleInterRef" id="intr0010" href="http://www.censo2010.indec.gov.ar/">http://www.censo2010.indec.gov.ar/</a>.</p>" "identificador" => "fn0005" ] 1 => array:3 [ "etiqueta" => "2" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0010">Situación marcada por “la concentración de tierras, la inexistencia de industria, la ausencia de políticas públicas que contengan a la población, la descampesinización y la precariedad que presentan las condiciones de vida las que obligan a los paraguayos a considerar la emigración como alternativa”, en Gerardo Halpern, <span class="elsevierStyleItalic">Etnicidad, inmigración y política. Representaciones y cultura política de exiliados paraguayos en Argentina</span>, Prometeo Libros, Buenos Aires, 2009, p. 77.</p>" "identificador" => "fn0010" ] 2 => array:3 [ "etiqueta" => "3" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0015">Crisis económica profunda que afectó las condiciones materiales de la sociedad. Esta situación generó en diciembre de 2001 un levantamiento masivo que obligó a renunciar al presidente Fernando de la Rúa. Pocos días después se puso fin a la convertibilidad de la moneda nacional con el dólar, política neoliberal que estructuró a la economía argentina durante una década.</p>" "identificador" => "fn0015" ] 3 => array:3 [ "etiqueta" => "4" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0020">La población paraguaya en la escala provincial pasa de 338 en el 2001 a 1 123 en 2010. <span class="elsevierStyleSmallCaps">indec</span>, Censo 2001, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>. y Censo 2010, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0020" ] 4 => array:3 [ "etiqueta" => "5" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0025">Entendemos culto como “un conjunto de signos eficaces de la evangelización” y un elemento relacional que se exterioriza mediante distintas acciones (oraciones, ritos, celebraciones, peregrinaciones, imágenes, reliquias, etcétera), en Bifet Esquerda, <span class="elsevierStyleItalic">Diccionario de la evangelización</span>, Madrid, Biblioteca de autores cristianos, 1998, p. 170.</p>" "identificador" => "fn0025" ] 5 => array:3 [ "etiqueta" => "6" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0030">Loc. cit.</p>" "identificador" => "fn0030" ] 6 => array:3 [ "etiqueta" => "7" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0035">Fortunato Mallimaci, “El Catolicismo argentino desde el liberalismo integral a la hegemonía militar”, en <span class="elsevierStyleSmallCaps">vv aa</span>, <span class="elsevierStyleItalic">500 años de cristianismo en Argentina</span>, Buenos Aires, <span class="elsevierStyleSmallCaps">cehila</span>/Centro Nueva Tierra, 1992, p. 285.</p>" "identificador" => "fn0035" ] 7 => array:3 [ "etiqueta" => "8" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0040">Eloísa Martín, “La Virgen de Luján: el milagro de una identidad nacional católica”, en <span class="elsevierStyleItalic">VII Jornadas sobre Alternativas Religiosas en Latinoamérica</span>, Buenos Aires, 1997.</p>" "identificador" => "fn0040" ] 8 => array:3 [ "etiqueta" => "9" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0045">Algunos artículos publicados en diarios locales, folletería de los festejos por el Bicentenario y archivos del obispado de San Carlos de Bariloche.</p>" "identificador" => "fn0045" ] 9 => array:3 [ "etiqueta" => "10" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0050">Daniel Bertaux, “El enfoque biográfico. Su validez metodológica, sus potencialidades”, en <span class="elsevierStyleItalic">Proposiciones, Historias y relatos de vida: investigación y práctica en las ciencias sociales,</span> núm 29, Santiago de Chile, Sur Ediciones, 1999, y <span class="elsevierStyleItalic">Los relatos de vida: perspectiva etnosociológica</span>, Barcelona, Bellaterra, 2005.</p>" "identificador" => "fn0050" ] 10 => array:3 [ "etiqueta" => "11" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0055">Nina Basch, Lila Glick Schiller y Cristina Blanc-Szanton, “Transnacionalism: a New Analytic Framework for Understanding Migration”, reprinted from “Towards a Transnational Perspectives on Migration”, en <span class="elsevierStyleItalic">Annals of the New York Academy of Science</span>, vol. 645, 1992.</p>" "identificador" => "fn0055" ] 11 => array:3 [ "etiqueta" => "12" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0060">“[…] espacios de juego históricamente constituidos con sus instituciones específicas y sus leyes de funcionamiento propias [...] donde es necesario que haya algo en juego y gente dispuesta a jugar, que esté dotada de los habitus que implican el conocimiento y reconocimiento de las leyes inmanentes al juego, de lo que está en juego […]”, en Pierre Bourdieu, <span class="elsevierStyleItalic">Cosas dichas</span>, Buenos Aires, Gedisa, 1988, p. 136.</p>" "identificador" => "fn0060" ] 12 => array:3 [ "etiqueta" => "13" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0065">Peggy Levitt y Nina Glick Schiller, “Perspectivas internacionales sobre migración: conceptualizar la simultaneidad”, en <span class="elsevierStyleItalic">Migración y Desarrollo</span>, México, 2004.</p>" "identificador" => "fn0065" ] 13 => array:3 [ "etiqueta" => "14" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0070"><span class="elsevierStyleItalic">Ibid</span>., p. 66.</p>" "identificador" => "fn0070" ] 14 => array:3 [ "etiqueta" => "15" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0075">En su mayoría chilenos de origen alemán provenientes de la zona de Llanquihue. Véase Laura Méndez, “Bariloche, 1880-1935: procesos migratorios, prácticas políticas, organización social”, en Martha Ruffini y Ricardo Masera [coords.], <span class="elsevierStyleItalic">Horizontes en perspectiva: contribuciones para la historia de Río Negro, 1884-1955</span>, vol.1, Viedma, Legislatura de Río Negro/Fundación Ameghino, 2007.</p>" "identificador" => "fn0075" ] 15 => array:3 [ "etiqueta" => "16" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0080">Dentro de ese grupo, 78% era de origen chileno, 4.3% español, 3% italiano, 0.9% alemán, 0.8% turco, 0.5% suizo y 0.9% de otras nacionalidades. Véase Brenda Matossian, <span class="elsevierStyleItalic">Migración y segregación urbana en ciudades medias. Chilenos en San Carlos de Bariloche, Patagonia- Argentina</span>, Berlín, Editorial Académica Española, 2012, p. 113.</p>" "identificador" => "fn0080" ] 16 => array:3 [ "etiqueta" => "17" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0085">Pilcaniyeu, Comallo, Clemente Onelli, Ingeniero Jacobacci, Maquinchao, entre otras.</p>" "identificador" => "fn0085" ] 17 => array:3 [ "etiqueta" => "18" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0090">Matossian, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>, p. 113.</p>" "identificador" => "fn0090" ] 18 => array:3 [ "etiqueta" => "19" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0095">Población total de San Carlos de Bariloche en los diferentes Censos. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas (1970, 1981, 1991, 2001, 2010): 29 963 en 1970, 51 268 en 1981, 81 001 en 1991, 93 000 en 2001 y 108 205 en 2010. Instituto Nacional de Estadística y Censos, <span class="elsevierStyleItalic">Censo Nacional de Población, Familias y Viviendas 1970</span>, Buenos Aires, Instituto Nacional de Estadística y Censos (<span class="elsevierStyleSmallCaps">indec</span>). <span class="elsevierStyleItalic">Censo Nacional de Población y Vivienda 1980. Serie D, Población, Total del País, por Provincia, Departamento y Localidad</span>. <span class="elsevierStyleSmallCaps">indec</span>, Buenos Aires. Instituto Nacional de Estadística y Censos (<span class="elsevierStyleSmallCaps">indec</span>). <span class="elsevierStyleItalic">Censo Nacional de Población y Vivienda 1991. Resultados definitivos. Características seleccionadas, Total del País</span>. Serie B, núm. 25, Buenos Aires, <span class="elsevierStyleSmallCaps">indec</span>, Censo 2001, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>. y Censo 2010, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0095" ] 19 => array:3 [ "etiqueta" => "20" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0100">Represas Hidroeléctricas de los ríos Limay y Neuquén: Chocón y Cerros colorados (1968-1972), Alicurá (1979-1983). Empresa Hidronor S. A. Véase Alejandro Balazote y Juan Carlos Radovich, “Grandes represas hidroeléctricas: efectos sociales sobre poblaciones Mapuches en la Región del Comahue, Argentina”, en Silvio Coelho dos Santos y Aneliese Nacke [orgs.], <span class="elsevierStyleItalic">Hidroeléctricas e povos indígenas</span>, Florianópolis, Letras Contemporáneas, 2003.</p>" "identificador" => "fn0100" ] 20 => array:3 [ "etiqueta" => "21" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0105">Entrevista a Juan de Dios, migrante paraguayo y presidente de <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span>, abril de 2013. Todas las entrevistas de este artículo fueron realizadas por la autora en San Carlos de Bariloche.</p>" "identificador" => "fn0105" ] 21 => array:3 [ "etiqueta" => "22" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0110"><span class="elsevierStyleItalic">Ibid</span>.</p>" "identificador" => "fn0110" ] 22 => array:3 [ "etiqueta" => "23" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0115">Se pasó de un total de 95 nacidos en Paraguay, registrados en 2001, a un total de 335 en el 2010, cuyo crecimiento es de 252% mientras que la población total aumentó 16%. Censo 2001, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>. y Censo 2010, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0115" ] 23 => array:3 [ "etiqueta" => "24" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0120">Hotel más importante y lujoso de la ciudad de San Carlos de Bariloche.</p>" "identificador" => "fn0120" ] 24 => array:3 [ "etiqueta" => "25" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0125">Entrevista a Juan de Dios, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0125" ] 25 => array:3 [ "etiqueta" => "26" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0130">Según los relatos de sus integrantes, la agrupación <span class="elsevierStyleSmallCaps">aspa</span>, participó en varios eventos deportivos, festivos y religiosos. Entre los deportivos se pueden mencionar el Torneo de futbol infantil en 1982 y la Liga de Futbol local con un equipo propio denominado “Guaraní”. Entre los festivos han presentado carrozas en la Fiesta Nacional de la Nieve, y participaron como colectividad en varios desfiles en conmemoración a la fundación de la ciudad, organizaron en 1985 la I<span class="elsevierStyleSup">a</span> Fiesta de las Colectividades Latinoamericanas, en 1988 formaron el Cuerpo de Baile Infantil paraguayo y en el 2011 organizaron los festejos por el Bicentenario por la Independencia de Paraguay. En relación con los eventos religiosos, <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> desde los años noventa empieza a participar en la peregrinación anual a la Gruta de la Virgen de las Nieves con un estandarte de la Virgen de Caacupé y en el año 1993 trae la primera réplica de la Virgen de Caacupé y da inicio al culto en la ciudad.</p>" "identificador" => "fn0130" ] 26 => array:3 [ "etiqueta" => "27" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0135">Entrevista a Juan de Dios, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0135" ] 27 => array:3 [ "etiqueta" => "28" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0140">Reseña histórica de <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span> presentada en el Folleto por los festejos de los “200 años de Paraguay”, Bariloche, 2011.</p>" "identificador" => "fn0140" ] 28 => array:3 [ "etiqueta" => "29" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0145"><span class="elsevierStyleItalic">Ibid</span>.</p>" "identificador" => "fn0145" ] 29 => array:3 [ "etiqueta" => "30" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0150">Entrevista a Juan de Dios, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0150" ] 30 => array:3 [ "etiqueta" => "31" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0155">Palabra en guaraní que significa mortero.</p>" "identificador" => "fn0155" ] 31 => array:3 [ "etiqueta" => "32" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0160">Entrevista a Valentina, presidenta de <span class="elsevierStyleSmallCaps">angu-a</span>, diciembre de 2011.</p>" "identificador" => "fn0160" ] 32 => array:3 [ "etiqueta" => "33" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0165">El relato popular cuenta que en el año 1600, en un pueblo llamado Tobatí de Paraguay evangelizado por los franciscanos, un nativo guaraní perteneciente a la misión fue a buscar materiales para sus tallas y se vio acorralado por un grupo de mbayás (población originaria del lugar) que querían matarlo. El artista guaraní asustado se escondió detrás de un árbol y le rezó a la Virgen de la Inmaculada Concepción prometiendo que si lo libraba de sus enemigos le tallaría una imagen del mismo tronco que lo había protegido. Los perseguidores pasaron delante del árbol donde se encontraba y “milagrosamente” no lo vieron, éste es considerado el “primer milagro” de la Virgen de Caacupé y el inicio de la advocación. Luego, el artista cumplió su promesa, talló dos imágenes, la más grande destinada a la comunidad de la iglesia de Tobatí y una más pequeña para su devoción personal. Sin embargo, producto de una inundación en la zona, la imagen más grande desapareció y la única que sobrevivió fue la más pequeña. Cuenta la leyenda que un indio llamado José, perteneciente al pueblo vecino de Atirá, rescató a la Virgen de madera que estaba flotando en una caja de cuero en las aguas del río y bajo su protección se dio inicio la devoción popular a la Virgen. Luego, con el correr de los años, y después de varias situaciones donde la Virgen se salva “milagrosamente” de inundaciones, tormentas y guerras, en 1770 se construyó el primer santuario de Caacupé y en ese mismo año, Carlos Morphy fundó la ciudad de Caacupé. Santuario que padeció la Guerra de la Triple Alianza y quedó destrozado. Por ello, en 1883 se construyó un nuevo santuario que se terminó en 1885 y es el que se conserva actualmente. En Paula Verónica Reingold, <span class="elsevierStyleItalic">Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé</span>, Buenos Aires, Santa María, 2000.</p>" "identificador" => "fn0165" ] 33 => array:3 [ "etiqueta" => "34" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0170">William Christian, <span class="elsevierStyleItalic">Religiosidad local en la España de Felipe</span> II, trad. de Javier Calzada y José Luis Gil Aristu, Madrid, Nerea, 1981, p. 154.</p>" "identificador" => "fn0170" ] 34 => array:3 [ "etiqueta" => "35" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0175">Así lo comentaba un joven paraguayo que vive en Bariloche “[…] la peregrinación se realiza un día antes, el día 7. ¡Vienen de todos lados y es impresionante! La peregrinación es de más de 5 000 personas, se va en grupo y se disfruta mucho, se canta, se toma, y se charla”. Entrevista a Héctor […], y un referente adulto “[…] la gente va en carreta, descalzo, en bicicleta, a caballo, de rodilla [...] se agradece y se pide por mucha gente”, entrevista a Juan de Dios, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0175" ] 35 => array:3 [ "etiqueta" => "36" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0180">Desde 1993 es patrona de la diócesis de San Carlos de Bariloche. Archivo del Obispado de la diócesis de San Carlos de Bariloche (<span class="elsevierStyleSmallCaps">aodb</span>), Carpeta “Virgen de las Nieves”.</p>" "identificador" => "fn0180" ] 36 => array:3 [ "etiqueta" => "37" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0185">Entrevista a Lucio, migrante paraguayo miembro de <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span>, diciembre de 2010.</p>" "identificador" => "fn0185" ] 37 => array:3 [ "etiqueta" => "38" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0190">Stuart Hall, “¿Quién necesita identidad?”, en Stuart Hall y Paul du Gay [eds.], <span class="elsevierStyleItalic">Questions of cultural identity</span>, trad. de Nataly Fortuny, Londres, Sage Publications, 1996. El texto ha sido publicado en Anibal Ford y Stella Martini [comps.], <span class="elsevierStyleItalic">Cuadernsos de Comunicación y Cultura,</span> núm. 55, Facultad de Ciencias Sociales, <span class="elsevierStyleSmallCaps">uba</span>, 2000.</p>" "identificador" => "fn0190" ] 38 => array:3 [ "etiqueta" => "39" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0195">J. Brow, “Notes on Comunity, Hegemony and Uses of the Past”, en <span class="elsevierStyleItalic">Anthropological Quartely,</span> vol. 63, núm. I, 1990, pp. 1-6.</p>" "identificador" => "fn0195" ] 39 => array:3 [ "etiqueta" => "40" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0200">“Cualquier pauta de conducta que promueve un sentido de pertenencia”, en <span class="elsevierStyleItalic">ibid.</span>, p. 22.</p>" "identificador" => "fn0200" ] 40 => array:3 [ "etiqueta" => "41" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0205">Término utilizado por los propios migrantes para referirse a ese conjunto de elementos identitarios (simbólicos, discursivos, lingüísticos y materiales) que integran a la “cultura paraguaya”.</p>" "identificador" => "fn0205" ] 41 => array:3 [ "etiqueta" => "42" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0210">“Grupo de gente (que comparte un) sentido de partencia” que “combina típicamente tanto componentes cognitivos como afectivos, tanto un sentimiento de solidaridad como una comprensión de la identidad compartida”, en Brow, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>., p. 22.</p>" "identificador" => "fn0210" ] 42 => array:3 [ "etiqueta" => "43" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0215">Sergio Caggiano, Lo que entra en el crisol. Inmigración boliviana, comunicación intercultural y procesos identitarios, <span class="elsevierStyleItalic">Buenos Aires, Prometeo Libros, 2005, p. 38</span>.</p>" "identificador" => "fn0215" ] 43 => array:3 [ "etiqueta" => "44" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0220">Loc. cit.</p>" "identificador" => "fn0220" ] 44 => array:3 [ "etiqueta" => "45" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0225">Loc. cit.</p>" "identificador" => "fn0225" ] 45 => array:3 [ "etiqueta" => "46" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0230">Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia, <span class="elsevierStyleItalic">México, <span class="elsevierStyleSmallCaps">fce</span>, 1985</span>.</p>" "identificador" => "fn0230" ] 46 => array:3 [ "etiqueta" => "47" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0235">Zeny Rosendahl, “Hierópolis y procesiones: lo sagrado y el espacio”, en Cristina Carballo [coord.], <span class="elsevierStyleItalic">Cultura, territorios y prácticas religiosas</span>, Buenos Aires, Prometeo libros, 2009, pp. 43-56.</p>" "identificador" => "fn0235" ] 47 => array:3 [ "etiqueta" => "48" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0240"><span class="elsevierStyleItalic">Ibid.</span>, p. 51.</p>" "identificador" => "fn0240" ] 48 => array:3 [ "etiqueta" => "49" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0245"><span class="elsevierStyleItalic">Ibid.</span>, p. 53.</p>" "identificador" => "fn0245" ] 49 => array:3 [ "etiqueta" => "50" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0250">Bebida tradicional oriunda de la cultura guaraní, de amplio consumo en Paraguay. Consistente en una mezcla de agua fría y hierbas refrescantes machacadas las cuales se ceban en un recipiente que contiene yerba mate.</p>" "identificador" => "fn0250" ] 50 => array:3 [ "etiqueta" => "51" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0255">Entrevista a Andresa, migrante paraguaya perteneciente a <span class="elsevierStyleSmallCaps">angu-a</span>, abril de 2011.</p>" "identificador" => "fn0255" ] 51 => array:3 [ "etiqueta" => "52" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0260">Levitt y Glick Schiller, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0260" ] 52 => array:3 [ "etiqueta" => "53" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0265">Caggiano, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0265" ] 53 => array:3 [ "etiqueta" => "54" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0270">Entrevista a Nilda, migrante paraguaya perteneciente a <span class="elsevierStyleSmallCaps">angu-a</span>, abril de 2011. ** Todas las fotografías fueron tomadas por la autora en San Carlos de Bariloche.</p>" "identificador" => "fn0270" ] 54 => array:3 [ "etiqueta" => "55" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0275">En el año 2010, la bandera paraguaya tenía la imagen del che Guevara en el centro y en el año 2011 se hizo con el escudo de Luque uno de los pueblos paraguayos de donde proviene la persona que confeccionó la bandera, en el año 2012 la imagen de la Virgen de caacupé no se pudo exhibir porque no la terminaron.</p>" "identificador" => "fn0275" ] 55 => array:3 [ "etiqueta" => "56" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0280">parroquia ubicada en un barrio de bajos recursos de la ciudad.</p>" "identificador" => "fn0280" ] 56 => array:3 [ "etiqueta" => "57" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0285">Utilizamos el concepto de “sectores populares” en tanto grupo social. Es decir, como “aquellas formas y actividades cuyas raíces están en las condiciones sociales y materiales de determinadas clases”. Hall, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>., p. 6 y que “a pesar de toda su fragmentación y heterogeneidad […] comparten una situación común de <span class="elsevierStyleItalic">subalternidad</span> (y tensión) respecto de las élites que han tenido y tienen el poder social, económico y político”, en Ezequiel Adamovsky, <span class="elsevierStyleItalic">Historia de las clases populares en la Argentina. Desde 1880 hasta 2003</span>, Buenos Aires, Sudamericana, 2012, p. 12.</p>" "identificador" => "fn0285" ] 57 => array:3 [ "etiqueta" => "58" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0290">Halpern, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit.</span>, p. 217.</p>" "identificador" => "fn0290" ] 58 => array:3 [ "etiqueta" => "59" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0295">“[…] debe ser continuamente renovada, recreada, defendida y modificada. Así mismo, es continuamente resistida, limitada, alterada, desafiada por presiones que de ningún modo le son propias”, en Raymond Williams, “Lenguaje”, “Base y Superestructura”, “Determinación”, “Hegemonía”, en <span class="elsevierStyleItalic">Marxismo y Literatura</span>, Buenos Aires, Manantial, 1997, p. 134.</p>" "identificador" => "fn0295" ] 59 => array:3 [ "etiqueta" => "60" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0300">Claudia Briones, “Diversidad cultural e interculturalidad: ¿de qué estamos hablando?”, en Cristina García Vázquez [comp.], <span class="elsevierStyleItalic">Hegemonía e interculturalidad. Poblaciones originarias e inmigrantes</span>, Buenos Aires, Prometeo, 2005, p. 16.</p>" "identificador" => "fn0300" ] 60 => array:3 [ "etiqueta" => "61" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0305">Caggiano, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0305" ] 61 => array:3 [ "etiqueta" => "62" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0310">Ana Inés Barelli, “La Virgen de Caacupé-í símbolo de la inmigración paraguaya en San Carlos de Bariloche”, en <span class="elsevierStyleItalic">IV Jornadas de Historia Social de la Patagonia</span>, Santa Rosa, La Pampa, 2011. En <a class="elsevierStyleInterRef" id="intr0015" href="http://sociohistoricos.flles.wordpress.com/2011/11/ponencia-barelli.pdf">http://sociohistoricos.flles.wordpress.com/2011/11/ponencia-barelli.pdf</a>.</p>" "identificador" => "fn0310" ] 62 => array:3 [ "etiqueta" => "63" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0315"><span class="elsevierStyleItalic">Véase Ana Inés Barelli,</span> Las devociones marianas de los migrantes latinoamericanos en San Carlos de Bariloche (1970-2012). Prácticas religiosas y procesos identitarios, <span class="elsevierStyleItalic">Bahía Blanca, 2013 (tesis de doctorado en Historia, Universidad Nacional del Sur)</span>.</p>" "identificador" => "fn0315" ] 63 => array:3 [ "etiqueta" => "64" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0320">Abordamos a los “sectores populares” en tanto grupo social como “aquellas formas y actividades cuyas raíces están en las condiciones sociales y materiales de determinadas clases”, en Stuart Hall, “Notas sobre la deconstrucción de lo ‘popular’”, en Ralph Samuel [ed.], <span class="elsevierStyleItalic">Historia popular y teoría socialista</span>, Barcelona, Crítica, 1984, p. 6. "A pesar de toda su fragmentación y heterogeneidad […] comparten una situación común de <span class="elsevierStyleItalic">subalternidad</span> (y tensión) respecto de las élites que han tenido y tienen el poder social, económico y político”, en Ezequiel Adamovsky, <span class="elsevierStyleItalic">Historia de las clases populares en la Argentina. Desde 1880 hasta 2003</span>, Buenos Aires, Sudamericana, 2012, p. 12.</p>" "identificador" => "fn0320" ] 64 => array:3 [ "etiqueta" => "65" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0325">Adjetivo que utiliza Matossian cuando habla de las características de San Carlos de Bariloche. En este sentido menciona que el “crecimiento acelerado y sin control, con fuerte diferenciación social, ha devenido en mundos urbanos de exclusión” (de esta manera) “la fragmentación espacial completa el par asociado, dicha noción habla de una ciudad que deja de ser orgánica y pasa a ser fragmentada”, en Matossian, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>., p. 185.</p>" "identificador" => "fn0325" ] 65 => array:3 [ "etiqueta" => "66" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0330">Daniel Fuentes y Paula Núñez [eds.], <span class="elsevierStyleItalic">Sectores populares: identidad cultural e historia en Bariloche</span>, San Carlos de Bariloche, Núcleo Patagónico, 2007, p. 16.</p>" "identificador" => "fn0330" ] 66 => array:3 [ "etiqueta" => "67" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0335"><span class="elsevierStyleItalic">Ibid</span>. p. 15.</p>" "identificador" => "fn0335" ] 67 => array:3 [ "etiqueta" => "68" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0340">Cristina Carballo, “Repensar el territorio de la expresión religiosa”, en Cristina Carballo, <span class="elsevierStyleItalic">Cultura, territorios y prácticas religiosas</span>, Buenos Aires, Prometeo, 2009.</p>" "identificador" => "fn0340" ] 68 => array:3 [ "etiqueta" => "69" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0345"><span class="elsevierStyleItalic">Zeny Rosendahl,</span> Espacio y religión: un abordaje geográfico, <span class="elsevierStyleItalic">Río de Janeiro, <span class="elsevierStyleSmallCaps">uerj/nepec</span>, 1996</span>.</p>" "identificador" => "fn0345" ] 69 => array:3 [ "etiqueta" => "70" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0350">Carballo, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>., p. 28.</p>" "identificador" => "fn0350" ] 70 => array:3 [ "etiqueta" => "71" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0355">Rosendahl, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0355" ] 71 => array:3 [ "etiqueta" => "72" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0360"><span class="elsevierStyleItalic">Ibid</span>., p. 30.</p>" "identificador" => "fn0360" ] 72 => array:3 [ "etiqueta" => "73" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0365">Entrevista a Juan de Dios, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0365" ] 73 => array:3 [ "etiqueta" => "74" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0370"><span class="elsevierStyleSmallCaps">aodb</span>, Carpeta “Virgen de las Nieves”, material de preparación para la XVII Peregrinación a la Virgen de las Nieves, 2010.</p>" "identificador" => "fn0370" ] 74 => array:3 [ "etiqueta" => "75" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0375">Entrevista a Juan de Dios, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0375" ] 75 => array:3 [ "etiqueta" => "76" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0380">Término que Rosendhal define como el trayecto por donde circula la Virgen y sus fieles.</p>" "identificador" => "fn0380" ] 76 => array:3 [ "etiqueta" => "77" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0385">Carballo, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>., p. 29.</p>" "identificador" => "fn0385" ] 77 => array:3 [ "etiqueta" => "78" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0390">Clifford Geertz, <span class="elsevierStyleItalic">La interpretación de las culturas</span>, México, Gedisa, 2003.</p>" "identificador" => "fn0390" ] 78 => array:3 [ "etiqueta" => "79" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0395"><span class="elsevierStyleItalic">Ibid.</span>, p. 89.</p>" "identificador" => "fn0395" ] 79 => array:3 [ "etiqueta" => "80" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0400">Martín, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>., p. 5.</p>" "identificador" => "fn0400" ] 80 => array:3 [ "etiqueta" => "81" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0405">“Paraguay celebra su Bicentenario en Bariloche”, en <span class="elsevierStyleItalic">Bariloche 2000</span>, 5 de mayo, 2011.</p>" "identificador" => "fn0405" ] 81 => array:3 [ "etiqueta" => "82" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0410">Los festejos se realizaron el 14 y 15 de mayo. Cronograma de <span class="elsevierStyleSmallCaps">arpa</span>: sábado 14/05: entrega de ajuar al primer nacimiento en el hospital zonal, llegada de la posta del Bicentenario al paseo de las colectividades, izamiento de pabellones y entonación de himnos nacionales, discursos protocolares, entrega de placa de agradecimientos. Domingo 15/05: misa en la catedral con la Virgen de Caacupé y almuerzo con comidas típicas y baile. Festejo del Día de la Madre. Cronograma de <span class="elsevierStyleSmallCaps">angu-a</span>: almuerzo y fiesta con la comunidad paraguaya.</p>" "identificador" => "fn0410" ] 82 => array:3 [ "etiqueta" => "83" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0415">Martín, <span class="elsevierStyleItalic">op. cit</span>.</p>" "identificador" => "fn0415" ] 83 => array:3 [ "etiqueta" => "84" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0420">Discurso inicial realizado por la comunidad paraguaya en la misa por conmemoración del Bicentenario paraguayo.</p>" "identificador" => "fn0420" ] 84 => array:3 [ "etiqueta" => "85" "nota" => "<p class="elsevierStyleNotepara" id="npar0425"><span class="elsevierStyleItalic">Ibid</span>.</p>" "identificador" => "fn0425" ] ] "multimedia" => array:11 [ 0 => array:7 [ "identificador" => "fig0005" "etiqueta" => "Imagen 1" "tipo" => "MULTIMEDIAFIGURA" "mostrarFloat" => true "mostrarDisplay" => false "figura" => array:1 [ 0 => array:4 [ "imagen" => "gr1.jpeg" "Alto" => 884 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año/Mes | Html | Total | |
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2024 Noviembre | 24 | 0 | 24 |
2024 Octubre | 296 | 12 | 308 |
2024 Septiembre | 259 | 16 | 275 |
2024 Agosto | 444 | 10 | 454 |
2024 Julio | 252 | 2 | 254 |
2024 Junio | 165 | 5 | 170 |
2024 Mayo | 192 | 5 | 197 |
2024 Abril | 159 | 6 | 165 |
2024 Marzo | 149 | 1 | 150 |
2024 Febrero | 144 | 5 | 149 |
2024 Enero | 146 | 4 | 150 |
2023 Diciembre | 634 | 8 | 642 |
2023 Noviembre | 380 | 9 | 389 |
2023 Octubre | 447 | 16 | 463 |
2023 Septiembre | 273 | 12 | 285 |
2023 Agosto | 484 | 6 | 490 |
2023 Julio | 162 | 6 | 168 |
2023 Junio | 203 | 8 | 211 |
2023 Mayo | 298 | 4 | 302 |
2023 Abril | 189 | 4 | 193 |
2023 Marzo | 158 | 6 | 164 |
2023 Febrero | 119 | 9 | 128 |
2023 Enero | 102 | 11 | 113 |
2022 Diciembre | 224 | 6 | 230 |
2022 Noviembre | 227 | 7 | 234 |
2022 Octubre | 276 | 9 | 285 |
2022 Septiembre | 167 | 16 | 183 |
2022 Agosto | 180 | 10 | 190 |
2022 Julio | 71 | 10 | 81 |
2022 Junio | 64 | 9 | 73 |
2022 Mayo | 83 | 14 | 97 |
2022 Abril | 93 | 11 | 104 |
2022 Marzo | 73 | 13 | 86 |
2022 Febrero | 79 | 8 | 87 |
2022 Enero | 119 | 18 | 137 |
2021 Diciembre | 335 | 14 | 349 |
2021 Noviembre | 182 | 16 | 198 |
2021 Octubre | 185 | 28 | 213 |
2021 Septiembre | 131 | 29 | 160 |
2021 Agosto | 316 | 19 | 335 |
2021 Julio | 118 | 11 | 129 |
2021 Junio | 160 | 15 | 175 |
2021 Mayo | 330 | 21 | 351 |
2021 Abril | 355 | 20 | 375 |
2021 Marzo | 184 | 8 | 192 |
2021 Febrero | 102 | 12 | 114 |
2021 Enero | 116 | 13 | 129 |
2020 Diciembre | 554 | 18 | 572 |
2020 Noviembre | 174 | 10 | 184 |
2020 Octubre | 90 | 14 | 104 |
2020 Septiembre | 94 | 7 | 101 |
2020 Agosto | 73 | 10 | 83 |
2020 Julio | 67 | 5 | 72 |
2020 Junio | 68 | 8 | 76 |
2020 Mayo | 83 | 3 | 86 |
2020 Abril | 110 | 3 | 113 |
2020 Marzo | 115 | 15 | 130 |
2020 Febrero | 99 | 1 | 100 |
2020 Enero | 115 | 1 | 116 |
2019 Diciembre | 111 | 6 | 117 |
2019 Noviembre | 128 | 5 | 133 |
2019 Octubre | 61 | 6 | 67 |
2019 Septiembre | 57 | 6 | 63 |
2019 Agosto | 34 | 7 | 41 |
2019 Julio | 21 | 6 | 27 |
2019 Junio | 36 | 11 | 47 |
2019 Mayo | 71 | 13 | 84 |
2019 Abril | 63 | 21 | 84 |
2019 Marzo | 12 | 4 | 16 |
2019 Febrero | 8 | 9 | 17 |
2019 Enero | 10 | 4 | 14 |
2018 Diciembre | 15 | 11 | 26 |
2018 Noviembre | 16 | 6 | 22 |
2018 Octubre | 19 | 15 | 34 |
2018 Septiembre | 27 | 5 | 32 |
2018 Agosto | 15 | 12 | 27 |
2018 Julio | 18 | 2 | 20 |
2018 Junio | 20 | 5 | 25 |
2018 Mayo | 26 | 7 | 33 |
2018 Abril | 21 | 7 | 28 |
2018 Marzo | 16 | 3 | 19 |
2018 Febrero | 15 | 0 | 15 |
2018 Enero | 13 | 1 | 14 |
2017 Diciembre | 26 | 4 | 30 |
2017 Noviembre | 24 | 10 | 34 |
2017 Octubre | 21 | 6 | 27 |
2017 Septiembre | 15 | 5 | 20 |
2017 Agosto | 18 | 0 | 18 |
2017 Julio | 14 | 4 | 18 |
2017 Junio | 29 | 8 | 37 |
2017 Mayo | 24 | 12 | 36 |
2017 Abril | 12 | 3 | 15 |
2017 Marzo | 27 | 39 | 66 |
2017 Febrero | 22 | 5 | 27 |
2017 Enero | 30 | 4 | 34 |
2016 Diciembre | 81 | 10 | 91 |
2016 Noviembre | 61 | 15 | 76 |
2016 Octubre | 52 | 15 | 67 |
2016 Septiembre | 51 | 7 | 58 |
2016 Agosto | 48 | 6 | 54 |
2016 Julio | 49 | 15 | 64 |
2016 Junio | 55 | 17 | 72 |
2016 Mayo | 35 | 20 | 55 |
2016 Abril | 18 | 29 | 47 |
2016 Marzo | 23 | 8 | 31 |
2016 Febrero | 22 | 7 | 29 |
2016 Enero | 31 | 14 | 45 |
2015 Diciembre | 82 | 11 | 93 |
2015 Noviembre | 43 | 6 | 49 |
2015 Octubre | 58 | 15 | 73 |
2015 Septiembre | 31 | 10 | 41 |
2015 Agosto | 49 | 14 | 63 |
2015 Julio | 25 | 10 | 35 |
2015 Junio | 25 | 9 | 34 |
2015 Mayo | 36 | 7 | 43 |
2015 Abril | 30 | 12 | 42 |
2015 Marzo | 20 | 9 | 29 |
2015 Febrero | 15 | 12 | 27 |
2015 Enero | 17 | 12 | 29 |