Transcurridos seis años desde la aparición de la anterior edición, el Profesor Javier Laso nos ofrece la segunda edición de este acertado proyecto que engloba los pilares básicos del conocimiento de la Medicina Clínica. Aunque el libro es «nuevo» en un sentido amplio del término tiene unas características generales que ya estaban presentes en la edición previa, mejoradas, si cabe, en algunos aspectos: exposición de conceptos con absoluta claridad, excelente estructuración de los contenidos, uniformidad de los diferentes capítulos y utilización de un lenguaje médico exquisitamente cuidado a lo largo de la obra. A esta conjunción de elementos debe sumarse la profusa ilustración con tablas y figuras que, guardando mejor la armonía con el texto que en la edición anterior, facilita sobremanera y agiliza la comprensión de los mecanismos y las manifestaciones de las formas de enfermar y de los síndromes clínicos.
El libro, dirigido a los estudiantes de tercer curso del Grado de Medicina y diseñado para facilitar el estudio de la Patología General, ofrece entre sus novedades un cambio en el título con el fin de seguir, en palabras de su autor, «criterios educativos unificadores propuestos por la Unión Europea, y acorde con la tendencia general en nuestras universidades». Esta modificación con la que parcialmente estamos en desacuerdo, puesto que significa abandonar unos términos [Patología General] de paternidad netamente española, no es por supuesto doctrinal ya que los conceptos fisiopatológicos y semiológicos del cuerpo de doctrina de la Patología General conforman la estructura íntima de la nueva obra, con incorporación del conocimiento que en estos campos se ha adquirido en los recientes años. Otras modificaciones afectan a la ordenación o al enunciado del contenido de algunos capítulos de diferentes partes de la obra (aparato digestivo, hematología o reumatología).
En líneas generales la estructura formal del libro se mantiene como en la primera edición: unas generalidades formada por 10 capítulos (uno menos que en la edición previa) y una parte especial que reúne la fisiopatología y semiología de los diferentes órganos y sistemas que cuantitativamente no sufre modificaciones (56 capítulos). Cada capítulo finaliza con unos puntos clave que son de suma utilidad para recordar en pocos minutos lo esencial de su contenido. Al final del texto, recogidos en un apéndice bajo el epígrafe de Problemas Clínicos Ejemplares, se incluyen 30 casos clínicos que narran situaciones reales, acompañadas de la iconografía fundamental, que el estudiante deberá valorar y encuadrar en algunos de los síndromes desarrollados en los capítulos precedentes. Es una forma que tiene el estudiante de ejercitar el pensamiento médico y de conocer el grado conseguido en la adquisición de los conocimientos.
En una época en que el estímulo para el autoaprendizaje debe ser una constante, esta obra ofrece al estudiante la incorporación a unos recursos que se encuentran en una web a la que se accede mediante una clave. Este es un hecho destacado y distintivo de esta nueva edición, tanto por lo que significa la utilización de estas novedosas herramientas como por lo que su contenido tiene de complementario a la obra escrita. Entre los recursos que se sitúan en la web se encuentra un capítulo de Biología celular y molecular, tan necesario hoy día para la comprensión de los mecanismos de enfermedad y al que con frecuencia se deberá acudir.
Son varias las alternativas que se integran en la web encaminadas a valorar y a profundizar en los conocimientos que se han debido retener: preguntas de autoevaluación que se acompañan de las explicaciones oportunas tras la elección de la respuesta, ejercicios en forma de algoritmos que introducen al estudiante en el siempre difícil campo del diagnóstico diferencial y la resolución razonada de los casos clínicos expuestos en el apéndice que contribuye de manera clara a moldear el pensamiento clínico. También se ofrece un listado de otros recursos de Internet o de direcciones de lecturas recomendadas que permitirá al estudioso ampliar la capacitación que se debe adquirir para afrontar con garantías la interpretación o la resolución de los problemas clínicos. La galería de imágenes puede ser de interés menor para el estudiante, las tiene en el libro, pero en cambio el docente tiene la posibilidad de incorporar en sus exposiciones aquellas que considere más adecuadas.
En resumen se trata de un libro muy útil, ágil y sencillo, clave para la formación clínica esencial del estudiante de medicina cualquiera que sea la especialidad que más tarde desarrolle. Al igual que ocurrió con la primera edición, auguro para esta nueva obra un gran éxito. Debe destacarse asimismo el evidente esfuerzo editorial en la presentación del libro que contribuye, y no en menor cuantía, a su agradable aceptación.
