Sr. Editor:Hemos leído con interés el artículo de Vázquez et al1 acerca de los factores de riesgo de la diabetes mellitus (DM) tipo 2, y nos ha llamado la atención el riesgo de aparición de DM tres veces superior en los varones de la población de Lejona (Vizcaya), localidad en la que previamente se había descrito una mayor prevalencia entre las mujeres (el 7,25 frente al 5,41%)2. A este respecto desearíamos realizar unas breves aportaciones.
Recientemente hemos llevado a cabo en nuestra área sanitaria un estudio mediante una encuesta por correo al 20% de la población, 34.742 personas de 15 a 85 años, para analizar la prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular, incluyendo la frecuencia de DM conocida3. El porcentaje de respuestas válidas fue del 32%; realizamos una encuesta telefónica a una muestra aleatoria de 500 personas que no contestaron, lo que nos permitió comprobar la ausencia de sesgo en la respuesta a la encuesta por correo. Hemos comprobado que la prevalencia de DM conocida en nuestro medio es similar en varones y mujeres (el 2,55 frente al 2,36%; no significativo), y el análisis multivariable tampoco ha mostrado diferencias en función del sexo (tabla 1). En cambio se constata una clara relación entre el nivel de estudios y la prevalencia de DM, con una probabilidad de ser diabético casi dos veces superior entre los sujetos con estudios primarios respecto a los de un nivel académico superior, independientemente de la asociación existente entre bajo nivel de instrucción y obesidad (el índice de masa corporal se correlacionaba de forma negativa con el nivel de estudios [rs = 0,238; p < 0,0001]).
A pesar de algunas limitaciones, como el hecho de que se trata de un estudio transversal, no prospectivo, nuestro trabajo cuenta con la ventaja de haber analizado una muestra de gran tamaño y representativa de la población de nuestra área sanitaria. De esta forma, hemos comprobado que no existen diferencias entre sexos en cuanto a la prevalencia de diabetes y hemos detectado el peso de un factor no analizado por Vázquez et al: el nivel de estudios. La última edición de la Encuesta Nacional de Salud ha constatado también una relación inversamente proporcional entre el nivel de estudios y la prevalencia de DM conocida: ésta aumenta desde un 0,7% en los sujetos con estudios superiores universitarios hasta un 11,3% en las personas que no completaron la enseñanza primaria4. Probablemente este hecho se pueda explicar por factores tales como la dieta y el ejercicio físico, entre otros.
En diversas poblaciones, por ejemplo, en Islandia, se ha descrito una incidencia de DM algo mayor en los varones, observándose de esta manera una prevalencia superior entre los varones respecto a las mujeres5; otros autores han detectado la situación inversa6, aunque en general la mayor parte de los trabajos han comunicado cifras similares en ambos sexos7. Una exhaustiva revisión de estudios epidemiológicos sobre prevalencia diabética realizada por un grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud ha puesto de manifiesto que la proporción de casos de DM entre varones y mujeres varía mucho de un país a otro, pero en la mayor parte de los casos la diferencia no alcanza significación estadística8. La evidencia actual indica que las posibles diferencias entre sexos se deben, más que a causas genéticas, a desigualdades en relación con diversos factores de riesgo8; de esta manera se explica la variabilidad en diferentes poblaciones, y quizá podría también explicarse que en un determinado período de tiempo se constate la aparición de más casos en uno u otro sexo1.