La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha condicionado una pandemia sin precedentes. En España propició un confinamiento entre el 23 de marzo de 2020 y el 21 de junio del mismo año, y provocó un descenso o cese de la actividad sanitaria habitual, y particularmente la cancelación o retraso de las consultas médicas, pruebas diagnósticas y cirugías no esenciales1.
En pacientes con cáncer (diagnosticado o en proceso diagnóstico), muchos centros optaron por reducir las consultas presenciales, evitar pruebas endoscópicas y quirúrgicas2 e individualizar los estudios según el riesgo. En este sentido, se ha descrito un descenso en el diagnóstico de todo tipo de cánceres, entre ellos el de pulmón3 y una reducción en el número de nuevos diagnósticos de cáncer basado en la disminución de visitas en consultas de cribado de cáncer de pulmón y de biopsias pulmonares4. Se ha descrito un aumento de la mortalidad global por cáncer debido a retrasos diagnósticos por la pandemia5 y que incluso retrasos breves en el inicio del tratamiento pueden tener un impacto significativo en la supervivencia de estos pacientes1.
Para conocer lo sucedido en nuestro centro, hemos realizado un estudio observacional retrospectivo, analizando los diagnósticos de cáncer de pulmón después del confinamiento en un Hospital Universitario de referencia, así como métodos diagnósticos, estadio y tiempo hasta el primer tratamiento. Se han registrado los diagnósticos de cáncer de pulmón entre los meses de mayo y octubre de 2020 y comparando con los mismos meses de 2019 y 2018. Se revisaron las características de los pacientes, del tumor y del proceso diagnóstico, estadio final y el tratamiento recibido, y el tiempo entre la primera prueba diagnóstica y el primer tratamiento. Los resultados se muestran en la tabla 1.
Resultados
Resultados | 2018 | 2019 | 2020 |
---|---|---|---|
Sexo, años (n, %) | |||
Hombre | 110 (76,4%) | 111 (72,1%) | 78 (69%) |
Mujer | 34 (23,6%) | 43 (27,9%) | 35 (31%) |
Edad (media, DE) | 66.9 (± 10,2) | 67,8 (± 11,2) | 67.7 (± 9,2) |
Tabaquismo (n, %) | |||
Activo | 61 (42,4%) | 39 (25,3%) | 39 (34,5%) |
Extabaquismo | 66 (45,8%) | 97 (63%) | 58 (51,3%) |
No | 17 (11,8%) | 18 (11,7%) | 16 (14,2%) |
Tamaño de la lesión (media, DE) | 49,02 (± 27,9) | 43,5 (± 28,2) | 49,9 (± 24,2) |
Diagnóstico (n, %) | |||
Nuevo | 124 (86,1%) | 132 (85,7%) | 96 (85%) |
Progresión | 7 (4,9%) | 7 (4,5%) | 8 (7%) |
Recidiva | 13 (9%) | 15 (9,7%) | 9 (8%) |
Estirpe (n, %) | |||
CPNCP | 8 (5,6%) | 18 (11,7%) | 12 (10,6%) |
Adenocarcinoma | 69 (47,9%) | 73 (47,4%) | 54 (47,8%) |
Indiferenciado | 1 (0,7%) | 0 | 3 (2,7%) |
Escamoso | 51 (35,4%) | 35 (22,7%) | 32 (28,3%) |
Célula Pequeña | 11 (7,6%) | 20 (13%) | 11 (9,7%) |
Otros | 4 (2,8%) | 8 (4,9%) | 1 (0,9%) |
Método diagnóstico (n, %) | |||
Broncoscopia | 66 (45,8%) | 67 (43,5%) | 55 (48,7%) |
USEB | 14 (9,7%) | 11 (7,1%) | 11 (9,7%) |
Toracocentesis | 11 (7,6%) | 11 (7,1%) | 8 (7,1%) |
Cirugía | 26 (18,1%) | 29 (18,8%) | 16 (14,2%) |
TC-BAG/PAAF | 21 (14,6%) | 22 (14,3%) | 19 (16,8%) |
ECO-BAG | 6 (4,2%) | 8 (5,2%) | 1 (0,9%) |
Biopsia pleural | 0 | 3 (1,9%) | 3 (2,7%) |
Citología esputo | 0 | 3 (1,9%) | 0 |
Estadío final | |||
IA-IB-IIA | 25 (17,5%) | 30 (19,4%) | 18 (16%) |
IIB-IIIA-IIIB | 41 (28,6%) | 45 (29,2%) | 31 (27,4%) |
IIIC-IVA-IVB | 77 (53,6%) | 79 (51,3%) | 64 (56,6%) |
Tratamiento | |||
Cirugía | 31 (21,5%) | 27 (17,5%) | 23 (20,4%) |
Cirugía + QTP/RTP | 11 (7,7%) | 19 (12,3%) | 3 (2,7%) |
Tratamiento sistémico | 56 (38,9%) | 53 (34,4%) | 40 (35,4%) |
Dual (QTP+RTP) | 25 (17,4%) | 19 (12,3%) | 19 (16,8%) |
Radioterapia/SBRT | 7 (4,9%) | 10 (6,5%) | 9 (8%) |
Tratamiento endoscópico | 3 (2,1%) | 2 (1,3%) | 0 |
Paliativos | 8 (5,6%) | 10 (6,5%) | 6 (5,3%) |
Fallecimiento | 3 (2,1%) | 14 (9,1%) | 13 (11,5%) |
DE = desviación estándar; NP = nódulos pulmonares, CPNCP = carcinoma pulmonar no célula pequeña; USEB = ultrasonografía endobronquial; TC-BAG/PAAF = tomografía computarizada con biopsia aguja gruesa/punción aspiración aguja fina; ECO-BAG = ecografía torácica con biopsia aguja gruesa; QTP = quimioterapia; RTP = radioterapia; SBRT = radioterapia estereotáxica.
Al comparar el número de diagnósticos de cáncer de pulmón realizados en este período del año 2020, apreciamos un descenso marcado de los mismos respecto a los dos años anteriores (fig. 1). En cuanto al método diagnóstico, se aprecia una leve disminución de los diagnósticos obtenidos por técnicas endoscópicas y quirúrgicas (sin significación estadística), así como una disminución de la estadificación por métodos invasivos (23,9% en 2020, vs. 29,2% en 2019 y 27,1% en 2018) respecto a la estadificación radiológica, sin un aumento significativo de las punciones guiadas por tomografía computarizada (TC). Analizando sólo el período de confinamiento, si apreciamos un descenso en las técnicas endoscópicas.
Para estudiar las diferencias en el tiempo hasta el primer tratamiento en los diferentes años se llevó a cabo un análisis one-way ANOVA, detectando diferencias entre los distintos años (F [2.408] = 3,67, p = 0,026). Una prueba de Tukey post hoc reveló que la diferencia entre 2018 y 2020 fue estadísticamente significativa (p = 0,037). Al comparar entre 2019 y 2020, se observar una tendencia, esta diferencia no fue estadísticamente significativa (p = 0,054). Para comparar la distinta frecuencia de estadios, se realizó una prueba de χ2 y no se apreciaron diferencias en la distribución de los estadios en los diferentes años (p = 0,737), aunque la demora y el descenso en el número de diagnósticos, podría conllevar un retraso diagnóstico y un aumento de estadios avanzados en los siguientes meses. A nivel del tipo de tratamiento recibido no hubo diferencias estadísticamente significativas.
Estos resultados se pueden deber a la suspensión de las consultas médicas, tanto en los centros de atención primaria como en los hospitales, la interrupción o retraso en las pruebas diagnósticas, así como el hecho que los propios pacientes decidiesen no acudir a los centros de salud y a los hospitales por la situación de la pandemia.
El presente estudio confirma un descenso en el diagnóstico de casos nuevos de cáncer de pulmón durante los primeros meses de la pandemia por COVID-19, así como un incremento significativo en el tiempo hasta el primer tratamiento. No obstante, nuestros resultados no nos permiten demostrar que la reducción de la actividad durante estos meses haya implicado, por el momento, un incremento en el número de pacientes con estadios más avanzados en nuestro entorno. Un seguimiento más prolongado probablemente aportará más luz a lo sucedido en el diagnóstico del cáncer de pulmón durante la primera fase de la pandemia por la COVID-19 y sus implicaciones pronósticas.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.