El objetivo del estudio es analizar la escala CHADS2 como marcador de riesgo de mortalidad en pacientes hipertensos, independientemente de la presencia o no de fibrilación auricular.
MétodosSe incluyó a 1.003 pacientes hipertensos≥65 años, recogiendo factores de riesgo y puntuación CHADS2. Se realizó un seguimiento clínico de la mortalidad.
ResultadosLa media de edad de la población fue 72,8±5,8 años; el 47,5% eran varones. Durante el seguimiento hubo 41 muertes, 20 de origen cardiovascular. Los pacientes con mayor CHADS2 tuvieron una mayor mortalidad: 1,5% en CHADS2=1; 4,7% en CHADS2=2; 9,1% en CHADS2=3, y 7,8% en CHADS2≥4.
ConclusionesLa puntuación CHADS2 puede ser un instrumento clínico de sencilla aplicación para identificar pacientes hipertensos con alto riesgo de mortalidad.
The aim of this study is to analyze the CHADS2 score as a marker of the risk of mortality in hypertensive patients, with and without the presence of atrial fibrillation.
MethodsWe included 1,003 hypertensive patients≥65 years. Risk factors, and CHADS2 score were recorded among other factors, as well as clinical follow-up of number and type of deaths.
ResultsMean age was 72.8±5.8 years, and 47.5% were men. During follow-up there were 41 deaths, 20 were of cardiovascular origin. Patients with higher CHADS2 had a higher mortality: 1.5% CHADS2=1; 4.7% in CHADS2=2; 9.1% in CHADS2=3, and 7.8% in CHADS2≥4.
ConclusionsThe CHADS2 score can be a clinical instrument of easy application to identify hypertensive patients with a high risk of mortality.
La escala CHADS2 –insuficiencia cardiaca, hipertensión, edad, diabetes, ictus (doble)– es el baremo clínico recomendado para la estratificación del riesgo de accidente cerebrovascular en pacientes con fibrilación auricular no valvular y empleado para determinar si el tratamiento anticoagulante está indicado1. En la actualidad es ampliamente conocida y utilizada en la práctica clínica habitual en este ámbito por su fácil manejo y reproducibilidad2,3.
Los criterios de puntuación que la componen son a su vez importantes factores de riesgo para enfermedad arterioesclerótica y enfermedad cardiovascular en general4. Partiendo de esta premisa, es posible que esta escala pueda tener importantes aplicaciones para la predicción de una gama más amplia de episodios cardiovasculares, más allá de su ámbito habitual de utilización en el campo de la fibrilación auricular. En este sentido, un estudio reciente mostró que la puntuación CHADS2 predecía el riesgo de accidente cerebrovascular y muerte en pacientes con infarto agudo de miocardio, especialmente en aquellos que no presentaban fibrilación auricular5. También se ha demostrado su valor predictivo para mortalidad cardiovascular en pacientes de alto riesgo sin fibrilación auricular6.
El objetivo del presente estudio es analizar el papel de dicha escala como marcador de riesgo de mortalidad en una muestra de pacientes hipertensos de edad≥65 años de una zona mediterránea, independientemente de la presencia o no de fibrilación auricular.
MétodosEl registro FAPRES (fibrilación auricular+presión arterial) es un estudio epidemiológico, observacional y multicéntrico, de ámbito asistencial, diseñado para conocer la prevalencia de fibrilación auricular en pacientes de más de 65 años con diagnóstico clínico de hipertensión arterial en la Comunidad Valenciana. En él participaron 69 investigadores de Atención Primaria y unidades hospitalarias de hipertensión arterial de Alicante, Castellón y Valencia, en una proporción en consonancia con el peso poblacional de cada una de las 3 provincias. La descripción detallada del estudio y la definición de las variables se han publicado previamente7. Se incluyó a un total de 1.028 pacientes en el estudio basal. Los investigadores fueron invitados a realizar un seguimiento clínico de estos pacientes durante 2 años, con recogida de los principales episodios cardiovasculares, incluida la mortalidad. Se recogió el consentimiento informado por escrito de todos los pacientes y el estudio se realizó siguiendo los principios de la Declaración de Helsinki, tras su aprobación por un comité ético hospitalario (Comité Ético de Investigación Clínica del Hospital General Universitario de Castellón).
Población de estudioSe ha incluido en el presente trabajo a todos los pacientes registrados en el estudio FAPRES que hubieran finalizado el período de seguimiento. Se recogieron sus factores de riesgo y su historia cardiovascular mediante un cuestionario estandarizado. Se consideró paciente con hipercolesterolemia aquel que tuviera antecedente de elevación del colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (>160mg/dl) o ya estuvieran recibiendo tratamiento con dieta o hipolipidemiantes8. Se consideró diabético a todo paciente con antecedentes de diabetes mellitus o que ya estuviera recibiendo tratamiento para dicha dolencia. Se consideró fumador a todo paciente que consumiera diariamente algún tipo de tabaco (cigarrillos, pipa, puros o tabaco no inhalado) durante por lo menos el último mes9. Por el contrario, el paciente que hubiera dejado de fumar al menos un año antes fue considerado exfumador. Se consideró que practicaba ejercicio físico quien reconociera que andaba activamente al menos 30min/día o hacía algún tipo de deporte 3 días/semana10. Se recogió el tratamiento farmacológico que el paciente estaba recibiendo en el momento de la consulta, específicamente los fármacos antihipertensivos y el tratamiento de prevención cardioembólica (anticoagulantes y/o antiagregantes). Asimismo, se realizó una exploración física con recogida de datos antropométricos (peso, talla y perímetro abdominal) y se tomó la presión arterial. La toma de la presión arterial clínica se realizó siguiendo las recomendaciones de las guías de práctica clínica11, midiendo la presión arterial al paciente tras 5min en reposo, en 2 ocasiones separadas por 2min y en sedestación, para calcular la media aritmética de ambas. Para ello se utilizaron dispositivos automáticos calibrados y validados. Los datos analíticos se recogieron de la historia clínica si estaban disponibles los de los últimos 6 meses o se solicitaron al laboratorio en ese momento. El filtrado glomerular se determinó mediante la fórmula Modification of Diet in Renal Disease Study. El cuestionario con la historia clínica se enviaba mediante una contract research organization para el procesado automático de los datos. A todos los pacientes se les realizó también un electrocardiograma que se remitía por correo ordinario a un centro de referencia, donde era analizado de manera independiente por 2 cardiólogos expertos que desconocían los datos clínicos de los pacientes. Se valoró la presencia de fibrilación auricular e hipertrofia ventricular izquierda mediante criterios de Sokolow, Cornell o sobrecarga ventricular. Se realizó una auditoría externa aleatoria de un 10% de los cuestionarios registrados con el fin de comprobar la fiabilidad de los datos incluidos.
Se determinó la puntuación CHADS2 de los pacientes (insuficiencia cardiaca, hipertensión, edad 75 años, diabetes mellitus [un punto cada uno] e ictus previo o accidente isquémico transitorio [AIT] [2 puntos])2 y se los clasificó en 4 grupos en función de su puntuación: 1, 2, 3 y≥4 puntos. Se realizó un seguimiento clínico de los pacientes, con recogida de la mortalidad tanto global como cardiovascular.
Análisis estadísticoTodos los datos recogidos en el estudio se describen en términos de tendencia central, medidas de dispersión y frecuencias relativas. Para la comparación de variables cuantitativas entre los grupos se utilizó el test de la t de Student o el ANOVA, y para la comparación de las variables categóricas, el test de la χ2. Se calculó la supervivencia global según la puntuación CHADS2 por el método de Kaplan-Meier. Para determinar las variables relacionadas de manera independiente con la mortalidad global y cardiovascular en el seguimiento se realizó un análisis multivariable de regresión logística, en el que se incluyeron todas las variables que en el análisis univariable resultaron significativas y aquellas de reconocida relevancia clínica junto con la puntuación CHADS2. Para analizar la validez de la puntuación CHADS2 en el cálculo del riesgo de mortalidad se trazó la curva receiver operating characteristic (ROC) y se calculó el área bajo la curva. Se consideró significación estadística un valor de p<0,05. Para el análisis se utilizó el programa estadístico SPSS® versión 21.
ResultadosDe los 1.028 pacientes hipertensos incluidos basalmente en el estudio FAPRES, 1.003 completaron el seguimiento (97,5%), con una mediana de 804 (723-895) días. La media de edad de la población era 72,8±5,8 años, y el 47,5% eran varones. El 48,3% de los pacientes tenían antecedentes de hipercolesterolemia, el 27,5% presentaban diabetes mellitus y el 9% eran fumadores activos. Así mismo, 60 pacientes tenían antecedentes de insuficiencia renal (6%), 75, de ictus/AIT previo (7,5%), 72 casos estaban diagnosticados de insuficiencia cardiaca (7,2%) y 146 de cardiopatía isquémica (14,5%), y el 6,9% presentaban fibrilación auricular en el electrocardiograma.
Tras calcular la puntuación CHADS2 se observó que 466 casos (46,5%) tenían un valor de un punto; 340 (36,9%), un valor de 2 puntos, 146 (14,6%), de 3 puntos, y 51 (5,1%), mayor o igual a 4 puntos. En la tabla 1 se recogen las características principales de dichas poblaciones. Los pacientes con un CHADS2 más elevado tenían significativamente más edad y una mayor prevalencia de factores de riesgo, así como mayor enfermedad cardiovascular establecida (especialmente insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, hipertrofia ventricular, fibrilación auricular e ictus previo). También presentaban concentraciones plasmáticas de colesterol unido a high density lipoproteins (HDL, «lipoproteínas de alta densidad») más bajas y peor filtrado glomerular. Respecto al tratamiento que estaban recibiendo, no se encontraron diferencias significativas en el uso de inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina, antagonistas del receptor de la angiotensina ii, bloqueadores beta o diuréticos entre las 4 poblaciones; sin embargo, los pacientes con un CHADS2 más elevado recibieron más frecuentemente antagonistas del calcio, estatinas, anticoagulantes y antiagregantes. En resumen, si comparamos los pacientes con una puntuación CHADS2 de 3 o≥4 con respecto a los que tienen CHADS2=2 los primeros presentan claramente un peor perfil de riesgo.
Características basales de la población según la escala CHADS2
Variable | CHADS2=1 (n=466) | CHADS2=2 (n=340) | CHADS2=3 (n=146) | CHADS2≥4 (n=51) | p |
---|---|---|---|---|---|
Edad (en años) | 69,5±3,4 | 75±6,1 | 77,2±5,3 | 76,7±4,4 | <0,001 |
Varones | 207 (44,4) | 166 (48,8) | 72 (49,3) | 31 (60,8) | 0,12 |
Tabaquismo | 45 (9,7) | 30 (8,8) | 13 (8,9) | 2 (3,9) | 0,60 |
Diabetes mellitus | 2 (0,4) | 150 (44,1) | 90 (61,6) | 34 (66,7) | <0,001 |
Hipercolesterolemia | 208 (44,6) | 165 (48,5) | 74 (50,7) | 37 (72,5) | 0,002 |
Cardiopatía isquémica | 48 (10,3) | 56 (16,5) | 29 (19,9) | 16 (25,5) | <0,001 |
Insuficiencia cardiaca | 1 (0,2) | 19 (5,6) | 37 (14,6) | 15 (29,4) | <0,001 |
Insuficiencia renal | 15 (3,2) | 27 (7,9) | 13 (8,9) | 5 (9,8) | 0,007 |
Ictus previo | 1 (0,2) | 0 (0) | 30 (20,5) | 44 (86,3) | <0,001 |
Ejercicio físico | 196 (42,1) | 111 (32,6) | 43 (29,5) | 19 (37,3) | 0,009 |
Evolución HTA (en años) | 9,2±9,2 | 12±8,7 | 12,8±8,1 | 13,3±9,5 | <0,001 |
PAS en consulta (mmHg) | 146,4±18,5 | 146,9±19,2 | 149,9±19 | 146,4±19,8 | 0,72 |
PAD en consulta (mmHg) | 93,1±10,1 | 80,1±11,2 | 77,8±11,1 | 77,6±12,8 | <0,001 |
IMC | 29,2±3,9 | 29,2±4,4 | 28,5±4,5 | 29,1±4,2 | 0,34 |
Hemoglobina (g/dl) | 13,7±1,5 | 13,4±1,7 | 13,3±2 | 13,3±2 | 0,01 |
Glucosa (mg/dl) | 98,6±18 | 115,4±37,2 | 125,1±38,8 | 108,5±32 | <0,001 |
c-LDL (mg/dl) | 124,1±32,7 | 117,3±32,8 | 111,1±36,1 | 100,9±36,5 | <0,001 |
c-HDL (mg/dl) | 54,4±12,6 | 51,8±12,8 | 51,7±14,8 | 47,7±10,6 | 0,001 |
Filtrado glomerular (ml/min) | 78,1±21,3 | 72,8±22,1 | 72,1±25,9 | 58,3±19,4 | <0,001 |
HVI en ECGa | 62 (13,3) | 64 (18,8) | 37 (25,3) | 9 (17,6) | 0,006 |
Fibrilación auricular en ECG | 20 (4,3) | 17 (5) | 23 (15,8) | 9 (17,6) | <0,001 |
c-HDL: colesterol unido a high density lipoproteins («lipoproteínas de alta densidad»); c-LDL: colesterol unido a low density lipoproteins («lipoproteínas de baja densidad»); ECG: electrocardiograma; HTA: hipertensión arterial; HVI: hipertrofia ventricular izquierda; IMC: índice de masa corporal; PAD: presión arterial diastólica; PAS: presión arterial sistólica.
Los datos se expresan como n (%) o media±desviación estándar.
Durante el seguimiento se produjeron 41 muertes, de las cuales 20 fueron de origen cardiovascular. Los pacientes que fallecieron tenían una mayor edad y presentaban mayores antecedentes de enfermedad cardiaca y peor puntuación CHADS2 (2,39±0,94 frente a 1,77±0,92; p<0,05); por el contrario, presentaban menores concentraciones plasmáticas de HDL y practicaban menos ejercicio físico. No hubo diferencias en la prevalencia de diabetes mellitus, tabaquismo o hipercolesterolemia entre ambas poblaciones (tabla 2). Por otra parte, se observó que los pacientes que fallecieron tomaban más anticoagulantes (el 14,6 frente al 6,10%; p<0,05) y más digoxina (4,9 frente al 0,70%, p<0,05), sin diferencias en el tratamiento antihipertensivo o la utilización de estatinas entre ambas poblaciones.
Estudio comparativo entre los pacientes según la mortalidad en el seguimiento
Variable | Muertes (n=41) | Vivos (n=962) | p |
---|---|---|---|
Edad (en años) | 77,29±5,7 | 72,7±5,1 | <0,001 |
Varones | 20 (65,9) | 449 (65,6) | 0,12 |
Tabaquismo | 5 (12,2) | 85 (12,2) | 0,30 |
Diabetes mellitus | 14 (34,1) | 262 (27,2) | 0,33 |
Hipercolesterolemia | 14 (34,1) | 470 (48,9) | 0,65 |
Cardiopatía isquémica | 15 (36,6) | 131 (13,6) | <0,001 |
Insuficiencia cardiaca | 10 (24,4) | 62 (6,4) | <0,001 |
Insuficiencia renal | 4 (9,8) | 56 (5,8) | 0,29 |
Ictus previo | 5 (12,2) | 70 (7,3) | 0,24 |
Ejercicio físico | 5 (12,2) | 364 (37,8) | 0,001 |
Evolución HTA (en años) | 12±7,5 | 10,88±8,28 | 0,39 |
PAS en consulta (mmHg) | 147,6±20 | 146,6±18,8 | 0,75 |
PAD en consulta (mmHg) | 76,3±8,1 | 81,2±11 | 0,005 |
IMC | 28,7±24,5 | 29,1±4,19 | 0,54 |
Hemoglobina (g/dl) | 13,5±1,7 | 13,5±1,7 | 0,35 |
Glucosa (mg/dl) | 109,5±25,2 | 108,54±32,9 | 0,35 |
c-LDL (mg/dl) | 112,6±32,5 | 118,83±34,1 | 0,27 |
c-HDL (mg/dl) | 46,9±9,46 | 53±13 | 0,006 |
Filtrado glomerular (ml/min) | 71,6±32,4 | 75±21,9 | 0,32 |
HVI en ECGa | 10 (24,4) | 162 (16,8) | 0,20 |
Fibrilación auricular en ECG | 5 (12,2) | 64 (6,7) | 0,17 |
Escala CHADS2 | 2,39±0,94 | 1,77±0,92 | 0,03 |
c-HDL: colesterol unido a high density lipoproteins («lipoproteínas de alta densidad»); c-LDL: colesterol unido a low density lipoproteins («lipoproteínas de baja densidad»); ECG: electrocardiograma; HTA: hipertensión arterial; HVI: hipertrofia ventricular izquierda; IMC: índice de masa corporal; PAD: presión arterial diastólica; PAS: presión arterial sistólica.
Los datos se expresan como n (%) o media±desviación estándar.
Los pacientes con un mayor CHADS2 presentaron una significativa mayor mortalidad: 1,5% en CHADS2=1; 4,7% en CHADS2=2; 9,1% en CHADS2=3, y 7,8% en CHADS2≥4. En las figuras 1 y 2 se muestran las curvas de Kaplan-Meier, que reflejan la mayor mortalidad (global y cardiovascular) de los pacientes con puntuaciones en CHADS2 más altas (log rank test, p<0,001).
En el análisis multivariante, los factores de riesgo asociados a la mortalidad global fueron los antecedentes de cardiopatía isquémica, el sexo masculino y la puntuación CHADS2, con mayor riesgo para los pacientes con valores≥3 (tabla 3). Por el contrario, los factores protectores asociados a mortalidad global que se hallaron fueron el antecedente de hipercolesterolemia, el ejercicio físico y el sexo femenino. Datos muy similares se encontraron en la mortalidad cardiovascular (tabla 4). El área bajo la curva ROC de la puntuación CHADS2 para el riesgo de muerte global fue baja (0,68; intervalo de confianza del 95% [IC95%] 0,61-0,76; p<0,05), y para muerte cardiovascular fue moderada (0,78; IC 95% 0,69-0,86; p<0,05) (figs. 3 y 4).
Análisis multivariable. Factores asociados a mortalidad global durante el seguimiento
Variable | Mortalidad global, OR (IC 95%) | p |
---|---|---|
Ejercicio físico | 0,39 (0,19-0,82) | 0,0013 |
Sexo femenino | 0,15 (0,05-0,46) | 0,001 |
Hipercolesterolemia | 0,32 (0,15-0,69) | 0,004 |
Cardiopatía isquémica | 3,61 (1,7-7,6) | 0,001 |
CHADS2=2a | 2,93 (1,10-7,82) | 0,03 |
CHADS2=3a | 6,35 (2,25-17,89) | <0,001 |
CHADS2≥4a | 6,43 (1,62-25,57) | 0,008 |
IC 95%: intervalo de confianza al 95%; OR: odds ratio.
Las variables introducidas en el modelo son: sexo, tabaquismo, hipercolesterolemia, ejercicio físico, fibrilación auricular, inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina, antagonistas del receptor de la angiotensina ii, bloqueadores beta, estatinas, antiagregantes, anticoagulantes, cardiopatía isquémica, presión arterial media sistólica y diastólica, filtrado glomerular, índice de masa corporal y puntuación CHADS2.
Análisis multivariable. Factores asociados a mortalidad cardiovascular durante el seguimiento
Variable | Mortalidad cardiovascular, OR (IC 95%) | p |
---|---|---|
Ejercicio físico | 0,36 (0,13-1,05) | 0,063 |
Sexo femenino | 0,09 (0,01-0,63) | 0,016 |
Hipercolesterolemia | 0,21 (0,07-0,63) | 0,006 |
Cardiopatía isquémica | 6,18 (2,22-17,21) | <0,001 |
CHADS2=2a | 7,31 (0,87-61,29) | 0,066 |
CHADS2=3a | 24,4 (2,96-201,33) | 0,003 |
CHADS2≥4a | 33,12 (3,15-347,82) | 0,004 |
IC 95%: intervalo de confianza al 95%; OR: odds ratio.
Las variables introducidas en el modelo son: sexo, tabaquismo, hipercolesterolemia, ejercicio físico, fibrilación auricular, inhibidores de la enzima conversiva de la angiotensina, antagonistas del receptor de la angiotensina ii, bloqueadores beta, estatinas, antiagregantes, anticoagulantes, cardiopatía isquémica, presión arterial media sistólica y diastólica, filtrado glomerular, índice de masa corporal y puntuación CHADS2.
El presente estudio es uno de los primeros trabajos que valoran el impacto pronóstico de la puntuación CHADS2 para establecer el riesgo de mortalidad en una cohorte mediterránea de pacientes hipertensos, independientemente de la presencia o no de fibrilación auricular. Los resultados ponen de manifiesto que el CHADS2 es un buen predictor de mortalidad global y cardiovascular, de tal manera que los pacientes con una puntuación≥3 tienen un riesgo aumentado de mortalidad a medio plazo.
La relevancia de la hipertensión arterial como uno de los principales factores de riesgo implicados en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular ha sido ampliamente demostrada y, además, comporta un problema de salud pública de primer orden. Asimismo, su asociación con otros factores de riesgo cardiovascular aumenta exponencialmente el riesgo de episodios cardiovasculares y de mortalidad cardiovascular12. Estos conocimientos han llevado, en las últimas décadas, a un amplio desarrollo de diferentes escalas de valoración de riesgo13,14 y estrategias terapéuticas encaminadas a disminuir su incidencia, su mortalidad y los costes sociosanitarios que suponen. El hecho de poder disponer de una herramienta que pueda predecir el riesgo de muerte en esta población de hipertensos puede ayudar en esta tarea15.
La puntuación CHADS24 se desarrolló originalmente como un esquema de predicción del riesgo de ictus en los pacientes con fibrilación auricular no valvular1,3. Sin embargo, en los últimos años se ha extendido su uso más allá de su escenario original de la fibrilación auricular16,17, y presenta algunas ventajas sobre otras escalas (SCORE o Framingham), como la inclusión de pacientes de más edad y su menor complejidad en su utilización diaria. Henriksson et al. han aplicado esta puntuación a una amplia serie de pacientes supervivientes a un ictus incluidos en el Swedish Stroke Registry, y demuestran que el riesgo de mortalidad a los 5 años del episodio cerebral aumenta gradual y linealmente con la puntación del CHADS2, tanto para pacientes con fibrilación auricular como en ritmo sinusal18. Estos datos se han confirmado recientemente en otros estudios, donde se ponen de manifiesto una mayor mortalidad y una mayor recurrencia de ictus y episodios cardiovasculares en los pacientes con ictus y una puntuación≥2, independientemente de que haya o no fibrilación auricular19,20. Recientemente, nuestro grupo también ha demostrado la asociación del CHADS2 con el riesgo de ictus en población hipertensa en ritmo sinusal, de tal manera que los pacientes con un CHADS2≥4 presentaban 9 veces más riesgo de ictus21.
El papel de la puntuación CHADS2 también se ha investigado en el campo de la cardiopatía isquémica. Poci et al. han demostrado que puntuaciones elevadas del CHADS2 en el momento del ingreso por síndrome coronario agudo se asociaban a un mayor riesgo de hospitalización por ictus y una mayor mortalidad durante el seguimiento5. En el presente estudio ampliamos el escenario de utilización de la citada puntuación al campo de la hipertensión arterial, uno de los factores de riesgo más frecuentes y que comporta un mayor riesgo de episodios cardiovasculares, y demostramos la asociación entre CHADS2 y riesgo de mortalidad tanto global como cardiovascular a medio plazo en una muestra de pacientes hipertensos de edad≥65 años, con un incremento progresivo a medida que aumenta el valor del CHADS2. Ello puede aportar un valioso apoyo a la hora de utilizar este esquema de predicción de riesgo, atractivo y sencillo, en nuestro medio.
Son diversos los mecanismos potenciales que pueden explicar la capacidad del CHADS2 para predecir el riesgo de mortalidad de los pacientes hipertensos, independientemente de la presencia de fibrilación auricular. Es evidente que algunos de los componentes de la escala constituyen factores de riesgo cardiovascular de manera individual y, al poder cuantificar su importancia mediante una puntuación y asociarlos, podemos llegar a predecir la mortalidad a largo plazo, como demuestra nuestro estudio. Henriksson et al. resaltaban en su trabajo la capacidad de la escala para determinar la mortalidad a 6 meses tras un ictus independientemente de la presencia de fibrilación auricular, principalmente por el gran peso de 2 de sus componentes, la edad y la insuficiencia cardiaca, y sugerían que deberían tener más valor15.
Llama la atención en nuestros resultados la asociación paradójica entre hipercolesterolemia y una menor mortalidad en el paciente hipertenso, en contra de la evidencia sostenida por los grandes estudios de prevención primaria y secundaria publicados hasta la fecha22,23. Sin embargo, algunos trabajos recientes en población anciana han mostrado también esa falta de asociación entre la hipercolesterolemia y un peor pronóstico cardiovascular, especialmente en mujeres24. Es probable que lo realmente trascendente no sea la presencia en sí de la dislipidemia, sino el tiempo de evolución de la misma, sin poder descartar tampoco que los pacientes ancianos que han llegado al estudio tengan cierta resistencia a que la hipercolesterolemia les produzca enfermedad cardiovascular.
El estudio realizado presenta algunas limitaciones. En primer lugar, existe un sesgo de selección, ya que los pacientes incluidos en el estudio eran los que acudían espontáneamente al sistema sanitario, por lo que nuestras conclusiones no pueden extrapolarse a otros escenarios. Por otro lado, no existe una segunda cohorte independiente de validación que confirme los resultados de predicción clínica obtenidos en nuestra muestra. Por último, nuestro análisis no es un estudio de causalidad, por lo que no nos permite establecer una relación de causa-efecto, sino una asociación significativa.
En resumen, nuestro estudio refleja que la escala CHADS2 puede ser un instrumento clínico de fácil aplicación en la práctica clínica diaria, consumiendo escasos recursos para identificar pacientes hipertensos de alto riesgo de mortalidad. Además, permite plantear la cuestión de si los casos con puntuaciones CHADS2 más altas podrían beneficiarse de tratamientos preventivos o terapéuticos más intensivos para aumentar la supervivencia, por lo que sería recomendable la realización de estudios en este sentido.
Conflicto de interesesNinguno.
A laboratorios Lacer, por su contribución y ayuda no condicionada a este proyecto. A todos los investigadores participantes, sin cuyo trabajo y esfuerzo diario no habría sido posible el estudio.
Juan Alberola, Vicente Javier; Maestre Amat, Luis; Mateo Limiñana, Jose Manuel; Monleon Gomez, Jose; Montagud Moncho, Miguel; Guinot Martinez, Enrique; Gamon Pastor, Jose Blas; Salanova Penalba, Alejandro; Sanchis Domenech, Carlos; Pallares Carratala, Vicente; Palacios del Cerro, Antonio; Perez Martinez, Rafael; Baudet Dejean, Chantal; Perez Alonso, Manuel; Facila Rubio, Lorenzo; Sipan Sarrion, Yolanda; Saro Perez, Eugenia; Villaro Gumpert, Juan; Cabrera Ferriols, M. Angeles; Fraile Fraile, Belen; Carbonell Franco, Francisco; Cornejo Mari, Francisco Javier; Barbera Comes, Javier; Quiles Añon, Fernando; Llisterri Caro, Jose Luis; Almenar Cubells, Enrique; Casado Gonzalez, Joaquin; Godoy Rocati, Diego; Martinez Guerola, Carmen; Bonet Garcia, Jorge Alejo; Blazquez Encinar, Julio Cesar; Botella Estrada, Carlos; Saen lcoy, Montepio; Almarcha Perez, Natividad; Salanova Chilet, Lorena; Torres Ferrando, Miquel; Debon Belda, Manuel; Fluixa Carrascosa, Carlos; Aznar Baset, Lucia; Vivancos Aparicio, Diego; Pineda Cuenca, Manuel; Obarrio Moreno, Alicia; Nuñez Jorge, Carlos; Matoses Nacher, Daniel; Baño Aracil, Manuel; Balanza Garzon, Alicia; Garcia Palomar, Carlos; Peña Forcada, Enrique; Raga Casasus, Jose; Martinez Lahuerta, Juan; Mendizabal Nuñez, Andrea; Santos Alonso, Eufrosina; Corbi Pascual, Miguel; Lillo Sanchez, Antonio; Martorell Adsuara, Vicente; Sanchez Ruiz, Tomas; Ortiz Diaz, Francisco; Llinares Orts, Jose Francisco; Lahoz Ferrer, Julio; Morillas Blasco, Pedro; Pertusa Martinez, Salvador; Manclus Montoya, Carlos; Adria Mico, Jose Manuel; Llaudes Soler, Ricardo; Castillo Castillo, Jesus; Llopis Martinez, Francisco; Ruiz de la Prada Abarzuza, Ignacio; Nebot Rico, Lidia.