La prueba de la proteína 14-3-3 en líquido cefalorraquídeo (LCR) presenta una alta eficiencia, en un contexto clínico compatible, para el diagnóstico de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ). La difusión de una prueba puede modificar su demanda y su aplicación poco seleccionada. En este trabajo se analiza la evolución de la demanda de la prueba y su validez en nuestro medio.
Pacientes Y MétodoDe las 1.092 muestras de LCR evaluadas durante el período comprendido entre enero de 1997 y junio de 2002, se han seleccionado las 674 analizadas hasta diciembre de 2000. Los diagnósticos finales, siguiendo criterios estándar que no incluyen el resultado de la prueba, se obtuvieron del médico de referencia y del Centro Nacional de Epidemiología.
ResultadosLa evolución del número de muestras (porcentaje de seguimiento) por años fue: 75 (96%) en 1997, 138 (82,3%) en 1998, 197 (73%) en 1999 y 264 (59%) en 2000. El valor predictivo negativo, la sensibilidad y la especificidad para el diagnóstico de enfermedad priónica se han mantenido estables, con valores del 95, el 86 y el 86%, respectivamente. El valor predictivo positivo (VPP) pasó del 77% en 1997 al 51% en 2000 por un incremento en los falsos positivos (FP). El 25% de los FP se podrían haber descartado por pruebas de neuroimagen o por las características del LCR.
ConclusionesLa evolución de la demanda indica que la prueba ha pasado a ser utilizada como prueba de cribado. Con ello los FP han aumentado y ha disminuido el VPP de la prueba.
The 14-3-3 test shows a high efficiency for the diagnosis of Creutzfeldt-Jakob disease (CJD), as long as an appropriate clinical setting exists. We analyze the evolution of the use and the validity of this test in Spain.
Patients And MethodFrom January 1997 to June 2001, 1,092 samples were tested in our laboratory; 674 samples were selected for the study. Diagnoses were obtained by the referring physicians and the national CJD surveillance system according to standard criteria (results of the test were not included).
ResultsThe number of samples analyzed (% of follow-up) was: 75 (96%) in 1997, 138 (82.3%) in 1998, 197 (73%) in 1999 and 264 (59%) in 2000. The negative predictive value, sensitivity and specificity for a diagnosis of prion disease revealed stable values (95, 86 and 86%, respectively). The positive predictive value (PPV) decreased from 77% in 1997 to 51% in 2000 because of an increase of false-positive (FP) results. Up to 25% of FP might have been excluded through neuroimaging or CSF characteristics.
ConclusionsThe observed increase of the demand suggests that the test is used as a screening technique. In this setting, the PPV of the test decreases due to an increase of false-positive results.
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