Objetivos: Valorar a través de la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) el diagnóstico de aquellos pacientes con hipertensión de bata blanca.

Metodología: Se incluyeron pacientes entre 40-70 años que tras varias mediciones de la presión arterial (PA) en la consulta presentaban cifras tensionales elevadas, se les indicó realizar automedida de la PA (AMPA) y tras continuar con cifras TA elevadas se les realizó la MAPA, alguno de los pacientes estaban en tratamiento con un antihipertensivo desde hacía años pero en la consulta o en el AMPA presentaban cifras tensionales elevadas.

Resultados: El 28% de los pacientes presentaron patrón no dipper, con cifras tensionales despierto 140/80 y algún pico hipertensivo matutino aislado, de los cuales 10% estaban en tratamiento con antihipertensivos, con lo cual se procedió a modificar tratamiento antihipertensivo y en el resto iniciar medidas no farmacológicas y control periódico de la TA. El 72% presentó patrón dipper, con cifras tensionales despierto en torno 120/70 mmHg.

Conclusiones: La “hipertensión de bata blanca” se basa en la detección de cifras tensionales elevadas en la consulta, con una presión arterial normal durante el período despierto en la MAPA en pacientes no tratados. No obstante, aquellos pacientes con factores de riesgo, cifras elevadas de PA en AMPA y en la consulta con MAPA normal pueden tener un ligero aumento del riesgo cardiovascular no significativo y desarrollar hipertensión, por lo que un diagnostico precoz permite evitar la progresión de lesión en órganos diana y futuros eventos cardiovasculares.. Es importante hacer un diagnóstico preciso para evitar sobretratamientos. La “hipertensión de bata blanca” no debe ser superpuesta con la normotensión ni ser tratada con fármacos, aunque si deben extremarse medidas no farmacológicas.

Palabras clave: Hipertensión bata blanca. MAPA. AMPA.