El aneurisma de la vena ácigos es extremadamente raro, y cuando se localiza en el trayecto de una cisura pulmonar accesoria plantea un reto diagnóstico ya que puede confundirse con tumores originados en la pleura accesoria, como el tumor fibroso pleural solitario o el mesotelioma. El diagnóstico se debe hacer idealmente mediante métodos incruentos como la TC o RM con técnica angiográfica en varias fases, evitando así una intervención quirúrgica innecesaria. El caso presentado es excepcional dado que se trata del primero publicado en el que coinciden ambas situaciones clínicas, una cisura accesoria de la ácigos con un aneurisma venoso en ella.
The saccular aneurysm of the azygos vein is an extremely rare condition, which when located in the path of an accesory pulmonary fissure, becomes a diagnostic challenge because it can be mistaken for tumors arising from the accesory pleura, like solitary fibrous tumor of the pleura or mesothelioma. The diagnosis should ideally be done by non-invasive methods such as CT or MR angiographic technique in multiple phases, thus avoiding unnecessary surgical intervention. This case is exceptional because, to our knowledge, it is the first to report both concomitant clinical situations, an aneurysm of the azygos vein in the pathway of its accessory fissure.
Los aneurismas venosos son muy poco usuales. Entre ellos, el de la vena ácigos es el quinto en frecuencia después de los de las venas yugular interna, porta, safena magna y poplÃtea1. El lóbulo accesorio de la vena ácigos en el pulmón derecho está presente en aproximadamente un 0,4% de las radiografÃas2, y el aneurisma de la vena ácigos en el trayecto de una cisura ácigos accesoria plantearÃa un gran reto diagnóstico por la posibilidad de confundirlo con un tumor de la propia pleura.
El objetivo principal de este artÃculo es presentar el caso de un paciente con un aneurisma de la vena ácigos en la cisura accesoria, el abordaje diagnóstico y las opciones terapéuticas o de seguimiento, propuestas en casos similares.
Presentación del casoVarón de 68 años, ex-fumador, diabético e hipertenso, con pleuritis tuberculosa 23 años atrás, que acudió a urgencias con tos y sÃncope. La radiografÃa de tórax mostró una lesión densa, fusiforme, bien definida, cuyo extremo superior se continuaba con una imagen lineal que contactaba con la pleura del vértice. La imagen lineal podÃa corresponder a la cisura accesoria de la vena ácigos o al menos estaba en su localización teórica. Además, en el ángulo traqueobronquial derecho faltaba la sombra del cayado de la ácigos habitual y, por tanto, hacÃa pensar en una cisura y un lóbulo accesorio de la ácigos (fig. 1). El paciente fue derivado al servicio de neumologÃa que solicitó una TC de tórax. La espirometrÃa y el estudio de marcadores tumorales fueron negativos.
La TC de tórax sin y con contraste intravenoso en fases arterial y venosa (100ml de contraste yodado a 15s, 35s y 75s de espera) confirmó el lóbulo ácigos accesorio, tipo B según la clasificación de Boyden (cisura de disposición más o menos vertical, con el trÃgono situado en el punto medio del ápex pulmonar)3. Se identificó una lesión expansiva de 38mm bien delimitada semiológicamente benigna que parecÃa depender de la vena ácigos. En el estudio angiográfico la lesión realzaba homogéneamente en fase venosa, lo que hizo pensar en un aneurisma de la vena ácigos, aunque también en otras causas como el tumor fibroso solitario pleural o el mesotelioma (fig. 2). Se estudió mediante RM para intentar determinar el origen vascular de la lesión. La lesión estaba bien delimitada, aparentemente incluida en el interior de la cisura accesoria de la vena ácigos, sin vacÃo de señal y aspecto heterogéneo, predominantemente hiperintensa en T1 y T2, con captación progresiva del contraste de forma semejante a como lo hacÃa la vena ácigos adyacente, que discurrÃa sin plano de clivaje por el margen inferior de la lesión (fig. 3). Como la RM no fue suficiente para asegurar el origen vascular de la lesión, fue extirpada quirúrgicamente. El estudio anatomopatológico confirmó la dilatación sacular de la vena con un coágulo en su interior y una comunicación de 5mm entre la vena y ella. El paciente evolucionó satisfactoriamente.
TC de tórax sin y con contraste intravenoso en fase arterial con ventana de parénquima pulmonar (a) y de mediastino (b). Lóbulo accesorio de la ácigos (flecha vacÃa) con una tumoración de densidad de partes blandas relacionada con la cisura accesoria (flecha rellena), sin realce durante la fase arterial. Reconstrucción 3D sagital en fase venosa (c) que muestra el trayecto intratorácico de la vena ácigos (flechas vacÃas) y la tumoración dependiente de ella a la altura del cayado (flecha rellena).
RM potenciada en T1 axial sin contraste (a) y coronal en fase arterial tras inyectar gadolinio (b). Lesión nodular bien definida (flecha rellena) con señal intermedia heterogénea en ambas imágenes. La imagen coronal en fase venosa (c) muestra la captación homogénea de contraste por la lesión, de forma similar a como lo hace la vena ácigos adyacente, que discurre sin plano de clivaje por su margen inferior (flecha vacÃa).
El aneurisma de la vena ácigos es extremadamente raro y aparentemente no se ha descrito en el trayecto de una cisura pulmonar accesoria, donde plantea un reto diagnóstico porque puede confundirse con tumores originados en la propia pleura.
Algunos autores sugieren que la vena ácigos puede ser una zona de debilidad anatómica ya que en su origen embriológico deriva de 3 grandes venas derechas, la vena supracardinal y las venas cardinales posterior y anterior, que al confluir forman la vena ácigos, el cayado ácigos y la vena cava superior, respectivamente4,5. En cualquier caso, se debe excluir la dilatación del sistema ácigos por causas sistémicas o por seudoaneurisma traumático, que incluye al traumatismo cerrado o por la inserción de un catéter6,7.
De acuerdo con la más reciente serie de casos publicada sobre aneurismas de la vena ácigos8, se definen como una dilatación focal de la vena de al menos 2,5 veces su diámetro normal en el eje menor en el nivel torácico medio. Se clasifican en saculares o fusiformes dependiendo de que la dilatación sea focal excéntrica, o una dilatación corta en forma de huso, respectivamente. En nuestro caso se tratarÃa de un aneurisma sacular, de acuerdo con las imágenes de TC y RM, y el estudio anatomopatológico. La ausencia de vacÃo de señal, compatible con un aneurisma de flujo lento, hace que, al igual que en otros casos ya publicados previamente8,9, el aneurisma simule una masa sólida entre las hojas pleurales del lóbulo accesorio y pueda interpretarse como una tumoración de origen pleural y comportamiento benigno como el tumor fibroso solitario.
El tratamiento de estos pacientes no está claro. Algunos autores consideran que el tratamiento quirúrgico no siempre es necesario6,10 probablemente porque el aneurisma se encuentra en un sistema de baja presión. En algunas publicaciones de casos de aneurismas saculares, el manejo conservador en pacientes asintomáticos no asoció problemas con el tiempo4,7,10. Sin embargo, ha sido más frecuente intervenirlos quirúrgicamente para prevenir la rotura o el embolismo pulmonar6,8,9, puesto que la trombosis y la tendencia al crecimiento, aunque lento, parece ser una constante en los aneurismas saculares, pero no para los fusiformes8. Pese a estas consideraciones, el tratamiento de cada paciente debe individualizarse, y en casos de crecimiento, trombosis o sospecha de neoplasia, la resección quirúrgica puede ser la mejor decisión para minimizar el riesgo de complicación y diagnosticarlo definitivamente6,8.
En conclusión, el aneurisma sacular de la ácigos en una cisura pulmonar accesoria es excepcional y cuando se trombosa puede confundirse con neoplasias de la pleura accesoria. El estudio angiográfico en fase venosa es imprescindible para diagnosticarlo y decidir entre seguirlo o intervenirlo quirúrgicamente.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que en este artÃculo no aparecen datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores declaran que en este artÃculo no aparecen datos de pacientes.
AutorÃas- 1.
Responsable de la integridad del trabajo: SMCR y AGM.
- 2.
Concepción del trabajo: SMCR y AGM.
- 3.
Diseño del estudio: No aplica.
- 4.
Obtención de los datos: SMCR, AGM, ISA y JEA.
- 5.
Análisis e interpretación de los datos: SMCR, AGM, ISA y JEA.
- 6.
Tratamiento estadÃstico: No aplica.
- 7.
Búsqueda bibliográfica: SMCR, AGM, ISA y JEA.
- 8.
Redacción del trabajo: SMCR y AGM.
- 9.
Revisión crÃtica del manuscrito con aportaciones intelectualmente relevantes: AGM, ISA y JEA.
- 10.
Aprobación de la versión final: SMCR, AGM, ISA y JEA.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.