Objetivo docente: El primer objetivo es aclarar que entendemos por una práctica orientada al paciente. El segundo, responder a la pregunta ¿nuestra práctica está orientada al paciente? y finalmente, según la respuesta, analizar los diferentes escenarios planteados.

Discusión: Richard Smith exdirector del BMJ definía así al buena médico “No basta con ser competente en el diagnóstico o en la cirugía. Es muy importante que escuche a sus pacientes, que ponga mucho énfasis en la comunicación, que se mantenga al día y que ejerza de manera ética y respetuosa”. Debemos hablar de personas enfermas y no de enfermedades. Medir la satisfacción del paciente es habitual en los hospitales de nuestro País y una excepción, en los servicios de Radiología. Orientar la práctica al paciente requiere conocer sus expectativas. El punto de partida sería conocer, entender y asumir el punto de vista del paciente y paralelamente promover y facilitar, junto con la Administración la formación sobre aspectos relacionados con su salud. Una práctica orientada al paciente es aquella que nos conduce no solo a mejorar los resultados en salud, sino a incorporar al paciente a la toma de decisiones que le afectan, en el caso de Radiología a ver más allá de las imágenes, a tratarles como personas enfermas y no como enfermedades, a formar a nuestros interlocutores con los pacientes: administrativas, técnicos, enfermería. El estudiante de Medicina comienza la carrera queriendo curar enfermos y acaba curando enfermedades, escribió un profesor de Harvard. La forma en que hablamos de los pacientes nos delata: hoy tengo un páncreas ¿tú?. La expresión habitual “bájame la 230-A y, no digamos los radiólogos, algunos admiten haber escogido la especialidad para evitar a los pacientes ¿?. La expresión tengo un caso precioso, aunque sea catastrófico para el paciente, la demanda innecesaria no controlada aunque de ello se derive un perjuicio para el paciente, la reticencia a hablar con los pacientes etc. Lo anterior, unido al testimonio de muchos pacientes y expresado a través de la literatura y el cine, demuestra que, en general, la profesión médica no está orientada al paciente. En el caso de la Radiología, la falta de orientación al pacientes es aún más evidente a medida que incorporamos nuevas y cada vez más sofisticadas tecnologías. Podemos afirmar que nos situamos en un escenario de una práctica no orientada al paciente y urge tomar medidas para reorientar nuestro ejercicio profesional.