Objetivos: La lesión vascular en pacientes que presentan traumatismo pélvico es una causa importante de morbilidad y mortalidad. Nuestro propósito es comparar la TCMD con la DSA para detectar y localizar el origen del sangrado activo y comprobar los beneficios de realizar fase arterial en la evaluación de estos pacientes.

Material y métodos: Estudio retrospectivo de 271 pacientes con fracturas pélvicas severas (escala de AIS ≥ 4) que fueron evaluados mediante una TCMD entre enero de 2009 y febrero de 2015. Se realizó angiografía a 40 de ellos (14,4%) por sospecha de sangrado activo e inestabilidad hemodinámica: 37 pacientes requirieron embolización mientras que 3 pacientes no tenían signos de sangrado activo.

Resultados: Encontramos una sensibilidad del 100% (37/37) para la fase venosa y del 46% (17/37) para la fase arterial en la detección de sangrado activo arterial mediante TCMD. Además, todos los pacientes con resultado positivo en fase arterial están incluidos en el grupo de pacientes con hemorragia en fase venosa. La correlación entre la localización de la fractura ósea y el vaso embolizado en la angiografía presentó una sensibilidad del 20% y una especificidad del 88%.

Conclusiones: La TCMD multifásica es muy útil para la detección y caracterización de sangrado activo, sin embargo este estudio muestra que la fase arterial es poco sensible. Por lo tanto, deberíamos plantearnos el beneficio de realizar esta fase en la evaluación de este tipo de pacientes.