Objetivos: Determinar el rango de las dimensiones normales para el hígado mediante ecografía en la población pediátrica sana. Desarrollar unas tablas estandarizadas con los rangos de las dimensiones aplicables en la práctica diaria. Establecer un límite seguro y fiable que permita al especialista en Pediatría no infradiagnosticar la hepatomegalia.

Material y métodos: Se llevó a cabo un estudio observacional (marzo 2015-diciembre 2016) que incluía a niños, con edades entre 1 y 180 meses. Si los niños cumplían criterios de inclusión (es decir, ninguna patología que pudiera afectar al hígado) se les realizaba una ecografía abdominal (modo B) centrada en hígado sobre un plano sagital en la línea medio-clavicular. La prueba la realizó el autor de este trabajo tutorizado por un radiólogo pediátrico utilizando sondas cónvex y lineales multifrecuencia.

Resultados: Se estudió a 174 niños, la edad media fue de 60,12 meses y la desviación estándar de 49,12 meses. El análisis estadístico estableció que la variable talla era la que mejor se correlacionaba con la longitud hepática (coeficiente correlación Pearson de 0,89), seguido de la edad (0,84) y peso (0,82). Y el análisis de regresión lineal mostraba que la relación talla/longitud hepática era la que mejor se ajustaba al modelo.

Conclusiones: 1. La talla debería ser considerada como el mejor criterio para correlacionar con las dimensiones hepáticas. 2. Hemos proporcionado una guía práctica de las dimensiones ecográficas hepáticas normales en la población pediátrica. 3. El rango de la normalidad del tamaño hepático determinado podría ser usado como referencia en la práctica diaria de los radiólogos especialistas.