RADIOLOGÍA ANIMAL, EXPERIENCIA EN RM/TC
Objetivos docentes: Experiencia en TC y RM en la clínica de pequeños animales.
Discusión: La medicina veterinaria ha presentado una evolución en los últimos años, cada vez los propietarios son más exigentes y quieren obtener un diagnóstico y realizar un tratamiento a su animal sin mirar el coste económico que esto supone. Son muchas las clínicas veterinarias que han adquirido un TC o una RM desde el 2009 hasta ahora. Y cada vez se están instalando equipos de mayor número de cortes. A diferencia de lo que pasa en los humanos, para realizar una exploración de TC o RM a un animal es necesaria la sedación o la anestesia, y en la mayoría de las exploraciones se requiere mantener el paciente en apnea forzada para reducir los movimientos respiratorios. Para posicionar el paciente se requieren múltiples cojines de goma espuma, esparadrapo, cintas... En la mayor parte de las exploraciones el animal estará colocado en esternal, excepto en la exploración de la columna que se realiza en dorsal para evitar el movimiento de la zona explorada por la respiración. Antes de comenzar el estudio, se debe seleccionar un protocolo adaptado para cada región anatómica. Debido a la gran variabilidad de conformación y tamaño de los pacientes en la clínica veterinaria, existen gran número de protocolos distintos y muchas veces se deben acabar de ajustar los parámetros. En TC de veterinaria normalmente se usan kilovoltajes de alrededor de 120 kV, y mA de 50 a 500 mA. En los casos que se tenga que administrar contraste en el TC se usan contrastes iodados no iónicos a dosis de 600-700 mg de yodo por Kg a una velocidad de 3-5 ml/s y en la RM el gadolinio a dosis de 0,2 ml/kg. En veterinaria, la RM se utiliza para diagnosticar problemas intracraneales (tumores, enfermedades inflamatorias...) y enfermedades de columna y medula espinal. En ciertas enfermedades de cavidad nasal, oídos o tejidos blandos del cráneo también se prefiere la RM que el TC. El empleo de la RM para valorar músculos, tendones y ligamentos del esqueleto apendicular no es tan frecuente como en humana. El TC es una herramienta diagnóstica que se ha incorporado en el día a día de muchas clínicas veterinarias. Se utiliza para la exploración de tórax y abdomen, en la exploración del sistema musculoesquelético (sobre todo en patologías de codo), en cavidad nasal y oídos y también en columnas.
Referencias bibliográficas
- Da Costa, et al. Advanced imaging of spine in small animals The veterinary Clinics of North America. Small Animal Practice. 2010;40:765-90.
- Zwingenberger AL, Schwarz T. Dual phase angyography of the normal canine portal and hepatix vasculature. Vet Radiol Ultrasound. 2004;45(2):117-24.