Objetivos docentes: Repasar la anatomía de las estructuras anatómicas de la cara. Revisar los diferentes tipos de fracturas faciales, analizando sus características radiológicas. Describir el protocolo adecuado de estudio mediante tomografía computarizada (TC). Adquirir una sistemática de estudio ante un trauma facial para no dejarnos nada sin evaluar.

Revisión del tema: Los mecanismos más frecuentes de lesiones faciales son caídas, lesiones deportivas, accidentes automovilísticos, accidentes de trabajo y agresiones por puñetazos u objetos. El examen físico de los pacientes con trauma facial generalmente está limitado por la presencia de edema, hemorragia y lesiones de partes blandas, por lo que las técnicas de imagen son fundamentales para la identificación y caracterización de las fracturas. La tomografía computarizada (TC) es la técnica de elección para la evaluación ósea y de las partes blandas, ya que proporciona una información muy detallada para el diagnóstico y permite realizar reconstrucciones volumétricas y multiplanares, necesarias para un adecuado manejo por parte del cirujano. En esta revisión, describiremos una sistemática de estudio para no dejarnos nada sin evaluar, dividiendo en 5 regiones anatómicas la cara: nasal, orbitaria, malar, maxilar y mandibular.

Conclusiones: La TC es la técnica de elección para identificar y caracterizar las fracturas faciales y valorar las partes blandas. El radiólogo debe seguir una sistemática de estudio, conociendo los patrones de fracturas más frecuentes en la región facial, así como los signos relevantes para el manejo y el pronóstico de estos pacientes.