Esta investigación tiene por objetivo determinar la relación entre las variables adaptación a la enfermedad, resiliencia y optimismo disposicional en mujeres con cáncer de mama en Montería (Colombia). Este estudio es de tipo descriptivo-correlacional, se evaluó a 116 participantes. Los instrumentos aplicados fueron el Cuestionario de Calidad de Vida de Font, el Índice de Adaptación a la Enfermedad, la Escala de Resiliencia de Wagnild y Young (ER) y el Life Orientation Test-Revised (LOT-R). Para el análisis de los datos, se empleó el programa estadístico SPSS 25.0. Se aplicó una prueba de normalidad y se calculó el coeficiente de correlación de Spearman. Los hallazgos indicaron adaptación de las participantes y características resilientes y optimistas; sin embargo, no existe relación significativa entre estas variables y la adaptación a la enfermedad.
This research aims to determine the relationship between the variables adaptation to the disease, resilience and dispositional optimism in women with breast cancer in Montería (Colombia). This study is a descriptive-correlational type, evaluating 116 participants. The instruments applied were the Font Quality of Life Questionnaire, to assess the Index of Adaptation to Disease, Wagnild and Young's Resilience Scale (RS) and the Life Orientation Test-Revised (LOT-R). The statistical program SPSS 25.0 was used for the analysis of the data. A normality test was performed which led to the application of the Spearman correlation coefficient. Findings indicated the presence of adaptation in the participants and resilient and optimistic characteristics, however, there is no significant relationship between these variables and adaptation to the disease.
El cáncer de mama (CaM) no es una enfermedad exclusiva en las mujeres, pero en ellas es más frecuente este diagnóstico. Debido al progresivo aumento mundial de los datos de incidencia (24,5%) y mortalidad (15,5%) de 2021, la enfermedad se ha mantenido como un problema de salud pública1 que puede producir trastornos mentales como depresión y estrés postraumático2 a causa de los síntomas de la enfermedad y los efectos secundarios de sus intervenciones3,4. Por ello gran parte de los estudios sobre variables psicológicas y CaM se han centrado en el malestar emocional y el estrés5-7, pues se ha descrito que el CaM es una situación traumática8,9 con posible impacto en la calidad de vida de quienes la padecen y su entorno10.
En Colombia11, este tipo de cáncer ocupa el primer lugar en incidencia y mortalidad en mujeres, al igual que en los datos mundiales, y las ciudades de mayor desarrollo son las que muestran un incremento del riesgo. A pesar de considerarlo un cáncer con buen pronóstico, la realidad es que su índice de mortalidad aumenta en los países en desarrollo12.
Los datos estadísticos del CaM son reflejo de una realidad causante de malestar emocional debido al temor a lo desconocido, ideas de pérdida del control de la salud y afectación de la vida en general, que hacen más difícil el proceso de ajuste a la enfermedad4,13. Lo que fundamenta la necesidad de investigar aspectos que permitan afrontar de buena manera la enfermedad y generen aprendizaje y la expresión de emociones positivas14.
Para algunos autores15,16, la depresión, la ansiedad, los problemas de imagen corporal, los problemas de sueño, la irritabilidad, la impotencia, la fatiga, el miedo a la muerte y al abandono, el pesimismo y la desadaptación de la persona frente a la enfermedad son reacciones psicológicas y emocionales comunes como respuesta al CaM17. Debido a esto, se señala la importancia de centrar la atención en las emociones positivas de las mujeres con CaM, en pro de experiencias de mejoría de su salud física18.
Vázquez et al.19 señalaron que las investigaciones en cáncer harían énfasis en varios aspectos de la enfermedad. Primero, efecto de los afectos positivos y negativos en su desarrollo y su proliferación; segundo, afrontamiento y factores de personalidad, y por último, emociones y aprendizajes positivos a partir de la enfermedad, aspectos que logran caracterizar condiciones y procesos que facilitan una buena calidad de vida20. Los aspectos de la personalidad o formas de afrontamiento de interés para este estudio son la resiliencia y el optimismo disposicional y su relación con la adaptación a la enfermedad.
Bárez21 definió la «adaptación al cáncer» como un proceso en el que se emplean estrategias de afrontamiento que permiten mitigar las emociones negativas, así como los efectos físicos, sociales y psicológicos de la enfermedad. La adaptación, según Tafoya22, depende entonces de la resiliencia, los recursos de afrontamiento, el apoyo social y las emociones y actitudes positivas que permiten mejores funcionalidad y calidad de vida. Para Folkman23, la adaptación es un proceso que solo se explica en la medida en que se identifiquen los factores patogénicos y salutogénicos que intervienen en él.
Otra explicación para la adaptación es que esta es un proceso relacionado con el concepto de estrés, debido al proceso de duelo que surge de la pérdida de la salud física y la falta de control de algunos aspectos de la vida24,25. En 1946 Selye26 definió el estrés como la respuesta fisiológica que surge ante un acontecimiento estresante y que tiene la capacidad de estimular cambios en los sistemas inmunológico, nervioso y endocrino, con lo cual aumenta la probabilidad de enfermedades crónicas. Según Solis27, los pacientes con cáncer y limitaciones para la expresión de sus emociones y sentimientos, que a su vez afrontan la enfermedad por medio de negación, inhibición y evitación, son los que tienen más problemas para adaptarse a la enfermedad, depresión y deterioro del sistema inmunológico.
Para Cohler28, la resiliencia es una característica de la personalidad que impulsa al ser humano a alcanzar los objetivos que se ha trazado, desde la capacidad de generar patrones de comportamiento que se lo permitan. Diferentes autores29-31 la definen como una variable dependiente e independiente, asociada con el funcionamiento adaptativo del individuo en situaciones estresantes o críticas desde un enfoque del desarrollo y la cultura32. Según Leshner et al.33,34, permite una historia de adaptación o ajuste en la medida que la persona presente características asociadas con la capacidad de dominio, perseverancia, apoyo social, flexibilidad, adaptabilidad a los cambios, previsión de resultados, empatía, religiosidad y resistencia, en especial frente a situaciones de gran adversidad, actitudes que en el ámbito de la salud permiten la protección de los individuos y un desafío a las cambios y condiciones producto de la enfermedad35.
En los pacientes con CaM, las características resilientes más comunes son el apoyo social, la autoeficacia, la esperanza hacia el futuro y el coraje36,37, rasgos que, según Seiler et al.38, contribuyen a la capacidad de recuperación de los pacientes con cáncer favoreciendo la función de los tratamientos y procesos de recuperación de la enfermedad; en consecuencia, habría un crecimiento postraumático, además de una disminución de los síntomas físicos y psicológicos como depresión y ansiedad39,40. Algunos estudios41-43 han demostrado que la resiliencia es una fuente de fortaleza para los pacientes con CaM y un factor que influye en el ajuste a la enfermedad.
Scheier et al.44 definieron el optimismo disposicional en 1985 como una característica estable de la personalidad que tiene la capacidad de influir en las acciones de las personas con el fin de obtener resultados favorables por medio de estas, explicado desde un modelo de autorregulación del comportamiento, dirigido al logro de un objetivo a través de un sistema de retroalimentación negativo que evalúa constantemente la distancia entre lo que se hace y la expectativa de logro. Para los autores45,46, las expectativas eran importantes para lograr la consecución de los resultados, ya que estas movilizan el comportamiento frente a asuntos relacionados con la salud. Además de las expectativas, otras variables que influyen en el optimismo son las estrategias de afrontamiento enfocadas en el problema47,48, la capacidad de aceptar y renunciar46 y la cultura y el apoyo social de las personas49.
El optimismo se relaciona con acciones proactivas ligadas a la protección y la promoción de la salud minimizando los factores de riesgo49,50. Es un factor que minimiza el estrés y tiene un efecto positivo en la calidad de vida de los pacientes con cáncer51, así como en la adaptación a la enfermedad52,53 y el crecimiento postraumático47.
Asumiendo la importancia de las variables descritas, se planteó como objetivo de este estudio determinar la relación de la variable adaptación a la enfermedad en función de la resiliencia y el optimismo disposicional de las mujeres con CaM en la ciudad de Montería (Colombia).
Se consideró como hipótesis del estudio que los hallazgos evidenciaran relaciones significativas entre la resiliencia y el optimismo con la adaptación a la enfermedad.
MétodosPara el estudio se utilizó un diseño no experimental, transversal-correlacional, el cual pretende la descripción y la relación de las variables en un único momento54.
ParticipantesParticiparon en total 116 mujeres diagnosticadas de CaM, con un promedio de edad de 53,8 (intervalo, 28-83) años, nacionalidad colombiana y residencia en el Departamento de Córdoba y aledaños. El tipo de muestreo fue no probabilístico por conveniencia de sujetos dispuestos y disponibles, debido a las características de vulnerabilidad de la muestra54.
Los criterios de inclusión en la muestra fueron ser mujer mayor de 18 años con diagnóstico de CaM en los 3-12 meses previos a la aplicación de los instrumentos, recibir algún tratamiento médico y haber firmado el consentimiento informado. Los criterios de exclusión fueron tener un diagnóstico original de otro tipo de cáncer, deterioro cognitivo descrito en historia clínica o estados alterados de la conciencia u otros efectos secundarios adversos de la enfermedad o tratamientos que impidieran el desarrollo continuo de la evaluación (náuseas, vómitos o activación motora involuntaria, entre otros).
InstrumentosCuestionario ad hoc de datos sociodemográficos y médicosDiseñado para el estudio con el fin de identificar las características de la muestra como edad, cantidad de hijos, estado civil, nivel académico, nivel económico, estadio de diagnóstico del cáncer y tratamientos recibidos.
Adaptación a la enfermedadSe determinó mediante el índice de adaptación a la enfermedad, medida secundaria del cuestionario Quality of Life (QoL) de Font55, cuyo propósito es evaluar el deterioro de la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
El instrumento fue creado en 1988, contiene 24 ítems distribuidos en 4 subescalas: aumento de síntomas (SINTO), aumento de pérdida de capacidad funcional corporal (CORPO), aumento de pérdida de relaciones familiares y sociales (RELFAM) y aumento de malestar psicológico (PSICOL). Además, la medida global de pérdida de (QoL). Los ítems tienen escalas analógicas de valoración de 0-100 (0, nulo deterioro; 100, el mayor deterioro). La escala global arroja un alfa de Cronbach de 0,85 y las subescalas, α=0,57, α=0,85, α=0,62 y α=0,80. La escala global obtuvo en la muestra del presente estudio α=0,8355.
La fórmula del índice de adaptación a la enfermedad propuesta por Blasco et al.56 en 1992 resulta de la suma de las puntuaciones de las subescalas SINTO, CORPO y RELFAM, dividida por la subescala PSICOL × 3. Se considera adaptación una puntuación ≥ 1,0; a mayor puntuación, mayor la adaptación57.
Resilience ScaleCreada por Wagnild et al.58 en 1993, consta de 25 ítems que miden 2 factores, la competencia personal y la aceptación de uno mismo, integrados por 5 características de la resiliencia: ecuanimidad, perseverancia, confianza en uno mismo, satisfacción personal y sentirse bien.
Los ítems se responden con una escala tipo Likert de 7 puntos (1, completamente en desacuerdo, a 7, completamente de acuerdo). Respecto a la confiabilidad, la versión original precisa α=0,91 para el total de la prueba, y para los factores y las características oscila entre 0,67 y 0,8458. En Colombia59, la validación obtuvo α=0,84 para el total de la prueba; en las características obtuvo entre 0,53 y 0,83, y para los factores competencia personal y aceptación de uno mismo, 0,95 y 0,68 respectivamente. Para este estudio, el total de la prueba obtuvo α=0,90.
Las normas de calificación indican que la puntuación general de la prueba oscila entre 25 y 175 (a mayor puntuación, mayor expresión de la resiliencia de la persona). En los factores, las puntuaciones mínima y máxima son: competencia personal, 17-119; aceptación de uno mismo, 8-56. En las características: ecuanimidad, 4-28; perseverancia, 5-49; confianza en uno mismo, 8-49; satisfacción personal, 4-28 y sentirse bien, 3-2159.
Life Orientation Test-RevisedSe desarrolló originalmente en 199460 y consta de 10 ítems; 3 miden optimismo, 3 miden pesimismo y los 4 restantes no se tienen en cuenta en la calificación. Las respuestas se presentan en una escala Likert de 0 a 4 (0, muy en desacuerdo; 4, muy de acuerdo). Para la calificación, las puntuaciones ≤ 6 indican poca presencia de la característica y las ≥ 7 indican gran presencia tanto de optimismo disposicional como de pesimismo. Los 6 ítems de la prueba original obtuvieron α=0,78. En Colombia, Valdelamar-Jiménez et al.61 validaron la prueba en una muestra de pacientes con cáncer (α=0,96). Para este estudio se obtuvo α=0,76.
ProcedimientoEste estudio contó con la aprobación del comité de ética de la Universidad San Buenaventura de Medellín y de la Clínica IMAT Oncomédica. Una vez aprobada la investigación, se procedió a la identificación de pacientes que cumplieran los criterios de inclusión y exclusión del estudio y se las invitó a participar, al tiempo de presentarles el consentimiento informado en el que se daba a conocer el objetivo del estudio y su alcance. Tras la firma de los consentimientos de las participantes, los testigos y el investigador a cargo, se iniciaba la cumplimentación. A continuación se digitaban y codificaban los datos para su análisis en el paquete estadístico SPSS versión 25.0 para Windows62.
Análisis de los datosAntes del análisis de los datos, se evaluó el cumplimiento de los supuestos para emplear las técnicas paramétricas aplicando la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov, apta para muestras> 50 sujetos63. Los resultados oscilaron entre p<0,001 y p=0,030, lo que orientó a la técnica no paramétrica del coeficiente de correlación de Spearman para el análisis de las correlaciones entre las variables resiliencia y adaptación a la enfermedad, así como entre el optimismo disposicional y la adaptación a la enfermedad. Antes del análisis de correlaciones, se obtuvo el alfa de Cronbach global para las pruebas y se realizó el análisis descriptivo de las variables numéricas y cualitativas.
Consideraciones éticas del estudioEl desarrollo de este estudio contó con el criterio de consentimiento informado de las participantes, de acuerdo con la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial de 1964 enmendada en diferentes periodos hasta el año 201364.
ResultadosEn cuanto a las características de las mujeres con CaM incluidas en el estudio, tenían una edad promedio de 53,8±11,6 años, vivían en una relación de hecho (31,0%) o eran solteras (28,4%) en su mayoría, tenían un promedio de 2,5±1,8 hijos, un nivel de formación centrado en estudios completos de primaria (28,4%), bachillerato (24,1%) y universitarios (20,2%) y un nivel económico bajo (71,6%). La gran mayoría procedía de zonas urbanas (72,4%). Respecto a las variables médico-clínicas, el 42,2% se trató exclusivamente con quimioterapia y el 46,6%, con la combinación de quimioterapia y cirugía. Los diagnósticos más reportados fueron los estadios IIA (22,4%) y IIIB (22,4%); fue notorio que el grueso de los diagnósticos estuviera entre estos estadios.
En cuanto a las variables psicológicas de estudio, la tabla 1 indica valores de la variable adaptación a la enfermedad (1,7±1,5) que muestran que hay ajustes de las participantes frente a las condiciones de la enfermedad en los aspectos físico, funcional y familiar/social, es decir, frente a los cambios provocados por el CaM en su apariencia física, su condición de salud, su capacidad para realizar las actividades del día a día y las forma de interactuar con los demás.
En cuanto a la resiliencia, los resultados (tabla 2) resaltan en las mujeres evaluadas un balance frente a la vida, persistencia y autodisciplina, creencia en sí mismas y en sus capacidades, reflejo de las puntuaciones altas en los factores competencia personal (104,5±11,8) y aceptación de uno mismo y de la vida (48,9±6,6), así como en las características de ecuanimidad (23,4±4,0), perseverancia (42,1±5,2) y confianza en uno mismo (44,2±5,8). La puntuación global de resiliencia fue igualmente alta (153,4±17,6).
Factores y características de la resiliencia
Competencia personal | 104,5±11,8 (29-119) |
Aceptación de uno mismo y de la vida | 48,9±6,6 (8-56) |
Características | |
Ecuanimidad | 23,4±4,0 (8-28) |
Perseverancia | 42,1±5,2 (12-49) |
Confianza en uno mismo | 44,2±5,8 (7-49) |
Satisfacción personal | 25,1±3,8 (4-28) |
Sentirse bien solo | 18,6±2,9 (6-21) |
Resiliencia global | 153,4±17,6 (37-175) |
Los valores expresan media±desviación estandar (intervalo).
La tabla 3 presenta puntuaciones altas en optimismo (12,0±3,8) y bajas en pesimismo (5,4±4,4) asociadas con la percepción de control de uno mismo, sumada a expectativas y actitudes favorables hacia el futuro, hacia aquello que desean, por lo que se movilizan para conseguirlo.
En la relación de la adaptación a la enfermedad según la resiliencia y el optimismo disposicional (tabla 4) se identifica ausencia de relaciones estadísticamente significativas; todos los coeficientes resultaron ser bajos para la resiliencia, sus factores y sus características (rho de Spearman entre –0,012 y –0,126), y para el optimismo y el pesimismo (ρ=–0,012 y ρ=–0,002), todas las relaciones presentaron p> 0,05. Por lo tanto, la adaptación a la enfermedad no mostraría ningún cambio según varían las características resilientes y optimistas de las participantes. Tener puntuaciones altas en las 3 variables no ha demostrado que sea una garantía de que haya relación entre ellas y la adaptación al CaM de las pacientes.
Adaptación a la enfermedad en función de la resiliencia y el optimismo disposicional
Adaptación a la enfermedad en función de la resiliencia | CP | AMV | EC | PE | CM | SP | SS | RG | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
ρ | –0,099 | –0,013 | –0,012 | –0,082 | –0,077 | 0,065 | –0,126 | –0,078 | |
p | 0,291 | 0,887 | 0,896 | 0,380 | 0,411 | 0,491 | 0,178 | 0,407 |
Adaptación a la enfermedad en función del optimismo-pesimismo | Optimismo | Pesimismo | |
---|---|---|---|
ρp | –0,012 | –0,002 | |
0,902 | 0,981 |
AMV: aceptación de uno mismo y de la vida; CM: confianza en uno mismo; CP: competencia personal; EC: ecuanimidad; PE: perseverancia; RG: resiliencia global; SP: satisfacción personal; SS: sentirse bien solo.
Los hallazgos de este estudio muestran concordancia con resultados previos en participantes con condiciones de salud similares o iguales.
Se pudo descubrir en estudios previos que las pacientes con CaM que muestran estar adaptadas, conocen su diagnóstico y las implicaciones de este65 hacen uso de estrategias de afrontamiento que les permiten afrontar las condiciones adversas66 y aceptar la enfermedad67 respondiendo de forma resiliente y optimista68. Puntuaciones altas en los factores y características resilientes muestran el constructo en la forma de actuar de las pacientes frente al diagnóstico, la enfermedad y los efectos secundarios de sus tratamientos, actitudes que facilitan la protección de los pacientes al momento de generar cambios en su estilo de vida35.
La historia de reacciones resilientes frente a situaciones adversas permite la expresión recurrente de capacidades como perseverancia, flexibilidad, empatía, adaptación al cambio y previsión de consecuencias34; características que no dejan de ser comunes en pacientes con CaM, sumadas a la autoeficacia, el optimismo y el coraje36,37, y en los que se resalta además la capacidad de recuperación que favorece los resultados de tratamientos40, y la disminución del desencadenamiento de respuestas emocionales negativas como la ansiedad y la depresión38, lo que fortalece la adaptación a la enfermedad42,43. Esto convierte a la resiliencia en una variable con un efecto significativo en la salud y la calidad de vida69.
El optimismo es otra de las variables que suele aparecer frente a situaciones desfavorables70. Para el caso de las participantes del estudio, el optimismo mostró puntuaciones altas en contraposición al pesimismo, en concordancia con estudios que hallaron una disminución en la fatiga y el malestar emocional en pacientes optimistas53,71.
El optimismo disposicional permite fijar la atención de los pacientes con CaM en la solución de los problemas47,48; esto las conduce a acciones relacionadas con la protección y la promoción de la salud49,50 y contribuye a la adaptación a la enfermedad52,72, mejora de la calidad de vida51,68 y crecimiento postraumático47.
Pese a que la resiliencia y el optimismo disposicional son variables que se han mostrado relacionadas con la adaptación a la enfermedad, en este estudio los resultados fueron contradictorios. No se presentan como características que en algún momento podrían llegar a explicar en las pacientes del estudio su adaptación al CaM.
Para esta investigación, la limitación más clara es el tamaño de la muestra, que para ser un estudio clínico tiene un buen número de participantes, pero no lo suficiente para lograr la homogeneidad ni la posibilidad de realizar análisis desde las variables médico-clínicas.
Una recomendación factible, además de aumentar el tamaño de la muestra, es realizar estudios longitudinales en diferentes etapas del tratamiento, con el apoyo de otros centros de investigación en el país.
ConclusionesLa presencia de características resilientes y optimistas en mujeres diagnosticadas y tratadas de CaM no garantiza la relación entre dichas variables y la adaptación a la enfermedad, lo que implica el análisis de una variedad de otras características psicológicas, como apoyo social, estrategias de afrontamiento, tipo de personalidad, ansiedad, depresión y estrés, entre otras, que podrían estar relacionadas y explicar de alguna forma la adaptación al CaM.
Aun así, se considera importante preservar las características resilientes y optimistas de las pacientes, dado que facilitan los cambios de actitud y estilos de vida frente a la enfermedad y, por lo tanto, mejoran su calidad de vida.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.