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Inicio Revista Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología El tratamiento de las fracturas intracapsulares del fémur
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El tratamiento de las fracturas intracapsulares del fémur
The treatment of intracapsular fractures of the femur
L. Gubern Salisachsa
a Cirujano de número del Hospital de Badalona. Cirujano agregado del Hospital de Niños Pobres de Barcelona.
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1&#41;&#44; las cuales consolidan siempre aunque no se aplique ning&#250;n tratamiento&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab01.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 1&#46;</span> Fractura enclavada en abducci&#243;n&#46; Las fracturas de este tipo</span><span class="elsevierStyleItalic">curan bien sin ning&#250;n tratamiento&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"> &#191;A qu&#233; es debido el fracaso de los m&#233;todos cl&#225;sicos de tratamiento en las fracturas del cuello del f&#233;mur&#63; Se ha invocado la falta de periostio&#44; la interposici&#243;n de pliegues sinoviales a nivel del foco de fractura y una hipot&#233;tica acci&#243;n de la sinovia como retardante de la consolidaci&#243;n &#243;sea&#46; Si la sinovia realmente dificultara la consolidaci&#243;n &#243;sea&#44; &#191;c&#243;mo curar&#237;an las fracturas maleolares&#44; las de la r&#243;tula y las del escafoides carpiano&#44; por ejemplo&#63;</p><p class="elsevierStylePara"> M&#225;s recientemente se tiende a justificar la tendencia a la seudoartrosis del cuello del f&#233;mur en su insuficiente vascularizaci&#243;n&#46; En efecto&#58; la arteria del ligamento redondo es inconstante y la mayor&#237;a de las ramas de la circunfleja anterior y posterior&#44; por el hecho de ser yuxtacapsulares&#44; son lesionadas por el traumatismo &#40;la parte posterior de la c&#225;psula est&#225;&#44; sin embargo&#44; muchas veces intacta&#41; o son comprimidas por los fragmentos desviados&#46; Por otra parte&#44; falta a nivel del cuello femoral&#44; que es intraarticular&#44; inserciones musculares que posibilitar&#237;an la existencia de una red vascular peri&#243;stica&#46; La consolidaci&#243;n del foco de fractura es imposible sin una revascularizaci&#243;n&#44; que en este caso ha de llevarse a cabo principalmente a expensas del fragmento distal del foco&#46;</p><p class="elsevierStylePara">A pesar de la importancia de la escasa vascularizaci&#243;n del cuello del f&#233;mur&#44; para explicarnos la tendencia habitual a la seudoartrosis de las fracturas en &#233;l localizadas&#44; es evidente que este factor patog&#233;nico es insuficiente para justificar el retardo o ausencia de consolidaci&#243;n &#243;sea&#46; Tambi&#233;n es escasa la vascularizaci&#243;n del escafoides carpiano&#44; por ejemplo&#44; y sin embargo&#44; las fracturas en &#233;l localizadas consolidan a las pocas semanas de haber aplicado un enyesado inmovilizador&#44; m&#233;todo que casi siempre cosecha fracasos en las fracturas transcervicales del cuello del f&#233;mur&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Todos los tejidos mesenquimatosos necesitan la existencia de dos factores fundamentales para que se lleve a cabo su reparaci&#243;n despu&#233;s de un traumatismo&#46; Estos dos factores son&#58; reposo y buena circulaci&#243;n&#46; La suma de ellos permite&#44; como dice B&#246;hler&#44; que el tiempo se encargue de curar la lesi&#243;n&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Tenemos&#44; pues&#44; que <span class="elsevierStyleItalic">reposo</span> &#43; <span class="elsevierStyleItalic">buena circulaci&#243;n &#61; reparaci&#243;n</span> &#40;consolidaci&#243;n &#243;sea en este caso&#41;&#46; Cuando mayor es el reposo&#44; menor se requiere que sea la buena circulaci&#243;n&#44; y viceversa&#44; para la obtenci&#243;n de una misma resultante reparadora&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Para comprender la importancia del reposo en traumatolog&#237;a basta ver lo que ocurre cuando un animal o un hombre salvaje sufren un extenso traumatismo&#58; espont&#225;neamente inmovilizan la regi&#243;n lesionada para evitar el dolor que produce toda movilizaci&#243;n&#46; La naturaleza&#44; no fi&#225;ndose de la inteligencia de las criaturas&#44; apela a este reflejo salut&#237;fero&#44; a este centinela vigilante&#44; el dolor&#44; siempre que la movilizaci&#243;n de la regi&#243;n traumatizada pueda reportar serios perjuicios al individuo&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Debemos aclarar el concepto del reposo&#46; <span class="elsevierStyleItalic">No debemos entender por &#233;l la ausencia absoluta de est&#237;mulos mec&#225;nicos a nivel del foco traum&#225;tico&#44; sino la supresi&#243;n de los est&#237;mulos mec&#225;nicos nocivos y la persistencia o aparici&#243;n de est&#237;mulos mec&#225;nicos favorables a la reparaci&#243;n&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"> &#191;Cu&#225;les son los est&#237;mulos mec&#225;nicos favorables y cu&#225;les los nocivos en el hueso&#63; Sabemos&#44; desde Roux&#44; que en el esqueleto <span class="elsevierStyleItalic">toda presi&#243;n da lugar a la producci&#243;n de tejido &#243;seo&#44; y toda tracci&#243;n&#44; a la de tejido fibroso&#46;</span> La presi&#243;n constituye&#44; pues&#44; el est&#237;mulo m&#225;s adecuado&#44; el <span class="elsevierStyleItalic">fisiol&#243;gico&#44;</span> por decirlo as&#237;&#44; de la reparaci&#243;n &#243;sea&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Las condiciones mec&#225;nico-biol&#243;gicas del foco de fractura&#44; en el cuello del f&#233;mur&#44; &#191;favorecen o dificultan la aplicaci&#243;n del precepto reposo&#44; de acuerdo con el concepto que hemos expuesto&#63; Siguiendo las ideas de Pauwels&#44; pueden observarse tres tipos de fractura&#46; En el primero&#44; de oblicuidad de unos 30&#176; &#40;fractura por abducci&#243;n&#41;&#44; act&#250;a esencialmente el componente de presi&#243;n&#44; cuya potencia es casi igual a la carga&#44; lo que provoca est&#237;mulos de presi&#243;n de casi igual intensidad en todas las superficies del foco de fractura&#46; En el segundo&#44; de oblicuidad de unos 50&#176; &#40;fractura por abducci&#243;n&#41; sobre la superficie de fractura&#44; act&#250;a el componente de desplazamiento lateral&#44; y el componente de presi&#243;n juega un papel menor&#46; En el tercero&#44; de oblicuidad de unos 70&#176; sobre la superficie del foco&#44; act&#250;an simult&#225;neamente el componente de desplazamiento lateral y la fuerza de tracci&#243;n&#44; y el est&#237;mulo de presi&#243;n es nulo&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Es evidente&#44; pues&#44; que las condiciones mec&#225;nico-biol&#243;gicas del foco de fractura&#44; en el cuello del f&#233;mur&#44; dificultan la aplicaci&#243;n del precepto reposo&#46; Pero a&#250;n hay m&#225;s&#58; la carga que ha de soportar normalmente el cuello del f&#233;mur supera en mucho lo que podr&#237;a hacer suponer un examen superficial de los hechos&#46; En efecto&#58; como ha demostrado Pauwels&#44; si la carga se sostiene la ep&#237;fisis femoral superior en la actitud erecta representa algo menos que la tercera parte del peso del cuerpo&#44; dicha carga equivale a cuatro veces y media dicho peso en el acto de la deambulaci&#243;n&#46; Esta proporci&#243;n parecer&#225;&#44; a primera vista&#44; exagerada&#44; pero hemos de tener presente la fuerza din&#225;mica ejercida por los m&#250;sculos pelvifemorales&#44; las oscilaciones que efect&#250;a el cuerpo al andar y la longitud del tronco y cabeza&#44; brazo de palanca de dichas oscilaciones&#46;</p><p class="elsevierStylePara">En resumen&#58; si las fracturas del cuello de f&#233;mur no consolidan tratadas por los m&#233;todos cl&#225;sicos&#44; ello es debido&#44; adem&#225;s de a una deficiente vascularizaci&#243;n de la cabeza femoral&#44; a que las condiciones mec&#225;nico-biol&#243;gicas impiden o dificultan de un modo extraordinario la aplicaci&#243;n del precepto reposo&#44; de acuerdo con el concepto que ya hemos expuesto&#59; supresi&#243;n de los est&#237;mulos mec&#225;nicos nocivos y persistencia de los est&#237;mulos mec&#225;nicos favorables a la consolidaci&#243;n&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Se comprende&#44; despu&#233;s de lo expuesto&#44; que sea considerada la inmovilizaci&#243;n del foco de fractura mediante un clavo o un tornillo&#44; como el mejor m&#233;todo para conseguir la consolidaci&#243;n &#243;sea&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Nosotros&#44; desde el a&#241;o 1934&#44; hemos practicado 36 enclavijamientos extraarticulares en fracturas intracapsulares del cuello del f&#233;mur&#46; En 31 de estos casos hemos empleado el clavo de Sven Johansson&#59; en 1&#44; el de Felsenreich&#44; y en 4&#44; el de B&#246;hler&#46; &#40;Como es sabido&#44; el clavo de Felsenreich y el de B&#246;hler son de laminillas mucho m&#225;s amplias que el de Sven Johansson&#46;&#41; No hemos empleado el tornillo de Putti&#44; el cual&#44; por el hecho de favorecer la impactaci&#243;n de los fragmentos &#40;la fuerza que es posible realizar con un tornillo sin fin es muy superior a la de unos en&#233;rgicos martillazos&#41; permite la aplicaci&#243;n mucho m&#225;s estricta del precepto reposo&#44; de acuerdo con el concepto que hemos expuesto&#46; Despu&#233;s de efectuar pruebas en 45 cad&#225;veres&#44; Luigi Bader y Leonardo Gui<span class="elsevierStyleSup">1</span> han comprobado que para incurvar en varus del cuello femoral fracturado y atornillado con la t&#233;cnica de Putti&#44; se necesitaba una fuerza que oscilaba entre 60 y 375 kilogramos&#46; Algunos a&#241;os antes&#44; Kotrnetz&#44; experimentando con el clavo de Sven Johansson&#44; comprob&#243; la incurvaci&#243;n del cuello femoral al sobrepasar el peso empleado&#44; los 50 kilogramos&#46; Con el clavo de Felsenreich se necesitan de 80 a 90 kg para incurvar el cuello femoral&#44; lo que explica que a los operados se les permita deambular precozmente &#40;a la tercera semana&#44; s&#243;lo con la ayuda de un bast&#243;n&#41;&#44; siempre que la t&#233;cnica del enclavijamiento haya sido correcta&#46;</p><p class="elsevierStylePara">1&#46; Luigi Bader y Leonardo Gui&#46; La chirurgia degli organi di movimento&#46; A&#241;o 1940&#44; p&#225;g&#46; 321&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Como los <span class="elsevierStyleItalic">fracasos son fuente de ense&#241;anzas&#44;</span> insistiremos especialmente en ellos&#44; y tambi&#233;n en los resultados tard&#237;os&#44; que son los que en realidad tienen valor&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Nuestra mortalidad es nula&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Hemos observado un caso de muerte por sepsis en una fractura que no intervinimos nosotros&#46; El desenlace fatal en este caso&#44; que se produjo a los dos meses de la intervenci&#243;n&#44; probablemente se hubiera evitado por la extracci&#243;n precoz del clavo&#46;</p><p class="elsevierStylePara">En un caso nuestro&#44; en que el clavo era intolerante y provocaba una supuraci&#243;n &#40;obs&#46; n&#250;m&#46; 18&#41;&#44; la extracci&#243;n de &#233;ste con raquianestesia&#44; a los cinco meses del enclavijamiento provoc&#243; la muerte de la enferma a la media hora de la intervenci&#243;n&#44; probablemente por embolia &#40;fig&#46; 17&#44; A y B&#41;&#46; Considerando en este caso la muerte como provocada por el enclavijamiento&#44; la mortalidad de nuestra estad&#237;stica asciende a 2&#44;8 por 100 &#40;B&#246;hler-Jeschke&#44; 3&#44;8 por 100&#59; Garc&#237;a D&#237;az&#44; 4 por 100&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara">De nuestros 36 casos s&#243;lo publicamos las radiograf&#237;as de 4 fracasos&#59; de 2 de los casos &#40;obs&#46; n&#250;ms&#46; 4 y 9&#41;&#44; que a&#250;n viven y que hace m&#225;s tiempo que han sido operados &#40;1935 y 1937&#44; respectivamente&#41;&#59; de un caso &#40;obs&#46; n&#250;m&#46; 23&#41; que obtuvimos buen resultado a pesar de una colocaci&#243;n defectuosa del clavo &#40;m&#225;s defectuosa que en un caso de B&#246;hler&#44; que fue un rotundo fracaso&#41;&#59; de la observaci&#243;n n&#250;m&#46; 18&#44; que muri&#243; al sacar el clavo&#44; y de los 10 &#250;ltimos casos&#44; en los cuales hemos aplicado una t&#233;cnica personal&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Estamos completamente convencidos&#44; de acuerdo con B&#246;hler y Jeschke<span class="elsevierStyleSup">2</span>&#44; que los fracasos no dependen del m&#233;todo&#44; sino de un error de t&#233;cnica&#58; del tratamiento postoperatorio o a defecto del material de osteos&#237;ntesis empleado&#46;</p><p class="elsevierStylePara">2&#46; L&#46; B&#246;hler y W&#46; Jeschke&#46; Tratamiento operatorio de las fracturas y de las seudoartrosis del cuello del f&#233;mur y sus resultados&#46; Edit&#46; Labor&#44; S&#46;A&#46;&#44; 1941&#46;</p><p class="elsevierStylePara">A continuaci&#243;n vamos a resumir la historia cl&#237;nica de los 4 casos en los cuales obtuvimos un rotundo fracaso&#46; Los 2 primeros ya fueron publicados en un trabajo nuestro&#44; en el a&#241;o 1936<span class="elsevierStyleSup">3</span>&#46;</p><p class="elsevierStylePara">3&#46; La Medicina Ibera&#44; n&#250;m&#46; 961&#44; 11 abril 1936&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold"> Fracaso n&#250;mero 1</span><span class="elsevierStyleItalic">&#40;observaci&#243;n n&#250;mero 8&#41;&#46;</span> A&#46; B&#46;&#44; ochenta y seis a&#241;os&#46; Con frecuencia presentaba p&#233;rdidas de conocimiento moment&#225;neas&#44; debidas probablemente a lesiones de esclerosis vascular cerebral&#46; Fue en una de estas ausencias cuando cay&#243;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Ingresa en nuestro servicio del hospital de Badalona presentando una fractura mediana del cuello del f&#233;mur&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Teniendo en cuenta el mal estado general de la enferma se procede a la tracci&#243;n continua&#44; con ocho kilos de peso&#44; mediante el procedimiento de Kirschner&#46; A los ocho d&#237;as ha mejorado extraordinariamente el estado general de la enferma&#44; procediendo entonces a la osteos&#237;ntesis&#46; Hay que advertir que la radiograf&#237;a anteroposterior ha sido practicada antes de la completa penetraci&#243;n del clavo &#40;fig&#46; 2&#46;&#44; A y B&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab02.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 2&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 8&#46; Radiograf&#237;a practicada antes de la completa penetraci&#243;n del clavo&#46; Este est&#225; colocado en una posici&#243;n demasiado craneal&#46; B&#58; Obs&#46; n&#250;m&#46; 8&#46; El clavo fue colocado siguiendo la direcci&#243;n del Kirschner superior&#46; C&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 8&#46; El clavo se ha salido de la cabeza por su parte superior y su punta est&#225; situada a nivel de la parte superior de la caja cotiloide&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">A los siete d&#237;as de intervenida aparece una par&#225;lisis del pie del lado fracturado&#44; y que corresponde al territorio del ci&#225;tico popl&#237;teo externo&#46; Los reflejos de esta pierna est&#225;n abolidos&#46; Se queja de dolor en la regi&#243;n intervenida y no presenta motilidad activa de la coxofemoral de este lado&#44; cosa que nos llama la atenci&#243;n&#44; ya que todos los operados&#44; a los ocho d&#237;as de la intervenci&#243;n&#44; acostumbran a movilizar activamente la pierna fracturada con relativa facilidad&#46; Pasa a su domicilio a los veinte d&#237;as de haber sido intervenida&#46; Pasados veinte d&#237;as es visitada por nosotros&#44; observando un acentuado acortamiento de la pierna fracturada&#44; debido a que el troc&#225;nter mayor ha ascendido&#46; La espina il&#237;aca de este lado est&#225; mucho m&#225;s elevada&#46; Se queja continuamente de dolor en la regi&#243;n fracturada&#46; Existe una paresia manifiesta de la otra pierna con los reflejos casi abolidos&#46;</p><p class="elsevierStylePara">La radiograf&#237;a &#40;fig&#46; 2&#46;&#44; C&#41; demuestra que el troc&#225;ncer ha ido ascendiendo&#44; cortando el clavo el hemisferio superior de la cabeza hasta que&#44; por haber chocado con la ceja cotiloidea&#44; la ascensi&#243;n del troc&#225;nter se ha detenido&#59; pero entonces la pelvis ha basculado&#44; ascendiendo la cresta il&#237;aca de este lado&#46;</p><p class="elsevierStylePara">La enferma presenta un grave estado general y&#44; seg&#250;n su m&#233;dico&#44; est&#225; afecta de un proceso pulmonar agudo&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Colocamos con anestesia local un Kirschner en la tuberosidad tibial&#44; haciendo tracci&#243;n continua con nueve kilos&#46; Al d&#237;a siguiente ha desaparecido completamente el dolor&#46; La sintomatolog&#237;a del proceso pulmonar est&#225; muy mejorada&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Pasados quince d&#237;as nos vemos obligados a quitar la tracci&#243;n debido a la intolerancia del Kirschner&#44; el cual est&#225; situado en un trayecto &#243;seo de una capacidad mucho mayor que el volumen del alambre&#46;</p><p class="elsevierStylePara">El estado general de la enferma decae extraordinariamente al retirar la tracci&#243;n&#46; Pasados tres d&#237;as colocamos una tracci&#243;n continua mediante un vendaje de cola de cinc&#46; Contin&#250;a empeorando el estado general de la enferma&#44; muriendo a los tres meses de haber sido intervenida&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Copiamos de nuestro trabajo anteriormente citado&#58;</p><p class="elsevierStylePara"> &#171;Este caso presenta una serie de hechos que interesa comentar&#58;</p><p class="elsevierStylePara">La par&#225;lisis del pie del lado fracturado no puede tener ninguna relaci&#243;n con el acto operatorio&#44; a no ser que nosotros hubi&#233;semos dado al Kirschner una direcci&#243;n tan posterior que &#233;ste hubiese lesionado el ci&#225;tico&#46; Esta suposici&#243;n no puede admitirse&#44; ya que en las radiograf&#237;as se comprueba que el Kirschner no sobrepasa la cortical por su parte posterior&#46;</p><p class="elsevierStylePara">El clavo de Smith Peterson estaba situado correctamente&#46; La impactaci&#243;n era perfecta&#44; excepto en la parte superior de la fractura&#44; donde hab&#237;a una peque&#241;a separaci&#243;n de los fragmentos que no justifica&#44; empero&#44; que el clavo haya ascendido&#44; habiendo la enferma permanecido en cama&#46; La causa del desplazamiento del clavo no puede ser otra que las lesiones de osteoporosis&#44; comprobadas tambi&#233;n en la tibia&#44; ya que a los quince d&#237;as&#44; con una tracci&#243;n de cuatro kilos tuvimos que suspender la tracci&#243;n&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Esta osteoporosis evidentemente que podr&#237;a estar relacionada con las lesiones de esclerosis medular&#44; a las cuales hemos atribuido nosotros los fen&#243;menos paral&#237;ticos de las extremidades&#46;</p><p class="elsevierStylePara">La mejor&#237;a del estado general que present&#243; la enferma cuando&#44; al observar la ascensi&#243;n del troc&#225;nter a los pocos d&#237;as de la intervenci&#243;n&#44; le aplicamos una extensi&#243;n continua con tracci&#243;n directa desde la tuberosidad tibial&#44; nos muestra la importancia que tiene el dolor en las complicaciones de orden general que presentan estos fracturados&#46;</p><p class="elsevierStylePara">En este caso la intervenci&#243;n&#44; a pesar de la buena colocaci&#243;n del clavo&#44; ha sido un fracaso&#44; pero ha servido para demostrar su inocuidad&#46;&#187;</p><p class="elsevierStylePara"> Actualmente nuestra mayor experiencia nos permite afirmar que el clavo&#44; en este caso&#44; hab&#237;a sido colocado demasiado cranealmente&#44; y que&#44; con toda probabilidad&#44; una mejor exploraci&#243;n del estado general de la enferma nos hubiera indicado la inoperancia de la intervenci&#243;n&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold"> Fracaso n&#250;mero 2</span><span class="elsevierStyleItalic">&#40;observaci&#243;n n&#250;mero 2&#41;</span>&#46; F&#46; S&#46;&#44; setenta a&#241;os<span class="elsevierStyleSup">4</span>&#46; Ingresa en el servicio con una fractura mediana del cuello femoral izquierdo&#46; Osteos&#237;ntesis extraarticular &#40;fig&#46; 3&#46; A y B&#41;&#46; La impactaci&#243;n no ha resultado perfecta&#46;</p><p class="elsevierStylePara">4&#46; En nuestro trabajo anteriormente mencionado consta&#44; por error&#44; que la edad del enfermo es de ochenta y ocho a&#241;os&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab03.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 3&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 2&#46; El clavo no penetra suficientemente y la impactaci&#243;n&#44; salvo en la parte superior de la l&#237;nea de fractura&#44; es muy defectuosa&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 2&#46; La posici&#243;n del clavo es buena&#46; C&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 2&#46; El clavo tiende a ser expulsado hacia fuera y apenas penetra en la cabeza femoral&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">A los veinte d&#237;as de la intervenci&#243;n pasa el enfermo a su domicilio&#44; recomend&#225;ndole que contin&#250;e en la cama&#46; Pasado un mes vemos nuevamente al enfermo&#44; el cual nos manifiesta que anda con mucha m&#225;s dificultad que en los primeros d&#237;as de permanecer en su domicilio&#44; que fue cuando&#44; por no haber interpretado bien nuestras indicaciones&#44; comenz&#243; a emprender la marcha&#46; La radiograf&#237;a &#40;fig&#46; 3&#46; C&#41; demuestra que el clavo apenas penetra en la cabeza femoral&#46; A los ocho d&#237;as hacemos otra radiograf&#237;a &#40;fig&#46; 4&#46; A&#41;&#44; observ&#225;ndose que el troc&#225;ncer ha ascendido&#44; a pesar de continuar guardando cama el enfermo&#46; Ingresa nuevamente en el servicio&#44; donde&#44; con anestesia raqu&#237;dea&#44; retiramos el clavo&#44; reduciendo las fracturas y volviendo a colocar un clavo m&#225;s largo en buena direcci&#243;n &#40;fig&#46; 4&#46; B&#41;&#46; Una radiograf&#237;a practicada siete a&#241;os y medio m&#225;s tarde demuestra la no consolidaci&#243;n de la fractura&#44; trastornos tr&#243;ficos en cuello y cabeza femoral y que el cabo ha penetrado en el fondo de la cavidad cotiloidea&#44; en donde ha labrado una cavidad &#40;fig&#46; 4&#46; C&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab04.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 4&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 2&#46; El troc&#225;nter ha ascendido francamente con relaci&#243;n a la radiograf&#237;a anterior&#46; El clavo tiende a salir de la cabeza por su parte superior&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 2&#46; Se extrajo el clavo y se coloc&#243; otro&#46; El nuevo clavo est&#225; colocado en buena direcci&#243;n&#44; pero la reducci&#243;n no es perfecta&#46; C&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 2&#46; El clavo ha penetrado en el fondo de la cavidad cotiloidea&#44; en cuyo lugar ha labrado una cavidad&#46; Trastornos tr&#243;ficos en cuello y</span><span class="elsevierStyleItalic">cabeza femoral&#46; El cuello del f&#233;mur ha desaparecido casi completamente&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">En este caso el fracaso se debe a que la impactaci&#243;n no fue perfecta&#44; y sobre todo&#44; a haber el enfermo iniciado la deambulaci&#243;n al mes de intervenido&#44; a pesar de que nosotros le ordenamos que guardara cama&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold"> Fracaso n&#250;mero 3</span><span class="elsevierStyleItalic">&#40;observaci&#243;n n&#250;mero 7&#41;</span>&#46; Carmen J&#46;&#44; sesenta a&#241;os&#46; A los cincuenta y tres d&#237;as de presentar una fractura transcervical del cuello del f&#233;mur intentamos el enclavijamiento&#44; que no pudimos realizar por no funcionar los rayos X a causa de una aver&#237;a el&#233;ctrica&#46; No pudimos repetir la intervenci&#243;n hasta pasados veinticuatro d&#237;as&#44; result&#225;ndonos entonces imposible reducir correctamente la fractura &#40;fig&#46; 5&#46;&#44; A y B&#41;&#46; Enclavijamiento &#40;fig&#46; 5&#46; C&#41; t&#233;cnicamente defectuoso&#46; A los cuatro meses a causa de presentar una supuraci&#243;n en la herida ingresa nuevamente en el servicio&#46; Una radiograf&#237;a practicada la misma tarde demuestra la ascensi&#243;n del clavo&#44; el cual est&#225; a punto de perforar el borde superior de la cabeza&#46; Un mes despu&#233;s se extrae dicho clavo&#46; La radiograf&#237;a parece demostrar una ausencia de consolidaci&#243;n&#46; La enferma deambulaba relativamente bien con ayuda de un bast&#243;n&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab05.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 5&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 7&#46; En esta proyecci&#243;n la reducci&#243;n es&#44; aparentemente&#44; buena&#59; sin embargo&#44; la zona clara que existe a nivel de la l&#237;nea de fractura&#44; demuestra la ausencia de reducci&#243;n&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 7&#46; La fractura no est&#225; reducida&#46; C&#58; observaci&#243;n n&#250;m&#46; 7&#46; El clavo ha sido colocado de-masiado cranealmente&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">La causa fundamental del fracaso en esta observaci&#243;n reside en no haber reducido correctamente la fractura&#44; cosa que hubi&#233;ramos conseguido con toda probabilidad gracias a una tracci&#243;n continua mediante un Kirschner colocado en la met&#225;fisis femoral inferior&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleBold"> Fracaso n&#250;mero 4</span><span class="elsevierStyleItalic">&#40;observaci&#243;n n&#250;mero 21&#41;&#46;</span> Josefa T&#46;&#44; setenta a&#241;os&#46; Afecta de s&#237;ntomas de reblandecimiento cerebral&#46; Dos meses antes de producirse la fractura&#44; en un intervalo de quince d&#237;as&#44; tuvimos que extraerle por dos veces una c&#225;nula de lavativa de su ampolla rectal&#46; La fractura fue tratada con el clavo de Sven Johansson &#40;fig&#46; 6&#46; A y B&#41;&#44; seg&#250;n la t&#233;cnica habitual&#46; A los veinte d&#237;as de la intervenci&#243;n tuvo que pasar a su domicilio ante las quejas de los enfermos de las habitaciones pr&#243;ximas&#46; La enferma estaba en una agitaci&#243;n constante y se quejaba continuamente&#46; En su domicilio&#44; donde la vigilancia no era tan severa como la de la cl&#237;nica&#44; abandonaba el lecho con frecuencia&#46; Al mes y medio de la intervenci&#243;n notaron los familiares que la enferma&#44; a pesar de su agitaci&#243;n&#44; permanec&#237;a siempre en el lecho&#46; Explorada entonces por nosotros&#44; despu&#233;s de haber transcurrido una semana sin haberla visitado&#44; comprobamos que el clavo hac&#237;a una prominencia bajo la piel&#44; que estaba a punto de ser perforada&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab06.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 6&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 21&#46; Radiograf&#237;a practicada antes de la penetraci&#243;n completa del clavo&#44; que en esta proyecci&#243;n est&#225; situado algo cranealmente&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 21&#46; Radiograf&#237;a practicada antes de la penetraci&#243;n completa del clavo&#46; La situaci&#243;n de &#233;ste es buena&#59; con relaci&#243;n a la cabeza&#44; es ligeramente ventral&#44; debido a que la fractura no ha sido perfectamente reducida&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">A pesar de que la situaci&#243;n del clavo no era ideal en este caso&#44; no hay duda de que el resultado desfavorable obtenido fue condicionado por el estado mental de la enferma&#44; la cual&#44; <span class="elsevierStyleItalic">o no hubiera tenido que ser operada&#44; o&#44; en todo caso&#44; sometida&#44; en el curso postoperatorio a una vigilancia m&#225;s estricta&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"> Ninguno de estos fracasos son imputables al m&#233;todo&#44; sino a un error en la indicaci&#243;n&#44; en la t&#233;cnica o en el tratamiento postoperatorio&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Con buena t&#233;cnica&#44; todos los resultados son favorables&#44; a pesar de que al cabo de algunos a&#241;os exista un grado m&#225;s o menos acentuado de artrosis &#40;v&#233;anse la observaci&#243;n n&#250;m&#46; 4&#44; fig&#46; 7&#46;&#44; A y B&#44; y la observaci&#243;n n&#250;m&#46; 9&#44; fig&#46;&#44; 8&#46; A&#44; B y C&#41;&#44; que corresponden a los dos enfermos que hace m&#225;s tiempo que est&#225;n operados&#44; y que en la actualidad a&#250;n viven&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab07.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 7&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 4&#46; Enfermo de sesenta y cuatro a&#241;os&#44; operado en noviembre de 1935&#46; La situaci&#243;n del clavo puede aceptarse como buena &#40;ligeramente craneal&#41;&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 4&#46; Radiograf&#237;a del mismo enfermo de las dos figuras anteriores&#44; practicada en la actualidad &#40;julio de 1943&#41;&#46; Artrosis manifiesta&#46; La cabeza del f&#233;mur tiende a aplastarse&#46; Deambulaci&#243;n perfecta&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab08.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 8&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 9&#46; Enferma de cuarenta y cinco a&#241;os&#44; operada en enero de 1937&#46; El clavo proced&#237;a del cad&#225;ver de la observaci&#243;n mencionada como fracaso n&#250;mero I&#44; y presentaba unos ligeros dep&#243;sitos de herrumbre&#46; La situaci&#243;n del clavo es buena&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 9&#46; El mismo caso de la figura anterior&#46; En proyecci&#243;n lateral tambi&#233;n es perfecta la situaci&#243;n del clavo&#46; &#201;ste tuvo que ser extra&#237;do a los siete meses de intervenida la fractura&#44; a causa de una persistente supuraci&#243;n&#46; C&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 9&#46; Radiograf&#237;a del caso de las dos figuras anteriores&#44; practicada en julio de 1943&#46; Artrosis muy ligera&#46; El cuello del f&#233;mur parece muy estrechado&#44; pero esta deformidad tambi&#233;n puede apreciarse en la figura</span> B&#46; <span class="elsevierStyleItalic"> Deambulaci&#243;n perfecta&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">No consideramos como un fracaso el tener que sacar el clavo&#44; maniobra que hemos practicado en tres casos &#40;en la obs&#46; n&#250;m&#46; 9&#44; fig&#46; 8&#46;&#44; A&#44; B y C&#59; la n&#250;m&#46; 30&#44; C y D&#44; y n&#250;m&#46; 18&#44; fig&#46; 17&#44; A y B&#41; que hemos citado anteriormente&#44; en el cual la extracci&#243;n provoc&#243; el <span class="elsevierStyleItalic">exitus letalis&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"> Para clasificar los resultados de un modo an&#225;logo a como lo ha hecho Garc&#237;a D&#237;az<span class="elsevierStyleSup">5</span>&#44; hemos procurado adaptarnos al <span class="elsevierStyleItalic">rapport</span> del 14 de enero de 1941 del Comit&#233; de la Academia Americana de Cirujanos Ortop&#233;dicos&#44; la cual&#44; de 1&#46;481 observaciones&#44; s&#243;lo considera utilizables 241&#46; Las condiciones exigidas eran&#58; 1&#46;<span class="elsevierStyleSup">a</span> Comprobaci&#243;n&#44; mediante radiograf&#237;a&#44; de que la fractura era intracapsular&#44; completa y con desplazamiento&#46; 2&#46;<span class="elsevierStyleSup">a</span> Comprobaci&#243;n radiogr&#225;fica de la calidad de la reducci&#243;n obtenida y posici&#243;n del agente de osteos&#237;ntesis empleado&#46; 3&#46;<span class="elsevierStyleSup">a</span> Control radiogr&#225;fico a los doce meses de la intervenci&#243;n&#44; como plazo m&#237;nimo&#46;</p><p class="elsevierStylePara">5&#46; F&#46; Garc&#237;a D&#237;az&#46; Cirug&#237;a del aparato locomotor&#46; Vol&#46; I&#46; Fasc&#46; 1&#46;<span class="elsevierStyleSup">o</span>&#44; p&#225;g&#46; 43&#46;</p><p class="elsevierStylePara">En el per&#237;odo comprendido entre el mes de julio de 1936 y el de enero de 1939 hemos operado 11 casos&#46; S&#243;lo hemos podido conservar la documentaci&#243;n radiogr&#225;fica &#40;aunque en muchos casos defectuosa&#41; de 7 de ellos&#44; que fueron operados en nuestro Servicio del Hospital de Badalona&#46; En otras observaciones tampoco poseemos radiograf&#237;as obtenidas en un plazo m&#237;nimo de doce meses despu&#233;s de la intervenci&#243;n&#44; <span class="elsevierStyleItalic">aunque en todos los casos intervenidos&#44; menos en uno&#44;</span> la observaci&#243;n n&#250;mero 16&#44; <span class="elsevierStyleItalic">hemos podido comprobar el estado del operado al cabo de un plazo superior al a&#241;o y medio&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">Hay que advertir que&#44; como en todas nuestras observaciones&#44; excepto en cinco &#40;observaciones n&#250;ms&#46; 5&#44; 33&#44; 34&#44; 35 y 36&#41;&#44; hemos empleado el clavo de Sven Johansson&#44; y por ello la deambulaci&#243;n no ha sido permitida hasta seis meses despu&#233;s de la intervenci&#243;n&#59; los enfermos&#44; especialmente si son ancianos&#44; no alcanzan&#44; a veces&#44; el m&#225;ximo de restituci&#243;n funcional hasta pasado el a&#241;o&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Putti clasifica los resultados en excelentes u &#243;ptimos y buenos&#44; criterio que con ciertas reservas es aceptado por Garc&#237;a D&#237;az&#46; Es muy dif&#237;cil&#44; a veces&#44; decidir en qu&#233; grupo debe incluirse un caso determinado&#44; pues&#44; por ejemplo&#44; lo referente al uso del bast&#243;n tiene un valor muy relativo en ancianos de setenta y cinco a ochenta a&#241;os&#44; los cuales&#44; aun sin haber sufrido ninguna fractura&#44; tienen con frecuencia la marcha incierta&#46; Incluso en un caso &#40;observaci&#243;n n&#250;m&#46; 13&#41;&#44; anciana de setenta y dos a&#241;os&#44; la deambulaci&#243;n mejor&#243; despu&#233;s de la intervenci&#243;n&#44; cosa explicable&#44; dado que la enferma presentaba una artritis deformante bilateral y la intervenci&#243;n actu&#243; como un &#171;forage&#187;&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Con las salvedades expuestas de nuestros 30 casos &#40;excluimos los 5 &#250;ltimos porque ninguno de ellos hace m&#225;s de un a&#241;o y medio que fueron intervenidos&#44; y la observaci&#243;n n&#250;m&#46; 16&#44; cuyo paradero actual ignoramos&#44; operada en 1938&#44; y que vimos por &#250;ltima vez a los trece meses de operada&#44; andando perfectamente con ayuda de un bast&#243;n&#41;&#44; podemos considerar todos como resultados excelentes u &#243;ptimos&#44; excepto los 4 fracasos cuya historia ya hemos expuesto&#44; y las observaciones 15 y 17&#44; cuyos resultados pueden considerarse como buenos&#44; de acuerdo con la clasificaci&#243;n de Putti&#46; Tenemos pues un 13&#44;3 por 100 de fracasos&#59; un 80 por 100 de resultado excelentes&#44; y un 6&#44;6 por 100 de resultados buenos&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Los resultados obtenidos por nosotros son an&#225;logos a los de otros autores&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Putti tiene un 12 por 100 de fracasos&#44; un 20 por 100 de resultados buenos y un 68 por 100 de excelentes u &#243;ptimos&#46; B&#246;hler-Jeschke tienen un 10 por 100 de fracasos&#44; un 20 por 100 de resultados buenos y un 74&#44;4 por 100 de excelentes u &#243;ptimos&#46; Garc&#237;a D&#237;az&#44; un 13&#44;3 por 100 de fracasos &#40;porcentaje id&#233;ntico al nuestro&#41;&#44; 20 por 100 de resultados buenos y un 66 por 100 de excelentes u &#243;ptimos&#46;</p><p class="elsevierStylePara">NUESTRA T&#201;CNICA PERSONAL</p><p class="elsevierStylePara">Son innumerables las t&#233;cnicas recomendadas para el enclavamiento del cuello del f&#233;mur &#40;t&#233;cnica de Delbet&#44; modificaci&#243;n de Girode&#44; aparato de Brocq y Dulot&#44; goni&#243;grafo de Boppe&#44; t&#233;cnica de Freak&#44; A&#46; Lorenzo&#44; etc&#46;&#41;<span class="elsevierStyleSup">6</span>&#46; Lo que quiz&#225;s sea debido a que ninguna permite resolver de una manera simple y perfecta el problema de la colocaci&#243;n correcta del clavo&#46;</p><p class="elsevierStylePara">6&#46; Freak&#44; A&#46; Lorenzo&#44; Surg&#46; Gyn&#46; and Obst&#46; Julio 1941&#44; p&#225;g&#46; 100&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> B&#246;hler determinaba la proyecci&#243;n del centro de la cabeza femoral en la siguiente forma&#58; un&#237;a la espina il&#237;aca anterosuperior con un punto situado a 1 cm&#46; y medio por fuera de la espina del pubis&#59; 2 cent&#237;metros por debajo del punto medio de esta l&#237;nea se hallaba el centro de la cabeza femoral&#46; Actualmente B&#246;hler coloca a nivel del punto citado la red de alambre de Jeschke en el eje longitudinal del cuerpo&#44; de manera que el cuadro m&#225;s alto quede aproximadamente sobre el centro de la cabeza femoral&#46; Una t&#233;cnica algo semejante emplea la escuela de Putti&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Con la finalidad de simplificar la t&#233;cnica y ahorrar ex&#225;menes radiogr&#225;ficos hemos intentado precisar exactamente la situaci&#243;n topogr&#225;fica del centro de la cabeza femoral&#46; En 9 cad&#225;veres&#44; en ambos lados&#44; con las articulaciones coxofemorales colocadas en el mismo grado de abducci&#243;n y rotaci&#243;n interna que en el acto operatorio &#40;distancia entre los talones&#44; de 65 a 70 cm&#46;&#44; y rotaci&#243;n interna del pie&#44; de 30 a 40&#176;&#41;&#44; hemos hallado que el centro de la cabeza femoral correspond&#237;a a la piel de la regi&#243;n inguinocrural a un punto preciso&#58; el lugar de entrecruzamiento de una l&#237;nea horizontal que pase inmediatamente por el borde superior del pubis con otra l&#237;nea que siga el trayecto de la arteria femoral por su parte externa &#40;figs&#46; 9&#44; 10&#44; 11 y 12&#41;&#46; En dicho punto clavamos verticalmente&#44; hasta que se insin&#250;e en el hueso&#44; una aguja de Kirschner&#44; provista de un mango adecuado que permita hacer presi&#243;n&#46; La introducci&#243;n de la aguja mediante un taladro tiene un peligro&#58; el que se enrollen alrededor de aquellas ramas del nervio crural&#44; como hemos podido comprobar nosotros en el cad&#225;ver&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab09.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 9&#46;</span> Experiencia cadav&#233;rica n&#250;m&#46; 2&#46; Se ha clavado verticalmente un Kirschner en el lugar de entrecruzamiento de una l&#237;nea horizontal que pasa inmediatamente por el borde superior del cuerpo del pubis&#44; con el borde externo de la arteria femoral&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab10.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 10&#46;</span> Experiencia cadav&#233;rica n&#250;m&#46; 2&#46; El mismo caso de la figura anterior&#46; Se han colocado dos Kirschner verticales&#58; uno&#44; inmediatamente por encima&#44; y otro&#44; inmediatamente por debajo de la periferia del borde posterior de estos dos tercios de esfera que representa la cabeza femoral&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab11.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 11&#46;</span> Experiencia cadav&#233;rica n&#250;m&#46; 6&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab12.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 12&#46;</span> Experiencia cadav&#233;rica n&#250;m&#46; 6&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"> Como punto de entrada del alambre conductor a nivel de la regi&#243;n trocant&#233;rea buscamos la intersecci&#243;n de una l&#237;nea que descienda siguiendo la direcci&#243;n del f&#233;mur&#44; a partir del punto m&#225;s prominente del troc&#225;nter&#44; con otra l&#237;nea perpendicular a aqu&#233;lla&#44; que pasa por el tub&#233;rculo innominado y que sirve de inserci&#243;n al vasto externo &#40;fig&#46; 13&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab13.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 13&#46;</span> Obs&#233;rvese c&#243;mo de la intersecci&#243;n de una l&#237;nea que desciende siguiendo la direcci&#243;n del f&#233;mur a partir del punto m&#225;s prominente del troc&#225;nter&#44; con otra l&#237;nea perpendicular a aquella que pase por el tub&#233;rculo innominado&#44; A&#44; que sirve de inserci&#243;n al vasto externo&#44; resulta un punto ideal para entrada del clavo&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"> Conociendo estos dos puntos de referencia&#44; la proyecci&#243;n del centro de la cabeza femoral en la piel de la regi&#243;n inguinocrural y el punto de entrada del alambre en la regi&#243;n trocant&#233;rea es muy f&#225;cil&#44; con el m&#237;nimo error a que dan lugar las variaciones del di&#225;metro anteroposterior de la cabeza femoral &#40;promedio de 4 cm&#46;&#44; seg&#250;n nuestras investigaciones cadav&#233;ricas&#41;&#44; colocar&#44; mediante un conductor adecuado&#44; muy semejante al de Valls-Lagomarsino &#40;fig&#46; 13&#41;&#44; un alambre de Kirschner en una direcci&#243;n muy pr&#243;xima a la del eje anat&#243;mico del cuello femoral&#46; En proyecci&#243;n frontal el alambre queda de 1 a 3 mm&#46; por debajo de la l&#237;nea media&#44; precisamente en la posici&#243;n considerada por B&#246;hler y Jeschke<span class="elsevierStyleSup">7</span> como ideal&#46; Clavando algunos mil&#237;metros en la cabeza femoral el alambre de Kirschner&#44; vertical &#40;siempre mediante presi&#243;n en el mango&#41;&#44; puede conseguirse que el clavo quede algo m&#225;s dorsal que ventral&#44; en beneficio de la funci&#243;n mec&#225;nica que ha de cumplir mientras se lleva a cabo la consolidaci&#243;n &#243;sea&#46;</p><p class="elsevierStylePara">7&#46; B&#246;hler y W&#46; Jeschke&#46; Tratamiento operatorio de las fracturas y de las seudoartrosis del cuello del f&#233;mur y sus resultados&#46; Edit&#46; Labor&#44; S&#46;A&#46; 1941&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Al aplicar dicha t&#233;cnica en el vivo&#44; hay que tener sumo cuidado de que la l&#237;nea que pasa por ambas espinas il&#237;acas anterosuperiores se mantenga perpendicular a la l&#237;nea xifoidea p&#250;bica &#40;v&#233;ase la fig&#46; 14&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab14.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 14&#46;</span> A&#58; radiograf&#237;a obtenida sin exploraci&#243;n radiosc&#243;pica previa&#46; Obs&#233;rvese c&#243;mo el alambre de Kirschner que pasa inmediatamente por encima de la espina del pubis&#44; corresponde&#44; en ambos lados&#44; exactamente a la fosita de inserci&#243;n del ligamento redondo&#46; El f&#233;mur&#44; en ambos lados&#44; est&#225; colocado en la misma posici&#243;n que en el acto operatorio&#46; B&#58; si se bascula la pelvis&#44; y por lo tanto&#44; la l&#237;nea que pasa por ambas espinas il&#237;acas anterosuperiores deja de ser perpendicular a la l&#237;nea xifoidop&#250;bica&#44; deja de tener valor el punto de referencia que preconizamos&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">La t&#233;cnica que preconizamos la creemos muy &#250;til&#44; especialmente para los cirujanos generales&#44; que no realizan&#44; con frecuencia&#44; el enclavijamiento del cuello del f&#233;mur &#40;fig&#46; 20&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara">El diferente grado de obesidad del enfermo no ha influido en los resultados obtenidos&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> &#191;Cu&#225;l es la mejor posici&#243;n en que debe colocarse el clavo&#63; Es preferible que &#233;ste&#44; como insiste B&#246;hler&#44; en lugar de ocupar el mismo eje longitudinal del f&#233;mur sea algo m&#225;s caudal y dorsal que craneal y ventral&#44; respectivamente&#46; Ello no s&#243;lo por razones mec&#225;nicas&#44; sino tambi&#233;n biol&#243;gicas&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Mec&#225;nicamente se comprende que el clavo haga mejor presa en el fragmento distal que en el proximal&#44; por lo que es mucho m&#225;s f&#225;cil que se desplace a nivel de este &#250;ltimo&#44; previa lesi&#243;n del hueso&#46; Por la acci&#243;n de la carga y del predominio de determinados m&#250;sculos&#44; el clavo&#44; a nivel del fragmento proximal tiende a ascender y a dirigirse hacia la cara ventral&#44; obedeciendo a la tendencia del troc&#225;nter mayor a ascender y a colocarse en rotaci&#243;n externa&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Por otra parte&#44; un mejor conocimiento de la vascularizaci&#243;n de la articulaci&#243;n coxofemoral nos demuestra que cuanto m&#225;s caudalmente se introduzca el clavo&#44; menos lesiones vasculares se producen&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> INMOVILIZACION POSTOPERATORIA</p><p class="elsevierStylePara"> B&#246;hler deja levantar al enfermo apoy&#225;ndose en unos banquillos a los quince d&#237;as de la operaci&#243;n&#46; Catorce d&#237;as m&#225;s tarde anda s&#243;lo con un bast&#243;n&#46;</p><p class="elsevierStylePara">La escuela de Putti no permite el apoyo sobre el miembro afecto antes de los dos meses&#44; y esto siempre que la exploraci&#243;n radiol&#243;gica no demuestre ninguna alteraci&#243;n en la reducci&#243;n y en la situaci&#243;n del clavo&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Nosotros creemos que con el clavo de Sven Johansson no debe permitirse el apoyo sobre el miembro afecto durante todo el tiempo que tarda en consolidar la fractura&#44; o sea seis meses &#40;&#233;ste es el plazo de inmovilizaci&#243;n preconizado por el Comit&#233; de la Academia Americana de Cirujanos Ortop&#233;dicos&#41;&#46; Durante este per&#237;odo de tiempo&#44; el enfermo lleva a cabo un <span class="elsevierStyleItalic">intenso tratamiento funcional&#44; y adem&#225;s&#44; practica sesiones de carga en dec&#250;bito lateral&#44; apoyando sobre unos almohadones el troc&#225;nter del lado afecto con la extremidad colocada en abducci&#243;n&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">En los casos en que hemos colocado el clavo de Felsenreich&#44; la deambulaci&#243;n ha sido autorizada a los dos meses &#40;obs&#46; n&#250;m&#46; 5&#41;&#46; Claro que&#44; en muchos casos&#44; una deambulaci&#243;n m&#225;s precoz no hubiera causado ning&#250;n perjuicio al enfermo&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"> Observaci&#243;n n&#250;mero 3&#46;</span> M&#46; F&#46;&#44; de setenta y dos a&#241;os&#46; Fractura simult&#225;nea del cuello humeral y femoral derechos&#44; por ca&#237;da&#44; en una enferma afecta de un <span class="elsevierStyleItalic"> angor pectoris</span> y de una bronquitis cr&#243;nica&#46; Visto su mal estado general&#44; se renuncia a todo tratamiento en la fractura humeral y se coloca un Kirschner en la tuberosidad tibial&#44; para reducir&#44; mediante la extensi&#243;n continua&#44; la fractura femoral&#46; Se digitaliza a la enferma&#46;</p><p class="elsevierStylePara">A los veinte d&#237;as ha mejorado de tal manera su estado general que se intenta la intervenci&#243;n quir&#250;rgica&#46; Pasados diez d&#237;as vuelve a su domicilio&#46; Al mes y medio de la intervenci&#243;n es visitada por nosotros&#44; dici&#233;ndonos la enferma que&#44; a pesar de haberle dicho que no anduviese&#44; ha podido hacerlo con mucha facilidad&#46; Le recordamos que de continuar andando no respondemos del resultado definitivo de la intervenci&#243;n&#46; Vista la enferma a los dos a&#241;os&#44; se comprueba la normalidad absoluta de la deambulaci&#243;n&#46;</p><p class="elsevierStylePara">Sin embargo&#44; creemos que el reposo en cama&#44; prolongado &#40;de dos a tres meses con el clavo de Felsenreich o su modificaci&#243;n de B&#246;hler&#44; y de seis meses con el clavo de Sven Johansson&#41;&#44; ha sido una de las causas fundamentales de que en nuestros treinta y cinco casos s&#243;lo hayamos tenido cuatro fracasos&#44; cuya causa ya ha sido analizada anteriormente&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Muchos fracasos de B&#246;hler se deben a haber cargado precozmente la extremidad&#46; La figura 15&#44; A y B<span class="elsevierStyleSup">8</span>&#44; corresponde a un fracturado operado por B&#246;hler&#46; El clavo est&#225; bien colocado en las dos proyecciones&#44; aunque es poco profundo y ligeramente ventral en lugar de dorsal&#46; A los dos meses&#44; cuando el enfermo andaba perfectamente bien&#44; nota el enfermo bruscamente dolores y se comprueba a la exploraci&#243;n radiogr&#225;fica que el clavo se hab&#237;a salido de la cabeza del f&#233;mur &#40;fig&#46; 15&#44; C y D&#41;&#46; Dice B&#246;hler&#44; referente a este caso&#58; &#171;Este desprendimiento no habr&#237;a ocurrido si el clavo se hubiera colocado algo m&#225;s caudal y m&#225;s dorsal respecto a la l&#237;nea media del cuello y de la cabeza y&#44; a la vez&#44; hubiese penetrado lo suficiente en &#233;sta&#187;&#46; Y a&#241;adimos nosotros&#58; a pesar de que la situaci&#243;n del clavo no era idealmente perfecta en este caso&#44; la culpa del fracaso reside fundamentalmente en la carga precoz del miembro fracturado&#46; Si observamos la figura 16&#44; A y B &#40;observaci&#243;n n&#250;m&#46; 23&#41;&#44; aunque en proyecci&#243;n anteroposterior&#44; la situaci&#243;n del clavo puede considerarse perfecta&#59; en proyecci&#243;n lateral&#44; est&#225; en situaci&#243;n mucho m&#225;s ventral que la observaci&#243;n anterior de B&#246;hler&#44; y sin embargo la enferma&#44; operada en mayo de 1941&#44; anda en la actualidad&#44; a pesar de sus setenta y ocho a&#241;os&#44; sin la ayuda de ning&#250;n bast&#243;n y sin presentar ninguna molestia &#40;fig&#46; 16 C&#41;&#46; La situaci&#243;n del clavo en este caso es muy semejante a la de la enferma citada anteriormente&#44; que falleci&#243; al extraerle el clavo intolerante &#40;supuraci&#243;n de la herida&#44; sin s&#237;ntomas generales de infecci&#243;n&#41; &#40;fig&#46; 17 A y B&#59; obs&#46; n&#250;m&#46; 18&#41;&#44; por lo que todo hace suponer que&#44; en caso de no haberse presentado el desenlace fatal&#44; el resultado funcional hubiera sido bueno&#46;</p><p class="elsevierStylePara">8&#46; L&#46; B&#246;hler&#46; Tratamiento operatorio de las fracturas y de las seudoartrosis del cuello del f&#233;mur y sus resultados&#46; Edit&#46; Labor&#44; S&#46;A&#46; 1941&#46; Leyendas de las figuras 274&#44; 275 y 276&#44; p&#225;g&#46; 63&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab15.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 15&#46;</span> A&#58; comprobaci&#243;n roentgenol&#243;gica despu&#233;s de colocar el clavo e impactar los fragmentos&#46; La di&#225;stasis entre &#233;stos ha desaparecido&#46; El clavo est&#225; en el centro del cuello y de la cabeza&#44; pero no lo suficiente profundo&#44; puesto que su punto dista 13 mm&#46; de la superficie de la cabeza&#44; en vez de 3 a 6 mm&#46; B&#58; en la proyecci&#243;n lateral&#44; el clavo est&#225; colocado algo hacia delante&#44; es decir&#44; demasiado ventral&#44; en la cabeza del f&#233;mur&#46; &#40;De B&#246;hler Jeschke&#46;&#41;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab16.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 15&#46;</span> C y D&#58; al principio andaba perfectamente&#44; pero de pronto se le presentaron dolores&#44; y en la roentgenograf&#237;a se vio que el clavo se hab&#237;a salido de la cabeza del f&#233;mur y los fragmentos hab&#237;an vuelto a desviarse a la posici&#243;n que ten&#237;an antes de la reducci&#243;n&#46; Este desprendimiento no habr&#237;a ocurrido si el clavo se hubiera colocado algo m&#225;s caudal y m&#225;s dorsal respecto a la l&#237;nea media del cuello y de la cabeza&#44; y&#44; a la vez&#44; hubiese penetrado lo suficiente en &#233;sta&#46; &#40;De B&#246;hlerJeschke&#46;&#41;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab17.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 16&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 23&#46; La situaci&#243;n del clavo en esta proyecci&#243;n es buena&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 23&#46; El mismo caso de la figura anterior&#44; en proyecci&#243;n lateral&#46; La situaci&#243;n del clavo es excesivamente ventral&#46; C&#58; Obs&#46; n&#250;m&#46; 23&#46; El mismo caso de la figura anterior&#44; en la actualidad&#46; A pesar de la artro-sis existente&#44; la enferma no presenta la m&#225;s m&#237;nima molestia ni se halla limitada la movilidad articular&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab18.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 17&#46;</span> obs&#46; n&#250;m&#46; 18&#46; La fractura est&#225; enclavada en valgus&#46; El clavo est&#225; bien colocado&#44; aunque es algo corto&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 18&#46; El mismo caso de la figura anterior&#44; en posici&#243;n lateral&#46; El clavo&#44; algo corto&#44; est&#225; colocado en la misma posici&#243;n defectuosa que el caso de la figura 16&#44; B&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab19.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 18&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 33&#46; La situaci&#243;n del clavo de B&#246;hler es ligeramente craneal y ha penetrado demasiado profundamente&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 33&#46; El mismo caso de la figura anterior&#44; en proyecci&#243;n lateral&#46; El alambre de Kirschner&#44; vertical&#44; se ha desclavado de la cabeza&#46; Esto ha sido la causa de la situaci&#243;n excesivamente ventral del clavo&#46; &#40;V&#233;ase la figura siguiente&#46;&#41; C&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 33&#46; &#40;V&#233;ase la figura anterior&#46;&#41;</span></p><p class="elsevierStylePara"> Garc&#237;a D&#237;az&#44; comentando su observaci&#243;n n&#250;m&#46; 2&#44; dice&#58; &#171;El caso es interesant&#237;simo y su ense&#241;anza la recogemos al plantear alguna de nuestras conclusiones&#46; El resultado se hubiera&#44; indudablemente&#44; comprometido por el apoyo precoz&#46; Demuestra hasta qu&#233; punto imperfecciones de t&#233;cnica de alguna importancia pueden ser compensadas por el tratamiento postoperatorio prudente&#187;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"> Nuestra estad&#237;stica&#44; relativamente reducida pero equiparable&#44; en cuanto a resultado se refiere&#44; a la de otros autores de mayor experiencia&#44; confirma que el enclavijamiento es el procedimiento de elecci&#243;n de tratamiento de las fracturas del f&#233;mur intracapsulares&#44; pues aparte de que permite de un 70 a un 80 por 100 de buenos resultados funcionales&#44; ha disminuido de un modo extraordinario la mortalidad de los pobres ancianos fracturados&#44; hecho que&#44; teniendo en cuenta las estad&#237;sticas de mortalidad senil &#40;se ha llegado a considerar la fractura del cuello del f&#233;mur como una manera casi fisiol&#243;gica de terminar la vida de un anciano&#41;&#44; tiene una gran trascendencia social&#46;</p><p class="elsevierStylePara">En la actualidad&#44; siguiendo a Rankin&#44; Garc&#237;a D&#237;az y otros autores&#44; tambi&#233;n intervenimos las fracturas del cuello del f&#233;mur extracapsulares&#44; y como que en ellas permitimos que el paciente abandone el lecho a los quince d&#237;as de la intervenci&#243;n&#44; acortamos de un modo extraordinario el per&#237;odo de recuperaci&#243;n funcional &#40;fig&#46; 21&#44; A y B&#41;&#46;</p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab20.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 19&#46;</span> A y B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 34&#46; Buena colocaci&#243;n del clavo&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab21.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 20&#46;</span> A y B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 35&#46; Perfecta colocaci&#243;n del &#171;Kirschner&#187; en ambas proyecciones&#46; C y D&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 35&#46; Buena colocaci&#243;n del clavo&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara"><img src="129v47n01-13044122tab22.gif"></img></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic"><span class="elsevierStyleBold">Figura 21&#46;</span> A&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 37&#46; Fractura pertrocant&#233;rea&#46; B&#58; obs&#46; n&#250;m&#46; 37&#46; Reducci&#243;n y situaci&#243;n del clavo&#46; Sin embargo es preferible&#44; en este tipo de fractura&#44; que el punto de entrada del clavo sea m&#225;s inferior para que haga m&#225;s buena presa en el fragmento distal&#46; Un clavo de aletas m&#225;s anchas en su parte proximal ser&#237;a muy recomendable en estos casos&#46;</span></p><p class="elsevierStylePara">En resumen&#44; creemos que el enclavijamiento constituye el procedimiento de elecci&#243;n en el tratamiento de las fracturas intracapsulares del cuello del f&#233;mur&#44; pues permite cumplir las dos finalidades que debe de tener presente el cirujano ante toda lesi&#243;n del aparato locomotor&#58; <span class="elsevierStyleItalic">salvar la vida del paciente y conseguir una restituci&#243;n funcional completa&#46;</span></p>"
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Información del artículo
ISSN: 18884415
Idioma original: Español
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