Incluye este ejemplar de la Revista un artículo sobre formación escrito por los miembros de la Comisión Nacional de la Especialidad (CNE), a la sazón miembros reputados de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT)1. Presentan los resultados de la última convocatoria del examen final voluntario, que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad convoca para los médicos recién egresados de su período de formación especializada, donde el número de colegas presentados duplica ampliamente al de la convocatoria anterior. Esta prueba, conocida, valorada, y premiada por los médicos de otras especialidades, por gestores y por la Administración, es ya uno de los patrimonios más valiosos que posee la Cirugía Ortopédica y Traumatología española, porque evalúa cómo transmitimos el conocimiento a los futuros protagonistas de nuestra especialidad en España, gracias al altruismo de los miembros de la CNE, de la SECOT y, sobre todo, de los jóvenes colegas que se prestan a ser evaluados.
La SECOT, con el apoyo de sus órganos corporativos y socios en general, celebra muchas actividades científicas anuales con el objetivo de alcanzar el examen con éxito; ello lleva implícito la transmisión del conocimiento con una calidad equiparable a la de los mejores países occidentales, constituyendo una loable colaboración institucional con la CNE y un ejemplar compromiso social.
El análisis del artículo, donde se estratifica por diversas variables, evidencia el papel que las sociedades autonómicas puedan tener en la transmisión veraz de información sobre el examen y en la preparación de sus jóvenes para pasar la prueba, como representación objetiva del potencial de su comunidad. Empero, la dimensión de esta crucial misión territorial de gestión del conocimiento ha sido interpretado, según se observa, de forma diferente, eligiendo voluntariamente cada una su papel en el ranking nacional. Se avanzaría aún más si, en el futuro, por parte de la CNE se publicitara la estratificación por hospitales y la Administración ponderara como requisito de calidad la superación de la prueba, porque esto polarizaría a los aspirantes en la elección del centro hospitalario en el que se quieren formar y forzaría a los jefes de las unidades docentes a presentar una oferta competitiva que garantizara el éxito en el examen. Indudablemente, la crisis económica con recortes en plantillas y subsiguiente probable saturación de especialistas regularía la oferta y demanda a criterios de calidad.
La Revista sigue con su vocación de apoyar publicaciones rigurosas sobre formación1–10, continuando la labor independiente de dar cabida a los distintos puntos de vista que sobre transmisión del conocimiento tienen, de forma corporativa, los miembros de nuestra comunidad científica.
Investigación de calidad. La internacionalización de la Cirugía Ortopédica españolaLa Cirugía Ortopédica española ha adquirido en los últimos años una madurez y prestigio internacional que nunca antes había tenido. El desarrollo hospitalario iniciado muchos años antes, el dominio del inglés por las nuevas generaciones, y el desarrollo social y científico de las últimas décadas con adhesión a instituciones internacionales y soslayando las épocas de crisis económicas, han exportado el conocimiento original que han producido los cirujanos ortopédicos españoles. Basta reconocer que en el último Congreso de la EFORT en Copenhague la aportación española ha vuelto a estar entre las más numerosas, a la vez que los cirujanos ortopédicos españoles, si bien aún por debajo de la cuota que les correspondería, ostentan puestos de relevancia en dicha corporación.
El análisis bibliométrico en revistas internacionales de calidad también ha mostrado una mayor presencia española, como autores y como miembros de los consejos editoriales de gran cantidad de revistas. Entre otras variables, la política de alianzas entre investigadores clínicos y básicos de los últimos años ha posibilitado este impacto; esta internacionalización, concepto sobre el que giran hasta los campus de excelencia universitaria, ha sido posible gracias al esfuerzo filantrópico de un colectivo de cirujanos que, por otra parte, observan que esta «política de Estado» lejos de recibir un reconocimiento por parte de las administraciones públicas, gobierne quien gobierne, ha venido siendo foco de recortes que ponen en entredicho el tan cacareado cambio en el modelo productivo nacional. Es evidente, que hay margen de mejora en la racionalización del gasto público, un gran margen antes de recortar precisamente el desarrollo de la ciencia.
La Revista, no obstante, inicia el primer número del año en el que quiere culminar este ingente esfuerzo con la indexación en el Journal Citation Report, coleccionando importantes trabajos de investigación básica con proyección clínica.