Objetivos: La enfermedad de Alzheimer (EA) es una neurodegeneración en la que se encuentran involucradas áreas del cerebro encargadas del procesamiento visual con la existencia de depósitos de β-amiloide y tau en la retina. El objetivo de este trabajo es el estudio mediante pruebas oftalmológicas para detectar cambios que ayuden al diagnóstico y seguimiento de la EA.
Métodos: Treinta y dos pacientes con EA leve, 20 pacientes con EA moderada y 35 controles se sometieron al examen de la agudeza visual (AV), sensibilidad al contraste (SC), pruebas de percepción de color y examen del espesor de la retina mediante tomografía de coherencia óptica (OCT). Todos los pacientes fueron clasificados de acuerdo con la Escala de deterioro global (GDS).
Resultados: Se encuentran diferencias significativas (p<0,01, Mann-Whitney) entre el grupo EA leve y EA moderada respecto al control en la AV (−12,29%) y en todas las frecuencias de la SC, siendo las frecuencias más altas las que muestran un mayor descenso (frecuencias bajas de −14% y en altas del −40%). En la visión del color, a pesar de que no hay una discromatopsia definida, a mayor progresión de la enfermedad los pacientes tienen más fallos inespecíficos, siendo significativos (p<0,01, Mann-Whitney) tanto en la región del azul como en la del rojo-verde. El espesor de la OCT macular en la EA leve tenía una disminución significativa en la fóvea (−7,29%) y en el anillo interno (excepto en nasal) respecto al control. En la EA moderada respecto a la EA leve se encontró un aumento significativo (p<0,01, Mann-Whitney) de la fóvea, anillo macular interior y anillo macular exterior (excepto inferior), así como un aumento significativo del volumen macular (+4,35%). El espesor peripapilar mostró una disminución significativa (p<0,01, Mann-Whitney) en el cuadrante inferior de la EA moderada respecto a ambos grupos (−12%), mientras que en los pacientes con EA leve respecto al control no había diferencias significativas.
Conclusiones: Precozmente, en la EA se aprecian cambios maculares y de los test psicofísicos, mientras que cuando la enfermedad progresa los cambios se evidencian a nivel peripapilar, lo que permitiría una evaluación de la progresión de la enfermedad.