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A menudo, la cirugía apical es un tratamiento de último recurso. La cirugía apical se emplea para preservar un diente que sufre lesiones recurrentes de origen endodóntico, cuando los tratamientos convencionales no están indicados o no son posibles tanto desde un punto de vista clínico como económico. El tipo de incisión y el diseño del colgajo son factores importantes que es preciso valorar cuando se considera la opción quirúrgica, pues de la primera depende el acceso óptimo al ápice radicular y del segundo, el resultado estético. Cuando se elige una técnica de incisión específica es preciso considerar diversos factores, en especial en el sector anterior del maxilar superior. Entre ellos, cabe considerar el estado del periodonto marginal, la localización y el alcance de la lesión periapical, la existencia margen de la restauración y las exigencias del paciente en materia de estética. El resultado con respecto a la recuperación del tejido blando después de un procedimiento quirúrgico apical dependerá, además, de aspectos anatómicos y quirúrgicos, tales como el biotipo gingival, el mantenimiento del riego sanguíneo, la estructura del hueso marginal, la técnica de elevación y retracción del colgajo, la duración del procedimiento y el cierre de la herida. Es importante tratar la cicatrización del tejido blando con el paciente cuando se planea un procedimiento de cirugía apical, pues, en la búsqueda de resolver un problema endodóntico, se puede provocar una retracción gingival.
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