Epidemiología del consumo de drogasy del VIH en los países latinoamericanos
Epidemiology of drug consumption and HIV in Latin American countries
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En primer lugar, muchas gracias a los organizadores por la posibilidad de estar presente aquí esta mañana, y en particular a nuestro amigo el Dr. Juan Carlos Valderrama que nos ha in</span><span class="elsevierStyleItalic">vitado a participar en este importante foro para dar a conocer lo que estamos haciendo desde la Organiza</span><span class="elsevierStyleItalic">ción de Estados Americanos (OEA) para afrontar el problema de las drogas.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">El Observatorio Interamericano de Drogas pertenece a la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de las Drogas (CICAD) de la OEA. La OEA es en esencia un foro político en el que partici</span><span class="elsevierStyleItalic">pan 34 países americanos, desde Canadá hacia el sur, incluyendo los países del Caribe. Su misión principal es trabajar para mantener la paz en la región. Cuando hablamos de mantener la paz, habla</span><span class="elsevierStyleItalic">mos también de democracia y, por lo tanto, estamos preocupados por todos aquellos aspectos que aten</span><span class="elsevierStyleItalic">tan contra la democracia y contra la paz, y uno de esos problemas es precisamente el de las drogas. Hace 20 años, por mandato de los presidentes de los 34 países de la OEA, se creó la CICAD, con el fin estudiar el fenómeno de las drogas, su comportamiento, su epidemiología y todo lo relacionado con este problema.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">La misión de la CIDAD es canalizar los esfuerzos colectivos de los estados miembros, con el objeto de reducir la producción, el tráfico y el uso y abuso de las drogas en el continente americano. Esto implica el promover la cooperación multilateral en lo concerniente a las drogas, y ejecutar los programas de acción para fortalecer la capacidad de los estados miembros de la OEA, con el objeto de prevenir y tratar el uso y el abuso de las drogas, combatir su producción, el tráfico de las drogas ilícitas, negar a los traficantes el di</span><span class="elsevierStyleItalic">nero obtenido por su comercio (como ustedes saben, nuestra región es la mayor productora de cocaína, y entre nuestros estados miembros contamos con 3 de sus mayores productores), promover la investigación, el intercambio de información, la capacitación especializada y la asistencia técnica. En relación con estos últi</span><span class="elsevierStyleItalic">mos aspectos, en el año 2000 se crea el Observatorio Interamericano de Drogas, donde actualmente traba</span><span class="elsevierStyleItalic">jamos 6 profesionales, colaborando con los diferentes países en esos objetivos.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">En este editorial vamos a analizar dos grandes aspectos. En primer lugar, revisaremos los problemas relacionados con el consumo de drogas y en segundo lugar, y de manera general, el problema del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el sida. Tanto en esta región como en la CICAD, como veremos al final de este artículo, tenemos una deuda pendiente con las consecuencias asociadas al consumo de drogas en relación con algunas patologías, en particular con el VIH. Esto es algo que probablemente tendremos que afrontar en un futuro muy próximo, y la razón es bastante simple, ya que se trata de un problema de prioridades. Hasta hace 8 o 10 años no conocíamos cuál era el problema de las drogas en nuestros paí</span><span class="elsevierStyleItalic">ses. No teníamos información sobre cuánta gente estaba consumiendo, qué tipo de drogas estaba consu</span><span class="elsevierStyleItalic">miendo (con la excepción de unos pocos países), cuál era la cuantía del consumo de drogas, la percepción del riesgo asociado al consumo o la facilidad de acceso a ellas, y, por lo tanto, había que resolver primero ese problema. Una vez resuelto el problema de la falta de información básica viene la segunda etapa, que</span><span class="elsevierStyleItalic">es conocer más de cerca cuáles son las consecuencias asociadas a la droga, así como los problemas sociales que conlleva.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Entre los años 2004 y 2005, y en colaboración con la oficina de las Naciones Unidas contra las Dro</span><span class="elsevierStyleItalic">gas y el Delito, se realizaron estudios en la población juvenil, principalmente escolares entre los 13 y los 17 años de edad, en 6 países sudamericanos</span><span class="elsevierStyleSup"><span class="elsevierStyleItalic">1</span></span><span class="elsevierStyleItalic">. Básicamente el objetivo de este estudio era: a) describir cuáles son los factores de riesgo y protección asociados al consumo de drogas en esta población escolar; b) disponer de información sobre el consumo de drogas en países que no la tenían (en el año 2005 había muchos países que carecían de datos tan básicos como las tasas de prevalencia del consumo de drogas); c) evaluar las ten</span><span class="elsevierStyleItalic">dencias en aquellos países que sí tenían información previa, para ver si algunos de sus programas estaban teniendo algún efecto, por lo menos en el área relacionada con la reducción de la demanda de drogas, y d) evaluar los programas en el ámbito de la población escolar, en aquellos países que ya los habían realizado.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Se elaboró un informe con los resultados de los estudios realizados en esos 6 países (Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay), y se incorporaron datos de otros tres que tenían información equiva</span><span class="elsevierStyleItalic">lente (Bolivia, Brasil y Colombia). El tamaño de la muestra total incluyó alrededor de 350.000 escolares, con datos basados en una encuesta autoaplicada, representando a un total de casi 9 millones y medio de es</span><span class="elsevierStyleItalic">colares en la región.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Es importante hacer notar que las distribuciones por edad en los países presentan algunas diferencias, y ésta es una cuestión que hay que estudiar con detenimiento, ya que pone de manifiesto que todavía hay un problema sin solucionar en nuestros países, las altas cifras de absentismo escolar. Por sus características, éste es un estudio realizado en la población escolarizada, dato a tener en cuenta a la hora de analizar la in</span><span class="elsevierStyleItalic">formación, ya que queda fuera del ámbito de estudio la población en edad escolar que no está escolarizada, y seguramente el problema del consumo de drogas tenga perfiles muy particulares en este sector de la po</span><span class="elsevierStyleItalic">blación que deben ser estudiados, a pesar de las dificultades que conlleva el acceder a dicha población. Para el análisis comparado de los datos de los 9 países se hizo un ajuste por edad por las razones dadas anterior</span><span class="elsevierStyleItalic">mente (en el caso del género las diferencias entre los países fueron marginales).</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">¿Qué pasa con el consumo de drogas lícitas en nuestros países? El consumo actual de alcohol, medido como frecuencia de consumo en el último mes en los 9 países sudamericanos, supera el 50% en algunos ca</span><span class="elsevierStyleItalic">sos como Colombia con un 52% y Uruguay con un 50,1%, luego tenemos el caso de Brasil con un 48% y Ar</span><span class="elsevierStyleItalic">gentina, Chile y Paraguay con tasas de alrededor de un 40%. El resto de los países presentan niveles que no superan el 30%. Es preciso recordar, nuevamente, que estamos hablando de jóvenes con edades comprendi</span><span class="elsevierStyleItalic">das entre los 13 y 17 años, dentro del sistema escolar.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">El primer dato relevante es la gran heterogeneidad que existe en el consumo de alcohol, pero si pensa</span><span class="elsevierStyleItalic">mos que estamos hablando de población juvenil, tendremos que convenir que el consumo de alcohol es un problema bastante grave, sobre todo en algunos países.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">El consumo de tabaco también supone un grave problema, como en España (que tiene su problema particular) o en países como Chile, donde el 38% de los escolares declara consumir tabaco (últimos 30 días). También Argentina, Colombia y Uruguay presentan tasas actuales de consumo que superan el 23%. Cuando analizamos el grupo de escolares hasta los 14 años en Chile observamos que un 25%, o sea uno de cada cuatro escolares, se declara como consumidor de tabaco. Afortunadamente en el año 2006 se elaboró una nueva Ley del Tabaco bastante estricta, que se espera produzca efectos a corto y mediano plazo.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">En el caso de las drogas prohibidas o drogas de consumo ilícito, incluyendo también las inhaladas, en</span><span class="elsevierStyleItalic">contramos igualmente una situación heterogénea. Los datos sobre prevalencia de consumo del último año</span><span class="elsevierStyleItalic">indican que casi un 13% de los escolares chilenos manifiestan haber consumido marihuana, seguidos de uruguayos y colombianos con un porcentaje que ronda el 8%. En Argentina encontramos un porcentaje algo por encima del 8% y en Bolivia, Ecuador, Paraguay y Perú cifras más bajas.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">En el caso de la cocaína, las frecuencias de consumo en países como Argentina y Chile son más bajas que las observadas en Estados Unidos y Canadá, donde existe un 2,5% de prevalencia de consumo en el último año. Levemente inferior es el consumo en Brasil y Colombia y más aún en Bolivia y Perú. Es pre</span><span class="elsevierStyleItalic">ciso destacar que de los 3 países productores de coca, 2 de ellos tienen un consumo bastante bajo (Perú y Bolivia).</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Un fenómeno que empieza a aparecer también, y que hasta hace 4 o 5 años era poco frecuente al me</span><span class="elsevierStyleItalic">nos en esta población, es el consumo de éxtasis, destacando la situación de Colombia, donde en el último año el índice de consumo entre los jóvenes se sitúa en el 3%. Probablemente éste sea uno de los problemas más emergentes en la región, requiriendo un monitoreo periódico.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">El 15% de la población escolar de Brasil, según un estudio realizado en las 27 capitales de los estados brasileños, manifiesta haber consumido drogas inhaladas en el último año. En el resto de los países suda</span><span class="elsevierStyleItalic">mericanos, la frecuencia de consumo de este tipo de drogas es ostensiblemente menor. Ésta es una situación bastante particular, y sabemos que la preocupación de las autoridades las ha llevado a tomar medidas al respecto.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Con relación al policonsumo, lo que encontramos es una situación bastante variable. A nivel mundial y según cifras de Naciones Unidas, aproximadamente 200 millones de personas en el mundo entre 15 y 64 años de edad declaran haber consumido alguna droga ilícita en el último año. De esos 200 millones, alrede</span><span class="elsevierStyleItalic">dor de 160 (es decir, el 80%) declaran ser consumidores de marihuana. Con estos datos podemos decir que la marihuana es, con un amplio margen, la droga más consumida en el mundo.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">En nuestro estudio, lo que quisimos analizar era cómo se comportaba el consumo de marihuana en relación con el total del consumo de drogas por país, para lo cual se subdividió a los consumidores de cual</span><span class="elsevierStyleItalic">quier droga en tres categorías: consumidores «solo de marihuana», de «marihuana y otra droga» y con</span><span class="elsevierStyleItalic">sumidores de «otra droga, diferente a la marihuana», constituyendo los consumidores el 100% del grupo a estudiar.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">En el caso de Chile y Uruguay, el consumo mayoritario es de marihuana exclusivamente, es decir «solo marihuana», el 62% y el 74% del total de consumidores, respectivamente. Por otra parte está Brasil, don</span><span class="elsevierStyleItalic">de el consumo exclusivo de marihuana alcanza sólo el 9% del total de consumidores de drogas, o Bolivia donde alcanza el 33,5%. Cuando analizamos el policonsumo, lo que observamos es que en la gran mayoría de los países, con las excepciones de Argentina y Perú, alrededor del 70% de los escolares que declaran consumir drogas son monoconsumidores. El caso quizás más complejo lo presenta Argentina donde, a pesar de no presentarse las prevalencias más altas de consumo de marihuana y otras drogas, se observa un ma</span><span class="elsevierStyleItalic">yor nivel de policonsumo entre los jóvenes. Alrededor del 40% de los escolares argentinos que consumen drogas consumen dos o más.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">La conclusión de este estudio, probablemente al igual que ocurre en España, es que el alcohol es un gran problema que está afectando a los jóvenes en nuestros países, y es quizás donde menos se está traba</span><span class="elsevierStyleItalic">jando, aunque se trate de un problema de primera magnitud.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Hay países donde el consumo actual de alcohol supera el 30% entre el grupo de jóvenes menores de 14 años. El consumo de tabaco supera el 20% en casi todos los países y en algunos casos como en Chile, el con</span><span class="elsevierStyleItalic">sumo del último mes en los menores de 14 años alcanza un 25%.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">El consumo de drogas ilícitas y de drogas inhalables presenta bastantes particularidades entre los dis</span><span class="elsevierStyleItalic">tintos países. El consumo de marihuana es importante en Chile, Uruguay, Colombia y Argentina, mientras que el consumo de cocaína parece ser relevante en Argentina, Chile, Brasil y Colombia. El consumo de éx</span><span class="elsevierStyleItalic">tasis parece ser importante en Colombia, y las drogas inhalables en Brasil. El consumo de marihuana en Chile y Uruguay está caracterizado por un alto porcentaje de personas que sólo consumen esta droga. Cosa similar ocurre en Brasil, pero en vez de con el consumo de marihuana con el de drogas inhalables. En Ar</span><span class="elsevierStyleItalic">gentina y Perú es donde se encuentran los mayores porcentajes de policonsumidores.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">En la actualidad estamos realizando, en esos mismos 6 países y en algunos países centroamericanos, estudios en el ámbito de la población general, con encuestas en hogares entre la población de 12 a 65 años de edad. Es probable que nos encontremos con algunas sorpresas, ya que lejos de observar que el consumo de drogas esté en retirada, en nuestros países sigue una escalada al alza. Esto se debe a que, con algunas excepciones, no se ha reaccionado a tiempo implantando programas preventivos en diferentes niveles, u otras acciones encaminadas a reducir la demanda de drogas o a mejorar los niveles de control de la oferta. En todo caso, es bien sabido que los resultados de estas acciones, cuando son bien conducidas, tardan años en producir el efecto esperado. También se está trabajando mucho en la obtención de información en los paí</span><span class="elsevierStyleItalic">ses del Caribe, y se espera para fines del 2007 tener disponible un informe realizado en 12 países en la po</span><span class="elsevierStyleItalic">blación escolar.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Nuestra institución, CIDAD, no ha estudiado el problema del VIH, por lo tanto para hacer una revi</span><span class="elsevierStyleItalic">sión sobre esta patología utilizaremos otras fuentes de información. De acuerdo con el Informe de la epide</span><span class="elsevierStyleItalic">mia mundial de sida del año 2006</span><span class="elsevierStyleSup"><span class="elsevierStyleItalic">2</span></span><span class="elsevierStyleItalic">del Programa de Naciones sobre VIH/sida, 1.200.000 personas tie</span><span class="elsevierStyleItalic">nen esta enfermedad en América del Norte, unas 330.000 en el Caribe y 1.600.000 en Latinoamérica. En Belice, Guyana y Haití las tasas de prevalencia entre los adultos se estima que alcanzan el 2-4%. De acuerdo con la Oficina Panamericana de la Salud, la relación hombres-mujeres es bastante particular y cambia por zonas. Mientras en Norteamérica esta relación es de 3 a 1 (el 75% de hombres y el 25% de mu</span><span class="elsevierStyleItalic">jeres), en el Caribe es de 1 a 1 y en Latinoamérica es similar a la de Norteamérica, el 70% de hombres frente al 30% de mujeres.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">Lo importante es analizar cómo ha evolucionado el problema del VIH. La mayoría de los casos de infec</span><span class="elsevierStyleItalic">tados en la región es atribuible a la transmisión sexual. Una pequeña proporción ocurre como resultado de la transmisión madre-hijo. El uso de drogas inyectadas está relacionado con una proporción importante de casos en algunos países, según estudios específicos, un 25% en Uruguay, un 30% en Buenos Aires y al</span><span class="elsevierStyleItalic">rededor de un 25% en Brasil.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">En general, la relación drogas inyectables y VIH/sida ha sido poco estudiada en nuestra región, princi</span><span class="elsevierStyleItalic">palmente porque el uso de drogas inyectables es muy bajo en la mayoría de los países. Sin embargo, hay algunos países, como Brasil, donde sí le han puesto mayor énfasis. Actualmente hay un programa en mar</span><span class="elsevierStyleItalic">cha de la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, con asiento en Brasil, que está estu</span><span class="elsevierStyleItalic">diando el problema en 4 o 5 países del cono sur de Sudamérica.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">El Caribe es la segunda región del mundo más afectada por el VIH/sida. Cerca del 6% de las personas con VIH/sida tienen menos de 15 años en esta zona. Cerca del 12% son hombres y tienen relaciones homo</span><span class="elsevierStyleItalic">sexuales. Los usuarios de drogas inyectables son un problema importante en Bermudas y Puerto Rico.</span></p><p class="elsevierStylePara"><span class="elsevierStyleItalic">¿Qué estamos haciendo desde la CICAD? En esto hay que ser muy honestos, hay que reconocerlo, estamos haciendo poco. La primera prioridad, como hemos señalado con anterioridad, ha sido la de generar información sobre la demanda de drogas y estudiar el perfil de esos consumidores, incluyendo el uso de dro</span><span class="elsevierStyleItalic">gas inyectables. A partir de esa información debemos reforzar nuestras acciones. En general, hay escasa in</span><span class="elsevierStyleItalic">formación en nuestra región sobre las consecuencias del consumo y en particular sobre la morbilidad y mor</span><span class="elsevierStyleItalic">talidad asociada. En estos momentos estamos trabajando, en colaboración con el Observatorio Europeo de Drogas, en una metodología para estudiar de mejor forma esta situación, y sobre la base de criterios más homogéneos, ya sea creando indicadores nuevos o mejorando los existentes, para que nos permitan una me</span><span class="elsevierStyleItalic">jor aproximación a los problemas de mortalidad y morbilidad asociados al consumo de drogas.</span></p>" "pdfFichero" => "182v09n04a13113918pdf001.pdf" "tienePdf" => true ] "idiomaDefecto" => "es" "url" => "/15750973/0000000900000004/v0_201306051641/13113918/v0_201306051641/es/main.assets" "Apartado" => array:4 [ "identificador" => "11521" "tipo" => "SECCION" "es" => array:2 [ "titulo" => "Editorial" "idiomaDefecto" => true ] "idiomaDefecto" => "es" ] "PDF" => "https://static.elsevier.es/multimedia/15750973/0000000900000004/v0_201306051641/13113918/v0_201306051641/es/182v09n04a13113918pdf001.pdf?idApp=UINPBA00004N&text.app=https://www.elsevier.es/" "EPUB" => "https://multimedia.elsevier.es/PublicationsMultimediaV1/item/epub/13113918?idApp=UINPBA00004N" ]
Información del artículo
ISSN: 15750973Idioma original: Español
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| 2024 Noviembre | 8 | 3 | 11 |
| 2024 Octubre | 33 | 5 | 38 |
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| 2024 Mayo | 14 | 5 | 19 |
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| 2023 Noviembre | 22 | 8 | 30 |
| 2023 Octubre | 27 | 9 | 36 |
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| 2023 Agosto | 22 | 9 | 31 |
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| 2022 Junio | 10 | 9 | 19 |
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| 2020 Junio | 22 | 9 | 31 |
| 2020 Mayo | 16 | 3 | 19 |
| 2020 Abril | 9 | 4 | 13 |
| 2020 Marzo | 15 | 6 | 21 |
| 2020 Febrero | 10 | 4 | 14 |
| 2020 Enero | 6 | 8 | 14 |
| 2019 Diciembre | 9 | 10 | 19 |
| 2019 Noviembre | 11 | 3 | 14 |
| 2019 Octubre | 4 | 2 | 6 |
| 2019 Septiembre | 5 | 1 | 6 |
| 2019 Agosto | 8 | 3 | 11 |
| 2019 Julio | 17 | 5 | 22 |
| 2019 Junio | 24 | 18 | 42 |
| 2019 Mayo | 45 | 34 | 79 |
| 2019 Abril | 9 | 36 | 45 |
| 2019 Marzo | 10 | 2 | 12 |
| 2019 Febrero | 4 | 3 | 7 |
| 2019 Enero | 7 | 1 | 8 |
| 2018 Diciembre | 6 | 6 | 12 |
| 2018 Noviembre | 8 | 6 | 14 |
| 2018 Octubre | 13 | 14 | 27 |
| 2018 Septiembre | 1 | 7 | 8 |
| 2018 Agosto | 3 | 4 | 7 |
| 2018 Julio | 3 | 1 | 4 |
| 2018 Junio | 5 | 0 | 5 |
| 2018 Mayo | 1 | 7 | 8 |
| 2018 Abril | 1 | 1 | 2 |
| 2018 Marzo | 5 | 1 | 6 |
| 2018 Febrero | 3 | 0 | 3 |
| 2018 Enero | 5 | 0 | 5 |
| 2017 Diciembre | 4 | 2 | 6 |
| 2017 Noviembre | 5 | 2 | 7 |
| 2017 Octubre | 6 | 1 | 7 |
| 2017 Septiembre | 3 | 7 | 10 |
| 2017 Agosto | 4 | 0 | 4 |
| 2017 Julio | 7 | 0 | 7 |
| 2017 Junio | 10 | 5 | 15 |
| 2017 Mayo | 10 | 4 | 14 |
| 2017 Abril | 19 | 2 | 21 |
| 2017 Marzo | 13 | 28 | 41 |
| 2017 Febrero | 10 | 8 | 18 |
| 2017 Enero | 9 | 3 | 12 |
| 2016 Diciembre | 14 | 5 | 19 |
| 2016 Noviembre | 18 | 2 | 20 |
| 2016 Octubre | 26 | 4 | 30 |
| 2016 Septiembre | 15 | 6 | 21 |
| 2016 Agosto | 21 | 4 | 25 |
| 2016 Julio | 14 | 4 | 18 |
| 2016 Junio | 17 | 2 | 19 |
| 2016 Mayo | 21 | 3 | 24 |
| 2016 Abril | 14 | 10 | 24 |
| 2016 Marzo | 21 | 3 | 24 |
| 2016 Febrero | 18 | 8 | 26 |
| 2016 Enero | 5 | 0 | 5 |
| 2015 Diciembre | 13 | 6 | 19 |
| 2015 Noviembre | 7 | 2 | 9 |
| 2015 Octubre | 20 | 6 | 26 |
| 2015 Septiembre | 14 | 4 | 18 |
| 2015 Agosto | 5 | 2 | 7 |
| 2015 Julio | 8 | 4 | 12 |
| 2015 Junio | 2 | 1 | 3 |
| 2015 Mayo | 9 | 4 | 13 |
| 2015 Abril | 6 | 7 | 13 |
| 2015 Marzo | 5 | 1 | 6 |
| 2015 Febrero | 6 | 2 | 8 |
| 2015 Enero | 18 | 3 | 21 |
| 2014 Diciembre | 17 | 1 | 18 |
| 2014 Noviembre | 18 | 1 | 19 |
| 2014 Octubre | 23 | 3 | 26 |
| 2014 Septiembre | 21 | 3 | 24 |
| 2014 Agosto | 19 | 2 | 21 |
| 2014 Julio | 27 | 5 | 32 |
| 2014 Junio | 37 | 2 | 39 |
| 2014 Mayo | 14 | 2 | 16 |
| 2014 Abril | 12 | 1 | 13 |
| 2014 Marzo | 10 | 1 | 11 |
| 2014 Febrero | 8 | 2 | 10 |
| 2014 Enero | 12 | 1 | 13 |
| 2013 Diciembre | 15 | 5 | 20 |
| 2013 Noviembre | 16 | 4 | 20 |
| 2013 Octubre | 13 | 3 | 16 |
| 2013 Septiembre | 11 | 3 | 14 |
| 2013 Agosto | 17 | 1 | 18 |
| 2013 Julio | 17 | 1 | 18 |
| 2007 Septiembre | 2912 | 0 | 2912 |
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