Vivimos en una época en la que la cantidad de información científica que se presenta en distintos congresos y que se publica en las numerosas revistas de ciencias médicas es abrumadora. La aparición y la difusión de internet han facilitado en gran medida el acceso a esta información, pero, en la misma medida, la cantidad de datos sobre cualquier enfermedad de la que puede disponer cualquier facultativo resulta inabarcable.

La búsqueda de una información clínica concreta en internet da como resultado el hallazgo de miles de citas bibliográficas, tantas que hacen que esa información, por inabarcable, resulte ineficaz. No hay que olvidar, además, que la calidad científica de esa información es muy variable, pues conviven en la misma base de datos (p. ej., PubMed) estudios de elevada calidad e impacto clínico con otros de metodología criticable y nula relevancia práctica.

El necesario análisis crítico de la literatura científica requiere el profundo conocimiento de una metodología en la que la formación de los clínicos es claramente deficitaria y sobre la que la oferta de cursos específicos es muy limitada. A esta realidad de disponibilidad de una información tan amplia como difícil de analizar por los clínicos se une la difusión del concepto de incertidumbre en la práctica clínica. No existen el método diagnóstico perfecto ni el tratamiento de eficacia absoluta y nulos efectos adversos, por lo que la práctica clínica actual debe basarse en el análisis del riesgo y la rentabilidad de cada actuación en cada paciente concreto. Esto explica el exitoso desarrollo de la metodología de la “medicina basada en la evidencia”.

En este contexto, las revisiones críticas de la literatura científica —como las que publica la biblioteca Cochrane— y las guías de práctica clínica constituyen hoy por hoy el método más eficaz de conocer, entender y aplicar la evidencia científica más actual y relevante en nuestra práctica clínica. No obstante, hay un importante lapso desde la obtención de resultados en los distintos estudios de investigación clínica, su publicación en revistas científicas y su inclusión en revisiones críticas o guías clínicas. De esta forma, la aplicación de hallazgos relevantes a nuestros pacientes se realiza con un importante retraso. Una posible solución a este problema es la asistencia activa a congresos de la especialidad, en los que se presentan los distintos resultados de investigación mucho antes de que sean publicados e incluidos en revisiones o guías. Sin embargo, esta alternativa no está exenta de limitaciones: a) si, tal y como comentábamos anteriormente, el análisis crítico de la publicación completa en una revista científica de los estudios de investigación es complejo, mucho más aún lo es el de los resultados presentados, de forma tan concisa como incompleta, en los congresos médicos; b) la cantidad de congresos médicos es tan elevada que la asistencia a todos ellos se hace imposible; de esta forma, un facultativo puede participar en un número muy limitado de congresos al año, con lo que su acceso a la información más reciente será necesariamente limitada e incompleta, y c) los resultados más relevantes suelen presentarse en congresos internacionales de prestigio, lo que lleva implícitos 2 problemas principales: la distancia —y, por consiguiente, el tiempo necesario para participar en ellos— y el coste económico asociado, además de las limitaciones del idioma. De hecho, el inglés sigue siendo, con cierta frecuencia, una barrera importante para la comprensión adecuada de las presentaciones científicas.

La iniciativa presentada en esta monografía de Gastroenterología y Hepatología pretende contribuir a solventar, al menos en parte, los problemas planteados. Con la ayuda de expertos de gran prestigio nacional e internacional en cada una de las áreas de conocimiento seleccionadas (las enfermedades relacionadas con el ácido, las alteraciones funcionales, la enfermedad inflamatoria intestinal, la oncología digestiva, y las vías biliares y el páncreas), se ha llevado a cabo una revisión crítica de la información científica más relevante y actual presentada en los principales congresos internacionales de la especialidad y, por tanto, aún no publicada. El objetivo es claro: difundir entre los especialistas españoles la información clínica más relevante y reciente y, de esta forma, facilitar y potenciar su aplicación clínica al tratamiento de nuestros pacientes.

La metodología aplicada se muestra de manera esquemática en la tabla 1. El diseño y la coordinación del proyecto han sido responsabilidad de los firmantes de esta introducción, cuyo mérito principal no ha sido otro que el de contar con la colaboración de un experto de gran prestigio para cada una de las áreas de conocimiento, quien, a su vez, ha sido responsable de seleccionar 2 colaboradores para constituir así los grupos de trabajo. Cada uno de estos grupos se ha responsabilizado de seleccionar la información presentada en congresos internacionales de prestigio de la especialidad en función de criterios de relevancia y repercusión clínica. La información seleccionada ha sido analizada detalladamente siguiendo la metodología de análisis crítico comentada con anterioridad e integrada en el conocimiento científico actual, para así facilitar su aplicación a nuestra práctica clínica habitual.

La monografía que tiene en sus manos es el resultado final de este proyecto, cuyo contenido fue presentado en público en la Jornada de Actualización en Gastroenterología Aplicada, celebrada en Madrid el día 25 de octubre de 2013.

El éxito de esta iniciativa es el resultado del trabajo realizado por todos los expertos implicados en ella, autores de los distintos capítulos de esta monografía, a los que queremos hacer llegar nuestro más sincero agradecimiento y reconocimiento público.

Como coordinadores de esta monografía, resultado final del proyecto, solo nos queda desear que su lectura le sea de utilidad en su práctica profesional.