La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC) ha presentado una declaración sobre acceso a fuentes de información científica para el médico de familia1 donde refleja los recursos de medicina basada en la evidencia (MBE) que deben estar a disposición de los médicos de Atención Primaria para el mejor desarrollo de sus funciones asistenciales, docentes e investigadoras. En esta declaración se aboga por la creación y/o mantenimiento de bibliotecas virtuales de salud (BVS) en las comunidades autónomas (CCAA), así como la creación de la Biblioteca Virtual del Sistema Nacional de Salud (BV-SNS), también descrito en el Estudio de viabilidad para la creación de la Biblioteca Virtual del Sistema Nacional de Salud2.

Internet es fundamental para encontrar información; no se concibe que una revista científica no pueda ser consultada, en mayor o menor grado, en Internet3. Profesionales sanitarios y expertos en recuperación de información realizan estudios que ofrecen bibliografías temáticas4. Recuperar información pertinente requiere una estrategia de búsqueda más o menos compleja y un alto conocimiento del lenguaje documental5. Estudios comparativos sobre el uso de MEDLINE ofrecen resultados dispares según la herramienta de interrogación utilizada, lo que lleva a los autores a concluir que es necesario un entrenamiento y el concurso de personal cualificado en recuperación de información para obtener los mejores resultados6.

Las bibliotecas virtuales deben estar en Internet para ofrecer servicios a la comunidad ya que utilizan recursos públicos7. Sin embargo, el acceso a determinados recursos no puede ser indiscriminado por estar sujetos a legislaciones y condiciones específicas de contratación.

El objetivo principal del presente trabajo es analizar el estado de la colección de MBE que SemFYC recomienda, según disponibilidad en las diferentes BVS que, con distinto nivel de desarrollo e implantación, existen en las CCAA. La disponibilidad de los recursos en las BVS asegura el acceso a los mismos por parte de todos los profesionales del SNS8.

La ventaja de una economía de escala, el aumento de precios de los recursos de información, el enorme y rápido avance en tecnologías de la información y comunicación, y el acceso por Internet a contenidos digitales9, son algunas de las razones que han llevado a las Consejerías de Salud a apostar por la creación de BV regionales que posibilitan un ahorro del gasto y proporcionan acceso a todos los profesionales sanitarios a los mismos recursos independientemente de su lugar de trabajo, logrando así democratizar el acceso a la información10.

El proceso de creación de las BVS difiere de unas CCAA a otras11. Existen variaciones en criterios de acceso, servicios, presencia en Internet y personal que puede acceder. La a Biblioteca Virtual de Ciències de la Salut de les Illes Balears creada en 200312 y la bBiblioteca Virtual del Sistema Sanitario Público de Andalucía (BV-SSPA), creada en 200613 ofrecen los servicios y recursos de forma centralizada, homogénea y mediante acceso remoto a todos sus profesionales.

La mayoría de las CCAA mantienen un modelo mixto de compras. Por una parte, la Consejería de Salud y, por otra, los hospitales, suscriben revistas en papel y/o en formato electrónico. Es el caso decAragón, dAsturias, eCanarias, fCantabria, gCastilla y León, hCastilla-La Mancha, iExtremadura, jGalicia 14, La Rioja, kMadrid 15, lMurcia, mNavarra, País Vasco y nComunidad Valenciana. El presupuesto puede estar o no centralizado.

Una biblioteca es mucho más que acceso a revistas o libros, con ser esto importantísimo. Se ofrecen servicios de obtención de documentos, formación, atención y referencia, análisis de actividad científica, asesoramiento, cooperación, que pueden estar a disposición de la ciudadanía16. La BV-SSPA tiene una página para la ciudadanía y ofrece recursos agrupados por áreas temáticas; la de oMedicina Familiar y Comunitaria tiene una guía con revistas, revisiones sistemáticas, vídeos y otras prestaciones. El uso del servicio de referencia facilita información pertinente y tiene mayor impacto entre los profesionales sanitarios que la búsqueda de información por parte del médico exclusivamente17.

Permitir la entrada a la BV y ofrecer servicios a pacientes al tiempo que se personaliza el acceso a determinados recursos o servicios a personal autorizado requiere un esfuerzo tecnológico añadido al propio esfuerzo de mantenimiento y soporte de la biblioteca18.

Con el objetivo de comprobar la accesibilidad de las BV se procede a localizarlas a través de Google. La estrategia de búsqueda ha sido: biblioteca virtual salud + nombre de la comunidad autónoma OR biblioteca digital salud + nombre de la comunidad autónoma. También se utilizan las lenguas autónomas: salut, Catalunya, Balears, Comunitat Valenciana, osasuna liburutegi birtuala. Igualmente, se buscan nombres propios o siglas: bv-sspa, bvsspa, gcsalud, bibliosalut, bvscs, marquesa de pelayo, bibliosaude, e-biblioteca, ebiblioteca, saludteca, agencia lain entralgo.

Las estrategias de búsqueda han permitido localizar las bibliotecas virtuales de los sistemas sanitarios públicos de todas las CCAA excepto de Cataluña, La Rioja y País Vasco.

Los mejores resultados se obtienen con la ecuación de búsqueda biblioteca + virtual + salud + nombre de comunidad autónoma, aunque estas palabras no estén presentes en su nombre oficial. Ninguna biblioteca usa el término digital. Bajo esta estrategia de búsqueda, la BV aparece muy bien posicionada en Internet, con independencia de su nombre oficial. En el primer lugar de la primera página del buscador aparece el enlace a las páginas principales de las bibliotecas de Andalucía, Illes Balears, Castilla y León, Cantabria, Extremadura, Madrid y Murcia. Las de Aragón, Asturias y Navarra aparecen en segundo lugar, si bien en el caso de las 2 últimas, el primer enlace apunta a una página no principal de la biblioteca. La Comunidad Valenciana aparece en el tercer lugar.

Pasadas las 5 primeras páginas del buscador, no aparecen las bibliotecas de Castilla-La Mancha y Galicia, aunque una página secundaria de la de Castilla-La Mancha sale en primer lugar. Para encontrar la página principal de la biblioteca de Galicia hay que conocer su nombre no oficial pero, sin duda, más utilizado: bibliosaúde. La página de inicio de Castilla-La Mancha aparece buscando e-bibliotecaSESCAM.

Las bibliotecas de Andalucía, Illes Balears, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura y Murcia siempre aparecen en primer lugar. Los enlaces de Extremadura, Castilla y León, Canarias, Illes Balears y Andalucía apuntan directamente a la página principal de la BV.

La tabla 1 muestra el estado de situación de las BV. Se describe la presencia de la biblioteca en Internet y el acceso general de todos o parte de los profesionales sanitarios a todos o parte de los recursos. El acceso remoto hace referencia a la posibilidad de acceder desde cualquier ordenador al conjunto integrado de recursos y servicios de la biblioteca, no al uso de claves facilitadas por los proveedores.

Se comprueba la disponibilidad de recursos en las BVS consultando los listados en acceso abierto. También se envía un cuestionario a las CCAA. Se verifica en pUlrichs el estado de las revistas y se constata si se trata de recursos de acceso libre o mediante suscripción.

Todas las CCAA han respondido al formulario excepto Castilla-La Mancha y Madrid. Dado que esta última no proporciona acceso por Internet a su biblioteca virtual, no es posible comprobar de qué recursos dispone. Los datos de Cataluña hacen referencia a profesionales del Instituto Catalán de Salud (ICS); en el País Vasco, el acceso se limita a profesionales de Osakidetza.

Se aprecian errores en algunos recursos citados en la declaración de SemFYC. Así, Archives of Family Medicine cesó en 2000; BMC Family Medicine se llama BMC Family Practice; Canadian Family Practice es Canadian Family Physician; Journal of American Board of Family Practice pasó a denominarse Journal of the American Board of Family Medicine en 2006. Una colaboración entre documentalistas y el grupo de trabajo de SemFYC hubiese podido subsanar estos errores en origen19. La tabla 2 muestra los títulos con las correcciones pertinentes. Se incluye tipo de acceso y número de BVS que proporcionan cada recurso.

La mayoría de los recursos necesitan ser suscritos para consultarse. El precio viene determinado por parámetros como número de médicos, dedicación (medida en FTE, Full-Time Equivalent), número de hospitales, tamaño (medido en número de camas), número de especialistas y especialidades, o tipo de acceso (local o remoto). En el precio final de la suscripción influyen también otros factores que dependen de la capacidad negociadora, el conocimiento de la profesión, la expertise del negociador, o acuerdos especiales o preferenciales20. Las revistas de acceso libre permiten descargar artículos gratuitamente manteniendo los mismos mecanismos de control de calidad que las revistas de pago. Aunque algunos recursos están en abierto, no todas las bibliotecas proporcionan enlace a estas revistas.

Los recursos en abierto son: Annals of Family Medicine, Australian Family Physician, BMC Family Practice, Canadian Family Physician, Journal of the American Board of Family Medicine, Journal of Primary Health Care y PLoS Medicineq. La revista más representada es Annals of Family Medicine presente en 9 CCAA. Le sigue PLoS Medicine, en 8 CCAA. BMC Family Practice y Canadian Family Physician están en 7. Australian Family Physician se encuentra en 5 BV mientras que Journal of the American Board of Family Medicine y Journal of Primary Health Care se encuentran en 4 CCAA.

Las revistas Atención Primaria, Lancet y New England Journal of Medicine están en las 16 CCAA estudiadas y Medicina Clínica está en 15 CCAA. Las revistas con menos presencia son New Zealand Medical Journal, Scandinavian Journal of Primary Health Care, European General Practice y Actualización en Medicina de Familia. La tabla 3 muestra el detalle de la distribución de revistas.

Aunque del análisis de los títulos de revistas pueda deducirse una escasa presencia en las BVS, el estudio del número total de revistas arroja datos más relevantes. Las CCAA que menos accesos proporcionan lo hacen a un total de 8 títulos (Canarias y Cantabria). La Comunidad Valenciana proporciona acceso a 10 revistas; Asturias, Castilla y León, Extremadura y La Rioja facilitan enlace a 11 títulos; y el resto de CCAA, al 50% o más. Destacan las BV de Andalucía, Illes Balears y Galicia que ofrecen 19 (79,2%) revistas.

De los recursos conocidos como rPoint-of-Care (POC) (tabla 4) donde se pueden englobar, de manera genérica, los 6 que propone SemFYC, Guías de Fisterrae y UpToDate se encuentran en 13 y 10 CCAA, respectivamente. Essential Evidence Plus y First Consult no están en ninguna BVS y Dynamed está en Murcia. Las BV que más recursos POC tienen suscritos permiten acceder a tres. Solo 2 CCAA no han suscrito ningún recurso.

Las CCAA están desarrollando bibliotecas virtuales de salud (BVS) que facilitan acceso de sus profesionales a recursos de información de calidad que ayudan en la toma de decisiones.

Atendiendo a variables de localización en Internet, atención global, acceso remoto integral y oferta de recursos y servicios, las BV de Illes Balears y Andalucía han alcanzado un alto nivel de implantación. Son también las únicas que suscriben todo su fondo en formato electrónico únicamente y de manera centralizada. Además, junto con Navarra y Galicia, disponen de acceso remoto integrado universal. Cataluña no presenta BV visible en Internet; en País Vasco y La Rioja está en Intranet; y Cantabria, Madrid y Murcia exigen registro o clave de acceso.

Las 24 revistas propuestas están presentes en, al menos, una CCAA Atención Primaria, Lancet y New England Journal of Medicine se encuentran en todas las CCAA. Las BVS de Andalucía, Illes Balears y Galicia facilitan acceso al 79,2% de las revistas; Castilla-La Mancha y Navarra al 75%. 7 revistas son de acceso abierto pero no todas las bibliotecas virtuales proporcionan dicho acceso.

De los 6 recursos POC, Guías de Fisterrae y UpToDate están en 13 y 10 CCAA; Essential Evidence Plus y First Consult no están en ninguna BV. Andalucía, Murcia, Navarra y País Vasco son las que más recursos POC tienen.

Para determinar con precisión el grado de cobertura que las Bibliotecas Virtuales de las CCAA ofrecen a los profesionales de Atención Primaria sería necesario ampliar el estudio al resto de especialidades.

La autora es directora de la Biblioteca Virtual del Sistema Sanitario Público de Andalucía y mantiene las debidas relaciones profesionales con los responsables de las Bibliotecas Virtuales de las Comunidades Autónomas, así como con los médicos especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria de España en general y de Andalucía en particular.